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sábado, 17 de septiembre de 2016

VENEZUELA--MARXISMO--SOCIALISMO--POPULISMO--DEMOCRACIA--UNO--



LECTURA PRINCIPAL ACTUALIZADA


VENEZUELA 1936--Todos tiemblan: López Contreras, el comunismo es el caos (1)


Eleazar López Contreras / Cortesía


El espacio “Todos tiemblan” presenta, en tres entregas consecutivas, una serie de artículos donde se ilustra la presencia protagónica del miedo político en Venezuela en el gobierno y época del presidente Eleazar López Contreras (1935-1941)


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CARLOS ALFREDO MARIN
@AEDOLETRAS

El 13 de marzo de 1937, Venezuela amaneció con esta noticia: todas las organizaciones políticas de filiación comunista serían ilegalizadas por ser “perjudiciales para el orden público”. Sus militantes serían expulsados por un año; otros con menos suerte serían detenidos. El presidente Eleazar López Contreras, militar andino y ex ministro de guerra de Juan Vicente Gómez, dirigió la medida con la energía marcial de su estirpe. Es famoso el llamado Libro Rojo de López Contreras, que también puede conseguirse con el título La verdad de las actividades comunistas en Venezuela, publicado clandestinamente a finales de 1936.
Tal texto es de naturaleza policial, o mejor dicho, una publicación formulada por el espionaje político de entonces. Su meta: brindar evidencias “sustanciales” de una conspiración comunista en Venezuela. La amenaza roja era palpada; por lo tanto, representaba una amenaza política para un gobierno que temía abrir el grifo de las libertades democráticas. Juan Bautista Fuenmayor, uno de los fundadores del Partido Comunista venezolano, escribe: “El enemigo único era el comunismo, que se convirtió para él [López Contreras] en una obsesión terrible que le quitaba el sueño. Por eso su política centrista estaba fuertemente inclinada hacia la derecha”.
La presencia del mal hace tomar medidas “preventivas”. Es una operación subjetiva, parcializada, que intenta frenar lo temido. En el famoso Diccionario de los sentimientos, se lee que la amenaza es “la acción o palabras con que se intenta infundir miedo a otra persona: el modo de dar a entender, o con la palabra o con demostraciones, el peligro, daño o castigo a que se expone”. ¿Quién se atreve a cruzar la frontera hacia el autoritarismo y la violencia? El poder tiene la última palabra; la historia, el testimonio del miedo entre nosotros.

El siglo en una década
En medio de la resistencia al nazismo, Albert Camus escribía en París el 30 de agosto de 1944 en el diario Combat: “En 1933 comenzó una época que uno de los más grandes de nosotros denominó certeramente el tiempo del desprecio. Y durante diez años, a cada noticia de que unos seres desnudos e inermes habían sido pacientemente mutilados por hombres cuyo rostro estaba hecho como el nuestro, la cabeza nos daba vueltas y nos preguntábamos cómo era posible”. La humanidad estaba ahogada moralmente frente a esos hombres y mujeres que se dieron a la tarea de “matar al espíritu y de humillar a las almas”. Nos preguntamos ahora: ¿cabe el mal de un siglo en una década?
Alan Badiou, en su libro El siglo, lleva la síntesis histórica aún más allá. Para el filósofo francés, el siglo entra en los 365 días del año 1937. Veamos lo que dice: “En el siglo, 1937 no es poca cosa. Es un año metonímico en el cual se organiza algo esencial. Es un concentrado absoluto, dado en su esencia, en el exceso de su esencia, del terror stalinista. Pues es el año de lo que se ha denominado el gran terror. Las cosas comienzan a ir mal en la Guerra Civil española, que es una miniatura interna del siglo entero, pues en ella están presentes todos los actores (comunistas, fascistas, obreros internacionalistas, campesinos insurrectos, mercenarios, tropas coloniales, Estados fascistas, "democracias", etc.). Es el año del ingreso irreversible de la Alemania nazi en la preparación de la guerra total. Y también del gran punto de inflexión en China. Y en Francia, en 1937, ya es evidente que el Frente Popular ha fracasado”.

Comunismos y anarquía
“El miedo es, como la mentira, una tentación de facilidad”. Esta frase de Vladimir Jankélévitch nos pone de frente a lo que realmente sucede en el reino de las pasiones políticas. El presidente Eleazar López Contreras a partir de 1937 ilustra el poder de estas tentaciones en la Venezuela que recién enterraba a Gómez: primero, la variedad de amenazas civilizatorias afloradas en la década de los 30’ a nivel mundial; y segundo, la utilización del miedo como instrumento político que legitima no solo la represión, sino también la defensa del poder frente a las nuevas ideas políticas en torno a la democracia y las masas. El comunismo viene a llenar un vacío para una transición venezolana que se creía amenazada desde todos los ámbitos. El miedo apareció como salvación para la élite en el poder.
López Contreras y su círculo de notables veían al comunismo como un peligro para la estabilidad del país. Los fantasmas desatados en Europa, que estaba a punto de sumirse en la Segunda Guerra Mundial, hicieron el efecto rebote. Unirse a este coro de peligros epocales –la guerra de civilización como fundamento– es una tentación que da mucho crédito a quienes detentan el poder. Arévalo Cedeño, un furibundo antigomecista, le escribe a Rufino Blanco Fombona el 22 de septiembre de 1936: Venezuela debe saber identificar a los “falsos apóstoles de hoy”. Voceros de la izquierda roja, entiéndase, repleta de “mala fe” y de “ambiciones de dominio y destrucción”. Estos son los que nos han “importado el comunismo con el único fin de hacer más horrorosa la desgracia de ayer”, puntualiza Cedeño. Se intuye a la ideología como intrusa, como una fuerza maligna que llega para devorarlo todo.
La tan mentada lucha de clases, al menos como tendencia ideológica temida y aún más incomprendida por la espesa gama de prejuicios, no se adecuaba a los “principios de paz, de orden, de solidaridad social y de un nacionalismo que se inspire en el ideal bolivariano”. Quien escribe eso es el propio López Contreras en marzo de 1938. En una misiva llena de detalles dirigida a José Rafael Gabaldón, el presidente encargado sigue argumentando la acción represiva porque líderes como Rómulo Betancourt, Gustavo Machado, Jóvito Villalba, Luis Beltrán Prieto Figueroa, todos en mismo saco, dicho sea de paso, “tratan de llevar al país a la contienda armada, no simplemente para obtener el triunfo de una facción que satisfaga sus ambiciones personales, sino lo que es más grave aún, para desencadenar la lucha de clases, la cual sembrará entre nosotros, como en todas partes ha ocurrido con ella, las más enconada anarquía, constituyendo al propio tiempo, un grave peligro no solo para la libertad, sino para la independencia misma de la nación”.
FUENTE:
http://www.el-nacional.com/papel_literario/tiemblan-Lopez-Contreras-comunismo-caos_0_896910402.html

COMENTARIO DEL EDITOR (VMGF)

Se ha puesto de moda en la discusión política de las redes sociales, en Venezuela, América Latina, y El Caribe, revisar el origen ideológico de los grupos políticos opositores al llamado “Socialismo del siglo XXI” que impera en Venezuela, y varios países del Hemisferio, como en Nicaragua, Ecuador y Bolivia, por ejemplo, ya que al parecer han sido desalojados del poder en Argentina y Brasil. 
Venezuela y su “gobierno” castro-chavo-madurista se ha convertido en la “piedra de toque” para saber quienes están a favor de la represión política, económica, social, e ideológica, que sufren los venezolanos, quienes son “neutrales”, y quienes están en contra, Una simple observación lo determina, al ver como votan en la OEA, ALAC, CELAC, MERCOSUR, UNASUR, ONU, UNION EUROPEA, y similares; así como también en las declaraciones, y manifestaciones, de gobernantes, diputados, senadores, alcaldes, intelectuales, organismos colegiados, gremios, y asociaciones de todo el mundo.
Esta serie de artículos los centraremos en Venezuela fundamentalmente, y en los fundadores de los movimientos políticos de nuevo tipo que surgen a partir de la llamada “Generacion de 1928” y de sus principales componentes.
¿Qué sabemos por ejemplo de Rómulo Betancourt, fundador del Partido “Acción Democrática” (1941) y su inicial militancia o simpatía con el marxismo, socialismo, o comunismo?
LEEMOS EN LA WIKIPEDIA:
Rómulo Ernesto Betancourt Bello (GuatireVenezuela22 de febrero de1908 - Nueva YorkEstados Unidos28 de septiembre de 1981) fue unpolítico y periodista venezolanoPresidente de Venezuela interino entre 1945 y 1948, y constitucional entre 1959 y 1964.
Rómulo Betancourt es reconocido como uno de los más importantes políticos venezolanos del siglo XX. Su participación dentro de la política venezolana comenzó en 1928. Como líder estudiantil, dirigió conjuntamente con otros destacados jóvenes de la época, la primera manifestación popular en contra de la dictadura de Juan Vicente Gómez. Betancourt fue uno de los más conocidos opositores clandestinos al gomecismo, condición que le costó el destierro del país hasta la muerte del dictador. Entre 1931 y 1935 fue miembro del Buró Político del Partido Comunista Costarricense. Posteriormente fue expulsado durante los gobiernos de Eleazar López Contreras y por los Gobiernos militares que tomaron el poder desde 1949 hasta 1958.
FUENTE: https://es.wikipedia.org/wiki/R%C3%B3mulo_Betancourt

COMENTARIO DEL EDITOR (VMGF)

Rómulo Betancourt a su regreso a Venezuela en 1936 se fue deslindando de los comunistas y fundo su propia organizacion (ORVE). Jorge Saldivia Gil fue encargado en 1937, provisionalmente de la Secretaria General del PCV, pues el titular Juan bautista Fuenmayor estaba en la clandestinidad. Arminda Saldivia Gil, me conto en 1954, en Barqusimeto, que ellos habitaban en La Pastora, Parroquia del Norte de Caracas. Alli se reunieron ambos personajes y discutian si el movimiento popular debia dejar que se reuniera el Congreso Gomecista heredado por Lopez Contreras.
Betancourt era partidario de la reunión de dicho Congreso, argumentando la “continuidad” legislativa; Saldivia le dijo (cuenta su hermana): ¡Pero Romulo, ese Congreso es una cloaca! Respondio el aludido: ¡Nos pondremos un pañuelo en la nariz! Frse que se hizo famosa en los mentideros políticos de la época.
No cesaron allí los conflictos entre los comunistas y Betancourt, fue una guerra política a muerte que arrojo un saldo sangriento entre 1959 y 1968. Atizada por su rival Fidel Castro y sus emisarios en Venezuela. Dejo de ser comunista radical, se convirtió al socialdemocratismo, nunca abandono el populismo, ni su autoritarismo.

SEGUIMOS LA LECTURA

En 1941 fundó junto a otros destacados líderes de la izquierda políticavenezolana, el partido Acción Democrática que pronto se convirtió en el primer partido político del país en lo que resta de siglo.
En 1945 ante la negativa del gobierno de Isaías Medina Angarita de legalizar las elecciones populares para Presidente, se suma al golpe de estado cívico-militar del 18 de octubre, para así instaurar un Gobierno de transición que garantizara la constitución de diversos decretos, ley de emergencia y de elecciones libres en los venideros años para el Presidente de la nación. Un día después del derrocamiento de Medina, el 19 de octubre, es designado Presidente provisional de la Junta Revolucionaria de Gobierno, integrada por civiles y militares. Las principales metas del gobierno transitorio eran: instaurar el sufragio libre, directo, universal y secreto, otorgar plena garantía a los partidos políticos, combatir la corrupción administrativa y aliviar el costo de la vida. Su primer período de gobierno terminó el 15 de febrero de 1948, tras la elección de Rómulo Gallegos.
(MISMA FUENTE)

En 1958 regresa al país tras la caída del dictador Marcos Pérez Jiménez. En noviembre de ese año anuncia su candidatura a la presidencia de la república con el apoyo de Acción Democrática, el 7 de diciembre es electo presidente con más del 49 % de los votos. El 13 de febrero de 1959 asume el cargo. Su segundo gobierno se caracterizó por una apertura a la estabilización de la democracia venezolana, la promulgación de una nueva Constitución, la reforma agraria, el desarrollo de la industria petrolera en Venezuela con su adhesión a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), la fuerte inversión en el sector educativo y el cese de relaciones con gobiernos ilegítimos o dictatoriales del mundo, conocido como la doctrina Betancourt. De la misma manera tuvo que enfrentar ataques internos y externos de guerrillashuelgas laborales, intentonas golpistas e intentos de asesinato financiados por dictadores latinoamericanos.
El fin de su período presidencial en 1964 fue el inicio a una era de gobiernos democráticos. En la actualidad, algunos historiadores venezolanos denominan a Betancourt como el «padre de la democracia venezolana».
 (IDENTICA FUENTE)


EDICION, IMAGENES, COMENTARIOS: LICENCIADO EN HISTORIA VICTOR MANUEL GRUBER DE FIGARELLI, UCV, CARACAS, VENEZUELA, 1976.

 Familiares, Amigos, Estudiantes del Liceo "PBT"
 UCV/AEA--Mi Grado en Historia--Carcas, Venezuela,
12--03--1976


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