Publicado: Mie Mar 30, 2005 3:58 am Asunto: FASCISMO VS. CHAVISMO--V--
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FASCISMO VS. CHAVISMO – (Familia, Sexo, y Poder) – V --
Nota previa: Seguimos haciendo, para este ensayo --(Parte V) -- una lectura comentada, del texto de Wilhem Reich, “La Psicología de Masas del Fascismo”, La Jornada.. Traducido por Alfonso Herrera Salcedo T. En : www.lainsignia.org./2002/Julio/Dial__004.HTM.Mis acotaciones, notas, o comentarios, irán debidamente diferenciadas del texto original de WR, las señalaremos así: (VG). Los ordinales (números y/o letras), fueron agregados por mí, para facilitar la lectura y discusión del material; cualquier “corte” u otra manipulación del texto, será inmediatamente señalada también, mediante la forma (...). Seguimos leyendo, y comentando, a WR:
La suma total de estas actitudes moralistas, que se aglomeran en torno a nuestra manera de abordar el sexo, y que se designan habitualmente como "incultas", culminan en nociones -decimos nociones y no actos- del honor y del deber. El efecto de estas dos palabras sobre la clase media y baja debe evaluarse de manera correcta, de lo contrario no son de mucha utilidad como para interesarnos en ellas. Estas palabras aparecen una y otra vez en la ideología del dictador fascista y en la teoría de la raza. En realidad, son precisamente el modus vivendi de las clases medias y bajas, así como sus prácticas mercantiles, los que imponen un comportamiento diametralmente opuesto. Un cierto grado de deshonestidad forma parte de la esencia misma del comercio privado. Cuando un campesino compra un caballo, hace uso de él de todas las maneras posibles hasta su completo agotamiento. Cuando vende el mismo animal, un año más tarde, de pronto ha rejuvenecido, se ha mejorado y tiene mayor fortaleza. El sentido del "deber" del individuo se construye sobre la base de sus intereses mercantiles y no sobre los rasgos nacionales característicos. El bienestar de uno siempre será el mejor -y el del prójimo siempre el peor. La descalificación de nuestros competidores -una descalificación que usualmente carece de cualquier honestidad- es una herramienta fundamental de nuestros "negocios". El respeto y servilismo que se observan en el trato del pequeño empresario para con sus clientes, es testimonio de la feroz presión del entorno económico que, en el largo plazo, acabará por distorsionar los buenos principios. No obstante, los principios del "honor" y del "deber" juegan un papel decisivo en la vida de las clases media y baja. Esto no puede explicarse tan sólo por sus esfuerzos de ocultar sus antecedentes basados en un crudo materialismo ya que, a pesar de toda la hipocresía, el éxtasis que se obtiene de las nociones de "honor" y "deber" es genuino. Simplemente es cuestión de saber de dónde proviene (…)
Comentario (VG):
En la Venezuela criolla observamos cómo estos conceptos valorativos, del “honor” y el “deber”, se distorsionan bajo la presión de las circunstancias vivenciales, y de la lucha agónica por sobrevivir, en una sociedad donde impera el autoritarismo, el personalismo, el caudillismo, y la recluta clientelar, de apoyos al mandón de turno, en todos los niveles y jerarquías sociales.
De allí que sean tradicionales, e históricas, las nociones morales, y reglas de conducta, que se extraen de las aventuras de “Tío Tigre y Tío Conejo”. El primero representa el poder, la fuerza bruta, la fiereza, y la agilidad felina; pero con un grado de inteligencia, y creatividad, un tanto menor que su oponente; el cual a pesar de su menor tamaño, y fuerza, siempre sale ganado en astucia, agilidad mental, y física. Tío Conejo inventó la “viveza criolla”, como arma de lucha del más débil contra el más fuerte; pero como toda arma, puede ser utilizada para fines menos nobles.
La Historia de Venezuela está saturada de ejemplos, de cómo el “vivo”, sea llanero, andino, central, costeño, maracucho, guayanés, o isleño, le saca provecho a cualquier situación, y como mago que domina la magia blanca, la negra, o ambas, revierte la circunstancia, y la convierte en fuente de ventajas, materiales , o inmateriales.
Así fue en la época colonial, a pesar de las limitaciones impuestas por una sociedad racista, dividida en estamentos con prohibiciones legales precisas, para “evitar” los intercambios raciales de sexo y estatus; así fue con muchos de los fundadores de la república, que salieron como nuevos potentados de la Guerra de Independencia; cosa al parecer, racionalmente absurda, cuando se piensa que la guerra solamente puede aparejar sangre, ruina, sudor, y lágrimas.
Así ocurrió, durante el terrible siglo XIX republicano; y durante el reciente siglo XX, donde se ha visto prosperar a los “vivos” del gomecismo; del perezjimenismo; a los de la llanada democracia; y ahora ¿por qué no?, los de la “revolución”, supuestamente “bolivariana”, devenida en un nuevo “nacional--socialismo”, tipo siglo XXI (¡Más de lo mismo, y peor que antes!).
Los patrones morales, y conductuales, desviados y pervertidos, de Tío Tigre, y de Tío Conejo, están hoy día, más vigentes que nunca. Seguiremos.
Víctor M. Gruber F.
C.I.V.- 1.730.472
gruberv@cantv.net
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