sábado, 2 de agosto de 2014

LECTURAS SOBRE LOS PROBLEMAS DEL MAL Y DEL BIEN--TERCERA PARTE--






ASÍ TERMINABA LA SEGUNDA PERTE DE ESTA SERIE:

---(VER: http://victormgruberf.blogspot.com/2014/08/lecturas-sobre-el-problema-del-mal.html)---

viernes, 1 de agosto de 2014


Ética Secular – Conclusión

Debido a que los humanistas seculares disienten entre sí tan a menudo, es problemático definir la ética secular como un todo conceptual. Para permanecer consecuentes con su teología y filosofía, la mayoría de los humanistas seculares toman partido del relativismo ético, pero sigue siendo difícil estandarizar qué es lo que eso implica exactamente. Debido a que los humanistas seculares están conscientes de sus contradicciones lógicas y de los peligros inherentes en una ética de relativismo, su incapacidad para hacer afirmaciones éticas puede tener su lado bueno y su lado malo. Por ejemplo, Paul Kurtz insiste en que los humanistas seculares acepten la Regla de Oro e incluso el mandato bíblico de "aceptar a los extranjeros entre nosotros, respetando sus diferencias."17 Kurtz insiste igualmente que los humanistas seculares "deben decir la verdad, cumplir sus promesas, ser honestos, sinceros, benéficos, responsables, confiables, demuestren fidelidad, aprecio, gratitud, sean imparciales, justos, tolerantes, no deben robar, herir, mutilar ni hacer daño a otras personas."18 Los cristianos no tienen ninguna dificultad para concordar con él en cuanto a estos dogmas o valores. Lo que Kurtz y sus compañeros humanistas seculares no dicen, sin embargo, es el por qué vale la pena defender estos valores como declaraciones morales.

 
 
PRIMERA LECTURA: ÉTICA SECULAR:
 
Ética Secular

Ética Secular

 
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Ética Secular – Introducción a la Teoría Moral
Ya sea en ética secular o ética teísta, Max Hocutt da en el clavo del asunto: "La pregunta fundamental de la ética es: ¿Quién hace las reglas? ¿Dios o los hombres? La respuesta teísta es que Dios las hace. La respuesta humanista es que los hombres las hacen. Esta distinción entre el teísmo y el humanismo es la división fundamental en teoría moral."1 

La teología atea presenta un problema especial para los humanistas seculares—a saberescoger un código de ética. Los humanistas rechazan los códigos morales inmutables postulados por la religión cristiana. De hecho, Paul Kurtz,


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autor del Manifiesto Humanista II, afirma: "Los mandamientos morales sobrenaturalistas tradicionales reprimen especialmente nuestras necesidades humanas. Son inmorales, en la medida en que fomentan ilusiones acerca del destino humano [el cielo] y suprimen inclinaciones
esenciales."2 Los humanistas encuentran a los códigos éticos religiosos, tales como los Diez Mandamientos, demasiado restrictivos debido a que tales códigos no nos permiten satisfacer nuestra concepción de la buena vida.
Ética Secular – Una Ciencia de Ética
Cuando se trata de ética secular, los humanistas están trabajando hacia una "ciencia de ética," específicamente de acuerdo con sus creencias en el ateísmo, el naturalismo y la evolución. Kurtz, en La Alternativa Humanista, exige que el humanismo secular sea "interpretado como un punto de vista moral."3 Ciertamente, en el prefacio de losManifiestos Humanistas I y II, Kurtz define el humanismo "como un punto de vista filosófico, religioso y moral."4Posteriormente, en el Manifiesto Humanista 2000 Kurtz redefine el humanismo como "una visión ética, científica y filosófica que ha cambiado al mundo."5 

¿Puede haber moralidad sin la base de creencias religiosas absolutas? Los humanistas esperan que sí, pero tienen dificultades para concordar en lo que significa la moral sin Dios. La necesidad de un estándar ético humanista coherente dio lugar a un libro editado por Morris B. Storer,
titulado simplemente: Ética Humanista. Storer resume la multitud de visiones éticas humanistas en su prefacio: "¿Es el interés personal la medida del bien y del mal? ¿O lo es el interés de todos los involucrados? Los humanistas no están de acuerdo. ¿Existe verdad en la ética? Nosotros no estamos de acuerdo. ¿Son el "bien" y el "mal" expresiones del corazón o de la cabeza? ¿Tienen libre albedrío las personas? ¿Mide usted la moralidad por los resultados o por los principios? ¿Tienen las personas deberes así como derechos? Tenemos nuestras diferencias en todo esto y más."6
Ética Secular – Base de la Ética Humanista
Al discutir ética humanista, las diferencias entre los humanistas resultan mayormente de su desacuerdo sobre la base de la moralidad. Kurtz cree en "un número limitado de valores y principios básicos,"7 pero él no señala un fundamento específico para los principios éticos, diciendo solamente que son "fenómenos naturalistas y empíricos."8 

Mihailo Markovic, otro humanista escribiendo en la colección de ensayos de Storer, se ofende por la suposición de Kurtz acerca del origen de estos principios, señalando que los humanistas no tienen ningún estándar inmutable que requiera que las personas actúen de cierta manera: "Queda poco claro de dónde proviene este "debería." Una cosa es describir una variedad de patrones históricos reales de conducta y hábitos morales. Otra cosa completamente diferente es elegir entre ellos y decir que "deberíamos" observar algunos de ellos. ¿Por qué algunos y no otros?"9 

Markovic va directo al corazón del problema que los humanistas enfrentan al discutir la ética. Si vamos a decidir lo que "deberíamos" hacer, entonces debemos referirnos a un código moral, o fundamento, que dictamine este "debería." Kurtz, al ser desafiado por Markovic, admite: "No puedo encontrar ninguna base suprema para "debería."10 

Estas diferencias sobre la base de los estándares éticos dividen a los humanistas en relación a la naturaleza "absoluta" de la ética. El problema, según el humanista Max Hocutt, es que "la inexistencia de Dios hace más diferencia para algunos de nosotros que para otros. Para mí, significa que no existe una moralidad absoluta, que las moralidades son un conjunto de convenciones sociales ideadas por los humanos para satisfacer su necesidad. Para [Alistair] Hannay, significa que debemos postular una base alternativa para el absolutismo moral."11 

Esta falta de consenso acerca del fundamento de la ética es problemática para todo el concepto de la ética humanista. Sin un Dios que establezca un código moral absoluto, los humanistas deben creer que el código es subjetivo y debe ser aplicado de forma distinta a situaciones cambiantes, o que existe un código absoluto, de algún modo fuera de nosotros, pero dentro de todo el esquema evolutivo de cosas. 

Hocutt mantiene que un código moral absoluto no puede existir sin Dios, y Dios no existe. "Además, si hubiera una moralidad escrita en alguna parte en el cielo, pero sin ningún Dios para imponerla, no veo ninguna buena razón para que alguien le preste atención, ninguna razón para que debamos obedecerla. Los seres humanos pueden hacen sus propias reglas, y de hecho lo hacen."12 Esta visión es más coherente con la visión humanista de que la vida evolucionó por casualidad—de otro modo, el humanista se le hace muy difícil explicar dónde se originó un código absoluto externo. Si somos los seres más superiores de la naturaleza y no desarrollamos el código moral absoluto nosotros mismos, entonces ¿qué criatura o fuerza en la naturaleza lo hizo? 

Algunos humanistas han llegado hasta a poner en duda la idea de que siquiera podemos percibir lo que es bueno o malo. Kai Nielsen, un signatario del Manifiesto Humanista II, propuso una "tesis de la no-verdad," que establece que ninguna pregunta de la verdad o falsedad de valores morales puede surgir sensatamente. La tesis de Nielsen parece ser la conclusión lógica de los humanistas, ya que ellos no están dispuestos a admitir la existencia de un código moral absoluto. Sin un código moral absoluto, ¿qué estándar tenemos para juzgar acciones como buenas o malas? ¿O creencias morales como verdaderas o falsas? Los humanistas reconocen el dilema de ser incapaces de determinar la diferencia entre lo bueno y lo malo, y han intentado explicar la "tesis de la no-verdad" de varias maneras. 

La mayoría de los humanistas esquivan la "tesis de la no-verdad" afirmando que utilizan la razón para determinar lo bueno y lo malo en el contexto del relativismo ético. Una declaración general de principios publicada por la Asociación de Humanistas Ingleses establece: "Los humanistas creen que la conducta del hombre debe estar basada en humanidad, entendimiento, y razón. Él debe encarar sus problemas con su propios recursos morales e intelectuales, sin buscar ayuda sobrenatural."13 

Muchos otros humanistas se hacen eco de este llamado al uso de la razón, y de la experiencia como guía para la conducta moral. Lamont dice que siempre que busquemos "actividades que sean sanas, socialmente útiles, y de acuerdo con la razón, el placer generalmente [nos] acompañará; y la felicidad, el bien supremo, será el resultado eventual."14 

El optimismo de Lamont está basado, significativamente, en la "esperanza" proporcionada por la teoría evolucionista. Podemos razonar hasta alcanzar el bien y la felicidad, porque la evolución está mejorando constantemente las cosas, incluso a la humanidad. Suponiendo que la moral no surge de Dios, ni existe independientemente de la naturaleza, la evolución proporciona una explicación plausible para la fuente de la ética, y es consecuente con otros conceptos humanistas. 

Sin embargo, un problema serio es creado por el deseo del humanismo de casar a la moralidad con la biología—esta visión le permite al concepto de Darwin de la lucha por la existencia, convertirse en el absoluto en el que están basadas las decisiones morales. Tal moralidad le permite a hombres como Friedrich von Bernhardi, en su trabajo Alemania y la Próxima Guerra, insistir: "La guerra es una necesidad biológica; es tan necesaria como la lucha de los elementos de la naturaleza; conlleva una decisión biológicamente justa, ya que sus decisiones descansan en la naturaleza misma de las cosas."15 La mayoría de los humanistas preferirían evitar esta conclusión, pero continúa acechando en las sombras, disfrazada de darwinismo social o ético. 

Weikart explica los resultados inevitables de basar la ética en la evolución: "Muchos alegaron que al proporcionar un relato naturalista del origen de la ética y la moralidad, el darwinismo le propinó un golpe mortal a la ética judeocristiana predominante, así como a la ética kantiana y a cualquier otro código moral fijo. Si la moralidad está construida sobre instintos sociales que cambiaron con el tiempo evolutivo, entonces la moralidad tiene que ser relativa a las condiciones de vida en cualquier momento dado. Por esto, el darwinismo—junto con otras formas de historicismo ascendente en el siglo XIX—contribuyó al surgimiento del relativismo moral."16

Ética Secular – Conclusión
Debido a que los humanistas seculares disienten entre sí tan a menudo, es problemático definir la ética secular como un todo conceptual. Para permanecer consecuentes con su teología y filosofía, la mayoría de los humanistas seculares toman partido del relativismo ético, pero sigue siendo difícil estandarizar qué es lo que eso implica exactamente. Debido a que los humanistas seculares están conscientes de sus contradicciones lógicas y de los peligros inherentes en una ética de relativismo, su incapacidad para hacer afirmaciones éticas puede tener su lado bueno y su lado malo. Por ejemplo, Paul Kurtz insiste en que los humanistas seculares acepten la Regla de Oro e incluso el mandato bíblico de "aceptar a los extranjeros entre nosotros, respetando sus diferencias."17 Kurtz insiste igualmente que los humanistas seculares "deben decir la verdad, cumplir sus promesas, ser honestos, sinceros, benéficos, responsables, confiables, demuestren fidelidad, aprecio, gratitud, sean imparciales, justos, tolerantes, no deben robar, herir, mutilar ni hacer daño a otras personas."18 Los cristianos no tienen ninguna dificultad para concordar con él en cuanto a estos dogmas o valores. Lo que Kurtz y sus compañeros humanistas seculares no dicen, sin embargo, es el por qué vale la pena defender estos valores como declaraciones morales.

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Notas:
Presentado con autorización del libro: Understanding the Times: The Collision of Today’s Competing Worldviews (Rev. 2nd ed), David Noebel, Summit Press, 2006. Cortesía de John Stonestreet, David Noebel, y del 
Christian Worldview Ministry en Summit Ministries. Todos los derechos reservados en el original. 

1 Morris B. Storer, ed., Humanist Ethics (Buffalo, NY: Prometheus Books, 1980), 137.
2 Paul Kurtz, ed., The Humanist Alternative (Buffalo, NY: Prometheus Books, 1973), 50.
3 Ibid., 179.
4 Paul Kurtz, ed., Manifiestos Humanistas I y II (Buffalo, NY: Prometheus Books, 1980), 3.
5 Paul Kurtz, Humanist Manifesto 2000: A Call for A New Planetary Humanism (Amherst, NY: Prometheus Books, 2000), 7.
6 Storer, Humanist Ethics, 3.
7 Ibid., 13. 
8 Ibid., 22.
9 Ibid., 33. 
10 Ibid., 35.
11 Ibid., 191.
12 Ibid., 137. 
13 Reunión General Anual de la Asociación Humanista Inglesa, julio 1967.
14 Corliss Lamont, The Philosophy of Humanism (New York, NY: Frederick Ungar, 1982), 253.
15 Bolton Davidheiser, Evolution and Christian Faith (Philadelphia, PA: Presbyterian and Reformed, 1969), 352.
16 Richard Weikart, From Darwin to Hitler: Evolutionary Ethics, Eugenics, and Racism in Germany (New York, NY: Palgrave-Macmillan, 2004), 230.
17 Kurtz, Manifiesto Humanista 2000, 32.
18 Ibid.
 
 
SEGUNDA LECTURA: TEOLOGÍA Y FILOSOFÍA
 
 
 
Luis Eduardo Cantero
 
Introducción
Como la filosofía comprende una investigación fundamental de la naturaleza de la realidad y del pensamiento humano relacionado con ella, y en vista de que la teología cristiana se ocupa de la naturaleza de Dios, la humanidad y la creación humana, puede parecer inevitable que la teología encontraría expresión en las categorías filosóficas del día.
Parece que, en la historia de la teología cristiana, desde Tertuliano hasta Karl Barth, siempre ha habido una línea que ha desconfiado, o sospechado, de cualquier vínculo positivo entre la teología cristiana y los descubrimientos de la filosofía.
No obstante, aunque los teólogos cristianos tienen razón de cuestionar cualquier cosa que pudiera dañar o comparar el carácter distintivo de la fe, y aun cuando a veces los esfuerzos de los filósofos se han inclinado hacia tales compromisos, no hay nada intrínseco en la filosofía que vaya en contra de la fe cristiana, y hay mucho que le pueda resultar de beneficio.
Aun aquellos que vituperan la filosofía pueden hallarse haciendo uso de algunos de sus conceptos en su teología sistemática. Desde un principio se ha exhortado a los cristianos a dar razón de la esperanza que hay en ellos (1 Ped. 3: 15) y a distinguir la verdad revelada de la herejía (1 Jn 4: 1). Y se ha visto que han usado el lenguaje de pensadores no cristianos, y aun haciendo apelación a sus percepciones. (Hch 17).
Si la iglesia no ha de limitarse en estas actividades a una repetición literal de un pasaje de la Sagrada Escritura, invariablemente se verá obligada a adoptar, y adaptar formas de pensamientos filosóficos actuales con el fin de investigar más profundamente, o explicar algún aspecto de la fe. Este es el proceso de la fe que busca entendimiento, en la frase enfática de Anselmo.
El teólogo evangélico se encuentra bajo dos compulsiones que no se reconcilian fácilmente. La primera es la creencia de que las preguntas conceptuales básicas deben tener respuestas. Dios es, probablemente, o eterno o sujeto del tiempo. La otra compulsión es que frecuentemente parece que la Sagrada Escritura es imprecisa respecto a esas cuestiones.
De hecho, la situación es aun más compleja que esto, porque mucho del lenguaje de la Biblia es figurado y simbólico. Además, de semejante relación positiva y acomodada entre la filosofía y la teología es posible discernir otras dos relaciones de gran influencia en la historia, de una clase menos positiva.
El argumento filosófico se basa solamente en la razón, apelando a las normas lógicas deductiva e inductiva. Pero, también razón ha llegado a tener un significado normativo: aquello que una persona le parece ser razonable en un  particular. De esa manera, Descartes llegó a sostener que debía creer solamente lo que se percibe con claridad y exactitud, entendido por el discernimiento y la intuición racional.
Tal racionalismo, como llegó a llamarse, llevó a Descartes a la conclusión de que podía dudar de todo los sistemas religiosos, pero no de la existencia de Dios. De manera paralela Locke sostenía que sólo es razonable creer aquello de lo que nos informa la experiencia del sentido, o lo que hace probable.
Aunque tales apelaciones generales a la razón son atractivas, porque a ninguna persona le gusta parecer irrazonable. No obstante deben contemplarse con reservas. El peligro teológico que presenta el racionalismo es el de ser a priori respecto a la teología, en lugar de permitir que los datos de la revelación hablen de acuerdo con sus propias condiciones.
Tal peligro se acentúa aun más en el caso de aquellos enfoques de la teología evangélica y el método teológico inspirados por la Ilustración. Aquí no se trata solamente de que la razón fije límites para la revelación, sino de dar nueva forma a toda la teología evangélica de una manera racional, y desechar activamente aquellos elementos que no se adapten al patrón.
Un ejemplo notable es Kant, quien negó sobre las bases filosóficas la posibilidad de conocer a Dios por medio de la razón o la revelación, pero sostuvo que la existencia de Dios tiene que postularse sobre bases morales. (Sinclair, Ferguson. Op, cit: 417)
Filosofía y Teología: Semejanzas y diferencias.
Las principales semejanzas entre la Filosofía y la Teología serán señaladas más adelante. Donde encontrará que ambas tienen temas comunes, ambas también representan una indagación profunda de la realidad, indagación que va más allá de lo físico y lo aparente. (Este tema será tratado en el último capítulo de esta tesis)
Entre los principales temas comunes a la Teología y a la Filosofía podemos destacar los siguientes: origen del mundo, existencia del espíritu en el ser humano e inmortalidad del mismo, libertad humana, finalidad de la  humana, el puesto del ser humano en el mundo, los valores, la moral.
Diferencias entre Filosofía y Teología: Ya hemos dicho la diferencia en cuanto al fundamento de una y otra. La Filosofía descansa en la sola razón humana; nada que no sea demostrable por la razón puede estar en su estudio. La Teología, en cambio, basa sus afirmaciones principalmente en la fe, fe en lo revelado por la Divinidad.
Lo anterior origina otra diferencia: La Teología contiene muchas afirmaciones que no están al alcance de la Filosofía, porque exceden a la razón. Tal es el caso de los "misterios" del dogma, por ejemplo. Por esta causa la Teología para el ser humano que tiene fe representa una indagación todavía más profunda que la Filosofía.
Una última diferencia importante consiste en que la Teología aparece como una disciplina más completa que la Filosofía, en el sentido de que ella compromete al ser humano más íntegramente. Verifíquese esto en el siguiente esquema:
La Filosofía La Teología
Incluye: Incluye:
a) conocimiento de verdades a) conocimiento de verdades
b) teoría moral b) exigencia de vida moral
c) relación vital con Dios (Culto)
En resumen: Filosofía y Teología se asemejan en el hecho de representar ambas una visión profunda de temas que a todo ser humano interesan. Se distinguen, no obstante, por su  base (de fe y razón respectivamente) y por la mayor profundidad de algunos temas de Teología, que exceden el alcance de la Filosofía.
  1. La estrecha relación entre Filosofía y Teología ha quedado demostrada históricamente por el gran número de filósofos que fueron al mismo tiempo hombres de profunda fe religiosa y que en sus escritos pasaron continuamente del campo filosófico al teológico y viceversa. Bastaría para ello recordar que los filósofos cristianos – católicos y protestantes – por ejemplo, representan la gran mayoría de los pensadores.
    En el filósofo con fe religiosa la Filosofía y la Teología cumplen una función perfectamente armonizada. La Filosofía pone la base racional. Y la Teología agrega la fe y completa la visión. Podemos afirmar que Filosofía y Teología se completan mutuamente en el ser humano de fe. (Este tema será tratado en el último capítulo de esta tesis)
    La Filosofía pone la base racional. La Teología aporta la fe y completa la visión. La historia ha demostrado que no son incompatibles. Favor de profundizar sobre esta temática, en la antología encontrarás una lectura titulada: Filosofía y Teología.
  2. La relación entre Filosofía y Teología
  3. La revelación divina comprendida a la luz de la razon
Todo ser humano se interroga a si mismo como lo han hecho los griegos, los israelitas, los orientales etc... ellos iniciaron con el asombro y luego llegaron a formar diversos sistemas de pensamientos que son patrimonio espiritual de la humanidad.
Los teólogos fundamentalistas han hecho del pensamiento filosófico un imperio satánico; según ellos, la filosofía moderna busca ideologizar al ser humano y no a Dios. Los teólogos fundamentalista deberían ver en la Filosofía como la ayuda indispensable para entender los designios de divinos y la forma de cómo comunicar nuestra fe protestante.
El objetivo de anexar esta encíclica al capitulo: Filosofía y Teología un enfoque teológico al pensamiento filosófico, es reflexionar sobre la Revelación y su fundamento en la relación con la fe y la razón. Los cuales resumimos así:
  1. En la revelación acogemos el misterio salvífico de Dios en su hijo. El misterio del ser humano se esclarece en la encarnación y la redención de Jesucristo en la cruz.
  2. La verdad de Dios y del ser humano resplandece en Cristo. Esa verdad divina se inserta en el tiempo y la historia de la humanidad.
  3. La filosofía y las ciencias están en el orden natural; la fe en el sobrenatural. Hay conocimientos de razón y conocimiento de fe. El conocimiento es camino sin , pero, humilde hacia la trascendencia. La razón indaga, pero reconoce su finitud ante el misterio de Dios. A la revelación se da el asentamiento libre de la fe.
  4. La verdad de la revelación respeta la autonomía y la libertad, pero las obliga a abrirse a la trascendencia, que es la posibilidad de realización en plenitud.
  5. La naturaleza es el primer paso de la revelación. El ser humano es un ser en relación, un explorador, de lo bello, lo bueno y lo verdadero. En lo más profundo del corazón del género humano, está el deseo y la nostalgia de Dios.
  6. Todos los seres humanos desean conocer la verdad suprema, científica, ética y humana. ¿Tiene sentido la vida? ¿Hacia dónde se dirige? El ser humano busca un absoluto que dé respuesta a estos interrogantes. El ser humano busca la verdad aunque, a veces, hay fallas.
  7. Todo ser humano tiene capacidad de llegar a la verdad. Hay diversas formas de verdad, que son experimental, especulativa, religiosa, etc. El ser humano vive de creencias, lo cual lo lleva a buscar la verdad y busca de quien fiarse. Es por eso, que El, creyendo, confía en la verdad que el otro le profetiza.
  8. La unidad de la verdad es postulada de la razón humana. La relación entre fe y conocimiento, en la cruz, encuentra el oasis de la verdad. Por eso, la verdad de la revelación debe ser comprendida a la  de la razón.
  1. La relación fe y razón, filosofía y teología no debe ser de enfrentamiento sino de diálogo abierto y crítico no interrumpido. Cuando una persona se convierte en nada disminuye su capacidad intelectual, al contrario, la eleva a campos de reflexión y conocimiento que antes le estaban ocultos, no en virtud de ningún esoterismo religioso, sino de su propia condiciónpersonal accesible a la relación con Dios.
    No es lo mismo, tanto en moral como en epistemología, amar o ignorar a Dios. Quien desprecia a una persona se condena a ignorarla para siempre, por más trato que tenga con la misma. Pero, quien establece una relación de simpatía con ella, hasta el más leve roce descubre significaciones infinitas.
    Dios, el ser personal por excelencia, que está más allá de la persona en cuanto la sustenta, solo se revela donde se establece esa recíproca relación afectiva que llamamos amor. Al respecto nos dice José María Solé La capacidad comprensiva del amor supera la de la pura inteligencia. (Citado por Alonso, Ropero. 1997. Filosofía y Cristianismo. Pensamiento integral e integrador. Terrassa: CLIE, p: 353).
    Según la teología el pecado afecta a la razón en la misma medida que afecta la totalidad de la persona y de sus facultades anímicas y corporales. Aunque suene demasiado duro afirmamos: el mal de corrupción afecta por completo e íntegramente a la existencia personal.
    Dentro de "este esquema no es posible decir que la razón ocupa un lugar privilegiado de inmaculada incorrupción, como si fuese divina por naturaleza, mientras que el resto de la personalidad se encontraría en situación de pecado. El pecado según las Sagradas Escrituras, es un mal adquirido por la persona en su ser y no un defecto de su comportamiento social e individual". (Ibíd, p: 354)
    De ahí que "la razón necesita la fe, en cuanto ésta es superación del pecado (razón salvada) en la simpatía de la existencia, que es comunión con Dios. La razón, al ser una dote del ser humano sometida a las condiciones de la existencia, y no un principio independiente ajeno a las debilidades humanas, demasiado humanas, de su dueño, no es idéntica a lo razonable". (Ibid, p: 354)
    Lo razonable en un momento concreto puede no serlo en el momento siguiente. La fe considera que su creencia no está en contra de lo aparentemente razonable, que suele ser el campo de discusión entre la filosofía y la teología en todos los tiempos de la historia de la humanidad y del cristianismo.
    Abre a las ideas puras, al espiritu y a la realidad. La razón pura, "de la caída del , sin adscripción personal" es una abstracción intelectual a la que no obedece ningún hecho objetivo.
    La razón es una facultad funcional del individuo, el mecanismo por el que se La razón funciona siempre en condiciones de existencia, como miembro de un sujeto vivo, que resulta ser un hombre o una mujer altamente complejo y problemático. El ideal de racionalidad es la meta a la que aspira toda persona, pero en la que no se encuentra de inmediato.
    En este sentido salvación cristiana significa ponerse en orden uno mismo con relación al reino divino que nos llama al desarrollo integral de nuestra persona, y tan grave es creer que la razón es un principio autónomo e incontaminado por el pecado como pensar que salvación del pecado supone la anulación de la razón. La fe no es irrazonable, ni la razón es increyente. (Frederic, Greeves. 1956. The Maening of sin. Londres: Epworth, pp: 60 – 61)
    Por lo anterior, afirmamos que la fe no exime a nadie del ejercicio de la razón, sino todo lo contrario, lo exige. Lo que el creyente reclama tocante a la filosofía es una razón más informada, que no excluya a priori los postulados de la fe, frente a una razón desinformada que rechaza por sistema los contenidos de la fe. En este caso el punto de discusión no sería entre fe y razón, sino entre fe y razonabilidad, que como la lógica, puede ser la mayor enemiga de la verdad.
    Entonces, la relación correcta entre fe y razón, entre revelación divina y ciencia humana, entre conocimiento científico, filosófico y conocimiento teológico o religioso es una vieja guerra colombiana donde nunca se termina de hacer las paces por el carácter temporal del descubrimiento de las partes.
    Recientemente Donald Bloesh "resucitó este debate con un resultado bastante pobre. No le ha ayudado para nada el estilo aforístico que usa en toda su obra". (Ibid, p: 355). Al respecto nos dice:
    Mantengo que cada filosofía representa la racionalización de una falsa teología, y que la verdadera teología necesariamente excluye la filosofía. No sus problemas, ni tampoco su lenguaje, sino su concepción del cosmo, sus afirmaciones metafísica.
    En contraposición a Tillich, creo que la teología y la filosofía no son simplemente dos caminos paralelos de entender la realidad, sino que cada una se refiere a dos realidades fundamentalmente distintas... la relación entre teología y filosofía no es de correlación, sino de conflicto y contradicción. Nada más lejos de la verdad. (1992. A Theology of Word & Spirit. Authority & Method in Theology. Vol 1. Downers Grove: IVP. P: 43).
  2. La relación correcta entre fe y razón
    La iglesia cristiana no propone un pensamiento filosófico en particular, su énfasis unidad en la diversidad. Pero, interviene cuando se afecta la pureza de la doctrina, la santidad y fe en Cristo.
    El ministerio educativo [de las iglesias protestantes] estimula el pensamiento filosófico llevándolo a la autocrítica. Siempre ha intervenido en este campo, observe la historia de las iglesias evangélicas en Colombia... cabe afirmar que la educación cristiana y teológica necesitan de la razón y la fe para sostener sus sistemas de creencias.
    Hoy la educación religiosa y secular deben hablar contra el final de la metafísica, el racionalismo teológico, el espiritualismo filosófico, el fideísmo, el biblicismo y la hermenéutica exegética. Además, no se puede perder la pasión por la verdad última y el anhelo de su búsqueda.
    Así la iglesia católica según el Vaticano II aprecia la filosofía y señala su importancia en la formación de los sacerdotes. Por eso, ellos en sus seminarios le dan importancia a la filosofía, que se divide así: tres años de filosofado y cuatro años teologado. Hoy sigue viva la tradición del pensamiento cristiano que une a una fe y razón.
    En la educación cristiana hay una cierta decadencia, poca estima a los demás saberes entre ellos la filosofía, la pedagogía, la lógica, etc. Reflando un analfabetismo en los púlpitos. Por lo anterior, el estudio de la filosofía es fundamental y necesario en la formación de los pastores, misioneros, evangelistas, etc. La iglesia cristiana debe tener un gran interés por la filosofía.
  3. Intervenciones del ministerio educativo en cuestiones filosóficas
  4. Exigencias actuales a la filosofía
Toda Filosofía debe tener la dimensión sapiencial de la búsqueda del sentido último de la Vida: Dios y su plan salvífico. Sólo El es absoluto. Toda ciencia y saberes deben reconocer la dependencia esencial de Dios de toda criatura y que el cumplimiento de la vida humana se realiza en Jesucristo.
Toda Filosofía debe aceptar la capacidad del ser humano de llegar a la verdad. El ser humano es capaz de llegar a una visión unitaria y orgánica del saber. Toda filosofía debe encontrarse con el fundamento de la fe. La fe presupone que la Filosofía es capaz de expresar en forma universal y analógica la realidad trascendente.
Por otro lado, el objetivo de la Teología es presentar la inteligencia de la revelación y el contenido. Para mejorar esa presentación, la Teología debe renovar sus propias metodología y mirar la verdad de la revelación. Que la ayuden a superar algunos problemas, que resumimos así:
  1. La relación entre el significado y la verdad.
  2. Conciliar el carácter universal de la verdad con los acondicionamientos históricos y culturales.
  3. Explicar la relación entre el lenguaje conceptual y verdad
  4. Comprensión de la Palabra de Dios con el aporte de una filosofía del ser.
  5. Filosofía para hacer Teología.
  6. La Teología, Ética, entre otras, deben recuperar la verdad universal sobre el bien común.
  7. La educación cristiana y teológica deben presentar la doctrina de la iglesia integral en relación con la vida de los creyentes.
  8. Superar los conceptos ambiguos tales como: "Salvar almas", "pecado", "mundano", entre otros.
  1. La Teología debe relacionarse con la filosofía. Porque, la Teología tiene dos principios metodológicos: auditus fidei e intellectus fidei. La Filosofía aporta al auditus fidei. El intellectus fidei, tiene una inteligibilidad propia que lo hace un saber auténtico.
    Las ramas de la Teología se ayudan con el saber filosófico. Como sucede con la Teología Fundamentalista, que justifica y explica las relaciones entre fe y razón. La Teología Moralista [o de Santidad] se apoya en una base filosófica correcta de la naturaleza humana y de la sociedad.
    La relación entre Teología y Filosofía es dialéctica, porque ambas buscan dan respuestas a las inquietudes del género humano. Por ello, los Teólogos y Filósofos deben tener en cuenta, que donde hay fe, razón independiente de la revelación, hay que ayudar para que la gracia divina perfeccione al ser.
    Las culturas enraizadas en lo humano, llevan el testimonio de la apertura a la trascendencia; los Teólogos aportan a las culturas de la Verdad, una parte del pensamiento de Dios; los Filósofos en cambio, aportan la razón de estas culturas. Ellos lo hacen sin perder su Misión e identidad. Por lo anterior, tanto Teólogos y Filósofos deben dejarse guiar por la única autoridadde la verdad que es la Palabra de Dios.
  2. Relación entre teología y filosofía según los padres y otros filósofos y teólogos de la historia cristiana
  3. Algunas conclusiones de acercamiento entre la fe y la razon
Encontrar algunos puntos de acercamiento entre estas dos ciencias es muy difícil, más no imposible. Es por eso que los teólogos deben aportar la dimensión metafísica para poder entrar en diálogo crítico y exigente con la Filosofía. Los filósofos, también, deben recuperar la sabiduría y la verdad metafísica. Finalmente, los científicos deben unir la investigación con los valoresfilosóficos y éticos.
A continuación sintetizamos esas posibles conexiones entre fe y razón; Filosofía y Teología así:
  1. La Fe y la razón se ayudan mutuamente entre crítica y progreso.
  2. La Filosofía debe recuperar la relación con la Teología, y viceversa. Porque, toda Filosofía tiene una dimensión sapiencial de la búsqueda del sentido último de la vida. Y la Teología se apoya en una visión filosófica correcta de la naturaleza humana y de la sociedad.
  3. La Filosofía ayuda al ser humano a comprender la verdad y el sentido de la vida. Y la Teología ayuda al ser humano a conocer la verdad y el sentido de la vida.
  4. Una Filosofía abierta forma parte de la misión, la evangelización del mundo. Además, ayuda al diálogo con los no creyentes.
 
 
 
 
Autor:

LUIS EDUARDO CANTERO,


Profesor y consejero familiar. Es Licenciado y Teólogo, Administrador de recursos humanos, Master y Doctor en Filosofía. Actualmente cursa el Ph.D en Psicología pastoral, New Covenant International University, St Lacke, Florida. Y un posgrado en Diseño de Ambientes de Aprendizaje Apoyado en Tecnología de la información, Uniminuto, Bogotá. Es y ha sido profesor de varias universidades de Colombia y del exterior entre ellas tenemos: la Universidad Remington, Universidad Minuto de Dios, Instituto Tecnológico Metropolitano, la Universidad de Antioquia, Universidad Antonio Nariño, Christian Theological College, Universidad Nazarena de Costa Rica, entre otras.

Comentarios

  • , 15 de Julio de 2011 a las 10:25  |  0   votar negativo   votar positivo
    cordial saludo luis:

    te agradesco tu exelente analisis y enfoque critico, su influencia en el ser humano y como este debe aprender a distingir entre la fe y razony sipre estar en la constante busca de conocimiento exacto de la palabra.
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