Páginas

viernes, 29 de agosto de 2014

VIRTUDES HUMANAS Y CRISTIANAS--APACIBILIDAD--

Apacibilidad


Dichosos los que procuran la paz,
porque se llamarán hijos de Dios.
(Evangelio de San Mateo, 5,9)
 

Qué es


La apacibilidad es un estado interior de tranquilidad que puede venir en momentos de gratitud silenciosa o de oración. Es una manera de llegar a estar muy tranquilo y observar las cosas de modo que sea posible comprenderlas. Es hacerle frente a tus miedos y luego dejar que se marchen. Es confiar en que las cosas irán bien.
 

Es una manera de abordar los conflictos confiando en el poder del amor, de manera que nadie se eche toda la culpa. La paz llega cuando abandonas la violencia y el prejuicio y te esfuerzas por llegar a una solución pacífica.
 

La apacibilidad proviene de la conciencia de que todos los seres humanos forman parte de una misma familia. La paz en el mundo comienza con la paz en nuestro corazón y en nuestras relaciones con los demás.


Afirmación


Serenidad. -¿Por qué has de enfadarte si enfadándote ofendes a Dios, molestas al prójimo, pasas tú mismo un mal rato..., y te has de desenfadar al fin? (Camino, 8).
 

Cómo se practica


Para sentirte en paz contigo mismo, quédate muy tranquilo, para que puedas reflexionar, meditar u orar. Entrega tus preocupaciones a Dios y pídele que se ocupe de ellas. Si haces esto todos los días, te volverás más apacible.
 

La paz del mundo no es únicamente algo que pueden conseguir los gobiernos, mientras los demás esperamos. Las personas crean la paz en sus hogares, en la escuela y en el lugar de trabajo.
 

Si están violando tus derechos, si alguien te hiere o te irrita, perdónales enseguida. Detenles con medios razonables y no violentos. Defiende a los demás. Aprecia las diferencias, en lugar de convertirlas en prejuicios.

En qué consiste cuando...


· Alguno de tu casa, por precipitación, te estropea lo que estabas haciendo o te cambia los planes?

· En tu vecindario hay gentes de otra raza y religión, y tus vecinos manifiestan desprecio hacia ellos?

· Te empiezas a preocupar por un problema y te das cuenta de que no haces más que darle vueltas?

Enhorabuena porque...


· Buscas cada día un momento de paz interior para la oración.

· Encomiendas a Dios tus preocupaciones y le pides que te dé luz para resolverlas.

· Empleas un lenguaje sereno, aunque estés irritado. Hablas con voz suave.

· Decides cambiar el amor al poder por el poder del amor.

· Buscas una solución pacífica cuando estás en desacuerdo con lo que otros proponen.
 

Sigue intentándolo si...


· Estás demasiado ocupado para pararte a orar.

· Gesticulas o hablas con dureza porque estás airado.

· Te empeñas en demostrar lo equivocados que están los demás.

· Te vengas si alguien te hace daño, aunque sea accidentalmente.

· Te aferras a tu grupo y evitas a las personas que son diferentes.

· Murmuras o juzgas a las personas por lo que escuchas de otras personas.
 
 
Transcripción, Edición, Imágenes: Lic. Víctor M. Gruber de F.
 
FUENTE:

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Escribe tus comentarios aquí