CARTAS DE "EL NACIONAL", 14-02-02-
¡Y las de los retirados también!
En unión de nuestros hijos y nietos sonamos las cacerolas porque: Nos duele
que se ofenda la memoria del Libertador al usarlo como un comodín para tratar
de justificar cualquier dislate.
Nos avergüenza que se humille a las Fuerzas Armadas utilizándolas como peones
de un movimiento político.
Nos da pena que se usen uniformes indebidamente y los conviertan en disfraces.
Nos acordamos de tantos soldados y oficiales, y de civiles, que murieron asesinados
por algunos títeres manejados desde Cuba, que ahora detentan poder dándoselas
de demócratas.
No tenemos porqué aguantar insultos, ofensas y amenazas por el simple hecho
de disentir.
No aceptamos que se insulte a nuestros sacerdotes, porque somos miembros de
la Iglesia.
Estamos cansadas del mal ejemplo por la falta de educación elemental que emana
de la “máxima autoridad”.
Lucy Araujo de Márquez Gruber
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