¡Travesía en el desierto!
Víctor M. Gruber F.(*)
"La travesía de mil millas comienza con un paso" Lao-tse.
Esta frase me recuerda otra de factura muy criolla: “Caminante no hay camino, se hace camino al andar”. Creo que a Venezuela le está tocando su travesía de cuarenta años por el desierto de su propio y bizarro Sinaí. Con un líder, supuesto “Moisés”, incomunicado de Dios, y al parecer en estrecha relación con los demonios del infierno; recibiendo una especie de “maná” maldito que ha sido bautizado como “excremento del diablo”, cuya malísima administración es, al parecer, origen de todos nuestros males.
Mientras el “Líder Máximo” visita a su anciano y decadente “Asesor Mayor” antillano, en la “Isla de la Felicidad”; sus seguidores erigen ídolos de oro puro, que adoran mediante grandes bacanales, en las cuales corren los licores más caros, se ejerce el sexo sin tapujos, y se corrompe a todos por igual.
Entonces, Él regresa con unas “Tablas de la Ley” fabricadas con un caucho especial, en los laboratorios habaneros, que estiran y encojen a voluntad; justificadoras de todos los abusos, trampas, y atropellos, en nombre de un supuesto “Socialismo del Siglo XXI”, especie de “Tierra Prometida” a la cubana.
Pobre Venezuela: ¿Tanto hemos pecado en el pasado que nos merecemos semejante castigo? ¿Qué “karmas” arrastramos?
La “Leyenda Negra” del Descubrimiento, Conquista y Colonización, supuestamente avala el “castigo” que debemos sufrir por siglos debido al mal comportamiento de descubridores, conquistadores, y colonizadores; aparentemente con la cruz en una mano, y la espada en la otra; ellos ofrecieron a los autóctonos un paraíso en el Cielo, y un infierno en la Tierra, según Herrera Luque, portamos una carga genética que nos impulsa a la depredación y a la locura.
La Revolución de Independencia ofreció un “Paraíso” de libertad, seguramente para el “Más allá”, pues las tierras de nuestras repúblicas fueron asoladas por las guerras civiles, por el caudillismo, el militarismo, el centralismo, y la opresión ¿Volvemos al pasado?
En Venezuela la Guerra Federal, ofreció como panacea “La Federación”, y de paso la “Igualdad”, que supuestamente se forjó en los campamentos de lo guerrilleros federales. Uno de ellos, de rango "General", y de apellido Pulido, tenía por regla de conducta, al conquistar una población, aplicar los tres “Principios” de la Federación:
“Comerlo todo porque andaban hambrientos; robarlo todo porque andaban limpios; violarlas a todas, porque andaban necesitados”.
Además Guzmán Blanco invento el “Culto a Bolívar”, para justificar su régimen, su ejercicio personalista, y caudillista del poder
--A partir de Guzmán todos los presidentes, y demás manipuladores políticos, serán obligatoriamente “bolivarianos”--
Hoy los herederos de las ideas, y de la sangre, de estos “caballeros” aplican más o menos lo mismo: comerlo todo, robarlo todo, y “darle lo suyo” a todas ¿Vuelta al pasado “glorioso” de la Federación?
En el siglo XX, los conquistadores andinos prometieron: “Nuevos hombres, nuevos ideales, nuevos procedimientos”, que aplicaron hasta diciembre de 1935. Intelectuales de la época justificaron la dictadura con la “teoría” del “Gendarme Necesario”, que debía someter a una población mestiza, portadora de las más grandes taras, puesto que las razas “puras” originarias habían perdido sus “virtudes” al mezclarse
¿No aplican los “mestizos puros” actuales, un idéntico racismo con “piquete al revés”?
El lema del castro-gomecismo fue: “Unión, Paz, y Trabajo” Que el sabio pueblo tradujo así: “Unión en las cárceles, paz en los cementerios, trabajo en las carreteras” También JVG, fue muy “bolivariano”, supuestamente nació y murió los mismos días que el Padre de la Patria ¿Suena esto conocido?
López, “bolivariano” y heredero político de Gómez, condujo una transición problemática con “Calma y cordura”; además fundó las “Cívicas Bolivarianas”.
Medina, heredero político de López, inauguró una gestión democrática y progresista, pero fue derribado por una obscura alianza entre militares conspiradores, de la “Unión Patriótica Militar”—UPM de PJ y Cía--, y el cogollo de Acción Democrática—R. Betancourt y Cía— (1945).
Fueron tres años — (1945—1948) ---, de completa agitación, de muchos cambios, y bastantes abusos “democráticos”, que fueron bautizados como “La Segunda Independencia”—RB dixit--, y terminaron cuando la muy alabada, y “Gloriosa Juventud Militar”, dio una patada en el trasero –(1948)-- a sus socios de ocasión; dando inicio al “Gobierno de las Fuerzas Armadas”, monitoreado directa o indirectamente, por MPJ, jefe de la UPM.
Por cierto que los militares participantes en los golpes de estado de los años 45, 48, y 52, fueron ascendidos, cada vez, un puesto en su escalafón profesional; así que MPJ y Cía, inauguraron la época de los ascensos “express”, llegando por estos “méritos” a los más altos grados militares de la época
¿Les parece conocida esta historia, de presente actualidad, donde tenemos bachilleres “express”, médicos “express”, y demás yerbas, verdes, y aromáticas, también “express”?
MPJ cayó el 23 de enero de 1958, mediante un golpe de estado militar--cívico, dando origen a 40 años de la llamada “Democracia Puntofijista”, con más errores que aciertos; y cuyas consecuencias las estamos pagando a partir de 1998, con el arribo al poder, vía electoral, de los militares golpistas del 4 de febrero de 1992, y los de noviembre del mismo año. Ellos, poco a poco, han estructurado un proyecto totalitario, personalista, caudillista, militarista, clientelar—populista, centralizador, estatista; que intenta copiar las experiencias más “exitosas” del fascismo italiano y del nazismo alemán; del comunismo ruso y europeo oriental; del franquismo español y el fascismo portugués; del comunismo asiático: Mao, Kim Il Sun, Polpot; y por último del comunismo tropical caribeño--cubano, hoy por hoy, modelo paradigmático, del castro—chavismo gobernante en Venezuela; y el cual aspira a consolidarse en nuestro país, en América Latina, y el resto del mundo, bajo la fórmula de “Socialismo del Siglo XXI”; y aún más allá, en los siglos venideros.
¡La muerte nos agarre confesados, debidamente perdonados de pecados veniales o mortales!
Sin embargo este engendro, de tan rutilante nombradía, parece más bien un parto múltiple de todos los males anteriores, ampliados y corregidos, decenas de veces, que el pueblo de Venezuela resume en la frase lapidaria:
“¡Más de lo mismo y `peor de lo peor!”
Comentario, y actualización(para el 21 de agosto del 2008):
He sostenido desde hace mucho tiempo, oralmente y por escrito, que hay un substrato autoritarista muy fuerte, en el seno de la sociedad venezolana, y en todas sus clases sociales, que se alimenta de las experiencias históricas pasadas: la época indígena, la de la conquista y colonia, la republicana de los siglos XIX y XX; que se comprueba en el éxito relativo, cuasi mayoritario, y en el apoyo de diversos sectores sociales, al proyecto totalitario castro-chavista, llamado "socialismo del siglo XXI", que nos arropa como pais y como sociedad.
He dicho también que la sociedad venezolana es una especie de "fábrica" de mentalidades, y personalidades autoritarias, puesto que no es democrático un porcentaje importante la familia venezolana; no es suficientemente democrática la educación venezolana, en cualquiera de sus niveles: primaria, secundaria, y universitaria; tampoco han sido suficientemente democráticos los funcionarios públicos, ni los legisladores, ni los jueces, ni los contralores, ni los gobernadores, ni los alcaldes; mucho menos los integrantes de los cuerpos armados: policías, y militares, en estos cuerpos hay una larga tradición de mandonismo, arbitrariedad, y de abuso con los derechos humanos de los ciudadanos; si es que ese concepto y figura de "ciudadano" ha existido plenamente en nuestro devenir histórico y social.
He afirmado, varias veces que el modelo ideal, el paradigma de gobierno, que está en la cabeza del "Líder Máximo", y de sus colaboradores, es familia o pariente cercano del esquema "taliban": un líder único y perenne, en lo político, económico, social, militar, familiar, y religioso; a quien la sociedad toda le debe admiración, respeto, y obediencia total.
Y ello incluye la ofrenda de la vida misma en beneficio de la "causa" o "misión", o "mandato", de “salvación nacional, e internacional”, que dicho líder recibió en algunos momentos, de éxtasis solitarios y luminosos; en supuesta comunicación con los espíritus sagrados de los indígenas que resistieron la conquista y la colonización; con el soplo divino de los héroes de la independencia latinoamericana; con alma inquieta de los revolucionarios socialistas y comunistas, de los siglos XIX y XX; y más recientemente, con la inspiración sagrada, y bienaventurada, de Jesús El Cristo, supuestamente el primer socialista, y comunista, de la Historia Universal, a partir del año cero de le Era Cristiana.
Y según se oye, cotidianamente, por los medios oficialistas, que esta experiencia venezolana es tan única y especial, que no vale ninguna comparación con procesos revolucionarios, y fracasos anteriores.
No es válido pensar en Mussolini, social-comunista de origen, y su proyecto de "salvar" a Italia, y restaurar el Imperio Romano. Tampoco debemos recordar a Hitler, nacionalsocialista, y su proyectado Reich de mil años, con su raza "aria", gobernando al resto de las razas "inferiores"; cuyo saldo fue de millones de muertes, la destrucción de Alemania y de sus vecinos.
Tampoco se debe nombrar a Lenin, o a Stalin, con su monstruoso proyecto social-comunista, que costó millones de vidas al pueblo gran ruso, y a las nacionalidades oprimidas en la antigua URSS; y a las llamadas "democracias populares" de Europa Oriental, impuestas por el Ejército Rojo a patrir de 1945.
Mucho menos debemos recordar a Mao, y a sus experimentos sociales como "El Gran Salto Adelante", o la "Revolución Cultural Proletaria", que costó millones de víctimas, al pueblo chino,y a las nacionalidades que lo componen; hoy en feliz reconstrucción gracias a la muerte del "Líder Máximo", y al gobierno actual, de los antiguamente perseguidos, y excecrados, por los maoistas.
Tampoco se puede mencionar a Polpot, que desangró a Camboya con su revolución campesina, su odio a las ciudades--allí reinaba el mal--, y su genocidio, que obligó a intervenir a los propios revolucionarios social-comunistas vietnamitas, para acabar con la matanza, y el genocidio. Muchísimo menos se puede hablar del fracaso total y absoluto del castro-comunismo cubano, que no es "El mar de la felicidad", antes por el contrario es el "Océano de la infelicidad" del pueblo cubano, construido en 48 años de dictadura personalista, familiar, y hereditaria.
Como venezolanos, partidarios de la democracia social, y pluralista, no nos queda más remedio que explicar todos estos ejemplos históricos, incansablemente a la población, y oponernos firmemente, de palabra y acción, al proyecto totalitario-mesianico, que nos quiere imponer el neo-talibanismo criollo de los "Iluminados" de Sabaneta.
Al parecer, nos toca a los venezolanos, padecer de otros cuarenta años de travesía en el desierto, con el nuevo Moisés a la cabeza del "Pueblo Escogido"; con su vara mágica que hace brotar agua (y el maná petrolero) de cualquier roca; con sus "Tablas de la Ley", obtenidas alternando, en sus delirios solitarios, con los Dioses Indígenas, con los espíritus de los Héroes de la Independencia; con las ánimas de todos los lideres revolucionarios, anarquistas, socialistas, y comunistas de los siglos XIX y XX; exigiendo a su pueblo votos de pobreza y castidad, para poder acceder puros y limpios, a la Tierra Prometida: al "Socialismo del Siglo XXI", que se avista diariamente en la línea del horizonte, pero a la cual nunca terminamos de llegar: día tras día, noche tras noche, en una peregrinación interminable.
(*) Nota del autor: Escrito en Caracas, en el mes de noviembre del año 2005, pero vigente al 2008, y más allá...
Atentamente:
Víctor M. Gruber F.--
gruberv@cantv.net
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