ANTONIO JACINTO GRUBER DE FIGARELLI: HISTORIAS
DE VIDA—CAPÍTULO QUINTO --EL CALLAO,
1937—CARACAS 2010—
ANTONIO, VICTOR, Y LAS MATEMÁTICAS—V—
Víctor M Gruber F--Caracas—20--Marzo—2010--
Quiero recordarles a
los muy distinguidos lectores de estas notas, que desde 1950 a esta parte han
transcurrido 6 décadas completas; 59
años desde 1951; 58 años desde 1952; y 57 años desde 1953. Esta cronología se
refiere a la vida de Antonio, Víctor, y Familia, en el Estado Cojedes; y en
este momento recuerdo que empezamos a estudiar 6º. Grado de Primaria en
Tinaquillo (1949-50), en una Escuela Primaria que tenía por nombre el del
General de la Independencia Anzoátegui; época en que Antonio y yo peleábamos
por cualquier cosa, supongo que era el rechazo a la simbiosis “gemelar” durante
el desarrollo de nuestra personalidad individual: nos hacían vestir de la misma
manera, la misma ropa, los mismos colores; estar juntos en el mismo Grado,
dormir en el mismo cuarto, etc., etc.
Así que yo fui
“exiliado” hacia Caracas, donde los abuelos Figarelli/Lovera, y la tía Julia;
así que terminé mi Primaria en el Colegio Salesiano de Sarría, en la Capital de Venezuela (1949-50); Antonio
se quedó en Tinaquillo con el resto de la familia. Esta “separación” se había
dado antes, en 1941 tenía 4 años, y con motivo de un accidente ocular, viví en
Caracas un tiempo, fui operado por el famoso oculista Dr. Rhodes, en la Clínica
Razetti. La abuela Rosario, la tía Julia, y yo, habitamos en una residencia de
la Florida, donde una familia Seijas.
luego recuerdo que pasé
un año, o algo así, en casa de mis padrinos de Confirmación Rafael Huncal y Antonieta Romero, en el centro de Caracas,
donde mi padrino tenía su consultorio odontológico, pues era profesional
universitario egresado en esa área en la UCV. Recuerdo que ambos me llevaban al
Colegio Salesiano de Sarría, todos los días por la mañana, y luego me recogían.
Ellos querían adoptarme legalmente como hijo, en vista de que no tenían un
varoncito, pero ese “arreglo” no llegó a darse. Yo debía cursar 2º. De
Primaria, pero los curas del Colegio me hicieron un examen y me pusieron en
3er. Gdo.; así que me “adelanté” un año por encima de Antonio; ello ocasionó
que en Upata, en la Escuela Federal Graduada, vecina a nuestra casa de allá, yo
debía entrar al 4º.Gdo., y Antonio al
3º. Cosa que mamá Antonia rechazó, y rogó, argumentó, y consiguió, que ambos
iniciáramos el 4º. Gdo. Juntos (1947, más o menos). En esa población empezó
nuestra relación con el doble primo Max Contasti, situación que se ha repitió
en San Carlos (1950), en Caracas Liceo “Andrés Bello” (1955), y en la UCV
Facultad de Ingeniería, 1955 y siguientes, hasta hoy día.
Antonio y yo estuvimos
internos en Los Salesianos de Caracas para cursar el 5º. Gdo. De Primaria, como
era acostumbrado por las familias de clase media de la época; tengo amigos y
conocidos que hicieron “internos” la Primaria, y el Bachillerato, situación que
siempre me ha parecido muy dura, dada nuestra experiencia; solamente superada
por los que han cursado “internos” los estudios en el extranjero, lejos de la
familia y de la Patria. Inmediatamente me voy a permitir copiar un nuevo texto
de nuestro condiscípulo y amigo Héctor Pedreañez, ya estos apuntes se están
convirtiendo en un trabajo colectivo a seis manos; pero mis muy queridos, y
distinguidos, familiares y amigos, que están leyendo estos apuntes, están
invitados a intervenir ¡Bienvenidos!
Dice Héctor: “El
boticario de Tinaco era Evelio Matute, ¿no?
¿Te acuerdas de que Max
Constasti debutó en el Colegio (CEC) como orador?... Todavía no era tan
grandote, como se le vio después, ¿no?
El Pbro. Miguel Palau
Rico sí conocía la lengua francesa... Él era, además, profesor de
Literatura Española en el 3er Año: y también músico y poeta: recuerdo que
cuando trató sobre Gustavo Adolfo Bécquer nos dijo que ese poeta
romántico le había 'afectado' mucho cuando el era joven...
Y, cuando el célebre músico Antonio Estévez fue confinado por la Dictadura de MPJ en San Carlos, el Padre Palau terció con él al piano --en el pianito vertical del Colegio.--, pues el Padre le había hecho antes algunos arreglos al Himno de la Juventud, compuesto por el maestro de quien fui amigo allá Antonio Estévez, (que) intentó formar una coral con gente de San Carlos, para la cual me seleccionó como barítono: unos amigos le presentaron en esos días a la Negra Carlota Abreu, que tenía fama de cantar muy bien; pero, al oírla para reconocer su calidad, el Maestro, que era un cascarrabias, le dijo con su mal carácter unas palabras muy duras, como por ejemplo: "¿Quién le dijo que Ud. cantaba?"... Y, en realidad, La Negra Abreu sí cantaba, y cantó siempre, durante toda su vida...
Y, cuando el célebre músico Antonio Estévez fue confinado por la Dictadura de MPJ en San Carlos, el Padre Palau terció con él al piano --en el pianito vertical del Colegio.--, pues el Padre le había hecho antes algunos arreglos al Himno de la Juventud, compuesto por el maestro de quien fui amigo allá Antonio Estévez, (que) intentó formar una coral con gente de San Carlos, para la cual me seleccionó como barítono: unos amigos le presentaron en esos días a la Negra Carlota Abreu, que tenía fama de cantar muy bien; pero, al oírla para reconocer su calidad, el Maestro, que era un cascarrabias, le dijo con su mal carácter unas palabras muy duras, como por ejemplo: "¿Quién le dijo que Ud. cantaba?"... Y, en realidad, La Negra Abreu sí cantaba, y cantó siempre, durante toda su vida...
La coral que el Maestro
Estévez quiso crear en SC se frustró porque o le cambaron la ciudad de
confinamiento o fue retornado a Caracas... Recuerdo, pues estuve con él en
varios momentos, cuando Él comenzó a componer allá --pulsando las teclas
del pianito del Colegio-- su famosa "Cantata Criolla": para ello
seguía, a libro abierto, los versos del "Florentino y El Diablo" del
poeta Alberto Arvelo Torrealba, de quien fui vecino, amigo y, a veces,
compañero de tragos... Muchos años después, estando yo presente, Antonio Estévez
--pues también seguí siendo marginal amigo suyo-- hizo muchas veces alarde
de haber empezando a componer dicha Cantata allá en San Carlos”
¿Recuerdan lo que
escribí sobre el enriquecimiento de estos apuntes, y el trabajo a seis manos?
Pues allí tienen una muestra. Efectivamente Antonio Estévez estuvo “confinado”
en San Carlos por la dictadura de MPJ, la ciudad por cárcel, como era costumbre
en esa época; recuerdo su frase de apertura a los ensayos de la “Coral”: ¡Vamos
mis burritos a cantar!...jeje…También lo recuerdo “fresqueando” en paños
menores, en su hamaca, en la casa donde habitaba, cercana al Colegio; “cercana”
es un decir creo que en esa época todo era “cercano” en ese pueblote caluroso
que era San Carlos de Borromeo. Supongo que el “confinamiento” de Estévez era
debido a su militancia, o relación cercana, con el Partido Comunista de
Venezuela. En los años 60, también estuvo “confinado” en China, durante el
decenio “adeco” de Betancourt/Leoni. De ese “exilio” les deberé una sabrosa
anécdota, que contaré más tarde cuando entremos en más calor y mayor
confianza…jeje…
Bueno, en esta parte no
hemos hablado de “Matemáticas”, ni materias afines; pero no importa, la cosa se
está poniendo demasiado buena, gracias a Max y a Héctor. Como “guía” de redacción
para la próxima “entrega” les contaré algo muy curioso que pasó en nuestro en
el examen final del 5º. Gdo. En el Colegio salesiano, donde estábamos
“internos”, muy relacionado con el famoso Decreto 321 de la Junta
Revolucionaria de Gobierno; además de la sabrosa vida de “aventuras” que
vivimos en el poblado cojedeño de Tinaquillo entre 1948-50.
…(Continuará)…
No hay comentarios:
Publicar un comentario