Conjunto de artículos sobre temas variados de naturaleza política, social, económica, humorísticos, y filosóficos; publicados, o por publicarse en diferentes páginas web, o medios impresos; escritos por mi persona, o por otros autores; y que abarcan problemas relativos a Venezuela, América Latina, y el resto del mundo.
martes, 3 de diciembre de 2013
VMGF: LA ALQUIMIA POLÍTICA VENEZOLANA--IV--CARACAS, VENEZUELA--03--12--13--
LA ALQUIMIA POLÍTICA VENEZOLANA—IV—
EN EL BLOG DE VICTOR M. GRUBER F--CARACAS, VENEZUELA--03--12--13--
Hemos dicho en el Capítulo anterior:... “Si aplicamos el concepto alquímico del “Espíritu de una substancia” obtenido por destilación, me atrevería a contestar la pregunta sobre el dilatado mandato de Juan Vicente Gómez, diciendo:
¡GÓMÉZ REPRESENTABA EL “ESPÍRITU” (CONCENTRADO, O DESTILADO) DEL PUEBLO VENEZOLANO DE SU ÉPOCA!
En cada casa de familia había un Jefe (Padre, o substituto) de creencias, actitudes, y conductas, similares a las de J. V. Gómez; igual que en cada hacienda un dueño, o un caporal, que lo imitaba; lo mismo dentro de una Casa Comercial, Ministerio, Jefatura Civil, Escuela, o Iglesia; en los caseríos campesinos,, en las calles de los pueblos y ciudades, un habitante común se tropezaba con un imitador, alter ego del Tirano, o simplemente, Él mismo lo llevaba muy metido dentro de sí”… (http://victormgruberf.blogspot.com/2013/11/vmgf-sobre-la-alquimia-politica.html)
Decíamos, en l983, que el libro de Adorno, Frenkel-Brunswik, Levinson y Sanford, La Personalidad Autoritaria, [1] buscaba dar una fundamentación en los hechos, a la teoría sobre el autoritarismo [2]. Eduardo R. Colombo, en el prólogo a la edición castellana de la Obra de Adorno y sus colaboradores, afirmaba que antes de ellos, otros pensadores han planteado importantes conceptos relativos al tema: dominado por el miedo a ser débil (Adorno), y por el sentimiento de culpa; "el síntoma más importante de la derrota en la lucha por uno mismo es la conciencia culpable"(Fromm), y esto es el resultado de la presencia hegemónica de las tendencias sado-masoquistas, presentes, con diverso peso, en todas las personas cualquiera sea su grado de salud o neurotismo. Este aspecto se halla reforzado por los requerimientos culturales si, como algunos afirman--Erikson, Comfort--la sociedad urbana moderna es una sociedad centrada en la culpa. [3]
A partir de ahí, Colombo extrae algunas conclusiones que resumiremos de la siguiente manera: 1) Se define el autoritarismo como una tendencia defensiva, conformista, acrítica, ante los dictados de la autoridad; 2) El sujeto autoritario es una persona predispuesta a coincidir con la autoridad, que necesita la aprobación real o supuesta de la misma, aliviando de este modo su ansiedad personal; 3) Esta ansiedad se puede asimilar a un concepto más amplio de tensión en el sistema de su personalidad; 4) El individuo autoritario tiende a la rigidez y estereotipia para controlar su exceso de ansiedad en su sistema; 5) La defensa del yo, ante un monto excesivo de ansiedad, lo predispone a acatar ideologías autoritarias. [4]
Para la época en que Adorno y sus colaboradores llevaron a cabo su investigación, estaban frescos los recuerdos de la II Guerra Mundial, de los regímenes totalitarios de Mussolini en Italia, Hitler en Alemania, Japón en Asia; y se empezaba a cuestionar seriamente el régimen de Stalin en Rusia, dentro del marco de la "Guerra Fría"; así como a los incipientes regímenes de "Democracia Popular" en Europa Oriental. Ya desde las denuncias de Nikita Jruschov en el XX Congreso del PCUS, en 1956; el "Deshielo" en la "Guerra Fría"; La "Revolución Cultural" en China y sus consecuencias; la experiencia de Kim Il Sung en Corea del Norte, y de Polpot en Camboya; Gorbachov y la Perestroika, la caída del Muro de Berlín, la disolución de la URSS, y la desaparición de las "Democracias Populares" en la Europa Oriental; además de otras experiencias recientes y cercanas, se tiene más claro que el autoritarismo, y el totalitarismo, no son fenómenos restringidos a la historia pasada de la "Alemania Nazi" o de la "Italia Fascista", sino que puede surgir en cualquier país o nación sometida a determinadas condiciones; como sucedió en el pasado, como existen en el presente, y pueden darse en el futuro.
El problema entonces no tocaba solamente a los alemanes de la época de entre guerra ( y por supuesto, tampoco solamente a los italianos). Jung escribía en l945, lo siguiente:
Alemania ha planteado un grave problema al mundo, que debe ser considerado desde muchos aspectos. Su aspecto psicológico abarca sólo una faceta. Como psicólogo, soy propenso a considerar la importancia de esta faceta, sin embargo, he de dejar que el lector se forme sobre esto su propio juicio. Mi ocupación profesional con la psicología del inconsciente lleva consigo el que, a menudo tropiece con objetos que están todavía ocultos a la conciencia del día, pero que se preparan en un estado marginal a irrumpir en la conciencia, mucho antes de que el individuo sospeche lo que le va a deparar su futuro psicológico. Yo presentí lo que se preparaba en el inconsciente, pues tenía pacientes alemanes.
Así pude escribir ya en 1918: "Cuanto más se pierde la autoridad incondicional de la ideología cristiana, tanto más perceptiblemente se revuelve en su guarida subterránea la y nos amenaza con la explosión de desvastadoras consecuencias. No hace falta ser un Edipo para adivinar quién es designado como la . Yo barruntaba que esta no se limitaba a Alemania, sino que concernía también al primitivo que acabaría por imponerse al europeo, de una manera gradual, por la incipiente masificación. [5]
En torno a los años 50, Horkheimer y Flowerman, comentaban que hacía poco, el mundo había presenciado el exterminio y persecución de millones de seres; ello había sucedido en un "baluarte de la civilización occidental" ¿Cómo había sido posible eso?¿De qué manera perduran los resabios irracionales, los viejos odios raciales y religiosos?¿Cómo explicar que "pueblos enteros hayan presenciado tranquilamente la exterminación de los suyos"?¿"Cuáles son, en la sociedad moderna, los tejidos que se conservan cancerosos y muestran, pese a nuestra pretendida civilización, el anacrónico atavismo de los pueblos primitivos" ? ¿" Y qué es lo que dentro de los organismos individuales responde a ciertos estímulos del medio con actitudes y actos destructivamente agresivos"? [6]
Existe, evidentemente, una línea común de pensamiento entre lo que afirma Jung en 1918, luego en 1945, y los autores nombrados más arriba. Hay entonces algo "enfermo" en el organismo social de la cultura occidental, --( y al parecer de otras culturas, según la experiencia contemporánea)--, que hace aflorar el "primitivismo", y por tanto las conductas destructivas y agresivas. ¿Serán entonces estas conductas propias, solamente, de individuos y pueblos "primitivos"? ¿No habrá una actitud etnocéntrica en este planteamiento?
El análisis de esta cuestión puede llevarnos a lo siguiente:
a) El hombre se desarrollaría "lineal y ascendentemente" de la animalidad (irracionalidad) , y un bajo grado de cultura, hasta un alto grado de cultura (y de racionalidad);
b) La asignación de lo irracional, primitivo, lo agresivo, lo destructivo al ancestro animal que llevamos por dentro, puede fácilmente extenderse a los individuos, pueblos y sociedades "primitivos";
c) La consternación sobre lo que "pasó en Europa", durante las Guerras Mundiales, dado el "alto grado de cultura", y por supuesto de "racionalidad", puede entenderse de que "eso" era más probable que sucediera en otras regiones, latitudes y culturas, y en otros tiempos; d) Surge claramente la hipótesis de que hay "algo" en el tejido social de la cultura occidental, que hace "brotar" en un ser " civilizado", toda su animalidad, primitivismo o irracionalidad.
Sin embargo los modernos estudios etológicos, apuntan en otra dirección, a saber, no hay nada parecido entre las especies animales a las conductas agresivas y destructivas que desarrolla el hombre contra sí mismo y sus congéneres. Algo similar a la guerra, por ejemplo no se encuentra en dicho mundo; mucho menos el trato criminal contra el vencido, y muchas manifestaciones "humanas" más.
Adorno y sus colaboradores establecieron que: "las convicciones políticas, económicas y sociales de un individuo conforman a menudo una pauta amplia y coherente, cual si estuviera unida por una o común; esta pauta es la expresión de profundas tendencias de personalidad” [7]
Según los autores antes nombrados, el descubrimiento más importante, efectuado por ellos es que los individuos susceptibles a la propaganda totalitaria tienen características comunes, las cuales pueden conformar un síndrome. Las opiniones, actitudes, valores, expresadas verbalmente, son componentes superficiales de la psicología del sujeto. Puede encontrarse discrepancia entre lo que se "dice" y lo que se "piensa". Lo último seguramente se exprese en la intimidad. Pero hay pensamiento "secretos", que no se le comunican a nadie, y tampoco, a veces, se reconocen como propios. En estas capas profundas se pueden encontrar las claves de actitudes antidemocráticas, o de otras posturas. Las ideas expresadas verbalmente, y lo que realmente se piensa, están condicionadas por el "clima" de opinión reinante. Al incrementarse la propaganda antidemocrática, algunos individuos la aceptarían inmediatamente; otros esperarían la expresión de la "mayoría"; otros la rechazarían desde el principio.
Se considera que esencialmente las fuerzas de la personalidad son "necesidades": tendencias, deseos, impulsos. Varían de un individuo a otro, en lo cualitativo o cuantitativo ; se relacionan armoniosa o conflictivamente. El nivel más primitivo corresponde a la necesidad de evitar el castigo, de ser aceptado en el grupo, de armonía e integración interior. Las opiniones, valores y actitudes, dependen de las necesidades; la personalidad es una organización de ellas. A título de ejemplos tendríamos la forma en que un comerciante minorista tiende a identificarse con los mayoristas, a pesar de sus intereses contrapuestos; hay individuos que aceptan (o rechazan) totalmente a un cierto grupo, sin haber tenido experiencias directas con el mismo; la pertenencia a un grupo facilita la permeabilidad ideológica de una persona. En la ideología y la conducta operan factores situacionales y de personalidad.
Los factores internos, individuales, tienen gran importancia en relación a las actitudes y las opiniones. Un régimen autoritario, tipo fascista, requiere del apoyo, sumisión y cooperación de la masa; apela a lo irracional, se basa en los deseos y temores primitivos de la multitud. Su propaganda tiene éxito porque la estructura de la personalidad predispone a aceptar determinadas creencias y rechazar otras; su difusión está facilitada por el antidemocratismo subyacente en la masa de la población.
Las dimensiones de la escala que los autores referidos llegaron a construir para medir al sujeto potencialmente fascista, sin detallar en los ítems, las exponemos a continuación: [8]
1) Convencionalismo: adhesión rígida a los valores convencionales de la clase media.
2) Sumisividad autoritaria: actitud de sumisión y aceptación incondicional respecto a las autoridades morales idealizadas del endogrupo.
3) Agresividad autoritaria: tendencia a buscar y condenar, rechazar y castigar a individuos que violan valores convencionales.
4) Anti-intracepción: oposición a lo subjetivo, imaginativo y sentimental.
5) Superstición y estereotipia: creencia en la determinación sobrenatural del destino humano; predisposición a pensar en categorías rígidas.
6) Poder y fortaleza: preocupación por la dimensión dominio-sumisión, fortaleza-debilidad, líder-seguidor; identificación con las figuras que representan el poder; exageración de los atributos convencionalizados del yo; valor excesivo a la fuerza y la dureza.
7) Destructividad y cinismo: hostilidad, vilipendio general de la humanidad.
8) Proyectividad: disposición a creer que en el mundo suceden cosas desenfrenadas y peligrosas; proyección hacia el exterior de impulsos emocionales inconscientes.
9) Sexo: preocupación exagerada por los "hechos" sexuales.
Otro autor como H.J. Eysenk, opina que haber llegado a formular una escala para medir el potencial antidemocrático representó un avance bastante grande, pero consideró un error denominarla escala de fascismo, puesto que los comunistas, al ser medidos por ella, obtenían puntuaciones tan altas como los otros; considera, por tanto, más propio llamarla : escala de autoritarismo [9].
Informa también este autor sobre un conjunto de hallazgos que tienen relación con los de Adorno y sus colaboradores, a saber: a) la escala "F" (fascismo, autoritarismo) también mide la dureza mental;
b)Coulter administró la escala a tres grupos: fascistas, comunistas y neutrales, encontrando alta correlación con la escala para medir radicalismo y conservadurismo;
c) Sanford, llegó a la conclusión que los sujetos autoritarios se refieren al líder en términos estereotipados y moralizantes;
d) Stagner elaboró una escala para medir autoritarismo y encontró los componentes siguientes: 1) respeto a los derechos de propiedad en vez de la persona;
2) conciencia de pertenencia a la clase media;
3) nacionalismo agresivo; e) Spranger relacionó personalidad y valores y estableció una tipología de hombres: teorético, económico, estético, social, político, y religioso. Luego de revisar muchos otros trabajos de investigadores ingleses y norteamericanos concluye así:
..."los principios de estructuración indicados en el capítulo precedente gozan de una generalidad mucho mayor de la que en un principio se les podía suponer, y alcanzan íntimamente a los componentes de la personalidad que superficialmente parecen alejados del campo de las actitudes sociales"... [10]
BIBLIOGRAFIA CONSULTADA:
ADORNO, T.W., y Otros (1965): La Personalidad Autoritaria. Editorial Proyección, Buenos Aires.
ADORNO y OTROS, Obra Citada, pp. 15-19.
ADORNO y OTROS, Obra Citada, p.27.
Obra Citada, pp. 256-257.
BRITTO GARCIA, LUIS (1988): La Máscara del Poder. Caracas, Alfadil/Trópicos.
BRITTO GARCÍA, LUIS: “Los veinte Puntos del Caudillo”, en Profetariado,
No. 2, Caracas, Octubre de 1986, páginas centrales.
CARRERA DAMAS, GERMÁN (1975): Validación del Pasado. Caracas, Universidad Central de Venezuela, EBUC, pp. 186-193.
COLOMBO, EDUARDO R (1965): “Prólogo a la Edición en Castellano”, en ADORNO Y Otros, Obra Citada, p.5.
COLOMBO, EDUARDO R., Loc. Cit.
GRUBER, VÍCTOR (1983): “Autoritarismo y Política en la Venezuela Contemporánea” Primer
Congreso del Pensamiento Político Latinoamericano. (Ponencias y Debates, Tomo II, Volumen III, pp. 355-383). Caracas, Ediciones del Congreso de la República de Venezuela.
JUNG, C.G. (1986): En “Epílogo”. Consideraciones sobre la Historia actual. Ediciones Guadarrama, Madrid, pp. 133-134.
GRUBER VÍCTOR, Obra Citada, 374-378.
HORKHEIMER, M., y FLOWERMAN, S.H. (1965): “Prólogo a los Estudios sobre los Prejuicios”, en EYSENCK, H. J. (1964): Psicología de la Decisión Política. Ediciones Ariel, Barcelona-España, pp.219-221..
MONTERO,Maritza(1984).Ideología, alienación e identidad nacional. EBUC, UCV, Caracas,Venezuela.
MONTERO MARITZA, OB.CIT.,pp.139-144.
SUCRE HEREDIA, RICARDO (1998): La amenaza social y el autoritarismo en Venezuela. Caracas, Universidad Central de Venezuela, Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas.
IDEM. p.5
SUCRE HEREDIA, OB. CIT. pp.28-29.
Obra Citada, pp. 220-221.
VALLENILLA LANZ, LAUREANO (1953): Cesarismo Democrático. Caracas. Tipografía Garrido.
LECTURAS ADICIONALES--EN LA WIKIPEDIA--
Psicología analítica[editar código]
--(http://es.wikipedia.org/wiki/Alquimia#Psicolog.C3.ADa_anal.C3.ADtica)
El psiquiatra suizo Carl Gustav Jung inició su contacto con la alquimia desde un claro desinterés: «La alquimia me parecía una cosa afectada y ridícula». Su opinión cambiaría radicalmente en 1928 a raíz del comentario solicitado por parte del sinólogo Richard Wilhelm sobre la traducción de las ocho primeras secciones de un tratado de alquimia fisiológica china del siglo XIII: El secreto de la Flor de Oro, libro budista con base taoísta. El inicio de su contacto con la alquimia se vio por lo tanto determinado al contemplar en la obra las bases del proceso de individuación, así como un centro procesual al que denominó posteriormente sí-mismo. Necesitó diez años para elaborar un diccionario de referencias cruzadas con el fin de poder entender los significados incluidos en los textos alquímicos, así como quince años para disponer de una biblioteca semejante a las de sus sueños.7
Jung vio la alquimia como una proto-psicología occidental dedicada al logro de la individuación. En su interpretación, la alquimia era el recipiente en el que el gnosticismo sobrevivió sus diversas purgas en el Renacimiento. En este sentido, Jung veía la alquimia como comparable al yoga en occidente. También interpretaba los textos alquímicos chinos en términos de su psicología analítica como medios para la individuación. Jung sostiene en su obra Psicología y alquimia (1944) que los fenómenos observables de lo inconsciente, tales como los sueños, contienen elementos simbólicos que también se pueden hallar en la simbología alquímica. Además, dedica un análisis al paralelismo entre los conceptos de la llamada piedra filosofal, por un lado, y la figura de Cristo, por otro. Ilustró a través de las figuras del Rosarium philosophorum aquellos fenómenos transferenciales acaecidos en el proceso de individuación en su trabajo La psicología de la transferencia (1946). Finalmente, en su obra Mysterium coniunctionis (1955-1956), configura la culminación de la confrontación entre la alquimia y la psicología analítica. Como tercera parte de dicha obra se incluirá editado y comentado por Marie-Louise von Franz el Aurora consurgens.
A todo ello no hay que olvidar la importancia que revistieron para el acceso de Jung a la esencia de la alquimia diversas figuras históricas relevantes, como son María la Judía, Zósimo de Panópolis o Paracelso.
LA ALQUIMIA EN LA CULTURA--(EN LA WIKIPEDIA)--
Novelas y teatro[editar código]
Un laboratorio alquímico, de La historia de la alquimia y los comienzos de la química.
Muchos escritores satirizaron a los alquimistas y los usaron como blanco de ataques satíricos. Dos famosos ejemplos antiguos son:
Geoffrey Chaucer, The Canon's Yeoman's Prologue and Tale (c. 1380). El protagonista, un alquimista de camino a Canterbury, afirma que «lo enlosará entero de plata y oro».
Ben Jonson, El alquimista (c. 1610). En esta obra de cinco actos, los personajes montan un taller de alquimia para estafar a la gente.
En obras más recientes los alquimistas suelen ser presentados bajo una luz más romántica y mística y a menudo se hace poca distinción entre alquimia, magia y brujería:
William Shakespeare, La tempestad (1611). Es su obra más influenciada por la alquimia, plagada de imaginería alquímica y con Próspero como mago arquetípico.
Mary Shelley, Frankenstein (1818). Victor Frankenstein emplea tanto la alquimia como la ciencia moderna para crear el monstruo de Frankenstein.
Vladimir Odoevsky, Salamandra (1828).
Goethe, 2ª parte de Fausto (1832). Wagner, el sirviente de Fausto, usa la alquimia para crear un homúnculo.
Antal Szerb, La leyenda de los Pendragon (1934)
Gabriel García Márquez, Cien años de soledad (1967). Un alquimista llamado Melquíades se añade a la atmósfera surrealista de la novela (véase realismo mágico).
Ian Watson, Los Jardines de las Delicias (1980). Un alquimista del futuro, ayudado por un poderoso extraterrestre, crea un planeta basado en la pintura de El Bosco El Jardín de las Delicias.
En algunas de las novelas del Mundodisco de Terry Pratchett (1983-actualidad) aparece un gremio de alquimistas. Son conocidos por volar la sede de su gremio regularmente. Juegan un papel particularmente importante en Hombres de Armas (1993).
John Crowley, Ægypt (1987-2007). Tetralogía de novelas de realismo mágico que tratan extensivamente del Dr. Dee, la alquimia, la astrología y la magia.
Paulo Coelho, El alquimista (1988). El protagonista conoce un alquimista y aprende los principios de la alquimia.
Umberto Eco, El péndulo de Foucault (1988).
J. K. Rowling, Harry Potter y la piedra filosofal (1997). En ella aparece Nicolas Flamel como un personaje.
Neal Stephenson, Ciclo Barroco (2003–2004). Incluye alquimistas reales e imaginarios como Isaac Newton, de Duillier y Enoch Root.
Hiromu Arakawa, El Alquimista de Acero (Full Metal Alchemist) (manga/anime) (2002-2010). La autora recrea un mundo paralelo gobernado por los principios de la alquimia.
Obras clásicas de alquimia[editar código]
Albertus Magnus, Compositum de Compositis (El compuesto de los compuestos).
Altus, Mutus Liber (El Libro Mudo).
Arnau de Villanova, Semita Semitæ (El camino del camino).
Basilius Valentinus, Carrus Triumphalis Antimonii (El Carro Triunfal del Antimonio); Duodecim Claves.
Bernardo de Treviso, El Sueño Verde.
Bibliotheca Philosophica Hermetica.
Conversación del rey Calid y del filósofo Morien sobre el magisterio de Hermes.
Donum Dei.
Elias Ashmole, Theatrum chemicum britannicum.
Eugenio Filaleteo, El Arte Hermético al Descubierto.
Fulcanelli, El Misterio de las Catedrales; Las Moradas Filosofales; Finis Gloriæ Mundi.
Georges Aurach, El Jardín de las Riquezas.
Hermes Trismegisto, Tabla de esmeralda.
Instrucción de un Padre a su Hijo acerca del Árbol Solar.
Jacques Le Tesson, La Obra del León Verde.
La Clavícula o La Clave Universal (atribuido a Raimundus Lullus).
Le Crom, Tratado de la Sal de los Filósofos.
Libro de Picatrix.
Lucas Jennis, Musaeum hermeticum.
Michael Maier, Atalanta Fugiens; Scrutinium Chymicum; Septimana Philosophica; Arcana Arcanissima; Viatorum; Lusus Scrius; Symbola Aureæ; Themis Aurea o De Circulo Physico Cuadrato.
Michael Sendivogius, Carta Filosófica; Novum Lumen Chymicum; Dialogus Mercurii; Tractatus de Sulphure; Ænigma Philosphicum.
Nicholas Flamel, El Libro de las Figuras Jeroglíficas; El Deseo Deseado.
Roberto Valensis, La Gloria del Mundo o La Tabla del Paraíso.
Roger Bacon, Speculum Alchemiæ (El espejo de la alquimia); Alchemia Major; De Ione Viridi; Breviaram de dono Dei; Secretm secretorum; Epístolæ de secretis operibus artis et naturæ ac mullitate magiæ.
Rosarium philosophorum.
Speculum veritatis.
Splendor Solis.
Stolcius von Stolcenberg, Vyridarium Chymicum.
Teofrasto Paracelso, Opera Omnia; De Natura Rerum Libri Novem; Thesaurus Thesaurorum Alchimistorum (El tesoro de los tesoros de los alquimistas).
Theatrum chemicum (Teatro químico), recopilación de tratados alquímicos del Renacimiento.
Tomás de Aquino, Aurora Consurgens; Tratado de la Piedra Filosofal; Tratado sobre el Arte de la Alquimia.
Tratado del Secreto del Arte Filosófico: La Arqueta del Pequeño Campesino.
Turba philosophorum.
Valentín Andreae, Las Bodas Químicas de Christian Rosenkreutz.
Véase también[editar código]
El alquimista, una obra de teatro del renacimiento inglés escrita por Ben Jonson.
El alquimista, un libro alegórico escrito por Paulo Coelho.
Otros artículos relacionados con la alquimia[editar código]
Alambique
Alkahest, arcanum, berith, elixir de la vida, quintaesencia
Alquimia operativa
Círculo con un punto en el centro
Cuatro humores
Dualismo
Espagiria
Goldwasser
Hermetismo
Opus magnum
Piedra filosofal
Símbolo alquímico
Transmutación
Vulcano de los alquimistas
Filosofías relacionadas[editar código]
Acupuntura, moxibustión, Āyurveda, homeopatía
Antroposofía
Astrología
Escritura asémica
Esoterismo, rosacrucismo, Iluminados de Baviera
Kayakujutsu
Nigromancia, magia, magick
Nueva era
Psicología analítica
Taoísmo y los cinco elementos
Tay al-Ard
Tradición esotérica occidental
Conexiones científicas[editar código]
Química • Física
Método científico • Protociencia
Historicismo
Pseudociencia • Anticiencia
Teorías científicas obsoletas
Sustancias de los alquimistas[editar código]
Metales: oro • plata • plomo • cobre • estaño • hierro • mercurio • zinc • magnesio
No metales: fósforo • azufre • arsénico • antimonio
Ácidos: sulfúrico • muriático • nítrico • acético • fórmico • cítrico
Compuestos: agua regia • amoníaco • alcohol • pólvora • vitriolo
Referencias[editar código]
1.Ir a ↑ Berthelot, 2001, p. 38.
2.Ir a ↑ Velasco Montes, José Ignacio (2001). «Magia, alquimia y medicina en el Antiguo Egipto». Madrid: Instituto de estudios del antiguo Egipto. Consultado el 6/6/2013.
3.Ir a ↑ «Museo Petrie: objeto 5437» (en inglés). Londres: University College London (2001). Consultado el 15/5/2013.
4.Ir a ↑ «Ars Transmutatoria» (en francés) (documento de word).
5.Ir a ↑ Definitio contra alchimiam et necromantiam (1295-1310), édi. Bihl, 1941, (p.35). L. Bianchi, Censure et liberté intellectuelle à l'Université de Paris (XIII ‑ XIV siècles), Les Belles Lettres, 1999, p.25-27, 33, 242.
6.Ir a ↑ Rincón Arce, 1982.
7.Ir a ↑ Jung, 2002, p. X-XXIII Introducción a la edición española, Enrique Galán Santamaría.
Bibliografía citada[editar código]
Augustino (1963). Confesiones. Traducción al inglés de Rex Warner. Nueva York: Mentor Books.
Berthelot, Marcelin P. E. (2001). Los orígenes de la alquimia. Traducción de José Valero Bernabéu. mra. ISBN 84-88865-68-6.
Burckhardt, Titus (1967) (en Inglés). Alchemy: Science of the Cosmos, Science of the Soul. Traducción al inglés de William Stoddart. Baltimore: Penguin.
Debus, Allen G.; Multhauf, Robert P. (1966). Universidad de California. ed (en Inglés). Alchemy and Chemistry in the Seventeenth Century. Los Ángeles: William Andrews Clark Memorial Library.
Edwardes, Michael (1977) (en Inglés). The Dark Side of History. Nueva York: Stein and Day.
Hitchcock, Ethan Allen (1857) (en Inglés). Remarks Upon Alchemy and the Alchemists. Boston: Crosby, Nichols.
Hollister, C. Warren (1990) (en Inglés). Medieval Europe: A Short History (6ª edición). Blacklick, Ohio: McGraw-Hill College.
Jung, C.G. (2002). Mysterium coniunctionis. Introducción a la edición española, Enrique Galán Santamaría (O.C. I4 edición). Madrid: Trotta. ISBN 978-84-8164-513-2.
Lindsay, Jack (1970). The Origins of Alchemy in Graeco-Roman Egypt. Londres: Muller.
Norton, Thomas (1975). John Reidy. ed (en Inglés). Ordinal of Alchemy. Londres: Early English Text Society.
Pilkington, Roger (1959). Robert Boyle: Father of Chemistry. Londres: John Murray.
Rincón Arce, Álvaro (1982). ABC de Química, Primer Curso. México: Herrero. ISBN 968-420-294-6.
Wilson, Colin (1971) (en Inglés). The Occult: A History. Nueva York: Random House.
Bibliografía recomendada[editar código]
Cavendish, Richard. The Black Arts. Perigee Books.
Gettings, Fred (1986) (en inglés). Encyclopedia of the Occult. Londres: Rider.
Greenberg, Adele Droblas (2000) (en inglés). Chemical History Tour, Picturing Chemistry from Alchemy to Modern Molecular Science. Wiley-Interscience. ISBN 0-471-35408-2.
Marius (1976) (en inglés). On the Elements. Traducción al inglés de Richard Dales. Berkeley: University of California Press.
Martín Reyes, Guillermina (2004). Breve historia de la alquimia. Fundación Canaria Orotava de Historia de la Ciencia. ISBN 978-84-609-0748-0.
Weaver, Jefferson Hane (1987) (en inglés). The World of Physics. Nueva York: Simon & Schuster.
Zumdahl, Steven S. (1989) (en inglés). Chemistry (2ª edición). Lexington, Maryland: D. C. Heath and Co.
Lawrence Principe (2012) (en inglés). The Secrets of Alchemy. University of Chicago Press. ISBN 9780226682952.
Enlaces externos[editar código]
Wikimedia Commons alberga contenido multimedia sobre Alquimia.
Wikcionario tiene definiciones para alquimia.
The Alchemy Web Site (inglés, material en castellano)
The Story of Alchemy and the Beginnings of Chemistry (inglés) en el Proyecto Gutenberg
Mercurio Radiante. Página sobre alquimia y hermetismo, desde una óptica tradicional y con más de 80 escritos originales
Azogue, revista electrónica dedicada al estudio histórico de la alquimia.
El glosario alquímico: José Antonio Puche Riart
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