El Veraz. San Juan, Puerto Rico
Lunes, 20 de Julio
Del otro lado de mi mesa
Por Jorge FelixEditor del Semanario "El Veraz"
Fragmentos de la Novela "Desde la Penumbra"
- La culpa de todo esto la tiene el hijo de puta de Fidel Castro- dijo en voz alta.
El sicólogo se puso un poco nervioso, mas no dijo nada.
- Donde pone la mano, no crece más la hierba.
Tenía que dejar que hablara lo que quisiera, era parte de la terapia. Nunca había tenido tantos pacientes. Todos los miércoles, la fila de personas en la consulta podía sobrepasar la cifra de los cuarenta. En su gran mayoría eran profesionales, médicos, ingenieros, maestro, arquitectos.
Llevábamos varios años de período especial y estabamos en la mierda. Todos ellos, decepcionados, con un denominador común, se sentían engañados, burlados, frustrados.
- Y después habla de dignidad, el hijo de puta, la dignidad es un bistec de este tamaño que se come él, todo los días escondido– el paciente abrió los brazos todo lo que pudo.
En eso tenía razón. Le gustaba oír a este paciente en particular, un hombre de unos 33 años... decía verdades, tristes verdades. Cuando llegaba a la casa, sus palabras aún le resonaban en sus oídos.
No estaba loco, pero cuando lo trajeron, había intentado acabar con su vida. Si no lo hizo fue porque su parte sana había podido más, que su parte enferma, según el, solo lo detuvo su hijo.
- Lo que hay es que meterle un tiro en el medio de la frente- siguió él- es mas, con un tiro en la cabeza no paga, hay que picarlo en pedazos y alimentarlo con su propio cuerpo hasta que se muera.
Había pensado las diferentes formas en que podía matarlo. Pero era por gusto. Lo matarían en el intento.
- Doctor, imagínese usted, que una vez me pasó por delante con todos sus guardaespaldas. El iba en el medio de seis carros. Los que estaban en los seis carros iban con las ametralladoras afuera de la ventanilla. Pero si yo hubiera tenido aunque fuera una pistola, lo mato aunque me maten lo juro por Dios.
El mismo se había sentido así, por eso lo entendía. Diariamente, se iba la luz, no había que comer, que vestir, las personas se caían en medio de la calle por el hambre. La hambruna era el pan de cada día. La inmensa mayoría de la población deseaba que el gobierno desapareciera.
Era Decano de la facultad de Sicología de la Universidad de la Habana y no tenía que darle de comer a sus hijos, mientras que los hijos de todos los dirigentes vivían la vida del primer mundo. En eso tenía razón, todo había sido una burla.
- Quiere que le diga una cosa, la revolución fue una mierda desde que nació. Este país fue llevado a la quiebra total desde que nació la revolución. Fue una mentira para los tontos del mundo. Qué cojones saben, los que le dan bombo y platillo en el extranjero. Pero sabe una cosa, me alegro que en su propio país, la inmensa mayoría, lo odie hasta la muerte, por todo lo que ha hecho.
Si el había podido atenuar lo mismo que sentía su paciente, había sido, porque había llegado a la conclusión, que no podía resolver nada. Si intentaba salir con un cartel a la calle, automáticamente lo encerraban por veinte años. Si en la madrugada se levantaba y trataba de escribir en una pared la frase: Abajo Fidel, eran 15 años de cárcel. Si se metía en un grupo de Derechos Humanos, que estaban llenos de chivatos, entonces era mil veces peor y su familia quedaría marcada de por vida. Definitivamente tenía miedo.
- Mi padre me lo decía, pero siempre pensé que eran cosas de viejos. Los hijos no escuchamos a los padres. Mi padre era un sabio y no lo valoré.
Prendió un cigarro y continuó
- Odié este gobierno desde niño. Todo ha sido mierda desde el principio. Es que acaso alguien puede pensar que todo comenzó cuando se cayó la Unión Soviética. Este país ha sido así siempre, desde que comenzó esa vieja puta llamada revolución y lo que se exporte al mundo, es pura mentira.
Llenó sus pulmones de nicotina y continuó
- Nuestras vidas han sido una burla de la historia, de la izquierda, de la derecha, del gobierno cubano, del gobierno de los Estados Unidos, de los rusos. Los cubanos somos la burla de la historia... Los principales culpables los cubanos de esa generación del 50 y el 60, la de nuestros padres.... la culpa de los padres la pagan lo hijos... por culpa de ellos, los que se quedaron y los que se fueron.... generaciones de cubanos fueron criados y educados como carneros, como esclavos, como cobardes... por culpa de todos esos que los pusieron en el poder, esa generación de cubanos que lo aplaudieron, esa generación de cubanos que huyó de Cuba y no luchó y que nos enseñó que el camino era temer y escapar...ahora andamos regados por el mundo... los cubanos somos una raza maldita... estoy asqueado de mi, de ser cubano... de todo. Hubiera querido nacer en la Conchinchina cojones
Parecía que reventaría al decir esto... no le importaba ya nada.
- Porque hay que ser muy ingenuo, para pensar que este gobierno fascista, dejará escapar el poder así de fácil. Y todo el mundo sabe que ha sido peor, este país se ha llenado de putas que se venden por 10 dólares, vienen aviones de México, España, Argentina llenos de hombre. Por qué no habla de eso, por qué. Y después el muy inmoral dice: Tenemos las prostitutas más saludable del mundo... maricon inmoral. Dios mío las he visto, son niñas Dios mío, son niñas.
Si algún otro sicólogo lo hubiera atendido, hubiera salido preso de la consulta –pensó el Doctor. Pero el ya también había perdido poco a poco sus miedos
- Yo conocí a una argentina que nunca había venido a Cuba y llorando me decía: Antonio tu sabes lo que es que a mi hermana la mataron por querer hacer una revolución como la cubana y me pregunto, luchó por hacer una mierda así.
Prendió otro cigarro, echó el humo al techo y continuó:
- Después veo a Gabriel García Marquez por el televisor, diciendo que ojalá y el pueblo cubano cumpla 40 años más de revolución, evidentemente es un hijo de puta miope, un ciego de pies a cabeza, políticamente mediocre o sencillamente se está cagando en la madre del pueblo cubano. Cuando llegué al trabajo al otro día, todo el mundo se cagaba en la madre de Gabriel García Marquez, yo particularmente estuve a punto de escupir el televisor. Gabriel García Marquez lo que es un viejo maricon... me cago en la madre que lo pario y que se meta el premio Nobel por el culo... Y le digo que este gobierno cambiado por una rana, se pierde el brinco.
No pude aguantar la risa. Era una ametralladora.
- Le hablé a un amigo mío, para que hiciéramos algo en contra de este gobierno y me dijo: ¡Antonio, entiende, la revolución se hizo y no sirvió!
Llenó sus pulmones de humo y continuó.
- Yo me niego a pensar que nuestras vidas no sean mas, que esta basura - se le entristecieron los ojos
El sicólogo lo observó al ver que había guardado silencio. Y es que lo único que podía hacer, era oírlo, permitir que hiciera catarsis, que soltara todos los demonios que lo atormentaban.
Durante un mes lo había escuchado sin decirle nada. No quería llenarlo de pastillas, que lo hubieran hecho un dependiente. Había llegado a la conclusión, que lo que necesitaba era, que un extraño lo escuchara, no importara los peligros que tuviera delante.
- Y cualquiera me diría: Pero eras un privilegiado en este país, estudiaste una carrera. Y yo le diría: Cojones al menos pude burlarme del gobierno, al menos pudo, una persona que no pensaba igual que él, burlarse y lograr lo que quería. Además, cuánto no me ha quitado, cuánto. Eso sí, nunca le hice daño a nadie, nunca por lograr lo que quería. Un Cura me dijo una vez, que él, renunció a todo por hacerse Cura y yo le dije: pero Padre, usted quiso ser Cura, yo quería ser ingeniero y en este país si renuncias a todo, no puedes estudiar lo que quieres.
Aplastó el cigarro en el cenicero y prendió otro.
- Toda mi vida, me han engañado, toda mi vida. Toda mi vida he establecido equilibrios, entre la verdad y la mentira. Dígame Doctor, por favor, dígame, me estoy haciendo viejo ¿Cuándo cojones voy a ser yo?
En ese momento, sus lágrimas no lo dejaron continuar, bajó la cabeza y los sollozos hicieron que por primera vez en un mes, el Doctor le hablara:
- Antonio, no te pongas así- se compadeció el médico – Tu, estás siendo tu.
El paciente lo abrazó y el médico también por primera vez vio paz en sus ojos.
- Antonio escucha, durante todo este mes te he escuchado, semanas tras semanas. Te preguntarás por qué no te digo nada. La terapia que he seguido contigo, ha sido precisamente esa, que te encuentres a ti mismo que saques todo lo que tienes dentro. Y te digo, nunca es tarde si la dicha es buena, hay personas que nunca se encuentran a si misma.
Has tenido un problema existencial, te has deprimido mucho, pero te diré más, yo me he sentido igual que tu y como tu, allá afuera, la cifra no cabe en la pantalla de una calculadora. Si tu estuvieras loco tendría yo que subirme en la azotea del edificio de mi casa y vaciar un saco de pastilla en el tanque del agua para que todo el mundo en el edificio estuviera drogado cada vez que tomara agua.
Te voy a decir más, todo lo que has dicho es, sencillamente la verdad. Pero Antonio, tienes una vida, no tienes dos. Trata de no ser un martir... no vale la pena. Estás en este mundo por una agradable casualidad. Hiciste bien en pensar en tu hijo, actuaste con lo mejor de ti. Si lo hubieras hecho, hubieras sembrado el suicidio en tu familia, tu hijo hubiera sido el próximo. Progenitor suicida, hijo suicida. Esa proporción no falla ¿Por qué? Porque el hijo hallará en la solución de los problemas, el mecanismo suicidio, en pocas palabras, lo que aprendió.
Como te dije hace un rato, yo me sentí igual que tu, igual que tu cuando despertaba, me despertaba llorando, igual que tu en otras secciones me explicaste, sentía al caminar que no podía levantar la vista, que más allá solo existía un precipicio. Estuve al igual que tu al borde del precipicio. Pero volví atrás, por encima de cualquier creencia, yo tengo derecho a ser feliz aunque parezca imposible.
Antonio, lo que nos cayó encima, desde el comienzo, no dependió de nosotros. Si eso que se formó nos vino encima, tenemos que encontrar la manera, que eso nos afecte lo menos posible. No te propongo que no seas tu, lo que te propongo es precisamente, que seas tu a pesar de todo y que solo te cuides, que te sientas orgulloso, aunque sé que es difícil, de tus convicciones, no importa que los demás puedan o no coincidir contigo. Por mi parte, yo coincido contigo completamente. Solo cuidate.
La última vez que vino a mi consulta, estaba contento. Nunca lo olvidaré
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