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domingo, 3 de abril de 2011

GADAFI INSPIRA A LA REVOLUCIÓN BOLIVARIANA--EUD--03--04--11--

Los postulados de Gadafi inspiran a la revolución bolivariana
El poder comunal o el valor nacionalista, son algunas de las ideas que comparten ambos procesos

Sobre los fundamentos del "poder popular", los nombres de los poderes ministeriales en Venezuela, al igual que Libia, se refieren a este principio (AFP)
FRANK LÓPEZ BALLESTEROS | EL UNIVERSAL
domingo 3 de abril de 2011 12:00 AM

Los teóricos de la revolución bolivariana han endosado doctrinas de todas las latitudes para darle sustento ideológico a un proceso político que, dicen, "está en formación".

De la Libia de Muamar Gadafi los ideólogos bolivarianos lograron reproducir un cúmulo de principios que han dejado colar en la política del Gobierno, la propia Constitución y leyes de reciente data.

Desde reformas en el modelo de la propiedad, el expansionismo internacional bolivariano, la retórica antiimperialista, la creación de nuevas fuerzas de poder participativo -el llamado "parlamentarismo de calle"-, los consejos comunales y la comuna, hasta el papel del hombre y la "felicidad suprema": el ideario de Gadafi colma a la República Bolivariana.

Los recelos con los que presidente Hugo Chávez ha ido destapando el sentido ideológico de su revolución hacen pensar que su modelo de Estado tiene tintes comunistas, émulo -como no lo niega- de las doctrinas de la revolución cubana de Fidel Castro.

El Principio
Gadafi expuso sus visiones de país y del mundo en una obra titulada El Libro Verde, que se convirtió en el referente de la forma de gobierno de la hoy llamada Gran Jamahiriya Árabe Libia Popular y Socialista.

Publicado en 1969, pero culminado años más tarde, el texto está divido en tres apartados: El poder del pueblo, el socialismo y el fundamento social. Es el cuerpo doctrinal de la llamada "tercera teoría universal", que propone una conformación de la sociedad que no es ni marxista ni capitalista.

La "Yamahiriya" (Estado de las masas) la contempló el coronel Gadafi en su obra, y está destinada a describir lo que él llama la "república del pueblo" fundamentada en el nacionalismo árabe y la democracia directa que define como "poder popular socialista".

Cuando Gadafi habla de la "Yamahiriya" lo hace también como un ideal, como el Bolivarianismo de Chávez, donde la defensa del nacionalismo, el antiimperialismo, la integración regional y el poder popular absoluto son la única forma de gobierno "adecuada".

"El nacionalismo -dice El Libro Verde- es base de la supervivencia de las naciones" y hay que recuperarlo para rescatar la historia.

La concepción material
Aupado por las corrientes revolucionarias de los años 70 en el mundo árabe, Gadafi unió su ideal bajo lo que definió como el "socialismo islámico", donde sólo está permitido lo privado en empresas pequeñas y en empresas familiares del área de servicios, mientras el pueblo "requiere" controlar las empresas de mayor producción.

Para Gadafi, la propiedad privada es un exabrupto, y cuando se refiere a la tierra es más explícito: "La tierra no es propiedad de nadie... en la nueva sociedad, el hombre bien trabaja por su propia cuenta para asegurarse sus necesidades materiales, o bien lo hace para una empresa socialista en la que sea socio de producción".

Hasta hace unos años en Libia el alquiler de viviendas estuvo prohibido. Y es que esta forma de comercio -rentar- "enajena la libertad humana". Por eso, para Gadafi la propiedad comunal y social -bien administrada- "es la mejor forma de dar a cada quien lo justo y necesario".

Una de las formas de lograr el fin de la esclavitud -sostiene la obra- "la constituye la abolición del salario" para que retornen las normas naturales de supervivencia en las que cada parte de la sociedad da de lo suyo para crecer.

Advierte, sin embargo, que "trabajar a cambio de un salario extraordinario... viene a ser tanto como trabajar sin aliciente alguno".

Sobre el sustento del poder
En lo que los ideólogos del chavismo se desmarcan de El Libro Verde es en su visión de cómo alcanzar, concentrar y mantener el poder. Sin embargo, parte de la fórmula que se aplica en Libia para este fin tiene hoy vida propia en Venezuela.

Gadafi rechaza absolutamente la existencia de los partidos políticos porque es "la dictadura contemporánea... es el instrumento de Gobierno de la dictadura actual".

Al repudir esta vía, explica posteriormente su animadversión al voto y al sistema de referendos al ser "una impostura hacia la democracia... se trata del sistema represivo dictatorial máximo y más duro".

La democracia pura y real
El Libro Verde está basado en una teoría de democracia directa. Para Gadafi la democracia representativa es autoritaria porque gobierna una minoría.

Al no haber partidos, la existencia de un Legislativo es prácticamente nulo. Gadafi lo soluciona en gran medida a través del poder comunal y la "nueva vida" en la comuna, donde se desarrolla el autogobierno.

Es lo que Chávez ha denominado "la transferencia del poder al pueblo". "Hay que apurar el paso para conformar el poder popular, es la única forma de salir de la oscuridad", dijo el jefe de Estado en agosto del año pasado.

En Libia este cuerpo de democracia directa, según El Libro Verde, está en manos del pueblo a través de consejos locales y comunas llamados "Comités populares de base". De dichos consejos locales surge una especie de legislativo llamado Congreso General Popular, que se reúne una vez al año "como un gran reencuentro".

El poder comunal es fundamental para Gadafi, porque es el "traspaso de poder al pueblo" bajo el ideal de que "la democracia es el control del pueblo por el pueblo".

Teóricamente, Libia tiene un autogobierno sin un Estado y el papel de Gadafi es "simbólico", aunque ostenta el poder de facto. Surge como "guía de la gran revolución" o "hermano líder de la revolución", porque al estar la nación bajo poder popular, la ciudadanía tácitamente tiene el control.

Gadafi considera que la única forma de que la oposición haga vida política es a través de los comités populares de masas, que hacen parte del sistema y, al ser el único marco existente, la oposición tiene que organizarse allí. Asegura que "el uso de la violencia y el cambio por la fuerza son, en sí mismas, actos no democráticos". Lo relevante es que enfatiza que Libia es la nación más libre del mundo.

Twitter@Franchuterias

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