sábado, 30 de agosto de 2014

VIRTUDES HUMANAS Y CRISTIANAS: "AUTODISCIPLINA"


Autodisciplina


Ninguna corrección, cuando es aplicada, resulta agradable, sino que duele; pero más tarde produce, a los que la han ejercitado, frutos de paz y de justicia. Carta de San Pablo a los Hebreos, 12,11.
 

Qué es


La disciplina significa control. La autodisciplina es autocontrol. Significa que te pones a hacer lo que realmente quieres hacer; pero no que seas una hoja al viento de tus pensamientos y sentimientos. La autodisciplina significa tomar la decisión de hacer lo que uno considera correcto. Es poner orden y eficacia en tu vida.
 

Con autodisciplina puedes ser moderado. No te extralimitas haciendo las cosas, ni te vuelves demasiado perezoso: simplemente consigues hacer las cosas. Los sentimientos vienen y van. Es posible que no puedas controlarlos, pero sí controlar lo que haces con ellos.


Cuando tienes autodisciplina, pones orden en tu vida. No dejas las cosas para después, sino que cumples lo que te propones. Gracias a la autodisciplina tienes “señorío” sobre tu propia vida.


Afirmación


Eso de sujetarse a un plan de vida, a un horario —me dijiste—, ¡es tan monótono! Y te contesté: hay monotonía porque falta Amor.

Camino, 77.
 
 

Cómo se practica


La autodisciplina se practica controlando el tiempo y los sentimientos. Para controlar el tiempo hay que organizarlo en forma de rutinas diarias. La rutina no es algo aburrido, sino una optimización de los recursos físicos y espirituales que tienes. Dedicas un tiempo fijo para la oración. Decides de antemano como vas a reaccionar ante las situaciones de enfado. Te examinas en qué tipo de circunstancias pierdes los estribos. Observas qué tipo de tareas son las que habitualmente dejas para más tarde y a última hora todo son prisas y angustias.
 

Empleas la razón tranquila para enfrentarte a tus emociones, y por eso la vida se vuelve más tranquilas. Decides seguir las reglas de tu familia, de la escuela o del trabajo, y así comienzas a disfrutar de la convivencia.


En qué consiste cuando...


· Llevas bastante tiempo aplazando un gran trabajo?

· Te das cuenta de que estás viendo demasiada televisión y no tienes ganas de hacer nada?

· Descubres que necesitas más tiempo para dedicarlo a tu familia?

· Te han puesto una multa de circulación?


Enhorabuena porque...


· Empleas el desapego de tus propias emociones, para que no te dominen.

· Hablas y actúas tranquilamente cuando te hacen daño o cuando estás enfadado.

· Haces las cosas de manera ordenada y eficaz.

· Haces lo que se espera que hagas sin que los demás tengan que vigilarte.

· Haces las cosas a tiempo.


Sigue intentándolo si...


· Pierdes los estribos o te dejas llevar por tus emociones.

· No planificas cómo vas a hacer las cosas.

· Haces lo que te viene en gana o improvisando.

· Te portas bien sólo cuando te están observando.

· Haces caso omiso de las reglas.

· Dejas las cosas para más adelante.
 
FUENTE:
 
Transcripción, Edición, Imágenes: Lic. Victor M. Gruber de Figarelli (Historia, UCV, Caracas, 1976).
 

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