jueves, 6 de mayo de 2010

DEDICADO A LOS SACRÍLEGOS, BLASFEMOS, Y SATÁNICOS GOBERNANTES DE LA VENEZUEA ACTUAL

DEDICADO A LOS SACRÍLEGOS, BLASFEMOS, Y SATÁNICOS GOBERNANTES DE LA VENEZUEA ACTUAL
Hoy,06-05-2010, a las 11:47 AM.

Asamblea infernal

La epopeya Jerusalén libertada, en la que se mezclan episodios heroicos y novelescos, marca la culminación de la poesía renacentista italiana. El autor despliega su mirada por tierra y por mar, por el cielo y el infierno, con un torrente de maravillosa armonía.

Fragmento de Jerusalén libertada.
De Torquatto Tasso.

Asamblea infernal.
Canto IV.

Llama á quien moran en la sombra eterna,
de la tartárea trompa el rebramar:
treme la inmensa lóbrega caverna;
rimbomba el aura ciega á su tronar.
No ruge tanto en la región superna
el trueno cuando estalla el fulminar;
ni tal retiembla nunca la honda tierra,
cuando, en vapores grávida, se cierra.

Turbas varias de dioses infernales
hacia la puerta vuelan elevada.
¡Oh qué rostros! ¡qué horrores abismales!
¡cuánto terror y muerte en su mirada!
Huellan la tierra allí plantas ferales,
la sien por haz de sierpes circundada;
van arrastrando cola gigantea,
que se anuda, repliega, serpentea.

Á la siniestra y la derecha mano
se posan, y Plutón cruento delante
se sienta en medio de ellos soberano,
empuñado el cetro áspero, pesante.
Ni peña en mar, ni pico alpestre vano,
ni Calpe sube tal, ni el magno Atlante,
que, con él, loma humilde no aparente:
tanto alza el grande cuerno en la alta frente.

Horrenda majestad su faz clarea
y su soberbia aterradora acrece.
Veneno y sangre, su ojo centellea,
cual infausto cometa, y se enfurece.
Hirsuta, inculta barba le sombrea
y hasta el pecho velloso larga crece;
y á guisa de vorágine profunda,
su boca se abre, en negro cruor, inmunda.

Como sulfúrea ráfaga tronante
que el Etna lanza fétida, encendida;
tal de su fiera boca aura negreante,
entre hedor y favila, es despedida.
Mientras él habla, cállanse el latrante
Cerbeo, y la Hidra, de tal son herida:
inmoto está el Cocito, está temblante
el abismo al grande eco retumbante.

«Tartáreos dioses, dignos de partido
más alto, allá, que el sol, do vuestra cuna;
á quien, nuestro feliz reino perdido,
hundió el gran caso en tan feroz fortuna:
del otro el suspicaz desdén ardido,
eterno veis, –la nuestra empresa es una–
y él á placer hoy las estrellas gira
y á nos cual á rebelde gente mira.

Y en vez del día placentero y puro,
del áureo sol estrellas, firmamento
dentro nos cierra de este abismo obscuro
veda aspiremos al más alto asiento;
y luego –¡ay, cuánto es memorarlo
duro ésta es mi cuita y mi mayor tormento–
al hombre al trono célico ha subido:
al hombre vil, del fango vil nacido.

¡Ah, no será! no es muerta aún la osadía
de nuestro espíritu y valor primera:
el fierro y viva llama nos vestía
en nuestra lid contra el que al cielo impera.
Caímos –no lo niego– en la porfía.
Mas fué la empresa grande y altanera.
Del más feliz fué entonces la victoria;
fué muestra del lidiar toda la gloria.»

Fuente: Jünemann, Guillermo. Antología universal. Friburgo: Herder, 1910.

NOTA. ASÍ SERÁ EL INFERNAL LAMENTO DE LOS SACRÍLEGOS, BLASFEMOS, Y SATÁNICOS GOBERNANTES DE LA VENEZUELA ACTUAL, CUANDO LES LLEGUE SU HORA SUPREMA...¡VADE RETRO SATANÁS!

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