sábado, 12 de octubre de 2013

VMGF: EL BOLÍVAR FANTASMAGÓRICO DEL SIGLO XXI—PRIMERA PARTE—(2)--CARACAS, 12--10--13--

EL BOLÍVAR FANTASMAGÓRICO DEL SIGLO XXI—PRIMERA PARTE—(2)-- --- (VMGF—CARACAS, 12—10—13) — DEFINICIONES PRELIMINARES A)Leemos en la Wikipedia: “«Fantasmagórico» redirige aquí. Para la serie de anime, véase Fantasmagórico (anime). Para otros usos de este término, véase Fantasmas (desambiguación). Los fantasmas (del griego φάντασμα, "aparición"), en el folclore de muchas culturas, son supuestos espíritus o almas desencarnadas de seres muertos (más raramente aún vivos) que se manifiestan entre los vivos de forma perceptible (por ejemplo, tomando una apariencia visible, produciendo sonidos o aromas o desplazando objetos —poltergeist—), principalmente en lugares que frecuentaban en vida, o en asociación con sus personas cercanas. Constituye uno de los tipos más conocidos de superstición”… --- (Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Fantasmagorico)-- Aunque este fenómeno actual del “Simón Bolívar” reencarnado en Chávez, y Chávez trasmutado en Maduro, a través del trinar de un pajarito, y otros asuntos similares son de reciente data (1998—2013), creo firmemente que el llamado “Culto a Bolívar” fue fundado en vida por el propio Libertador, tema muy interesante, referido al Culto propio, y el de sus seguidores, a su destacadísima Personalidad, asunto que “por ahora” dejaremos para otra ocasión; y por tanto arrancaremos estas notas a partir del 17 de diciembre de 1830. El Rectorado de la Universidad Central de Venezuela, publicó en Caracas, en diciembre 1980, la obra “Ha Muerto El libertador. Homenaje de la Universidad Central de Venezuela En El Sesquicentenario de Su Muerte” (1) El Rector Carlos A. Moros Ghersi dice en su “Presentación”: Este libro de contenido múltiple, de visión diversa—memoria, testimonio, reflexión--, es el más sentido homenaje que la Universidad Central de Venezuela rinde al Libertador en el sesquicentenario de su muerte. En otras fechas pasadas o recientes, la Universidad agradecida, siempre presencia viva de lo más puro de su espíritu, ha exaltado su fervoroso reconocimiento al más universal y por eso mismo, al más universitario de los venezolanos: Simón Bolívar humanista, doctor en libertad, máximo galardón reservado par un hombre único entre realidades y utopías. La muerte del Libertador ocurre en fecha aciaga para los pueblos de América. La utopía de la unión para la gran patria bolivariana se hunde en el caos. La muerte parecía venir acompañada de todos los demonios del desastre. Ese año de la muerte, realiza en cartas, proclamas y mensajes la más apretada síntesis de la gloria y la desdicha de nuestros pueblos (…) --- (Seguimos citando la “Presentación” del Rector de la UCV, Carlos A. Moros Ghersi, páginas 12—15. Ob.Cit.)--- (…) “A esa preocupación constante del Libertador por hacer de la educación centro, guía, necesidad para la consolidación de una libertad material y espiritual en expansión, nos hemos sumado los rectores de las Universidades Venezolanas al hacer nuestra su extraordinaria oración: “” Las naciones marchan hacia el término de su grandeza, con el mismo paso con que camina la educación. Ellas vuelan, si esta vuela; retrógrada, si retrógrada se precipitan y hunden en la oscuridad, si se corrompe, o absolutamente se abandona”” La placa con este pensamiento bolivariano será develada este 17 de diciembre en la vieja casona de la Hacienda Ibarra, donde se afirma que el Libertador suscribió los Estatutos Republicanos de nuestra Universidad, el 24 de junio de 1827, en donde intenta el vuelo de nuestra institución por los altos cielos de la renovación. Pero también vamos a recordar otras palabras del Libertador no solamente para destacar su preocupación pr la Universidad Central, sino para tomarlas como reto, como el máximo compromiso universitario de todos los tiempos, aquello que dijo poco antes de iniciar la reforma de la universidad caraqueña: “” Yo estoy dispuesto a emplear todo el poder que me está confiado para hacer que este cuerpo (la UCV) ocupe un lugar distinguido entre las universidades del mundo”” Porque si el Libertador, en medio de las grandes dificultades políticas, económicas, militares, etc., se comprometía a darlo todo por nuestra Casa de Estudios Superiores para lograr el sitial que le correspondía en el mundo a una Universidad nacida en una nación de libertadores, ¡qué no debemos hacer nosotros en nuestro tiempo? ¿Cómo no exigir ahora lo que el Libertador se exigía a sí mismo? Cundo hacemos de esta frase monumento, nos estamos comprometiendo a aceptar el reto verdaderamente enorme de ocupar “”un lugar distinguido entre las universidades del mundo””. Y el compromiso es colectivo porque nos involucra a todos los miembros de esta comunidad. Para el Libertador no fue una promesa en e vacío: poco después e terminada la guerra de independencia, nuestras misiones diplomáticas en Europa llevaban la comisión expresa de contratar sabios y profesores que se vinieran a formar el hombre nuevo en el continente de la Libertad. Ni ante la muerte olvida el Libertador a su Universidad. Está consciente plenamente que su creación—agónica por las contingencias de las guerras civiles, dictaduras, incomprensiones, intolerancias y presiones—lo sobrevivirá. Mejor dicho—y sea esto tomado en todo su contenido--, en ella vivirá , allí podrán realizarse realmente los sueños de ser “”grandes y útiles””, en el otro paso después de la Independencia, como es la felicidad de nuestros pueblos. Siete días antes de su muerte, dicta su testamento. En el aparte séptimo lega “” a la Universidad de Caracas”” dos libros fundamentales de extraordinario contenido simbólico: El Contrato Social de Rousseau y El Arte Militar de Montecuccoli, “” que me regaló mi amigo el señor general Wilson””, y había sido antes de la biblioteca de Napoléon. ¿Qué otra cosa podía dejarle a la Universidad de su menguado patrimonio? Algo más que dos libros para su eterno recuerdo. En el primero las bases de un nuevo orden social entre los hombres, pero tal cual como los asimilo el Libertador, sin aplicaciones mecánicas ni aceptaciones dogmáticas, y si mucho, en la confrontación con las características nacionales de nuestros pueblos. Y el segundo, un manual militar, como recurso extremo para la defensa de la libertad conquistada, la Independencia como “” el único bien que hemos adquirido a costa de los demás””. Otra vez volvía en lo más recóndito de su pensamiento, ya moribundo, a su vieja andanza de la conjugación de las armas y as letras. Este libro abarca textos dispersos sobre un mismo acontecimiento, bajo el título general: Ha muerto el Libertador, fue posible por el extraordinario trabajo del académico doctor Ildefonso Leal—que ha dedicado buena parte de su obra a la historia de nuestra Universidad—y quien, por sus profundos conocimientos pudo culminar su obra en tiempo récord. Va también nuestra palabra de gratitud al escritor José Vicente Abreu, de la Biblioteca Central de la UCV, por su empeño en diseñar y dirigir la edición. Con este trabajo, rendimos profundo homenaje al Libertador, a nombre de la comunidad universitaria, quien un día recibió del Claustro Universitario los títulos de Protector, Benefactor, y Restaurador de la UCV. Caracas, diciembre de 1980. Carlos A. Moros Ghersi Rector.

1 comentario:

Victor Manuel. Gruber de Figarelli dijo...

ES UN "PROYECTO" COMPARAR ALGUNAS IDEAS,OBRAS, Y EJECUTORIAS, DE SIMÓN BOLÍVAR Y SUS SEGUIDORES, CON LAS SUPUESTAS "IDEAS", "OBRAS, Y "EJECUTORIAS" DE CHÁVEZ Y LOS SUYOS SUPUESTAMENTE "BOLIVARIANOS"