domingo, 3 de febrero de 2013

VMGF: LA "FLOTILLA" DE CAMIONES DE ANTONIO--CARACAS, 03--02--13--

LA “FLOTILLA” DE CAMIONES DE ANTONIO --(Caracas, 03—02—13)-- --(Nadie nunca los vio, pero todo el mundo creyó en su existencia) — Como dicen por ahí: “En la guerra como en el amor, todo vale y siempre queda un perdedor. Normalmente, pierde el que quiere mas al igual que en una mesa de black jack. Tu subes como la marea yo bajo como la tensión pa' mi es como un rompecabezas lo que pa' ti cae de cajón” (1) Toda nuestra familia, y nuestros amigos más cercanos, de los duros años 60, recuerdan la difícil situación que tuvimos que sufrir los que nos opusimos, fuertemente, con alma, vida, y corazón, a los gobiernos de Betancourt y Leoni (1959-1968): “Padres de la democracia”. Antonio, mi hermano gemelo, en 1958 y años siguientes se incorporó (igual que yo) a la izquierda radical universitaria, y llegó rápidamente, dada su cultura y su acción política, hasta el nivel de “Dirección Nacional”, que compartió con muchos y conocidos personajes de esa época, y de la actual, quienes guardan vivos recuerdos de su personalidad; muchos otros de ellos ya lo acompañan en el infinito “Más allá”, y seguro se dedican, como siempre, a conversar sobre el pasado, el presente, y el futuro de Venezuela, de América Latina, y del resto del Planeta:¡En la Paz del Señor descansen!... En el día menos pensado les haremos fraternal compañía: ¡Será! La lucha política entre AD-Betancourt y sus aliados: URD y Copei, y la izquierda crítica y radical, se fue incrementando, día por día, semana por semana, mes por mes, año por año, a partir del Discurso de Toma de Posesión de RB—(13-02-1959)--donde llamó a expulsar de los ministerios, y otras instituciones del estado, a los izquierdistas reconocidos y confesos; poniendo fin ese día al llamado “Espíritu del 23 de Enero”, representado en la unión de todas las fuerzas democráticas contra la dictadura de MPJ, que condujo al derrocamiento de la misma. Las luchas políticas y sociales se fueron incrementando, como decíamos más arriba, en forma de una espiral ascendente; para la campaña electoral de 1963, la izquierda radical decretó la “abstención armada”, Leoni (AD) fue electo Presidente en diciembre de ese año; y la violencia, de parte y parte se incrementó; los izquierdista más conocidos y notorios fueron detenidos y enjuiciados; otros fueron al exilio forzado; otros permanecieron en la calle, pero en la clandestinidad más cerrada; tal como Antonio y el que escribe este largo, pero necesario e imprescindible preámbulo. Antonio tenía para la época (1963-68) Tareas nacionales, y regionales, tanto en la Universidad, como en Caracas, DF. Uno de sus colaboradores más cercanos e inmediatos se llamaba Julio (+), muchacho fiel, leal, y valiente, quien con su esposa e hija le servían de “cobertura”, aparentando tener la vida más común y normal del mundo posible. Una de las “conchas” (escondites) de Antonio, Julio, y familia, era una antigua “Casa de vecindad”, en la Parroquia de San Juan, Caracas, DF. Es decir, una gran casona vieja, tipo colonial, dividida en cuartos por familias, y con diversos ambientes comunes: salas, corredores, cocinas, patios, baños, etc., etc. Poblada como estaba, de diversas cantidades y categorías de personas, y personajes, era el ambiente “ideal” para pasar, relativamente desapercibidos, y justificar cualquier “historia” debidamente construida, para esconder sus muy aparentes, pacíficas, y peculiares, vidas dobles. Desde muy pequeños observamos las actividades de nuestro padre Victor (+), sus hermanos, y ayudantes, armar y desarmar camiones, en la casa nuestra de Guasipati (años 40, siglo XX). Estaba en pleno desarrollo la II Guerra Mundial, escaseaban los repuestos, las tripas, y las llantas; había que hacer “magia” para mantener en funcionamiento dichas máquinas, con las cuales Papá Victor, y su hermanos transportaban mercancías, y comerciaban por toda Guayana. Iguales actividades “camioneras” vimos desempeñar a nuestro Padre, en Upata, Caracas, Tinaquillo, San Carlos, La Victoria, Falcón, Coro, y el resto del país. Antonio y yo, lo acompañamos, en varios de esos viajes, cuando estábamos de vacaciones escolares. Él nos enseñó a manejar, y muchas otras cosas, a partir de los 12 años (¡En la Paz del Señor descanse!). Con este “material” vivencial Antonio-- (El Catire Ricardo)-- tuvo suficientes datos para “armar” su flotilla-- (invisible)-- de camiones de transporte y comercio, en la Casa de San Juan. Él era el “dueño”, Julio el “administrador”; ambos desaparecían en supuestas actividades “transportistas y de comercio”, y al volver de esos largos viajes, se presentaban con varias cajas de cervezas, varios kilos de carne, yuca, y otros aditamentos para la “parrilla”: ¡Todo el mundo invitado! Y vengan los cuentos, anécdotas, e historias— (todas inventadas por Antonio y Julio)--, de esos interminables viajes por Venezuela y sus fronteras: ¡Buen Provecho! Lo curioso del caso es que nadie vio nunca un camión, ni pregunto por los componentes de la muy famosa “flotilla”. Durante muchos años después, me encontraba en las calles de Caracas con antiguos habitantes de esa famosa Casa, me confundían con Antonio, y luego de las aclaratorias pertinentes me preguntaban por “El Catire Ricardo” y sus “Camiones”…JAJA… En esa bendita Casa, conoció Antonio a Rosita y a su familia; se enamoraron se casaron en 1969, tuvieron una hermosa e inteligente hija (Gabriela), un aplicado guitarrista (Victor David), y un bellísimo nieto (Victor Ariel): ¡Dios los bendiga y cuide de todo mal, por hoy y siempre: Amén! EPÍLOGO: a)Con motivo de la Política de Pacificación del Dr. Caldera (1968-69), y de una breve enfermedad, y tratamiento, de Antonio; Rosita conoció al resto de la familia , y a su gemelo, quien esto escribe. Toda la increíble “historia” de la “flotilla” se desplomó; todo el mundo puso los pies en este planeta Tierra (verbigracia: “Venezuela Tierra de Gracia”). b)Espero que los ingenuos habitantes de la Casona de San Juan, entiendan las poderosas “razones” que tuvieron Antonio, Julio, y Familia, para “marearlos” con esas historias; es que “Pescuezo no retoña” como le dijo el General Llovera Páez a Marcos Pérez Jiménez en la medianoche del 22 para el 23 de enero de 1958. c)Otro sí: Por favor, ruego a los lectores no condenarnos con el dicho: “De ahora en adelante, no le creeremos a Antonio y Víctor, ni siquiera el Padre Nuestro rezado de rodillas. d)Lectura complementaria, muy recomendada: http://victormgruberf.blogspot.com/2009/07/los-gemelos-galacticos.htmlLectura (1)En internet (www.google.com) : ”En la guerra y el amor todo se vale”.

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