Publicado: Mar Mar 15, 2005 9:27 pm Asunto: POLITICA SOCIAL Y AGRARIA--JRG (1945--1948).
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POLÍTICA SOCIAL Y AGRARIA DE LA JUNTA REVOLUCIONARIA DE GOBIERNO (1945—1948)
Autor: Víctor M. Gruber F.
(Área de Investigación: Historia Económica y Social de Venezuela Contemporánea)
--(Publicado en www.noticierodigital.com,15 de marzo,año 2005)--
INTRODUCCIÓN
Se trata de un ensayo de investigación de naturaleza histórica, económica y social, dentro de un breve lapso de la historia contemporánea de Venezuela, durante el mandato de la Junta Revolucionaria de Gobierno, y el muy breve del Presidente Rómulo Gallegos, que consideraremos conjuntamente, al enunciar las siglas JRG, correspondientes al lapso comprendido entre 1945—1948.
Esta indagación, que no está terminada aún, ni mucho menos, pretende contribuir modestamente, con el conocimiento del área estudiada, mediante la descripción, análisis, y evaluación de políticas, programas y resultados.
Así, en el curso del desarrollo de la misma, intentaremos aproximarnos a la política social de la JRG, en cuanto a empleos, salarios y abastecimientos; e igualmente a las políticas y programas de planificación e impulso de la economía, del MAC y el BAP, en cuanto a la producción de carne, leche y azúcar; también en lo tocante a la reforma agraria, mecanización de la agricultura, y riego.
Por la naturaleza del fenómeno a estudiar, se puede decir que este es un trabajo de investigación sobre Historia Económica Venezolana Contemporánea, dentro de un breve lapso, relativa a los temas de políticas y programas de gobierno, en cuanto a cuestiones económicas, sociales y agrarias, las cuales se intentarán describir, analizar y evaluar en cuanto a logros.
Puesto que esta investigación es de naturaleza histórica, será inevitable en algunos momentos, tocar aspectos políticos, económicos sociales, ideológicos, y otros varios, incluyendo aún los de naturaleza teórica o filosófica; puesto que siendo como son la Historia y el Hecho Histórico, fenómenos de grandísima complejidad y de variadísimas facetas, su tratamiento, múltiple y vario, es por supuesto inagotable como la realidad histórica misma.
Fuente primera y primaria ha sido para el autor, en este primer acercamiento al tema, el libro de Rómulo Betancourt “Venezuela Política y Petróleo” , obra importante para guiarse en el estudio de la Historia Política, Económica y Social de la Venezuela contemporánea.
Es un libro repleto de testimonios de primera mano, del propio actor y líder principal de los acontecimientos, referidos, analizados y evaluados por él mismo; con innumerables notas de página, referencias a fuentes autorizadas y de calidad.
Material interesantísimo para un lector crítico, que recorre sus páginas a más de 60 años de distancia de esos eventos; y exactamente, a los 48 años de nuestra primera lectura del mismo, en su primera edición, que llegó subrepticiamente a nuestras manos, un día de 1957, y tuvimos que leer a escondidas, y rápidamente, una desvelada noche.
La lectura actual, objeto de este trabajo, y en consecuencia, de un primer acercamiento al tema, combina lo textual, lo resumido, lo analítico, lo comparativo y lo crítico; el contraste de las fuentes utilizadas por el autor, con otras fuentes, autores y testimonios, con el fin de llevar a cabo nuestra descripción, análisis y evaluación con la mayor objetividad posible.
Y en este propósito de objetividad, vale la pena mencionar la conducta, como autor, del propio Betancourt, en el análisis de la obra de Gobierno de la JRG, quien a pesar de su apasionada militancia, se esfuerza por aportar los datos económicos y estadísticos, amén de los testimonios, que creyó necesarios y suficientes para sustentar sus razones.
METODOLOGÍA Y OTRAS CONSIDERACIONES AFINES
Por su naturaleza fundamentalmente histórica, la investigación seguirá el plan clásico de la indagación documental y bibliográfica. Creemos conveniente, dentro de esta apretada síntesis, exponer algunas dificultades, de orden investigativo, con las cuales hemos tropezado.
En primer lugar, por el tiempo transcurrido, y los usos y costumbres nacionales respecto de los archivos, muchos documentos y materiales de primera mano, informes, obras escritas sobre el tema, y otras fuentes, están dispersas por el territorio nacional, en multitud de instituciones, colecciones privadas, o en el extranjero, sin contar las que se han perdido, inexorablemente, por efectos de accidentes, propios del paso del tiempo, que erosionan las bases documentales de la sociedad.
En segundo lugar, a pesar de lo afirmado más arriba, la cantidad de datos disponibles, previos a la época, de la época misma, y de algún tiempo inmediato posterior, es de tal magnitud, que requiere el concurso de varios investigadores, y de modernas máquinas computadoras, para ser archivados, y construir una base de datos cuantitativa y cualitativa, sobre la época en cuestión, y por supuesto, para períodos más amplios.
En tercer lugar, las investigaciones, análisis, y síntesis individuales, están condicionadas por las capacidades intelectivas del autor: su inteligencia, cultura, especialización, creatividad, habilidades y destrezas, predisposiciones innatas, y disposiciones adquiridas, y sobre todo de algo, que según mi estimado profesor Germán Carrera, de la Escuela de Historia de la UCV, está desigualmente distribuido en la especie humana: el genio.
No poseyendo el que esto escribe, tales virtudes en alto grado; además de los factores condicionantes, personales, familiares y ambientales en general, los resultados de la investigación serán necesariamente modestos. Es posible que el planeamiento en grupo, la relación multidisciplinaria, fortalezca la posición del individuo que enfrentado a una compleja “maraña” de datos, no desfallezca, abandonado a sus propias fuerzas, ante la difícil tarea de la síntesis histórica. De allí la sugerencia de la necesidad de la investigación colectiva e institucional.
En cuarto lugar, bajando de las alturas reflexivas en torno a las potencialidades humanas, y las fuerzas que la condicionan, hasta la dura realidad material, los investigadores individuales o de grupo, requieren del máximo apoyo financiero, material y técnico; la dedicación exclusiva o el tiempo completo es lo ideal, así como el apoyo logístico, infraestructural, e institucional, absolutamente necesario. De lo contrario tendremos a individuos desesperados, “arañando” pedazos de la realidad, en la soledad de sus gabinetes o laboratorios, al estilo de siglos pasados, pero en los albores del siglo XXI.
CONCLUSIONES PRELIMINARES
La cantidad de datos analizados en casi un centenar cuartillas emborronadas con los primeros resultados parciales, además de los límites pautados para este escrito, obliga a entrar de una vez a la exposición, resumida, de nuestros modestos resultados iniciales, y parciales.
Hemos trabajado con datos conocidos, estudiados, analizados y evaluados por autores e instituciones de importancia, seriedad y valía. Algunas consideraciones personales, y cálculos numéricos sobre datos recogidos, presentados y discutidos, por dichas fuentes y autores, han servido para sintetizar, revaluar y mostrar, en forma personal y sencilla, las tendencias fundamentales del movimiento económico, y social del país, entre 1945 y 1948; así como las acciones y resultados de las políticas sociales, agrícolas y pecuarias de la JRG.
A mi parecer, la noción más importante, adquirida en lo personal, es la de la necesidad de ampliar y profundizar la investigación, y dado que no hay tema “pequeño”, puesto que a pesar de la aparente brevedad del período estudiado, sus datos parecen abrirse en abanico, en una especie de esquema árbol, que tiende hacia amplitudes indeterminadas. Ello puede superar con creces las limitaciones de un investigador individual.
Sobre la “aplicabilidad” de los resultados obtenidos, no siendo la Historia una ciencia “aplicada”, sus “lecciones”, si que algunas se pueden extraer de sus estudios, son evidentemente controvertibles, dado que los hechos y procesos históricos son de naturaleza idiosincrásica, es decir únicos e irrepetibles, mal pueden “aplicarse” según ortodoxos criterios, a otros procesos diferentes tan distintos e irrepetibles como los de partida, las “lecciones” supuestamente “históricas” de los anteriores.
¿Qué sentido puede tener decir, al presenciar en estos tiempos, el “desmantelamiento” de políticas, usos y costumbres de gobierno instalados por R.B., y la JRG, entre 1945 y 1948, que se está ante una “lección histórica”? ¿Lo que fue “bueno” y “positivo”, en un momento histórico dado, con el transcurrir del tiempo, y de la dialéctica histórica, se convierte en “malo” y “negativo”?
Por ejemplo, el precio de la gasolina, los controles de precios, la rebaja de los alquileres; las compras de alimentos en el extranjero, distribuidas en el mercado interno con “pérdidas” para el Estado; los subsidios al comercio, a la agricultura y la industria; los suministros al campesinado ¿irrecuperables? ; los créditos a los empresarios del campo, ganaderos e industriales ¿recuperables?,etc.,etc. ¿Fueron estas medidas “buenas” (o “malas”) ayer? ¿Son “buenas” (o “malas”) hoy?. Parece que todo juicio tiene su tiempo y lugar y está sujeto a las llamadas “jugarretas” de la Historia.
¿Asimiló RB, durante su largo exilio de diez años, (1948—1958), sus “lecciones” históricas? Aparentemente sí, puesto muchas de sus ejecutorias posteriores fueron distintas, y hasta contrarias, a las de su experiencia anterior. La “aplicabilidad”, por tanto, de un conocimiento y de una investigación histórica, es una cuestión compleja y controversial, que depende, al parecer, más de posiciones filosóficas y epistemológicas que de factores observables, medibles, y cuantificables.
Una primera conclusión, sería que tanto en los primeros momentos del ejercicio del poder, como en el resto del período de la JRG, y del Presidente Gallegos, se tomaron medidas a corto y mediano plazo, para garantizar el empleo, el alza de salarios, el abastecimiento de productos de primera necesidad, tanto importados como de producción nacional; se abarató el costo de la vida, no solamente en alimentación, también en vivienda (rebaja de alquileres) y construcción (Banco Obrero); se rebajaron los precios de la gasolina, el kerosén, de los servicios eléctricos; se dieron subsidios a los importadores de alimentos y a los productores nacionales de los mismos; se implementaron programas de comedores escolares y populares; de saneamiento ambiental (campaña antimalárica). No tienen antecedentes, en la historia anterior del país, la cantidad de medidas sociales, su volumen, y penetración ¿Igual que ahora?
Una segunda conclusión, se refiere a las ingentes cantidades erogadas por los organismos oficiales e institutos autónomos, ministerios de las áreas económicas y sociales, pero sobre todo de la CVF, para fomentar la industria privada, oficial y mixta; la agricultura y la cría (carne, leche y azúcar); partiendo del concepto de que el Estado (petrolero) debía invertir todos los recursos posibles en fomentar y promover esas actividades económicas; e intervenir directamente en las áreas donde la magnitud de los capitales a invertir, y los riesgos a afrontar, podrían ser difíciles para el empresariado nacional.
Este concepto del Estado como primer capitalista, y primer empresario del país, promotor, fomentador, distribuidor, controlador, interventor, planificador, evaluador, interventor, sobre la base de sus grandes recursos fiscales, lleva dentro de sí la idea de promover “desde arriba”, un sector empresarial, industrial, agrícola y ganadero, “progresista” frente al viejo empresariado, urbano y rural, formado en la tradición del gomecismo. Aún hoy en día se sufre en el país las consecuencias de tal concepto ¿Vemos ahora, lo mismo o lo contrario?
Una tercera conclusión, trata sobre la evidente dificultad que confrontó la política económica de la JRG, para resolver el problema de la producción agrícola y ganadera, que nunca fue suficiente, entre 1945 y 1948, para satisfacer la demanda nacional, expandida por el aumento nominal (y real) de los salarios. Se tuvo que acudir a la importación de alimentos, para satisfacer la demanda y hacer bajar los precios. Hasta hoy en día se ha prolongado dicha “agricultura de puertos”.
Una política agrícola y agrarista más agresiva, dispuesta modificar la vieja estructura agraria del campo venezolano, no pareció oportuna y necesaria a los líderes de la JRG, pero se tomaron medidas para evitar los desalojos en el campo (y en la ciudad); se concedieron créditos y suministros a los agricultores (de todas los sectores); se planearon colonizaciones de tierras baldías, grandes proyectos de regadío; y la Ley de Reforma Agraria se aprobó cinco semanas antes de ser derrocado el Presidente Gallegos. El problema agrícola (y el agrario) quedaron pendientes de otras manos y tiempos futuros ¿Pendientes aún hoy?
Una cuarta conclusión, sería aquella que nos dicta la idea de la imposibilidad de romper, en el corto lapso de 1945 a 1948, con la muy nombrada “dependencia petrolera”, antes bien ese gobierno, y todos los posteriores, hasta hoy día, han bregado fuertemente ¿En vano?, contra dicho fenómeno, para “romper” la dependencia, “diversificar” la economía y “cubrir” la brecha alimentaria con producción nacional.
Si podemos decir, en aval a la obra y acción de gobierno de la JRG, que las líneas maestras trazadas en el lapso 45--48, permanecieron explícita o implícitamente, gravitando sobre los gobierno posteriores. Los informes económicos del período, los testimonios leídos, y la historiografía sobre la época, indican que en ese período, el país vivió una época de prosperidad económica y ascenso social. El sectarismo político, y los conflictos de grupos, e individuos, generaron el clima negativo que produjo el desplazamiento del Gobierno en 1948 ¿Se repite la Historia?
Una quinta conclusión, dice que desde el punto de vista estadístico, se apunta un salto enorme en la remuneración laboral; en la concentración y crecimiento del capital fijo industrial; en el crecimiento nunca visto del gasto fiscal, de los organismos del Estado, sobre todo en área económica y social; en los institutos autónomos relacionados con la promoción y fomento de la economía; en obras públicas, carreteras, vivienda obrera, canalizaciones, riego, escuelas, proyectos agrícolas y pecuarios de pequeña, mediana y gran escala; en crecimiento vegetativo de la población, y también por inmigración ¿Podemos hacer comparaciones con el país actual?
Una sexta conclusión, informa que se mantuvo una gran distancia entre el desarrollo urbano (comercial e industrial) y el rural; aumentó la exportación petrolera en detrimento de las exportaciones tradicionales (café y cacao); se incrementó la tendencia a la importación de artículos de primera necesidad y suntuarios; de los imprescindibles para el desarrollo industrial; creció enormemente la actividad constructora, oficial y privada ¿Seguimos en lo mismo, si o no?
Finalmente, un último apunte sobre el tema de las acciones de la JRG, entre el 45 y el 48, trata de la intensa actividad desplegada por el Gobierno, y su cabeza visible RB; tantas iniciativas, tanta actividad política y administrativa, tantos proyectos y ejecuciones, impresionan al observador, no solamente por la energía y dinamismo de un liderazgo, y de su equipo, también por la percepción de que había necesidad de hacer muchísimas cosas, en el menor tiempo posible, como si existiera en el torbellino de los acontecimientos, la oculta, subyacente e intuitiva sensación de que el fabuloso experimento posiblemente no duraría mucho, y había que sembrar todas las semillas posibles, a toda prisa, en la mayor extensión y profundidad.
No solamente se “sembraron vientos”, entre 1945 y 1948, hubo siembras más efectivas y eficaces que se cosecharon a partir de 1958 ¿Repetimos la historia?
BIBLIOGRAFÍA BÁSICA
Banco Central de Venezuela, Memorias, 1944 a 1949
Betancourt, Rómulo, Mensaje a la Nación. Caracas, Palacio de Miraflores, 30-12-45 (Leído como Presidente de la JRB).
-------------------------, Mensaje del 1º. de enero de 1948. (Leído ante el Congreso Nacional en su carácter de Presidente de la JRG).
-------------------------, Venezuela Política y Petróleo. Bogotá, Edit. Senderos, 1969.
-------------------------, Obras Selectas, Vol.4, pp. 158-167.
Capriles Ayala, Carlos, Décadas de la Historia de Venezuela: Los años treinta y cuarenta. Caracas, Consorcio Ediciones Capriles, 1994.
Corporación Venezolana de Fomento, Memorias, 1947 a 1948.
Fundación Rómulo Betancourt, Rómulo Betancourt Historia y Contemporaneidad. (Varios autores: Nota Preliminar de Aníbal Romero; Presentación de Luis José Oropeza; Palabras de Apertura de Rafael Caldera). Caracas, Editorial de la Fundación, 1989.
Ministerio de Agricultura y Cría, Memorias, 1946 a 1948.Ministerio de Fomento, Memorias. 1946 a 1948.
Ministerio de Obras Públicas, Memorias. 1946 a 1948.
Ministerio del Trabajo, Memorias. 1947 a 1948.
Venezuela, Congreso Nacional, Ley de Reforma Agraria. Caracas, 18-10-48.
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