PRIMERA LECTURA
El 23 de Enero: la salida
23
DE ENERO 2015 - 12:01 AM
Razones todas para el optimismo. Me encuentro casualmente con
monseñor Ovidio Pérez Morales y, de paso, me sonríe emocionado:
“Estamos muy
optimistas. El amanecer ya se aproxima”. Es el latido del tiempo que nace. Es
el parto del futuro. Que Dios, nuestro Señor, nos acompañe.
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“Una invitación a disertar sobre el Pacto de Puntofijo
me ha
obligado a revisar los hechos que lo concitaran, sobre todo en la circunstancia
histórica de vivir en condiciones, en muchos sentidos, inmensamente más graves
y devastadoras para el país que las imperantes cuando la sociedad venezolana
decidiera, en un momento de grave orfandad política, pero acompañada por la
juventud laboral, universitaria y liceana, el liderazgo emergente en los
partidos, particularmente en Acción Democrática, la Iglesia católica y
militares patriotas empujar a la dictadura al destierro y erradicar muchas de
sus taras y males mediante el soberbio expediente de la rebelión popular del 23
de Enero,
el establecimiento de un gobierno de transición, la firma del Pacto
de Puntofijo así como del acuerdo mínimo de gobierno y la construcción de la
extraordinaria democracia social, política y económica que terminaría siendo
llamada la democracia de Puntofijo.
Un sistema de libertades y garantías
constitucionales de 40 años: el período más pacífico, constitucionalista,
próspero y progresista de nuestra historia republicana. Un período que debió
haber contado con una populosa e invencible falange de defensores a ultranza,
pero que por caprichos, rencores e inconsistencias de males endémicos y
ancestrales terminaría sus días tirada a la basura y ultrajada por la escoria
que ella misma, en sus descuidos, procreara.
“Lo insólito y sorprendente es que aún hoy, incluso en los
sectores de la élite dirigente de la oposición, sobran quienes lejos de
solidarizarse con nuestra democracia –la única real y verdadera de nuestra
bicentenaria historia republicana– se suman al desprecio, hábilmente
instrumentalizado por la barbarie militarista para quebrarle la columna
vertebral al sistema y abrirle los portones al golpismo caudillesco de rancia y
muy pestilente estirpe.
Al leer el aparato bibliográfico que me acompaña –soy
un auténtico coleccionista de los libros de nuestra historia– me impresiona la
ingente obra realizada desde el primer día de gobierno puntofijista –vale
decir: consensuado, respetuoso de las leyes y obediente de la separación de los
poderes, la alternabilidad, el respeto a los DD HH y el desarrollo económico y
social preferentemente dirigido a los sectores más necesitados de nuestra
población– hasta el arribo de su sepulturero. Enrique Aristeguieta Gramcko, de
cuya amistad me precio y acompañante en el foro que al respecto celebramos este
mediodía en la Universidad Metropolitana, la enumera a vuelo de pájaro:
marea, es vertiginosa.
“La estulticia golpista y protogolpista ha querido difamarla aferrándose
a las obras del dictador militar, aquel cuyo pescuezo retoñaría de muy mala
manera cuarenta años más tarde: algunas importantes construcciones de gran
formato, unas ya planificadas durante el gobierno de Medina Angarita,
otras bajo su esfuerzo desarrollista y llevadas a la práctica durante el
gobierno de la dictadura.
No le llegan al tobillo a las ingentes obras de
ingeniería vial, puentes, carreteras, infraestructura, desarrollo habitacional,
autopistas, represas, establecimientos educativos, hospitalarios, etc. Sin
contar con la gigantesca obra puesta en acción que transformó la Venezuela
rural en la pujante democracia social de nuestra modernidad: la electrificación
del país, la nacionalización plena del petróleo, la creación de Pdvsa
–no para
importar pollos podridos y transferir gigantescos montos numerarios a los
amigotes del presidente, golpistas de medio pelo y tiranos cuasi
centenarios
sino para montar centros de desarrollo industrial, acerías,
metalúrgicas–,
el gigantesco desarrollo educacional –pasando de 3 a más de 100
establecimientos universitarios y becando a decenas de miles de jóvenes
venezolanos para estudiar en la mejores universidades del mundo–,
el despertar,
en fin, social y cultural de nuestra democracia. Todo lo cual, con el barril de
petróleo a mucho menos de 10 dólares. Exhibir la existencia del sistema
sinfónico de orquestas infantiles como obra de Hugo Chávez
es tan absurdo,
irreverente y obsceno como lo sería considerar que el Metro de Caracas, la Cota
Mil y la avenida Libertador fueron creadas bajo el empuje del teniente coronel
o sus esbirros.
Suyos serán y para el ominoso recuerdo de su infinita
mediocridad los campamentos aladrillados debidos a arquitectos neofascistas del
régimen que exhiben para inmensa vergüenza de los demócratas su desfachatada
firma. Conventillos disfrazados de edificios de apartamentos que tendrán el
mismo triste final que tuviera su promotor: la ruina.
“Este 23 de Enero debiera haber sido día de profunda reflexión.
¿Qué nos une y qué nos separa de la acción popular de la más extraordinaria
fecha de nuestro calendario histórico? ¿Qué les ha sucedido entre tanto al
cerebro y al corazón de la nación? ¿Vale comparar la MUD
con la Junta
Patriótica
y a algunos de los presidenciables de la oposición con Rómulo
Betancourt, Jóvito Villalba o Rafael Caldera?
¿Cuán bajo hemos descendido como
nación desde entonces?
“La Iglesia ha recordado la efemérides con el mejor de los
reconocimientos: un documento a la altura de la Carta Pastoral del arzobispo de
Caracas, monseñor Rafael Arias Blanco. The rest is silence.”
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El texto antes citado fue publicado el 23 de enero del 2014. En su
esencia –la defensa de la democracia de Puntofijo y las bases
estructurales que pusiera en pie– sus consideraciones continúan tan vigentes
como hace un año. Constituyen un balance irreprochable. Salvo en un punto: el
régimen todavía imperante ha agravado entre tanto las circunstancias que
provocaran la insurrección cívico-militar que derrocara al dictador y lo
aventara para siempre del país.
Con aterradores agravantes: nuestra economía no
es la boyante empresa que pusiera en pie la dictadura desarrollista; la pobreza
que entonces existía se ha convertido en miseria y depauperación;
un abismo de
incomprensiones, odios y rencores separa a nuestras clases sociales;
el valor
de la moneda ha sido ultrajado hasta extremos irrisorios, por no decir
trágicos;
la entidad de las Fuerzas Armadas ha sido arrastrada por el fango y
el desprecio;
el endeudamiento público es colosal y mientras el 23 de Enero
supuso en lo económico una cierta continuidad con las bases estructurales
sentadas por el desarrollismo, hoy las bases de un modelo seudosocialista
catastrófico que nos ha hundido en el abismo deberán ser removidas de cuajo
para intentar la reconstrucción de la nación.
Con un lastre reconocido hace ya
más de un siglo por nuestros pensadores: como todas las revoluciones del
pasado, la chavista ha envilecido a millones y millones de compatriotas y
generalizado la corrupción y la inmoralidad a extremos nunca antes conocidos.
Venezuela es hoy una parodia de Sodoma y Gomorra.
Si la insurrección popular del 23 de Enero de 1958 dispuso de una
sorprendente unanimidad social, cívico-militar, esperanzada y llena de futuro,
hoy resulta inimaginable un consenso generalizado y nacional que logre la
renuncia y el desalojo del régimen dictatorial sin atravesar por graves
amenazas, disturbios y eventuales conmociones.
El veneno marxista infiltrado en
el cuerpo social por el castrocomunismo ha logrado que sus fuerzas, que
entonces coadyuvaran con los restantes sectores democráticos a derrocar al
dictador, hoy le sirvan de último sostén: son, como los colectivos y el PSUV,
el parapeto civil que, unido a la presencia de altos mandos de las fuerzas
armadas invasoras y sus tropas de ocupación,
sostienen al gobierno más
corrupto, incapaz, ineficiente y devastador que conozca la historia de la
república. Es sobre esa macolla de generalato corrompido, tropa y generales
cubanos, así como trasnochados sobrevivientes del marxismo-leninismo que
se alza el gobernante más despreciado de nuestra historia.
En pocas palabras: la Venezuela del general Marcos Pérez Jiménez,
al margen de sus brutales violaciones de los derechos humanos y la naturaleza
policial de su sistema de dominación, era un islote de felicidad, próspero
y en pleno desarrollo en comparación con la Venezuela atropellada por el
chavismo: devastada materialmente, enconada y pervertida socialmente,
enquistada por el terrorismo islámico, la subversión castrista y el odio de
clases. ¿Un 23 de Enero al día de hoy?
3
Es el 23 de Enero de 1958, no obstante, el único antecedente
legítimo que pueda servirnos de precedente histórico para una salida a la
crisis existencial que nos aqueja al día de hoy, 57 años después. Que encuentra
en los mismos sectores que entonces permitieron el alzamiento nacional un
reencuentro de nuestro pueblo con su democracia: la juventud universitaria, la
sociedad civil, los partidos, la Iglesia. Y last but not least: los
sectores más conscientes, patrióticos y nacionalistas, el reservorio de
nuestras fuerzas armadas. Convocados por un espíritu unitario al reconocimiento
de la autoridad supraconstitucional de una Junta Patriótica –es la idea: el
nombre poco importa–, como puente de transición hacia un proceso electoral y la
elección universal de las nuevas autoridades.
Desde la escritura del texto con que encabezamos este artículo, se
han cumplido tareas de magnitudes históricas, así, por omnipresentes, no lo
podamos reconocer con claridad: se ha consolidado, en primer lugar, un nuevo
liderazgo nacional, ampliamente reconocido por la sociedad democrática, como lo
confirman todas las encuestas de opinión, en las figuras de María Corina
Machado,
Leopoldo López
y Antonio Ledezma.
Dando pruebas de una gran lucidez y
madurez política, ese nuevo liderazgo ha buscado afanosa e incansablemente la
unidad con los liderazgos consagrados y superando todos los escollos,
prejuicios y malentendidos, hoy se fortalece la unidad entre el llamado
Congreso Ciudadano
y la Mesa de Unidad Democrática.
Debemos resaltar al
respecto los auspiciosos encuentros que han tenido lugar entre Henrique
Capriles y los líderes del Congreso Ciudadano.
Y un último elemento de importancia capital: la sociedad
democrática, reforzada por los amplios sectores desencantados de otro delirio
de utopías trasnochadas que despierta del encantamiento a la pesadilla de una
realidad espantosa, reconoce en la necesidad estratégica de un cambio profundo
y verdadero la única vía para reencontrarnos con nosotros mismos.
Subordinando
toda acción táctica –calle y/o elecciones– al supremo fin estratégico: el
desalojo del régimen y la limpieza a fondo de una realidad que la historia nos
conmina a superar y dejar atrás.
Razones todas para el optimismo. Me encuentro de paso y
casualmente con monseñor Ovidio Pérez Morales, me sonríe emocionado: “Estamos
muy optimistas. El amanecer ya se aproxima”. Es el latido del tiempo que nace.
Es el parto del futuro que ya comienza a anunciarse.
FUENTE:
LECTURA COMPLEMENTARIA:
miércoles, 23 de enero de 2013
23 DE ENERO DE 1958: MIS HUMILDES RECUERDOS DE ESOS DIAS
Mi
hermano gemelo Antonio(+) y yo, éramos estudiantes universitarios,
20 años de
edad en ese dia,cumplidos el 08--12--1957... Participamos en
la manifestación uniiversitaria de
la UCV, contra la dictadura
el 21 de noviembre 1957; y en toda la agitación posterior hasta el
23 de
enero de 1958.
Caracas se convirtió en la ciudad de la libertad, de la emoción,
de la
fraternidad democrática,y republicana... La policía represiva desapareció;
la
Federación de Centros Universitarios (FCU-UCV), se hizo cargo del
orden público, del
tránsito, y de evitar los saqueos; bastaba decir:
¡Somos los estudiantes! Y mostrar los
brazaletes de "Brigadas de
Orden" de la FCU, para
resolver cualquier problema de orden público...
¡Tiempos gloriosos!!!
3 comentarios:
Luisa Barroso:
Victor
lo recuerdo como si fuera hoy, sali cuando amanecio con mi uniforme del liceo
Andres Bello, en sus cercanias quedaba la Seguridad Nacional. Pasaron cosas
desagradables y nos retiramos hacia El Silencio, estaban saliendo los presos de
El Obispo, una carcel que quedaba en la parroquia San Juan. Vi llegar a Martin
Antonio Rangel, uno de los presos con mas tiempo en la carcel. Lo traian en
hombros y tenia una larga muyyyy larga barba. Todo fue felicidad, alegria y
todos nos contagiamos una gran fe democratica, que fuimos perdiendo en el
camino... A Antonio le conoci ese mismo año en la casa nacional de la JC, de Ceiba a
Delicias...
Victor Manuel Gruber
Figarelli: Gracias Amiga, cada quien atesora bellos y emocionantes recuerdos.
En realidad conociste en esa casa de la JC, a mi hermano Antonio(+)...Por
cierto que Martín A. Rangel, explosivista de AD, entrenado en
Checoeslovaquia(comunista), años 50, para los atentados contra MPJ y la
dictadura, asesinó a su esposa con una bomba caza-bobos, en la cocina de su
casa en El Cafetal. Caso famoso, pues se hizo llevar el artefacto al
Congreso (una virgencita); pues era diputado de AD; la llevó a su casa y PUM!!!,
la hizo estallar, matando a su joven esposa... Se formó un gran escándalo, el
gobierno de RB, habló de un "Atentado contra el Congreso" y acusó a
17 dirigentes de la izquierda como "culpables": supuestamente autores
intelectuales y materiales del "atentado"(con fotos y demás). El más
joven y menos importante de todos: Victor Manuel Gruber de Figarelli!!!...Menos
mal que la verdad se impuso, sus mismos compañeros sabian de su
"experticia", la PTJ lo investigó solamente a Él, fue enjuiciado y
condenado; pero el Soberano Congreso de la República jamás nos dio a los
"acusados" ni la más elemental excusa, por tamaña falsa acusación!!!
Añado hoy (23-01-15).Este "caso" fue sobreseído por el TSJ de la época, y le dio la libertad plena al "compañero" Rangel, seguramente en base a su "heroica" lucha contra MPJ: ¡También se cocinaban "guisos" judiaclales, aunque no tantos como ahora.
Victor Manuel Gruber
Figarelli:
Por cierto que en esa época hubo otro "atentado" parecido, un Capitán de la Aviación, Rivero Pérez, asesinó a su esposa en el ascensor de su edificio; armó un escándalo, acusó a los "guerrilleros urbanos", que habían tramado esa "venganza" contra Él, por haber actuado contra los insurrectos de Pto. Cabello, 1962, y contra campamentos guerrilleros...El arma utilizada nunca apareció; pero la PTJ lo investigó, fue preso y condenado:¡Cosas veredes Sancho amigo que harán fablar a las piedras!!!
Por cierto que en esa época hubo otro "atentado" parecido, un Capitán de la Aviación, Rivero Pérez, asesinó a su esposa en el ascensor de su edificio; armó un escándalo, acusó a los "guerrilleros urbanos", que habían tramado esa "venganza" contra Él, por haber actuado contra los insurrectos de Pto. Cabello, 1962, y contra campamentos guerrilleros...El arma utilizada nunca apareció; pero la PTJ lo investigó, fue preso y condenado:¡Cosas veredes Sancho amigo que harán fablar a las piedras!!!
FUENTE: http://victormgruberf.blogspot.com/2013/01/vmgf-23-de-enero-de-1958-mis-humildes.
EDICIÓN, TRANSCRIPCIÓN, IMÁGENES: LICENCIADO EN HISTORIA VÍCTOR MANUEL
GRUBER DE FIGARELLI, UCV, CARACAS, 1976