domingo, 6 de octubre de 2013

VMGF: MI PERRO "PITER"--LOS TEQUES--01--12--13--(I)--Y-- 01--05--13--(II)--

RELATOS SOBRE “PITER” (MI PERRO) —I--- --(LOS TEQUES—01—02—13) — Llegó a nuestro apartamento, en Los Teques, de la mano de mi hijo menor Victor Manuel, tan pequeñito que cabía en un zapato, tendría uno o dos meses de nacido-- (1997-98)--, y ya le habían cortado la colita, fue regalo de un amiguito, y se le garantizaron que era mestizo de “dobermann” con pastor alemán, cosa que fue corroborado por los “expertos” de la Escuela y Pensión de Perros de Los Teques, la primera vez que lo internamos allí, ya grande de ocho años (2006), y ya no podía ser entrenado por los “especialistas” del lugar. El alojamiento por diez días, fue con motivo de un viaje familiar a Margarita. Recuerdo que mi nieta Virginia (de 08 años) nos acompañó a llevarlo, y cuando le mostré la lámina que estaba en la Oficina (de la Escuela y Pensión), con imágenes de muchas razas de perros, y le pregunté cuál de ellos se parecía a “Piter”, señaló al “dobermann”. Como opinan en mi tierra—(Guayana)-- que los niños, y los borrachos, dicen la verdad, por dura que ella sea:¡Santa palabra! Vuelvo al comienzo, tuvimos que alimentarlo con atoles de leche y alimentos de bebé, y educarlo para que hiciera sus necesidades en el sitio indicado; luego Victor Manuel lo bajaba, y de vacaciones se pasaba muchas horas en las áreas verdes, canchas, y caminerías, con su perrito y sus amigos. El animalito desarrolló una especial predilección por su amito, al punto que ya grande lo llevaba sin correa, y respondía a sus silbidos. Los amigos de Victor se hicieron amigos de “Piter”, y él de ellos; todos crecieron a la par, ya grandes, incluso casados y con hijos, lo acariciaban, preguntaban por su salud y costumbres, y él les respondía a su manera canina muy especial. De pequeñín era muy travieso, le gustaba robarse las medias, los zapatos, y las sandalias, de todos los habitantes de la casa; para quitarle las medias, o cualquier otro trapo, había que perseguirlo y “luchar” con él, se negaba a soltarlo, apretaba los dientes y gruñía, como si se tratara de una pelea de verdad, verdad. Fue de tamaño mediano, su peso osciló siempre en torno a los15 Kg (ya adulto); era muy fuerte y corría muy duro; absolutamente “territorial”, no soportaba la presencia de otro perro adulto en sus “territorios”, que incluían tres residencias, jardines, cancha, y caminerías, se creía el amo absoluto de la “hacienda”— (En eso se parecía muchísimo “al que te conté”; por lo cual inventé un chiste cruel:¡Ambos eran unos hijos de perra!)— Era amistoso con los cachorros y las perras; jugaba con los niños, y nunca agredió a persona alguna. Tenía una característica muy especial: era antimilitarista, no le gustaban los hombres uniformados, y mucho menos si estaban armados; y juro que nadie lo “entrenó” para ello; muy espontáneo de su parte. Desarrolló con mi hermano gemelo Antonio (+) una relación muy especial; algunas veces se ofreció a cuidarlo, pues nosotros viajábamos a Margarita en diciembre, Semana Santa, y vacaciones de julio y agosto-- (¡Otras épocas! No ganábamos mucho pero el dinero alcanzaba para todo y más) — Claro que le cubríamos a Antonio sus gastos de pasaje, comida, y otros; Él lo visitaba una vez al día, preferiblemente al mediodía, almorzaba con “Piter” le daba un buen paseo, y dormía su siesta en nuestra casa, veía TV; y hasta el otro día, generalmente por una semana; por cierto le dejaba una luz prendida, y música en la radio, para que no se sintiera solo y a oscuras. Una vez se vino con Jacinto, nuestro hermano, y trajeron unas laticas de cerveza; Jacinto observó que “Piter” se acercaba a Antonio y descansaba su cabeza en su muslo; al preguntar el sentido de dicha “señal”, Antonio contestó: “Quiere que lo baje para hacer sus necesidades”; y Jacinto dijo: ¡Que perro tan inteligente! Otra vez, en otras vacaciones al visitarlo, lo encontró en el cuarto de Victor Manuel, con la cabeza metida en el zapato deportivo de su amito; y creo que lo oyó gemir, tuvo que consolarlo especialmente; otra vez, unos vecinos le informaron que el perro en las noches de luna aullaba como lobo, y eso que tenía una luz y la radio prendida. Hoy 01 de febrero, se cumplen tres años y dos meses de haber fallecido Antonio— (En la Paz del Señor descanse)--; y dos meses de haberse dormido “Piter” para siempre—(bajo supervisión, y control veterinario)… ¡MI DUELO ES DOBLE!!! RELATOS SOBRE MI PERRO “PITER”—II— Víctor M. Gruber F. Los Teques-- 01—05—13-- Hoy, primero de mayo, se cumplen cinco meses del tránsito al Más Allá de mi perro “Piter”, leal amigo y compañero por 16 años, más o menos, pues llegó muy pequeñito a nuestra casa por ahí en el año1996. Tenía un fuerte instinto de “cazador”, perseguía las lagartijas dando unos artísticos saltos de “ballet”, ellas corrían a esconderse en la grama de las caminerías de las Residencias, y cualquier mogote, hoyo, o túnel, y el metía la nariz sin descanso oliendo y resoplando; era muy difícil hacerlo desistir de su búsqueda, la cual me daba un poco de temor, no fuera a dar de narices con un alacrán, araña, o serpiente. Creo que agarró solamente a una en toda su vida. También pretendía “cazar” a los pájaros, apenas veía alguno, empezaba a ladrarle fuertemente, e intentaba subirse al árbol donde estaba; no se tranquilizaba hasta que el ave no se iba. Muchas veces se distrajo ladrándole a los pájaros que se posaban en las líneas eléctricas; otras veces trataba de atrapar a las palomas que picoteaban por las aceras y estacionamientos residenciales; nunca atrapó a ninguna, pero daba carreras y saltos en los intentos. Con esta manía de “caza-pájaros” yo le bromeaba: ¡Tienes que aprender a volar Piter! Una vez después de llover, salimos a pasear par que hiciera sus necesidades, hacía sol y en un tronco de árbol estaba un zamuro con las alas extendidas secándose, Piter se quedó mirándolo en silencio, no ladró, no dijo ni pío…(jaja)… También pretendía capturar a las ardillas, que saltaban de árbol en árbol, comiendo frutillas, e incluso correteaban por la cercas de alambre que rodean a las residencias, su presencia lo agitaba mucho; una vez recorrió todos los jardines detrás de una que escapaba a toda velocidad, hasta que llegaron a la cancha, la ardilla escaló un muro y se perdió en la montaña, me costó calmarlo para pasearlo y que hiciera “lo suyo”. También le dedicaba tiempo, atención, y ladridos a las perezas que de vez en cuando se asomaban por las matas de yagrumo que crecen en una quebrada paralela a la calle de ingreso a las residencias; igual atención le dispensaba a los rabipelados que aparecían de cuando en cuando. Pero a este “cazador” criado en apartamento, no le gustaba el suelo mojado por la lluvia, tampoco la grama o el monte húmedos; para hacer su “necesidad no.2”, tenía que ser en ambientes secos, prefería aguantarse; para la “no.1” no tenía mayores problemas. Por eso mi hijo Manuel se reía mucho cuando yo le relataba las “hazañas” de caza de Piter: ¡ “Cazador” de monte seco me decía!...(jaja)… Era muy territorial, saltaba hacia la puerta del apartamento cuando tocaban el timbre, se quedaba vigilando a ver si alguien entraba; nunca mordió a ninguna persona, solamente gruñía si se metían en la cocina, pues allí estaba su recipiente de agua y su comida, inmediatamente se ponía a comerse el resto que le quedaba del desayuno, almuerzo, o merienda. Yo bromeaba con la “visita”: ¡Te vio cara de hambriento, y se está comiendo lo suyo por si acaso!...(jaja)… Era muy extremoso en eso de la “territoriedad”, prácticamente se creía dueño de todas las residencias, su jardines, y caminerías, por tanto no soportaba la “competencia” de perros machos adultos; era amable con las perras, los cachorros, los niños, y la gente en general, excepto con los uniformados ( y armados), eso era completamente “instintivo” pues no recibió “entrenamiento” especial

1 comentario:

Valentina dijo...

Descanse en paz el amigo Piter, generador de lindas historias y de familia.