lunes, 5 de septiembre de 2011

M. BAHACHILLE: ¿HOMBRES LIBRES; QUIÉNES?--EUD--05-09-11--

¿Hombres libres; quiénes?

MIGUEL BAHACHILLE M. | EL UNIVERSAL
lunes 5 de septiembre de 2011 12:25 PM

A Chávez le gustaría creer que en un tiempo o lugar lejano no existían hombres libres, y recientemente tampoco, hasta que él llegó al poder. Que la opresión y represión contra la mayoría de los humanos había sido la regla predominante sobre todo de regímenes opulentos. Queda por aclarar qué entiende por hombres libres. Valiéndose de las pseudo instituciones que ha creado, como ocurre en regímenes autocráticos, ha reservado el atributo de hombres libres para beneficio de una minoría privilegiada que se arroga el derecho de poseer la mayor cantidad posible del producto social. Los otros, la mayoría menos afortunada, harán uso del sobrante a efectos de garantizar la subsistencia del estatus quo.

Cuando este esquema trucado comienza a hacer aguas, como efectivamente lo está asintiendo el régimen, se recurre a legislaciones punitivas como por ejemplo el control de bienes y servicios privados. La escasez, reforzada por la coerción, es el instrumento regulador más confiable de los sistemas despóticos. Decía Sadam Hussein que era muy conveniente mantener al pueblo con un poquito de hambre. De allí la necesidad gubernativa de perfeccionar sus técnicas de requisas. Es vital para régimen inducir la animadversión al capitalismo pues con la aparición de la sociedad de mercado se desencadena una relativa emancipación personal y colectiva. El trabajador común comenzó a depender por completo de su salario derivado de un trabajo tangible. Ello, obvio, no conviene a la revolución.

¿Hombres libres? Promotores de la industria de la construcción, fabriles de calzados y ropas, productores agropecuarios y ganaderos, cementeros, fabricantes de bloques de arcilla y concreto, operarios de productos lácteos, agricultores de granos como café y arroz entre otros, procesadores del caucho y plásticos, embotelladores de bebidas, y cualquier otro organizador de actividades conexas con la atávica estructura empresarial del país, dejaron de ser libres ante un régimen hostigante empeñado en demolerlos. La ruina del otro es un periplo imperioso de la revolución para tener bajo su égida todo el sistema productivo. El Estado como único promotor y dueño.

¿Hombres libres? En otro ámbito, peatones, vecinos, transportistas, conductores profesionales o no, obreros, estudiantes, niños, vigilantes privados y públicos, familias enteras sobre todo las más humildes, dejaron de ser libres ante la preeminencia de bandos criminales que asesinan y delinquen impunemente ante la ojeada alucinada e ineficiente de los cuerpos policiales. El ingreso de 70 cadáveres a la morgue de Caracas el fin de la semana pasada así lo corrobora. ¿Es libre el ciudadano intimidado y casi paranoico obligado confinarse en su casa o, a riesgo, coexistir con una delincuencia eximida de castigo?

¿Hombres libres? Periodistas, editores, columnistas, opinadores, propietarios y directores de medios, reporteros, narradores, dejaron de ser libres desde el mismo momento que el régimen, además del cúmulo de leyes restrictivas que promulga con asiduidad, decide manipular las instituciones del Estado para inducir temor y castigo. Es visible el cambio de algunos editorialistas, sobre todo de radio y TV, que se han docilitado por el temor de ser penados si osan desviarse mucho de la línea trazada. La confiscación de equipos de RCTV y su cierre, el cerrojo a 34 emisoras de radio, clausura y reapertura del semanario 6to Poder, las sanciones pecuniarias a otros medios, son evidencias del aliento patibulario del régimen.

El dominio inicuo requiere de colosales registros bajo control de una enorme y profusa plataforma burocrática capaz de mantener el necesario control económico y político. De allí la proliferación de ministerios populares para... que ya alcanzan la treintena. ¿Son libres los ejecutores casuales de esas carteras? El abogado, médico, maestro, sacerdote, o de cualquier profesión, que actúa bajo los caprichos de un militar teatral, está condenado a ocupar un casillero oscuro en un organigrama con pocas opciones de desarrollo personal. ¿Cuál es el ámbito de progreso de esos burócratas en vigilia a la caza de la seña que, por disparatada que sea y a cualquier hora, articulará del jefe? Si están satisfechos con el confort de autos suntuosos escoltados por guardaespaldas y con otras gracias ocultas, evidentemente no son hombres libres.

Desde ya debemos abogar por el derecho a ser libres. El primer paso sería estimular el voto en el 2012.

miguelbm@movistar.net.ve






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1 comentario:

Victor Manuel. Gruber de Figarelli dijo...

¿Cómo podemos ser "Hombres libres" en Venezuela, si estamos vigilados por el "Gran Hermano" Fidel, y su "Gran Hermano Menor" Chávez?...¡Misión imposible!...¡Vade retro Satanás!...