martes, 21 de julio de 2009

LA PALABRA DE BOLIVAR--Manuel Caballero--03--12--06--

Publicado: Dom Dic 03, 2006 3:53 am
Asunto: Manuel CABALLERO: La palabra de Bolívar
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Opinión
Manuel Caballero
Noticiero Digital

La palabra de Bolívar

Como no se puede hablar de política, hablaremos entonces de Historia

En algunos de sus trabajos, pero sobre todo en De la Patria Boba a la ideología bolivariana, Luis Castro Leiva señalaba la contradicción permanente en que vivimos los venezolanos, instalados como estamos en lo que él llama "el historicismo político bolivariano".

Porque se trata de los hechos y palabras de un hombre determinado, Simón Bolívar, cuya existencia fue real y no mítica y no producto de interpolaciones como los copistas del Evangelio han introducido durante años.

Y sin embargo, son palabras que aislándolas no sólo de sus significados epocales sino de su propio contexto escriturario, han servido para codificarlas como ideario, y que la abstracción eleve ese ideario a doctrina de salud, a "presagio de todos los tiempos (buenos y malos) a sentido de la historia moral u horizonte de nuestra comprensión política".

Acerca de los "bolivarianos"

Eso puede suceder y de hecho sucede con cualquier héroe nacional. No siempre, como en toda ideología, el disfraz o el ocultamiento de la realidad es producto de la mala fe o de la deformación o invención de las palabras del Libertador.

Sencillamente, basta con que se enseñe una parte de la realidad, en este caso de la copiosa escritura bolivariana, para meternos por un camino que es el que conviene al emisor del mensaje.

Eso lo había previsto el propio Bolívar cuando expresaba no sin amargura que "Si algunas personas interpretan mi modo de pensar y en él apoyan sus errores me es bien sensible pero inevitable. Con mi nombre se quiere hacer (¿) el bien y el mal, y muchos lo invocan como el texto de sus disparates".

Por eso, tal vez sea lo más aconsejable, antes de interpretar el pensamiento del Libertador, citar su palabra textual y que el lector decida si conservan o no actualidad. Es lo que haremos agrupando algunas frases en conjuntos temáticos.

El gobierno de los militares

El primero de todos se refiere al dominio militar sobre la sociedad : "No es el despotismo militar el que puede hacer la felicidad de un pueblo"¿ dice ya en 1814. "Un soldado feliz no adquiere ningún derecho para mandar a su patria. No es el árbitro de las leyes ni del Gobierno"¿ Lo cual remata en una carta a Santander ya hacia el final de su vida: ¿"es insoportable el espíritu militar en el mando civil".

Y de eso no se excluye ni él mismo, como lo ratificó en Cúcuta en 1821:

"La espada que ha gobernado a Colombia no es la balanza de Astrea, es un azote del genio de mal que algunas veces el cielo deja caer a la tierra para castigo de los tiranos y escarmiento de los pueblos. Esta espada no puede servir de nada el día de la paz"¿ "porque no puede haber república donde el pueblo no está seguro del ejercicio de sus propias facultades. Un hombre como yo es un ciudadano peligroso en un gobierno popular: es una amenaza inmediata a la soberanía nacional".

El odio social y racial

Pese a estar combatiendo en la más cruel de las guerras posibles, una guerra civil, no se le escapa cuán estéril y peligros es poner el acento sobre la tecla del odio :

"Hagamos que el amor ligue con un lazo universal a los hijos del hemisferio de Colón, y que el odio, la venganza y la guerra se alejen de nuestro seno"¿ decía en Bogotá en 1815.

Y por sobre todo, detestaba una política basada en el resentimiento social y racial, lo que lo hizo tomar una decisión tan grave como ajusticiar a Piar :

"El General Piar, con su insensata y abominable conspiración, sólo ha pretendido una guerra de hermanos en que crueles asesinos degollasen al inocente niño, a la débil mujer, al trémulo anciano, por la inevitable causa de haber nacido de un color más o menos claro"(...) "El rostro, según Piar, es un delito y lleva consigo el decreto de vida o de muerte. Así ninguno sería inocente, pues que todos tienen un color que no se puede arrancar para sustraerse de la mutua persecución".(Guayana, 1817).

Y justamente, en uno de sus textos más conocidos, el discurso de Angostura, previene contra la idea de tomar la venganza como justicia.

Es más, aquel hombre que había firmado el decreto de Trujillo en 1813, más tarde recogería en cierta forma sus palabras, recomendando que se empleasen sobre todo hombres honrados, "así sean enemigos", lo cual puede tomarse como un homenaje a la meritocracia.

Hemos dejado para el final dos de las ideas que ni el más escéptico puede negar su vigencia hasta nuestros días. Es la severa advertencia que hacía en Caracas en 1814 a quienes lo habían proclamado Libertador :

"Huid del país donde uno solo ejerza todos los poderes: es un país de esclavos". Gracián decía que lo bueno, si breve, dos veces bueno. Tomando las cosas por el otro lado, podríamos concluir que lo malo, si largo, dos veces malo. Es por eso que, en su Discurso de Angostura, el Libertador hizo caso la más luminosa de sus advertencias :

"La continuación de la autoridad en un mismo individuo frecuentemente ha sido el término de los gobiernos democráticos" ¿"nada es tan peligroso como dejar permanecer largo tiempo a un mismo ciudadano en el poder. El pueblo se acostumbra a obedecerle y él se acostumbra a mandarlo; de donde se origina la usurpación y la tiranía".

"Un justo celo es la garantía de la libertad republicana, y nuestros ciudadanos deben temer con sobrada justicia que el mismo magistrado que los ha mandado mucho tiempo, los mande perpetuamente".

Esta columna también fué publicada en: www.eluniversal.com

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