martes, 21 de julio de 2009

EL CHIVATO--vmgf--06--11--1999--

HISTORIAS GUASIPATOSAS (Y DE OTROS LUGARES)
(Dedicado a Haydeé Chavero, caraqueña de prosapia guayanesa)

---I--- EL CHIVATO---

Nuestra madre Antonia, como todos sabemos, frecuentaba la casa de la familia Chavero en Guasipati. Doña Carmen Chavero era una matrona respetabilísima, enérgica, de "armas tomar", además de sumamente religiosa, supongo que este era uno de los aspectos que más le gustaba a mi madre, ambas estaban formadas al estilo de militantes de la "Contra Reforma Católica", a caballo de la transición entre el Medioevo y la Edad Moderna. Tanto es así que mamá suspiraba por tener "un hijo cura y una hija monja", plan que no se le dio del todo, así rectamente, pero se ha cumplido de manera sinuosa, a mi modo de ver; pero esa es otra historia que dejamos pendiente para no desviarnos del tema anunciado.

Entre el año 45 y el 46, mamá tuvo que irse a Caracas, por trastornos que sufría debido a su estado de gravidez, esta embarazada de la que luego sería nuestra hermana Michele (en paz descanse). Esta fecha la ubico porque ya sabíamos leer y escribir, y pude leer en una las habitaciones de la casa, un periódico viejo de Caracas con imágenes de la "Gloriosa Revolución de Octubre" que adecos y militares hicieron contra Medina. Por cierto que en ese mismo diario, en su página central, estaba desplegado un mapa con el diseño del "Gran Plan Ferrocarrilero Nacional" ¡Ja, Ja, Ja!: aún esperamos por él, 50 y pico años después--(Esta es otra tentación desviacionista , hija del demonio).
Los "morochos" Antonio y Víctor, que ya tenían unos ocho o nueve años, y Marilú, un poco menor, si mal no recuerdo, fuimos dejados al cuidado de Doña Carmen, y de sus hijas. Los Chavero tenían por lo menos dos casas en Guasipati, una muy céntrica, cerca de la plaza del pueblo, otra más grande y un tantico alejada del centro; aclaro que las distancias en realidad eran mínimas, los niños que éramos las percibíamos más grandes.
Por cierto que decenas de años después el viejo " Pepe" Chavero le vendió esas casas a mi padre Víctor Gruber (en paz descanse); eso sí al estilo de los " hombres de negocios" de su época: de palabra y sin mayores papeleos. Esto ocasionó que en los años setenta, más o menos, el Concejo Municipal de Guasipati , en manos de adecos y copeyanos (¡Cuando no!) le confiscó la casa más céntrica a papá, y creo que ahora funciona allí la casa del partido Copei (¡Qué plaga Dios mío!). Pero esta es otra historia que nos tienta al desvío, parecen cosas de Satán.

La otra casa quedaba algo así como a las "orillas" del pueblo, que en aquella época era mínimo; era inmensa, según nuestra percepción, de estilo colonial, con un gran salón, corredores, habitaciones con ventanas enrejadas en madera que daban a la calle; un gran patio que desembocaba en una especie de barranco suave y enmontado, y por detrás del caserón, en una calle más alejada aún del centro del pueblo y casi deshabitada, estaba una casa, siempre vacía, un tanto rara, con unos signos extraños pintados en su frontis (¡Ave María Purísima! : La Logia Masónica de Guasipati).

Los masones, como sabemos, estaban (y creo que todavía) excomulgados por la Santa Iglesia Católica Romana; por ello Doña Carmen nos señalaba la casa endemoniada y nos decía que por esa calle circulaba el diablo en forma de "Chivato", es decir un chivo gigantesco y horrible, que echaba fuego por todos loa agujeros de su cuerpo, que atacaba por supuesto a los pecadores, masones, ateos, trasnochadores, y descreídos en general, y se los llevaba para el infierno, etc., etc.

---((Supongo que la "tirria" de la Iglesia de épocas pasadas contra la masonería, tanto en Venezuela como en América y Europa, se debe a la actitud revolucionaria de los mismos contra los reyes absolutos y las monarquías autoritarias y colonialistas: Miranda fue masón, también Bolívar, y muchos otros. De mis tíos maternos Alejandro fue masón, también Eduardo; el abuelo materno de ellos, el Dr. Lovera fue Gran Maestro, etc. Ser masón en esos pueblos y en esa época, era algo así como ser "comunista" en años posteriores. Sin embargo estamos mejorando El Papa, recientemente perdonó a Galileo, aceptó la idea evolucionista de Darwin, condenó al capitalismo "salvaje" etc., tenemos grandes esperanzas. Pero esta es otra tentación demoníaca desviacionista ¡Qué cosa tan seria!))---

El día transcurría divinamente en la casona de las Chavero en Guasipati, Doña Carmen tenía todo super organizado; mamá contaba que al quedar viuda del señor Chavero, ella se encargó de la hacienda, de la casa, y de todo:..." un palo de mujer" decía (y dice mamá) aún hoy en día.

Así que la cosa marchaba con una regularidad casi de cuartel: levantarse, lavarse, rezar--brevemente-- para el desayuno; hacer los arreglos del día; los muchachos a jugar, leer y estudiar algo; rezar – un poco -- para el almuerzo; descanso del mediodía; hacer manualidades como papagayos, alguien nos enseñó eso allí, y a volarlos en el patio trasero de la casa, también en la calle de atrás, pero: ¡Cuidado con la casa aquella! (la de los masones); bañarse, salir de paseo por los alrededores; prepararse para la cena y rezar el rosario en familia, que se hacía en un gran altar que doña Carmen tenía en una pequeña habitación de la casa, lleno de imágenes sagradas, y velones que se encendían para la ocasión. Luego a dormir, eso por lo menos aspiraba uno, después de tanta actividad diurna.

Dormíamos Antonio y yo, en una gran habitación que daba para la calle, y tenía grandes ventanales hacia ella; cada uno en una cama enorme, nos rendíamos profundamente hasta la medianoche, más o menos; a la hora nona, un rebaño de chivos noctámbulos circulaba intermitentemente por la calle: balaban: beeeeeee... en todos los tonos; se rascaban los cachos con las maderas del ventanal ¡Dios mío: El Chivato! ¡Ave María Purísima! ¡Padre Nuestro! ¡Yo pecador! ¡A santiguarse! ¡A taparse la cara con las sábanas! ¡A arrepentirse de los "pecados"! ¡Pronto que viene el diablo y te va a llevar!...Y así hasta el amanecer...cuando la luz del sol ¡Qué bella! espantaba a los "demonios" que supongo se irían a hacer una larga siesta en un lugar sombreado, cerca de la "casa aquella".

Nosotros también, teníamos que hacer siestas en el curso del día, dada la intensa y exorcística actividad nocturna, de la medianoche en adelante.

---((Bien este relato ha terminado, en Los Teques, Capital del Estado Miranda, Venezuela, hoy sábado 06 de noviembre de 1999; 10:20pm))---V.M.G.F.---
gruberv@cantv.net

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias Víctor querido. Escribe que queda mucho mucho. H Chavero

Anónimo dijo...

Porque el chivato no es de Venezuela