miércoles, 26 de octubre de 2011

MARCELO OSTRIA TRIGO: FASCISMO "UR" Y POPULISMO

Fascismo ‘Ur’ y populismo

Marcelo Ostria Trigo

--(Verlo en: http://www.eldeber.com.bo/2009/2009-11-04/vernotacolumnistas.php?id=091103230945)---

Hace poco, me intrigó un artículo del profesor venezolano Víctor M. Gruber sobre lo que Umberto Eco, un pensador italiano, llama ‘Fascismo Ur’ o ‘Fascismo eterno’ en Cinco escritos morales (Barcelona, Lumen, 1997). Fue la primera vez que supe de algo que tenga ese extraño nombre.
Los comentarios y resúmenes de Víctor Gruber me hicieron ver que el fascismo eterno –o sea el fascismo ‘Ur’– ya está entre nosotros, en varios procesos políticos latinoamericanos. Hay que mencionar que las reflexiones de Umberto Eco, publicadas en 1997, siguen vigentes en 2009.
Como una advertencia, el autor –según el resumen de Gruber– afirma que “El fascismo fue, sin lugar a dudas, una dictadura, pero no era cabalmente totalitario, no tanto por su tibieza, como por la debilidad filosófica de su ideología”. “La prioridad histórica –dice– no me parece una razón suficiente para explicar por qué la palabra fascismo se convirtió en una sinécdoque, en una denominación ‘pars pro toto’ para movimientos totalitarios diferentes”. Pero, luego, afirma: “El término fascismo se adapta a todo porque es posible eliminar de un régimen fascista uno o más aspectos, y siempre podremos reconocerlo como fascista”.
Algunas de las características del fascismo ‘Ur’ señaladas por Umberto Eco, son: el culto de la tradición, o sea de los ‘saberes’ arcaicos; el rechazo del modernismo; el ver a la ilustración, a la edad de la razón, como principio de la depravación moderna; el culto a la acción por la acción; la idea de que pensar es una forma de castración y, por eso, la cultura es sospechosa; que el desacuerdo es traición, el nacionalismo exacerbado y la xenofobia, además de la obsesión por el complot y el magnicidio.
Una confirmación de que el “fascismo se convirtió en una sinécdoque, en una denominación ‘pars pro toto’ para movimientos totalitarios diferentes”, se la encuentra en otra caracterización del notable parecido de éste con el populismo, en América de los socialistas del siglo XXI que, en especial, ahora se afincan en la ALBA.
Es sugerente la cercanía de las identidades del fascismo ‘Ur’ y el actual populismo latinoamericano que Gruber llama ‘Urchavismo’. En este último concurren muchas de las caracterizaciones del fascismo “Ur”, y es notorio que el movimiento bolivariano de Hugo Chávez tiene similitudes: “No tenía (el facismo italiano) una filosofía propia: tenía sólo una retórica”. Las coincidencias son señaladas en un lúcido escrito del mexicano Enrique Krauze: “Populista quintaesencial fue el general Perón, quien había atestiguado directamente el ascenso del fascismo italiano y admiraba a Mussolini… Populista posmoderno es el comandante Hugo Chávez, quien venera a Castro hasta buscar convertir a Venezuela en una colonia experimental del “nuevo socialismo. Los extremos se tocan”.
Krauze, en efecto, ofrece la caracterización del populismo: El populismo exalta al líder carismático; el populista no sólo usa y abusa de la palabra: se apodera de ella (Hitler, Mussolini, Castro, Chávez, Evo, etc.), fabrica la verdad, utiliza de modo discrecional los fondos públicos, alienta el odio de clases, moviliza constantemente a los grupos sociales, apela, organiza, enardece a las masas; fustiga por sistema al ‘enemigo exterior’ y desprecia el orden legal.
Los parecidos no son casuales. Populismo y fascismo son ‘Ur’.

* Abogado y diplomático

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