FASCISMO VS. CHAVISMO--IV--vmgf--29--03--05--

Publicado: Mar Mar 29, 2005 7:17 am Asunto: FASCISMO VS. CHAVISMO--IV--

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FASCISMO VS. CHAVISMO – (Familia, Sexo, y Poder) – IV --

Nota previa: Seguimos haciendo, para este ensayo --(Parte IV) -- una lectura comentada, del texto de Wilhem Reich, “La Psicología de Masas del Fascismo”, La Jornada.. Traducido por Alfonso Herrera Salcedo T. En : www.lainsignia.org./2002/Julio/Dial__004.HTM.Mis acotaciones, notas, o comentarios, irán debidamente diferenciadas del texto original de WR, las señalaremos así: (VG). Los ordinales (números y/o letras), fueron agregados por mí, para facilitar la lectura y discusión del material; cualquier “corte” u otra manipulación del texto, será inmediatamente señalada también, mediante la forma (...). Seguimos leyendo, y comentando, a WR:

De acuerdo con la organización natural del hombre, esta situación económica y familiar se derrumbaría si no estuviese sostenida por una relación específica entre el hombre y la mujer -relación que consideramos como patriarcal-, y por el tipo de sexualidad que deriva de esta relación específica.
Desde el punto de vista económico, el individuo de la clase media urbana no ocupa una posición diferente a la del trabajador manual. En consecuencia, sus esfuerzos por diferenciarse de él se apoyan esencialmente en su manera de vivir en el ámbito sexual y familiar. Sus privaciones económicas deben compensarse a través de una conducta sexual moralista. En el caso de los funcionarios, esta motivación constituye el elemento más efectivo de identificación con los que detentan el poder. Dado que no están en el mismo nivel que la clase media alta, aunque se identifiquen con sus ideas, deben compensar sus limitaciones económicas mediante una ideología moralista en cuanto al sexo. En lo esencial, los patrones de vida sexuales y culturales de los cuales dependen, les sirven para diferenciarse de las clases más bajas (…)

Comentario (VG):

En Venezuela, la migración de millares de campesinos, y sus familias, hacia las zonas suburbanas, y urbanas, debido a la expansión de la explotación petrolera, en las primeras décadas del siglo XX, trasladó también hacia dichas zonas las costumbres, creencias, valores, y actitudes, del país rural; patrones que sufrieron lentamente la transformación propia, e inevitable, del cambio de vida campesino, al modo de vida urbano.

Los montañeses andinos que se apoderaron del País, con Castro y Gómez (1900—1935), evidentemente tenían una visión campesina, y autoritaria, de la forma de gobernar, el territorio, la familia, y las relaciones internacionales. Desplazado el “compadre” Castro del Poder, por su propio “sacramento” : JV Gómez, Venezuela se fue convirtiendo, en la gran hacienda del dictador, de su familia, amigos, y demás comanditas.
Las primeras grandes fortunas “petroleras”, surgieron del manejo peculiar, que el dictador, y sus consejeros le dieron a las concesiones petroleras, y al manejo del negocio, en alianza con las compañías extranjeras interesadas en el mismo.

He dicho anteriormente, oralmente, y por escrito, que JV Gómez, era una especie de destilado, de efluvio, del “espíritu” de la sociedad venezolana de la época: cada casa familiar, cada hacienda, factoría, comercio, escuela, o institución, estaba presidida por una especie de “clon” del General en Jefe. Ello puede explicar su larga permanencia en el poder; explicación necesaria, para la cual no es suficiente acudir al argumento de la represión, y del cierre del País, a las corrientes progresistas mundiales.

La sociedad de entonces, como la de ahora, es productora, y víctima, de las personalidades autoritarias que genera, tanto en el campo, como en la ciudad. Basta observar, el apoyo, que el autoritarismo, el personalismo, y el caudillismo desbocado, del actual régimen, tiene en las diversas capas de la población, y en las instituciones que nos gobiernan.

En cuanto al comportamiento familiar (y sexual) del venezolano, del pasado, y del presente; puedo recomendar al lector, el interesantísimo “Informe” del Obispo Martí, de la época colonial; el libro de Carlos Capriles Ayala “Sexo y Poder” (Concubinas reales y presidenciales. En Venezuela desde Manuelita Sáenz hasta Cecilia Matos); también las investigaciones científico—sexológicas del finado Dr. Felipe Carrera Damas; por supuesto, recominendo, los trabajos de investigación socio--política, del Dr. Luis Britto García, por ejemplo: “La Máscara del Poder” y “El Poder sin la Máscara”; donde describe magistralmente al caudillo rural venezolano, al caudillo populista de la época democrática; y podríamos ¿por qué no? “extrapolar” la lectura hasta la actualidad nacional;
además la obra de de Misael Salazar Leindez: “Geografía erótica de Venezuela”, y los artículos que nos regala semanalmente en la prensa nacional.

Francisco Herrera Luque, en su novela “La casa del Pez que escupe agua”, describe el comportamiento de la “oligarquía” caraqueña, a través de las fiestas y agasajos, que en dicha casa, se le tributa a cada nuevo gobernante, tanto en la época colonial, como en la republicana (siglos XIX y XX); además de los pactos “matrimoniales” (o de otro tipo), o los “negocios” (no carnales), que se le ofrecen al mandante de turno.

La historia transcurre, en la novela, los personajes cambian, de época en época, de siglo en siglo, pero la “Casa” y sus festejos permanecen
¿Es repetitiva, la Historia, en ciclos eternos, como pensaban los antiguos griegos, o sigue la curva de una espiral ascendente, como pensaban Carlos Marx, y Federico Engels?

Víctor M. Gruber F.
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