Victor M. Gruber F.: FELIX E SOSA M--SATANAS ENTRE BOCHAS Y POLITICA--UNO--

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Felix Enrique Sosa Moreno

INTELECTUAL--INVESTIGADOR--

HISTORIADOR VENEZOLANO-Y

APASIONADO JUGADOR DE BOCHAS CRIOLLAS--

Simón Bolívar en carta a Santander, 1823, dice: "Parece que el Demonio dirige las cosas de mi vida"; en carta a O´Leary, 1829, le dice: "Es insoportable el espíritu militar en el mundo civil" y en carta a J. J. Flores, 1830, menciona esta lapidaria frase: "El que sirve a una revolución ara en el mar".

Hoy vemos a Venezuela en manos de los demonios, a militares humillando a los poderes civiles y matando a civiles desarmados y a una mal llamada revolución "bolivariana" que arrasa a lo queda de país. Hasta las bolas son golpeadas.

Anexo un escrito, que aparece en mi libro Dichos de Bolas, Tomo III, donde alguien dijo que el juego de bolas es diabólico.

El Diablo, personaje siniestro, ha dado vuelta por los patios bolas y se ha instalado en el mundo político venezolano que tiene el poder. Espero que el escrito no sea muy largo. Saludos---(FESM, Caracas, 30-06-17)---

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Tiene pacto con el Diablo 426

El viejo socio del Club Campestre Los Cortijos, Oscar Vera, cortijero por más de 50 años, fallecido en marzo de 2012, dijo, cuando presenciaba una partida de bolas, hace varios años, que “Este juego es diabólico”.

Mi recordado amigo expresó esa diablesca frase, cuando Carlos Briceño, hijo, dio un boche para ganar el tanto y la partida, y la bola bochada golpeó al mingo con fuerza y éste fue a detenerse, varios metros más adelante, entre una raíz y cerca de dos bolas contrarias, con las cuales mi equipo ganó dos tantos y la partida; jugaba yo con los galenos Miguel Ángel Ortega, Miguel Ángel Cárdenas, Samuel Meléndez y Pablo López Herrera.

Uno de los cinco debería tener un pequeño pacto con el Diablo, según lo expresó don Oscar. Como yo de Satanás estoy muy lejos y por supuesto mis compañeros médicos también están muy distantes, ya que ellos sólo salvan vidas, le dije a don Oscar que ese golpe fue de suerte y no satánico. Los acompañantes de Carlos Briceño, derrotados por ese golpe “diabólico” eran: Jesús Rivero, Marcos Meléndez y los hermanos Yepes, Carlos y Mario.

El Diablo, ese personaje maléfico, dicen que algunas veces interviene en los lances en patios de bolas, pero donde más se manifiesta es en el mundo político. Tener pacto con el Diablo es frecuente en el mundo político y muy raro en el mundo de las bolas criollas.

Se dice que Hitler y Stalin tuvieron pactos con el Diablo, y en Venezuela lo tuvieron Guzmán Blanco y Juan Vicente Gómez. E1 Diablo fue reconocido por la Iglesia como un símbolo del mal en el Concilio de Letrán, año 1215. En el I Concilio de Braga (Portugal) la Iglesia ya había reconocido su existencia “y si alguno dice lo contrario, sea anatema”, amenazaron los jerarcas de la Iglesia.

El papa Paulo VI, en noviembre de 1972, dijo que el Diablo es una realidad física, un ser oscuro y perturbador que con astucia y alevosía sigue obrando; es el enemigo oculto que siembra errores y desventuras. El papa Benedicto XVI, en enero 2008, dijo que “el Diablo, del que se habla poco en este tiempo, existe y es eterno”.

Juan Pablo II decía que “El infierno es la situación del que se aparta de Dios”. En el Padre Nuestro se dice: “Líbranos del Mal”, así con mayúscula, que significa Satanás. Hamlet de Shakespeare dice: “El Diablo tiene el poder de adoptar formas agradables”. Humberto Eco (1932) el gran escritor italiano, en su famoso libro El nombre de la rosa pone en labios de fray Jorge de Burgos, el viejo ciego que conocía la existencia en la gran biblioteca de libros raros, no permitidos de leer a los miembros de la abadía, la expresión:

“La risa libera al aldeano del miedo al diablo, porque en la fiesta de los tontos también el diablo parece pobre y tonto y, por lo tanto, controlable. Pero este libro podría enseñar que liberarse del miedo al diablo es un acto de sabiduría...”. Se refería a un libro escrito por Aristóteles, por el cual se mataban los frailes en esa abadía, que hablaba sobre la risa. Fray Jorge esperaba pronto la venida del Anticristo.

El personaje más famoso que hizo un pacto con el Diablo fue Fausto, que era el nombre de un hechicero, cuyo nombre completo era Georgius Faustus, nacido en Alemania en 1480. El Diablo le partió el cuello y mandó su alma al infierno en 1540. El gran poeta alemán Johann Goethe (1749-1832) escribió su más famosa obra titulada Fausto, la cual presentó, la primera parte en 1808 y la segunda en 1832.

Cuando el Fausto de Goethe se arrepiente del pacto, dice: / ¡Oh, si mi alma debe sufrir un pecado! / ¡Pon final a mi dolor incesante! / Haz que Fausto viva mil años en el infierno, / ciento de miles, y que luego sea salvado /. Dios puede salvar a los que hacen pacto con el Diablo, pues “un hombre bueno, por oscura que sea su aspiración, siempre conoce el camino verdadero”. El Fausto de Goethe hace pacto con el Diablo para recibir experiencia que le diera satisfacción total. Mi padre, Francisco R. Sosa, usaba en sus escritos y poesías el seudónimo de Fausto Soria.

En algunos patios de bolas se menciona el pacto con el Diablo, cuando un jugador realiza una jugada muy positiva, como sacar tres bolas con un boche, para ganar la partida o acercarse mucho al triunfo con un golpe de suerte. Al zurdo Jesús Tilo Duarte, maravilloso jugador y poeta, le oí decir, que Isaac Raúl Sánchez, el famoso tiro de bolas conocido como Ton Maravilla, hizo un pacto con el Diablo para poder jugar y ganar siempre en el juego de las bolas.

Es conocida la leyenda del enfrentamiento “mano a mano” de Ton con el Diablo, a principios de los años 50, del siglo pasado, encuentro que se efectuó un Domingo de Ramos en el patio de Luis Ricardo Lima, en Tinaco, llamado Alaska. Al ganar esa partida, 8 a 7, Ton se liberó del pacto.

La narración de ese enfrentamiento la presento en mi libro Boches, Marranas y Perfiles, 2004, como me la contaron los hermanos Vilorio Méndez, José Ignacio y Rafael. El Diablo se presentó ese día bajo la figura de un negrazo, con voz de trueno y colmillos de oro, con un olor desagradable que inundó el patio y acompañado por siete pajarracos gigantescos de color negro, que graznaban al unísono, instalados sobre un viejo apamate a un costado del patio.

Cuando el Diablo perdió, el pajarraco de mayor tamaño se llevó el mingo en su pico y se dice que los demás pajarracos decían en coro: “Mandinga se jodió... Mandinga perdió”. Según la creencia española los cuatro mayores diablos del Infierno son Lucifer, Belcebú, Satanás y Barrabás. Estos diablos reciben multitudes de nombres entre ellos: Mandinga y Mefistófeles, como lo llamaba Goethe en Fausto. Mucha gente quiere vender su alma al Diablo, sólo que no consigue que se la compre.

En la novela del escritor irlandés Oscar Wilde (1854-1900) titulada “El retrato de Dorian Grey”, una mujer a referirse a Dorian señala: “Dicen que se ha vendido al Diablo para conservar su hermosa cara.” Dorian decía que “cuando pierde uno la belleza pierde todo... la juventud es lo único que vale”.

Simón Bolívar en carta a Santander el 4 de agosto de 1823 le dice: “Parece que el demonio dirige las cosas de mi vida”. El escritor venezolano Pino Iturrieta en un artículo publicado en El Universal, el 8 de diciembre de 2007, titulado “El lobo herido”, dice que el teniente coronel Chávez fue mezquino con sus adversarios después de la derrota electoral del pasado 2 de diciembre:

“Si en la víspera del fracaso hubiese topado con el diablo, no habría dudado en proponerle un pacto con el mendrugo de un solo voto salvador. Pero ni siquiera Satanás podía entonces pelear contra la realidad, pese a que el suplicante se afanó en buscarlo durante diez horas agónicas. Después no tuvo más remedio que reconocer la derrota en medio de vergonzosos regateos que comenzaron por insistir en el aprieto de los resultados, como si se tratara de una partida de bolas criollas... El 27 de septiembre de 2010, el Héroe del Museo Militar buscaba afanoso que Satanás le consiguiera millones de votos para no ponerse las alpargatas”.

Ty Cobb, uno de los más grandes jugadores de béisbol, quien fue campeón bate doce veces en trece años, de 1905 a 1917, jugando con el equipo Detroit de las Grandes Ligas, era un hombre violento que jugaba muy duro. Algunos periodistas deportivos de la época decían que estaba poseído por el Diablo.

Durante siglos los herejes y poseídos por el Diablo fueron quemados vivos. La Inquisición actuó con torturas y con la aplicación de la hoguera. En España muchos judíos fueron exterminados por el Santo Oficio. Todavía en estos años se tortura y mata a los poseídos por el Diablo. En Rumania, país ubicado en la Europa Oriental, la Iglesia Ortodoxa permite actos de exorcismo.

En el mes de junio de 2005 a una joven monja la encadenaron en una cruz por varios días, porque se pensaba que estaba poseída por el demonio. Después de varios días de tortura la monja murió. Ese criminal hecho ocurrió en un monasterio llamado Santísima Trinidad en Tanacu.

Un religioso y cuatro monjas fueron detenidos y acusados de asesinato. En febrero de 2007 fueron condenados a 37 años de prisión. La monja de 23 años se llamaba Maricica Cornici había sido criada en un orfelinato. Ella decía que el Diablo le hablaba y le decía que era una pecadora. Algunos humanos religiosos son altamente supersticiosos y capaces de cometer viles crímenes en nombre de Dios.

En Rumania nació, 1949, el amigo ingeniero textil Adrián Kupferschmied, quien juega bolas en La Tahona y en el patio de John Machado, y como muchos judíos cree en exorcismos. Sólo los judíos saduceos no creen en demonios, ni en espíritus, ni en ángeles, ni exorcismos. Dicen que Juan, el autor del “Cuarto Evangelio”, era judío saduceo, por eso no menciona los exorcismos de Jesús.

Jesús, María y los apóstoles eran judíos, pero el pueblo judío no entró en la nueva Iglesia. El Concilio Vaticano II declaró que no se puede deducir por las escrituras que como pueblo, estén los judíos maldecidos o reprobados. El Concilio Vaticano II fue convocado por el papa Juan XXIII, en 1959, se efectuó entre 1962 y 1965, clausurado por el papa Pablo VI, con la asistencia de 2.450 obispos de todo el mundo, menos los del bloque comunista chino. El papa Juan XXIII dijo muchas veces una gran frase: “Preocupémonos por lo que nos une, y dejemos aparte lo que nos divide”.

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