¿El show de Chávez debe continuar?
MARCOS R. CARRILLO P. | EL UNIVERSAL
viernes 29 de julio de 2011 05:33 PM
¿Qué significa este parapeto, este inmenso teatro que es el gobierno actual? Todo se maneja en forma de rituales de un oscuro culto. A todo se le da un aire artificialmente litúrgico, hay un tufo falsamente sacramental en cada palabra, en cada gesto. Todo es una ácida pasta de cursilería, adulancia, egocentrismo, codicia y frivolidad empacada en consignas vacías pero de gesto heroico, en declaraciones ociosas entonadas en forma de proclama. Se sienten protagonistas de una obra póstuma de Eduardo Blanco que recién ellos descubren y en la que actúan, en una especie de teatro de escuela primaria, de utilería barata, parlamento pueril y pretensiones épicas, como el niño que recita algo sobre una rosa para la mamá y todos aplauden o lloran. Pero en este caso no se trata de infantes graciosos sino de adultos hechos los graciosos.
Todo se nota burdo, increíblemente artificial, como una telenovela de ínfima producción, como unos amateurs representando por primera vez a Valle Inclán. Todo es sobreactuado, caricaturesco, lleno de gestos de desesperación producto de un esfuerzo enorme por complacer no al público sino al productor que quita y pone a su antojo y capricho, llámese Chávez en el caso de sus subordinados o Fidel en el caso del primero.
Por eso se ven cosas en las que el ridículo y lo grotesco se entrelazan en una infinita hebra de lisonja que no sólo humilla a quienes la tejen sino que desprestigia a quien la recibe con prepotencia. Así, los diputados se pelean el micrófono por una jaculatoria pública, los magistrados doblegan su independencia y respeto propio para someterse al designio presidencial, los ministros se focalizan en jalar sin pudor y el poder moral se transforma en defensor del abuso.
El lenguaje y los gestos mutan según las necesidades adulatorias. Meses atrás todo era "patria, socialismo o muerte". Hoy, cumpliendo la profecía de un chiste de Twiter y fieles a la mezcla de infinita cobardía y creencia en las más iletradas supercherías, cambian el lema y andan desesperados diciendo "viviremos" donde gritaban muerte. Hoy se hace costumbre oír al convaleciente desde el más allá (Cuba, su casa o su cama), como quien escucha el momento en el que Dios ordena a Abraham el sacrificio de su hijo. Pero todo sigue siendo una inmensa mediocridad, y esa voz que oyen sus adláteres solemnemente termina siendo no la de una divinidad, sino la del narrador en off de la guerra de los sexos que pretende poner orden en un zaperoco de trivialidad, gritadera y chabacanería.
En esta comedia prototeológica Bolívar termina siendo una parodia, los llamados contra el imperio sólo son secundados por alfeñiques mentales como Evo Morales, se emiten bonos que aparentan riqueza a costa de hipotecar al país, se construyen viviendas en África en vez de los Valles del Tuy o se proclama el desarrollo endógeno en un país que importa caraotas de Nicaragua.
Esta perversa mezcla de falsa religión y mal teatro no es más que una inmensa farsa propia de todo totalitarismo, parte de un mismo show, efímero, pirata y dispendioso, cuyo sentido es doble: una fórmula de engaño para mantenerse en el poder y una advertencia para todo el que desee recuperar la cordura y la democracia en el país. Abajo el telón, podéis ir en paz.
mrcarrillop@gmail.com
@carrillomarcos
COMO COMPLEMENTO A LA LECTURA ANTERIOR RECOMIENDO LEER ESTE TEXTO ESCRITO POR MI PERSONA EN JUNIO DEL 2005...A SABER:
--(Objet: Tradicionalismo Cultural Castro-Chavista / VIctor M. Gruber F.
Date: vendredi 24 juin 2005 02:23)--
Tradicionalismo Cultural Castro-Chavista
Dice Humberto Eco, que uno de los rasgos del Ur-fascismo, o fascismo eterno, es el “Culto de la tradición, de los saberes arcaicos, de la revelación recibida en el alba de la historia humana encomendada a los jeroglíicos egipcios, a las runas de los celtas, a los textos sagrados, aún desconocidos, de algunas religiones asiáticas. Cultura sincrética, que debe tolerar todas las contradicciones. Es suficiente mirar la cartilla de cualquier movimiento fascista para encontrar a los principales pensadores tradicionalistas. La gnosis nazi se alimentaba de elementos tradicionalistas, sincretistas, ocultos. La fuente teórica más importante de la nueva derecha italiana, Julius Evola, mezclaba el Grial con los Protocolos de los Ancianos de Sión, la alquimia con el Sacro Imperio Romano. Si curiosean ustedes en los estantes que en las librerías americanas llevan la indicación New Age, encontrarán incluso a San Agustín, el cual, por lo que me parece, no era fascista. Pero el hecho mismo de juntar a San Agustín con Stonehenge, esto es un síntoma de Ur-Fascismo”
No es tan alambicado nuestro fascio--comunismo--castro--chavista, muy mal denominado “bolivariano”, y ahora como “socialismo del siglo XXI”; pero no debemos olvidar las constantes referencias a las glorias del pasado independentista de Venezuela, y de las otras repúblicas bolivarianas; la adoración a Bolívar, a su espada, a cada una de sus palabras y dichos, a su tumba, a su ropa, y otros objetos personales, tal como la sagrada bacinilla donde hacía sus biológicas necesidades. Y por extensión, la veneración a los héroes guerreros que le acompañaron en su gesta; excepto los que supuestamente “traicionaron” el proyecto bolivariano como J. A. Páez, y los separatistas de 1830, por ejemplo.
Lo anterior hace diferenciar muy poco, cualitativamente, a la llamada “V República” de las otras anteriores, aunque cuantitativamente la actual les gana con creces en todo: ineficiencia, demagogia, clientelismo, populismo, corrupción, personalismo, caudillismo, autocratismo, represión, y militarismo.
Recientemente fue “enterrado” el cacique Guaicaipuro en el Panteón Nacional, ceremonia funeraria y ritual, en la cual participó el “Lider Máximo”, acompañado de sus partidarios, y de los cultores indigenistas; se fumó la “pipa de la paz” con un representante de los caciques de América del Norte, debidamente adornado con plumas de colores.
Tampoco debemos dejar de lado que se danza al ritmo de los “Diablos de Yare”, o de cualquier otra expresión típica folklórica; que existe el proyecto de un “Consejo de Iglesias” de la República Bolivariana de Venezuela, que agrupe con apoyo presupuestario oficial, a todas las creencias, incluyendo las más exóticas, ocultistas, o extravagantes; que uno de esos grupos lanzó la propuesta de elevar al Presidente a la categoría de “Obispo” de su Iglesia.
Ello completará el esquema de liderazgo total y absoluto, en lo político, militar, económico, social, y religioso, tipo “talibán”, al cual pareciera aspirar el actual mandatario. Entre celebraciones patrióticas, desfiles militares, reuniones ministeriales, y partidarias; marchas, gaitazos, cadenas de radio y TV, y otros festejos, del mejor gusto del grupo gobernante, la nación vive en una especie de “Acto Cultural” permanente, como en los mejores tiempos de las escuelas primarias de la Venezuela agropecuaria, tradicionalista; tal como en Guasipati --donde estudié los primeros grados--, Sabaneta, o cualquier otro pueblito, de la Venezuela provinciana y rural.
Todos evocamos con la ternura propia de los años infantiles los "Actos Culturales" que se realizaban en la Escuela: se bailaban y cantaban piezas como "El Maremare", "El Sebucan", "La Burriquita","El Himno al Árbol" y muchas otras; se hacían pequeñas representaciones teatrales de temas patrióticos, religiosos, o populares; se declamaba; se premiaban los mejores alumnos o cursos.
Nunca olvidaré, las lágrimas derramadas por mí, ante cada lectura dramatizada de la última proclama del Libertador: ¡Unión, unión, o la anarquía os devorará”; tampoco la emoción ante la temeraria audacia de aquella frase: "Si la naturaleza se opone, lucharemos contra ella y haremos que nos obedezca".
Siendo un niño de corta edad me tocó declamar, en honor a Bolívar (cito de memoria): "Juran que tuvo en su faz/ lo que salva y lo que aterra/ rayos de muerte en la guerra y arcoiris en la paz/ cuando creyeron quizás que se cansaba su brazo/ hizo en la América un trazo/ y con aguas del Orinoco/ fue a regar el Chimborazo/ ”
Tampoco faltaban las alusiones a Simón Rodríguez, Maestro del Libertador; a la Negra Matea, su madre de leche, y a toda la iconografía de los Santos Padres de la Patria, según el caso, y la región, donde estaba ubicada la Escuela.
Este proceso de "socialización" escolar tiene efectos profundos y prolongados en los niños (futuros adultos), y hay quienes no pueden escapar a su influencia en toda la vida, tal como lo observamos hoy en el liderazgo “bolivariano”.
Lo anterior viene al caso con motivo de los "Grandes Actos Culturales Nacionales" que vivimos, de cuando en cuando, con las visitas del Patriarca Otoñaal cubano a su Alter Ego criollo, y el respectivo pase de relevo, de la "Antorcha Revolucionaria" para Venezuela, Latinoamérica, y el resto del Mundo.
Venezuela, es hoy, un "Acto Cultural Permanente", de la mejor factura rural, tradicionalista, decimonónica, cubana-venezolana. Relea entonces, apreciado lector, el texto de Humberto Eco, con el cual abrimos este escrito. Atentamente: Víctor M. Gruber F.-- gruberv@cantv.net
Conjunto de artículos sobre temas variados de naturaleza política, social, económica, humorísticos, y filosóficos; publicados, o por publicarse en diferentes páginas web, o medios impresos; escritos por mi persona, o por otros autores; y que abarcan problemas relativos a Venezuela, América Latina, y el resto del mundo.
viernes, 29 de julio de 2011
jueves, 28 de julio de 2011
EL TRUEQUE CASTRO-CHAVISTA--(IX)---
Apuntes inmobiliarios
El trueque en las transacciones inmobiliarias
Gerardo Hernández Dávila
--(En. www.analitica.com)--
Jueves, 5 de junio de 2008
En tiempos inmemoriales el trueque era la única forma de intercambio de bienes y servicios que respondía a la necesidad humana de supervivencia. Cuando los fenicios instauraron el dinero como medio de cambio la sociedad dio un enorme salto y el comercio comenzó a fluir con rapidez. El dinero vino a suplir las deficiencias del trueque, especialmente en lo atinente a las operaciones de grandes volúmenes de productos. No quiere decir que el trueque haya sido erradicado. Muchas sociedades continuaron utilizándolo y actualmente grandes corporaciones, e inclusive transnacionales, operan con esta forma de intermediación en ciertas negociaciones. De manera que este sistema ni se ha reinventado, ni responde a ideología alguna. Lo que sí ha aparecido con el tiempo son las formalidades, la permuta que es el contrato que sirve para regular el trueque.
La permuta está claramente expresada en nuestro Código Civil como el “contrato por el cual cada una de las partes se obliga a dar una cosa para obtener otra por ella”, Art. 1.558 del Libro Tercero De las Maneras de Adquirir y Transmitir la Propiedad y Demás Derechos. La permuta se perfecciona, como la venta, por el solo consentimiento, según reza el Art. 1.559, abriendo así una amplia gama de acuerdos.
En algunas legislaciones es el contrato por el cual una de las partes se obliga a entregar una parte en una cosa y la otra en dinero. Si la parte en numerario es superior o igual al valor de la cosa, el contrato será de compraventa; si el valor de la cosa es mayor que la cantidad de dinero, el contrato es de permuta. Sus aplicaciones son ilimitadas, desde la permuta de productos artesanales a cambio de materias primas, hasta edificaciones y propiedades inmobiliarias por productos similares u otros bienes duraderos.
La crisis de las hipotecas ha hecho emerger el trueque de viviendas en varias ciudades, entre ellas Londres, y últimamente en Madrid, con una multiplicidad de anuncios en la Web donde las familias permutan su vivienda por otra más barata al no poder hacer frente a la hipoteca. El gobierno vasco ha ido más lejos con la iniciativa pionera de la Bolsa de Intercambio de viviendas de protección oficial (VPO) que comunica a ofertantes y demandantes.
Pero además la permuta puede ser utilizada como un mecanismo legal para el cambio de divisas en situaciones en la que esta actividad se encuentra prohibida o limitada por un régimen de control de cambio. En nuestro país el Gobierno ha sido insistente en la utilización de la figura del trueque en el comercio exterior, al intercambiar productos con otros países, como por ejemplo petróleo por alimentos, petróleo por tecnología, o petróleo por servicios de salud. También, con un acento populista, está promoviendo este tipo comercialización en las comunidades.
Como lo que es igual no es trampa, y como no hay limitantes en esta forma de hacer negocios, sería más que interesante comenzar a utilizar el trueque a través de contratos de permuta en el mecanismo de las transacciones inmobiliarias, con la finalidad de obtener divisas legalmente. Como señalábamos anteriormente la permuta está perfectamente reglamentada en nuestro ordenamiento jurídico, específicamente en nuestro Código Civil. Ahora bien, si yo quisiera disponer de un bien inmueble de mi propiedad, yo puedo, como normalmente se hace, colocarlo en venta, pero también podría utilizar el trueque e intercambiarlo por bonos de la deuda pública nacional, bonos de PDVSA, o cualquier otro título valor que otorgan a su poseedor el derecho, entre otros, de poder negociarlos tanto en el mercado interno, en moneda nacional, como en el mercado internacional, en divisas, de conformidad con las normas establecidas en la Ley de Mercado de Capitales, y en los mecanismos exigidos por los mercados bursátiles internacionales.
En otras palabras, al efectuar el trueque de un inmueble por títulos valores cuyo valor de mercado sea igual al valor de mercado de la propiedad, se realiza un cambio que resulta altamente provechoso. Es una puerta que se abre dentro de las escasas alternativas que los venezolanos tienen para intermediar tanto activos inmobiliarios como su patrimonio familiar. Explorar las posibilidades del mercado de capitales y asesorarse con los profesionales en inversión y corretaje bursátil constituye la primera tarea para proceder con la apertura de esta opción válida.
gerardohd@ceinpro.org
El trueque en las transacciones inmobiliarias
Gerardo Hernández Dávila
--(En. www.analitica.com)--
Jueves, 5 de junio de 2008
En tiempos inmemoriales el trueque era la única forma de intercambio de bienes y servicios que respondía a la necesidad humana de supervivencia. Cuando los fenicios instauraron el dinero como medio de cambio la sociedad dio un enorme salto y el comercio comenzó a fluir con rapidez. El dinero vino a suplir las deficiencias del trueque, especialmente en lo atinente a las operaciones de grandes volúmenes de productos. No quiere decir que el trueque haya sido erradicado. Muchas sociedades continuaron utilizándolo y actualmente grandes corporaciones, e inclusive transnacionales, operan con esta forma de intermediación en ciertas negociaciones. De manera que este sistema ni se ha reinventado, ni responde a ideología alguna. Lo que sí ha aparecido con el tiempo son las formalidades, la permuta que es el contrato que sirve para regular el trueque.
La permuta está claramente expresada en nuestro Código Civil como el “contrato por el cual cada una de las partes se obliga a dar una cosa para obtener otra por ella”, Art. 1.558 del Libro Tercero De las Maneras de Adquirir y Transmitir la Propiedad y Demás Derechos. La permuta se perfecciona, como la venta, por el solo consentimiento, según reza el Art. 1.559, abriendo así una amplia gama de acuerdos.
En algunas legislaciones es el contrato por el cual una de las partes se obliga a entregar una parte en una cosa y la otra en dinero. Si la parte en numerario es superior o igual al valor de la cosa, el contrato será de compraventa; si el valor de la cosa es mayor que la cantidad de dinero, el contrato es de permuta. Sus aplicaciones son ilimitadas, desde la permuta de productos artesanales a cambio de materias primas, hasta edificaciones y propiedades inmobiliarias por productos similares u otros bienes duraderos.
La crisis de las hipotecas ha hecho emerger el trueque de viviendas en varias ciudades, entre ellas Londres, y últimamente en Madrid, con una multiplicidad de anuncios en la Web donde las familias permutan su vivienda por otra más barata al no poder hacer frente a la hipoteca. El gobierno vasco ha ido más lejos con la iniciativa pionera de la Bolsa de Intercambio de viviendas de protección oficial (VPO) que comunica a ofertantes y demandantes.
Pero además la permuta puede ser utilizada como un mecanismo legal para el cambio de divisas en situaciones en la que esta actividad se encuentra prohibida o limitada por un régimen de control de cambio. En nuestro país el Gobierno ha sido insistente en la utilización de la figura del trueque en el comercio exterior, al intercambiar productos con otros países, como por ejemplo petróleo por alimentos, petróleo por tecnología, o petróleo por servicios de salud. También, con un acento populista, está promoviendo este tipo comercialización en las comunidades.
Como lo que es igual no es trampa, y como no hay limitantes en esta forma de hacer negocios, sería más que interesante comenzar a utilizar el trueque a través de contratos de permuta en el mecanismo de las transacciones inmobiliarias, con la finalidad de obtener divisas legalmente. Como señalábamos anteriormente la permuta está perfectamente reglamentada en nuestro ordenamiento jurídico, específicamente en nuestro Código Civil. Ahora bien, si yo quisiera disponer de un bien inmueble de mi propiedad, yo puedo, como normalmente se hace, colocarlo en venta, pero también podría utilizar el trueque e intercambiarlo por bonos de la deuda pública nacional, bonos de PDVSA, o cualquier otro título valor que otorgan a su poseedor el derecho, entre otros, de poder negociarlos tanto en el mercado interno, en moneda nacional, como en el mercado internacional, en divisas, de conformidad con las normas establecidas en la Ley de Mercado de Capitales, y en los mecanismos exigidos por los mercados bursátiles internacionales.
En otras palabras, al efectuar el trueque de un inmueble por títulos valores cuyo valor de mercado sea igual al valor de mercado de la propiedad, se realiza un cambio que resulta altamente provechoso. Es una puerta que se abre dentro de las escasas alternativas que los venezolanos tienen para intermediar tanto activos inmobiliarios como su patrimonio familiar. Explorar las posibilidades del mercado de capitales y asesorarse con los profesionales en inversión y corretaje bursátil constituye la primera tarea para proceder con la apertura de esta opción válida.
gerardohd@ceinpro.org
EL TRUEQUE CASTRO-CHAVISTA--(VIII)---
Habilitante: Ley para el Fomento y Desarrollo de la
Economía Popular
Decreto N° 6.130, con Rango, Valor y Fuerza de Ley para el Fomento y Desarrollo de
la Economía Popular.- Véase N° 5.890 Extraordinario de la GACETA OFICIAL DE
LA REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA, 31 de julio de 2008
Advertencia: Este texto se ofrece con propósitos meramente informativos y podría
contener algunas discrepancias con la Gaceta Oficial, producto de errores de
transcripción o de escaneo/reconocimiento.
DECRETO CON RANGO, VALOR Y FUERZA DE
LEY PARA EL FOMENTO Y DESARROLLO
DE LA ECONOMIA POPULAR
EXPOSICION DE MOTIVOS
La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, permite las nuevas formas
de organizaciones socioproductivas que surgen en el seno de la comunidad. De ahí que
nace la necesidad de crear una normativa que regule la actividad de la economía
popular, donde prevalezcan los principios de corresponsabilidad, cooperación,
sustentabilidad, libertad, justicia social, solidaridad, equidad, transparencia, honestidad,
igualdad, eficiencia y eficacia, contraloría social, rendición de cuentas, asociación
abierta y voluntaria, gestión y participación democrática, formación y educación,
planificación, respeto y fomento de las tradiciones, la diversidad cultural, articulación
del trabajo en redes socioproductivas y cultura ecológica, dando a las venezolanas y
venezolanos herramientas de contenido social para el desarrollo económico de un
sistema incluyente, y con capacidad de fortalecer los proyectos socioproductivos de las
comunidades.
El modelo socioproductivo comunitario y sus formas de organización popular, están
basadas en relaciones de producción solidarias mediante la movilización conciente de
las potencialidades productivas de la comunidad, como herramientas que impulsarán el
desarrollo integral del país; por lo que se fomentará y desarrollará la economía popular,
sobre la base de los proyectos propios de las comunidades organizadas, en cualquiera de
sus formas y en el intercambio de saberes, bienes y servicios para la reinversión social
del excedente, dirigidas a satisfacer las necesidades sociales de las comunidades.
Es así como el presente Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley para el Fomento y
Desarrollo de la Economía Popular, crea las modalidades y formas asociativas que
potenciarán el control y próspero desenvolvimiento de las actividades de la economía
popular, y el establecimiento de un nuevo sistema de producción, cuyos patrones de
transformación, distribución e intercambio de saberes, bienes y servicios, serán
realizados por asociaciones de personas y comunidades organizadas, concientes de la
necesidad de plantear un sistema socialmente justo en las relaciones socioproductivas y
de intercambio solidario, con los fines de coadyuvar a la consolidación de las bases del
modelo socioproductivo de la Nación, en la búsqueda del desarrollo humano integral y
sustentable.
Decreto Nº 6.130 03 de junio de 2008
HUGO CHAVEZ FRIAS
Presidente de la República
En ejercicio de la atribución que le confiere el numeral 8 del artículo 236 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y de conformidad con lo
dispuesto en los numerales 1 y 4 del artículo 1 de la Ley que autoriza al Presidente de la
República para Dictar Decretos con Rango, Valor y Fuerza de Ley en las Materias que
se delegan, en Consejo de Ministros.
DICTA
El siguiente,
DECRETO CON RANGO, VALOR Y FUERZA DE
LEY PARA EL FOMENTO Y DESARROLLO
DE LA ECONOMIA POPULAR
CAPITULO I
DISPOSICIONES GENERALES
Objeto
Artículo 1º. El presente Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley tiene por objeto
establecer los principios, normas y procedimientos que rigen el modelo socioproductivo
comunitario, para el fomento y desarrollo de la economía popular, sobre la base de los
proyectos impulsados por las propias comunidades organizadas, en cualquiera de sus
formas y el intercambio de saberes, bienes y servicios para la reinversión social del
excedente, dirigidos a satisfacer las necesidades sociales de las comunidades.
Finalidades
Artículo 2º. El presente Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley tiene las siguientes
finalidades:
1. Incentivar en la comunidad, valores sociales basados en la igualdad, solidaridad,
corresponsabilidad y justicia social.
2. Promover las formas de organización comunal dirigidas a satisfacer las
necesidades sociales de la comunidad, respetando las características y
particularidades locales, mediante mecanismos financieros, económicos,
educativos, sociales y culturales.
3. Fomentar un modelo socioproductivo comunitario y sus formas de organización
comunal en todo el territorio nacional.
4. Aportar las herramientas necesarias para el fortalecimiento de las
potencialidades económicas de las comunidades.
5. Todas aquellas que coadyuven al fortalecimiento de las finalidades establecidas
en el presente Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley.
Ambito de aplicación
Artículo 3º. Las disposiciones del presente Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley,
son aplicables a las comunidades organizadas en cualquiera de sus formas
socioproductivas, en todo el territorio nacional.
Principios y valores
Artículo 4º. Son principios y valores del modelo socioproductivo comunitario y sus
formas de organización comunal, la corresponsabilidad, cooperación, sustentabilidad,
libertad, justicia social, solidaridad, equidad, transparencia, honestidad, igualdad,
eficiencia y eficacia, contraloría social, rendición de cuentas, asociación abierta y
voluntaria, gestión y participación democrática, formación y educación, respeto y
fomento de las tradiciones, la diversidad cultural, articulación del trabajo en redes
socioproductivas, cultura ecológica y la preponderancia de los intereses comunes sobre
los individuales, que garantice la satisfacción de las necesidades de la comunidad,
aportando la mayor suma de felicidad posible.
Definiciones
Artículo 5º. A los efectos del presente Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley, se
entiende por:
1. Modelo Socioproductivo Comunitario: Sistema de producción,
transformación, distribución e intercambio socialmente justo de saberes, bienes
y servicios de las distintas formas organizativas surgidas en el seno de la
comunidad.
2. Trabajo colectivo: Actividad organizada y desarrollada por los miembros de las
distintas formas organizativas, basada en relaciones de producción no alienada,
propia y auténtica, con una planificación participativa y protagónica.
3. Brigadas de producción, distribución y consumo: Grupo de personas que
desarrollan una actividad y que apoyan recíprocamente a otros semejantes,
garantizando el equilibrio justo de las actividades socioproductivas para el
desarrollo y fomento de la economía popular.
4. Prosumidoras o Prosumidores: Personas que producen, distribuyen y
consumen bienes o servicios, y participan voluntariamente en los sistemas
alternativos de intercambio solidario, con espíritu social, para satisfacer sus
necesidades y las de otras personas de su comunidad.
5. Trueque Comunitario Directo: Es la modalidad de intercambio directo de
saberes, bienes y servicios con valores mutuamente equivalentes, sin necesidad
de un sistema de compensación o mediación.
6. Trueque Comunitario Indirecto: Es la modalidad de intercambio de saberes,
bienes y servicios con valores distintos que no son mutuamente equivalentes y
que requieren de un sistema de compensación o de mediación, a fin de establecer
de manera explícita, relaciones de equivalencias entre dichos valores diferentes.
7. Mercados de Trueque Comunitario: Son espacios locales destinados
periódicamente al intercambio justo y solidario de saberes, bienes y servicios.
CAPITULO II
DEL ORGANO RECTOR
Organo rector
Artículo 6º. El Ejecutivo Nacional por órgano del Ministerio con competencia en
materia de economía comunal, es el órgano rector de las políticas públicas relacionadas
con la promoción, formación, acompañamiento integral y financiamiento de los
proyectos socioproductivos, originados del seno de la comunidad y del sistema de
intercambio solidario, conforme a los lineamientos de la planificación centralizada.
Competencias
Artículo 7º. Son competencias del órgano rector:
1. Dictar políticas en materia de proyectos socioproductivos, formación,
financiamiento y comercialización que impulsen el desarrollo comunitario.
2. Coadyuvar a la consolidación de las bases del modelo socioproductivo de la
Nación en busca del desarrollo humano integral y sustentable.
3. Contribuir a la consecución de la justa distribución de la riqueza mediante el
diseño, planificación y ejecución de planes, programas y proyectos relacionados
con el modelo socioproductivo comunitario.
4. Diseñar programas de formación en coordinación con los órganos y entes con
competencia en materia educativa.
5. Promover y estimular a las organizaciones socioproductivas comunitarias, a
través de alianzas estratégicas con instituciones públicas y privadas, con la
finalidad de lograr su complementariedad en el mercado.
6. Promocionar el desarrollo de las políticas, planes, proyectos y programas de las
organizaciones socioproductivas comunitarias.
7. Hacer seguimiento, evaluación y control de las organizaciones socioproductivas
comunitarias, con el fin de asegurar que las actividades de las mismas se
correspondan con los respectivos planes, proyectos y programas.
8. Formular y proponer políticas, planes, proyectos y programas que permitan la
educación, formación, investigación, transferencia de tecnología, apropiación
social del conocimiento, asistencia técnica, y acompañamiento a las personas
que intervienen en las organizaciones socioproductivas comunitarias.
9. Supervisar y controlar los grupos de intercambio solidario con la finalidad de
verificar el cumplimiento de las disposiciones contenidas en el presente Decreto
con Rango, Valor y Fuerza de Ley.
10. Cualquier otra que le atribuyan los reglamentos de este Decreto con Rango,
Valor y Fuerza de Ley.
CAPITULO III
DE LAS ORGANIZACIONES SOCIOPRODUCTIVAS COMUNITARIAS
Organizaciones socioproductivas
Artículo 8º. Son unidades comunitarias con autonomía e independencia en su gestión,
orientadas a la satisfacción de necesidades de sus miembros y de la comunidad en
general, mediante una economía basada en la producción, transformación, distribución e
intercambio de saberes, bienes y servicios, en las cuales el trabajo tiene significado
propio y auténtico; y en las que no existe discriminación social ni de ningún tipo de
labor, ni tampoco privilegios asociados a la posición jerárquica.
Formas
Artículo 9º. A los efectos del presente Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley son
formas de organizaciones socioproductivas:
1. Empresa de Propiedad Social Directa o Comunal: Unidad productiva ejercida
en un ámbito territorial demarcado en una o varias comunidades, a una o varias
comunas, que beneficie al colectivo, donde los medios de producción son
propiedad de la colectividad.
2. Empresa de Propiedad Social Indirecta: Unidad productiva cuya propiedad es
ejercida por el Estado a nombre de la comunidad. El Estado progresivamente
podrá transferir la propiedad a una o varias comunidades, a una o varias
comunas, en beneficio del colectivo.
3. Empresa de Producción Social: Unidad de trabajo colectivo destinada a la
producción de bienes o servicios para satisfacer necesidades sociales y
materiales a través de la reinversión social de sus excedentes, con igualdad
sustantiva entre sus integrantes.
4. Empresa de Distribución Social: Unidad de trabajo colectivo destinada a la
distribución de bienes o servicios para satisfacer necesidades sociales y
materiales a través de la reinversión social de sus excedentes, con igualdad
sustantiva entre sus integrantes.
5. Empresa de Autogestión: Unidad de trabajo colectivo que participan
directamente en la gestión de la empresa, con sus propios recursos, dirigidas a
satisfacer las necesidades básicas de sus miembros y de la comunidad.
6. Unidad Productiva Familiar: Es una organización integrada por miembros de
una familia que desarrollen proyectos socioproductivos dirigidos a satisfacer las
necesidades básicas de sus miembros y de la comunidad.
7. Grupos de Intercambio Solidario: Conjunto de prosumidoras y prosumidores
organizados de conformidad con lo previsto en el presente Decreto con Rango,
Valor y Fuerza de Ley, con la finalidad de participar en alguna de las
modalidades de los sistemas alternativos de intercambio solidario.
8. Grupos de Trueque Comunitario: Conjunto de prosumidoras y prosumidores
organizados, que utilizan las modalidades del sistema alternativo de intercambio
solidario.
Obligaciones
Artículo 10. Las organizaciones socioproductivas comunitarias deberán:
1. Diseñar y ejecutar planes, programas y proyectos socioproductivos dirigidos a
consolidar el desarrollo integral de la colectividad en general.
2. Promover y practicar la democracia participativa y protagónica en el desarrollo
de las actividades socioproductivas surgidas del seno de la comunidad, con la
inclusión de las Brigadas de producción, distribución y consumo, a través de las
diferentes organizaciones, empresas comunitarias y demás formas asociativas
guiadas por los valores de la mutua cooperación y la solidaridad.
3. Ejecutar actividades de producción, transformación, distribución e intercambio
de saberes, bienes y servicios en beneficio de las comunidades.
4. Fomentar, promover e implementar el desarrollo de actividades
socioeconómicas y políticas, culturales, ecológicas para la comunidad, con
preferencia en el ámbito local y respetando los principios y valores contenidos
en este Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley.
5. Ejercer la contraloría social.
6. Dar primacía a las personas y al trabajo sobre el capital en la distribución de sus
excedentes.
7. Participar conjuntamente con las demás formas organizativas, surgidas en el
seno de la comunidad que existan a nivel regional y local, en la planificación y
elaboración de planes, programas y proyectos socioproductivos.
8. Garantizar la igualdad de derechos y obligaciones para sus miembros.
9. Establecer redes socioproductivas de distribución y de adquisición de saberes,
bienes y servicios.
10. Incentivar la inserción socioproductiva como elemento fundamental del
desarrollo social, impulsando el espíritu emprendedor y la cultura del trabajo
colectivo.
11. Impulsar que las unidades de producción sean espacios de aprendizajes
permanentes.
12. Las demás que le sean exigidos por ley.
CAPITULO IV
SISTEMA ALTERNATIVO DE
INTERCAMBIO SOLIDARIO
Definición
Artículo 11. El Sistema Alternativo de Intercambio Solidario, es el conjunto de
actividades propias que realizan las prosumidoras y los prosumidores, dentro y fuera de
su comunidad, por un período determinado, antes, durante y después del intercambio,
con fines de satisfacer sus necesidades de saberes, bienes y servicios; sin el uso de
moneda de curso legal en el territorio nacional y con prohibición de prácticas de
carácter financiero, como el cobro de interés o comisiones.
Fundamentos
Artículo 12. El sistema alternativo de intercambio solidario, se basa, entre otros, en:
1. La buena fe como base de las operaciones de intercambio.
2. El respeto de las tradiciones sociales y culturales.
3. La responsabilidad en la elaboración de bienes y prestación de servicios.
4. La no discriminación.
5. La coordinación de negociación armónica para el intercambio.
Trueque comunitario
Artículo 13. El trueque comunitario como sistema de intercambio solidario será
desarrollado en aquellas comunidades debidamente organizadas y conformadas en
consejos comunales y en cualquier otra forma de organización socioproductiva
comunitaria, autorizadas conforme a lo establecido en el presente Decreto con Rango,
Valor y Fuerza de Ley.
Modalidades del sistema
Articulo 14. Son modalidades del sistema alternativo de intercambio solidario las
siguientes:
1. El trueque comunitario directo.
2. El trueque comunitario indirecto.
3. Los demás regulados por el reglamento del presente Decreto con Rango, Valor y
Fuerza de Ley, respetando los principios y valores aquí consagrados.
CAPITULO V
ESPACIOS DEL SISTEMA ALTERNATIVO DE INTERCAMBIO SOLIDARIO
Objetivo
Artículo 15. El sistema alternativo de intercambio solidario tiene como objetivo
primordial facilitar el encuentro de las prosumidoras y prosumidores de los grupos del
sistema alternativo de intercambio solidario, para desarrollar las actividades de forma
organizada, con la finalidad de asegurar la satisfacción de las necesidades y el
mejoramiento de la calidad de vida de la comunidad.
Espacios
Artículo 16. El sistema alternativo de intercambio solidario podrá ser desarrollado en:
1. Espacios destinados al intercambio solidario.
2. Mercados de trueque comunitario.
3. Centros de acopio, tiendas comunitarias y proveedurías.
4. Cualquier lugar que determinen las prosumidoras y prosumidores en el momento
requerido.
5. Todos aquellos que fije el Ejecutivo Nacional para tales fines.
CAPITULO VI
DERECHOS Y DEBERES DE
LAS PROSUMIDORAS Y PROSUMIDORES
Derechos
Artículo 17. Son derechos de las prosumidoras y prosumidores los siguientes:
1. Recibir de los Ministerios del Poder Popular con competencia en materia de
economía comunal y participación y protección social, información, formación y
acompañamiento integral para su efectiva participación en el sistema alternativo
de intercambio solidario.
2. Participar en la gestión y toma de decisiones del grupo de intercambio solidario.
3. Recibir del comité operativo información fehaciente sobre el grupo de
intercambio solidario en el que participan.
4. Elegir y ser elegidos para la conformación y vocería de los comités de trabajo de
su grupo de intercambio solidario.
5. Los demás que le sean previstos por el ordenamiento jurídico vigente.
Deberes
Artículo 18. Son deberes de las prosumidoras y prosumidores los siguientes:
1. Producir bienes o prestar servicios para su intercambio en los grupos de
intercambio solidario.
2. Inscribirse ante la unidad de verificación y registro del órgano rector.
3. Cumplir con las obligaciones y responsabilidades asumidas en su grupo de
trueque comunitario.
4. Cumplir y hacer cumplir las decisiones emanadas de las asambleas en su grupo
de trueque comunitario.
5. Pertenecer a un comité de trabajo y cumplir las tareas que le sean asignadas.
6. Los demás que le sean previstos por el ordenamiento jurídico vigente.
Directorio de prosumidoras y prosumidores
Artículo 19. El Ministerio con competencia en materia de economía comunal deberá
publicar el directorio de prosumidoras y prosumidores que estén registrados ante la
unidad de verificación y registro, en el cual estén debidamente identificados los grupos
del sistema alternativo de intercambio solidario, junto con sus ofertas de saberes, bienes
y servicios.
CAPITULO VII
DE LOS GRUPOS DE INTERCAMBIO SOLIDARIO
Ingreso
Artículo 20. Toda persona natural o jurídica podrá pertenecer a un determinado grupo
de intercambio solidario para ofrecer y recibir saberes, bienes y servicios, siempre y
cuando cumpla con los parámetros establecidos en este Decreto con Rango, Valor y
Fuerza de Ley. En ningún caso un grupo de intercambio solidario impondrá
condicionamientos de tipo ideológico, político, religioso, étnico, de género o que
apoyen valores que atenten contra los principios de pluralidad, soberanía nacional, no
discriminación y respeto a la diversidad.
Constitución
Artículo 21. El acuerdo para constituir un grupo de intercambio solidario, se llevará a
cabo a través de una asamblea constitutiva de prosumidoras y prosumidores, en la que
se propondrá el nombre del grupo, el de la moneda comunal que se utilizará, así como la
organización del sistema alternativo de intercambio solidario; previstos en el presente
Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley.
Funcionamiento y organización
Artículo 22. Las normas de funcionamiento de los grupos de intercambio solidario, se
regirán por el reglamento del presente Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley y las
resoluciones que dicte el órgano rector. Estas normas deberán adaptarse a los valores
culturales y a las necesidades locales, propiciando relaciones permanentes y colectivas
entre las mismas y demás expresiones populares.
Funciones
Artículo 23. Los grupos de intercambio solidario tienen como función primordial
facilitar las relaciones de intercambio entre las prosumidoras y prosumidores, para lo
cual:
1. Estimularán y fortalecerán el intercambio justo de saberes, bienes y servicios en
cualquiera de los espacios del intercambio solidario.
2. Promoverán la autogestión comunitaria, incentivando la creación y el
desenvolvimiento personal de las prosumidoras y prosumidores.
3. Fomentarán el desarrollo endógeno y sustentable.
4. Fortalecerán la identidad comunal y las relaciones comunitarias.
5. Estimularán relaciones con los órganos competentes para el desarrollo de la
producción de saberes, bienes y servicios como un medio para alcanzar la
soberanía alimentaría.
6. Ejecutarán todas aquellas actividades que determinen las prosumidoras y
prosumidores reunidos en asamblea.
Asamblea
Artículo 24. La asamblea de las prosumidoras y prosumidores, estará integrada por
todos los miembros que conforman el respectivo grupo de intercambio solidario y
tendrá, entre otras, las siguientes atribuciones:
1. Diseñar, denominar, valorar, administrar y en general, decidir sobre cualquier
aspecto relativo a la moneda comunal, con autorización del órgano rector
conforme a las resoluciones que dictare al efecto el Banco Central de Venezuela.
2. Coordinar las actividades de organización y funcionamiento de los diferentes
espacios del intercambio solidario.
3. Velar por el buen funcionamiento de la organización interna de la asamblea.
4. Conocer de cualquier otro asunto que sea sometido a su consideración.
Las modalidades de realización de la asamblea de prosumidoras y prosumidores, las
convocatorias, el quórum, la composición, la toma de decisiones, serán desarrolladas
con suficiente amplitud en el reglamento del presente Decreto con Rango, Valor y
Fuerza de Ley.
Responsabilidad Penal
Articulo 25. Toda conducta, acción u omisión que infrinja las disposiciones del
presente Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley y que constituyere falta o hecho
punible, será sancionada conforme a las disposiciones contenidas en el Código Penal y
el resto del ordenamiento jurídico aplicable.
CAPITULO VIII
DE LA MONEDA COMUNAL
Creación
Artículo 26. La moneda comunal es el instrumento que permite y facilita el intercambio
de saberes, bienes y servicios en los espacios del sistema de intercambio solidario.
Competencia del Banco Central de Venezuela
Artículo 27. El Banco Central de Venezuela regulará todo lo relativo a la moneda
comunal dentro del ámbito de su competencia.
Función
Artículo 28. Cada grupo de intercambio solidario escogerá el nombre de su Moneda
Comunal, que responderá a una característica ancestral, histórica, cultural, social,
patrimonial u otra, que resalte la memoria e identidad del pueblo. Será administrada y
sólo tendrá valor dentro del ámbito territorial de su localidad, por los grupos de
intercambio solidario debidamente registrados, y distribuida equitativamente entre las
prosumidoras o prosumidores, la cual no tiene curso legal, ni circulará en el territorio de
la República.
Valor
Artículo 29. El valor de la moneda comunal será determinado por equivalencia con la
moneda de curso legal en el territorio nacional, a través de la asamblea del grupo de
intercambio solidario, previa autorización del órgano rector, de conformidad con lo que
se dicte en el presente Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley y las resoluciones que
dicte el Banco Central de Venezuela, a tal efecto.
CAPITULO IX
DEL REGISTRO
Registro de las organizaciones
o grupos de intercambio solidario
Artículo 30. El Ministerio con competencia en materia de economía comunal contará
con una dependencia funcional de verificación, inscripción y registro con el fin de
mantener un seguimiento y control, de:
1. Las organizaciones socioproductivas comunitarias o grupos de intercambio
solidario, grupos de trueque comunitario y de los espacios de intercambio
solidario en el territorio nacional.
2. Los proyectos presentados por las organizaciones socioproductivas
comunitarias, considerados viables desde el punto de vista social, técnico,
ambiental y económico, presentados ante los entes de ejecución financieros.
Sanción
Articulo 31. Quien infrinja el normal funcionamiento de los grupos de intercambio
solidario, incumpla sus deberes o realice maniobras que alteren o perjudiquen el sistema
de intercambio solidario, en detrimento de los intereses de la comunidad, será
desincorporado del registro que mantiene el órgano rector y no podrá participar en otros
grupos de intercambio por el lapso de un (1) año, sin perjuicio de la responsabilidad
civil, penal y administrativa a que hubiere lugar.
DISPOSICIONES TRANSITORIAS
Primera. Los órganos y entes de la Administración Pública y demás organizaciones
socioproductivas comunitarias que conforman y participan en el área comunal de la
economía, deberán adaptarse a las disposiciones del presente Decreto con Rango, Valor
y Fuerza de Ley, en el término de seis (6) meses a partir de su promulgación.
Segunda. El Ejecutivo Nacional dictará dentro de los ciento ochenta (180) días
siguientes a la publicación de este Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley, su
Reglamento.
DISPOSICION FINAL
Unica. El presente Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley para el Fomento y
Desarrollo de la Economía Popular, entrará en vigencia a partir de la fecha de su
publicación en la Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela.
Dado en Caracas, a los tres del mes de junio de dos mil ocho. Años 198° de la
Independencia, 149° de la Federación y 10º de la Revolución Bolivariana.
Ejecútese,
(L.S.)
HUGO CHAVEZ FRIAS
Refrendado
El Vicepresidente Ejecutivo
(L.S.)
RAMON ALONZO CARRIZALEZ RENGIFO
Refrendado
El Ministro del Poder Popular del
Despacho de la Presidencia
(L.S.)
JESSE CHACON ESCAMILLO
Refrendado
El Ministro del Poder Popular para
Relaciones Interiores y Justicia
(L.S.)
RAMON EMILIO RODRIGUEZ CHACIN
Refrendado
El Ministro del Poder Popular para
las Finanzas
(L.S.)
RAFAEL EDUARDO ISEA ROMERO
Refrendado
El Ministro del Poder Popular para
la Defensa
(L.S.)
GUSTAVO REYES RANGEL BRICEÑO
Refrendado
El Ministro del Poder Popular para
las Industrias Ligeras y Comercio
(L.S.)
WILLIAN ANTONIO CONTRERAS
Refrendado
El Ministro del Poder Popular para
las Industrias Básicas y Minería
(L.S.)
RODOLFO EDUARDO SANZ
Refrendado
La Ministra del Poder Popular para
el Turismo
(L.S.)
OLGA CECILIA AZUAJE
Refrendado
El Ministro del Poder Popular para
la Educación Superior
(L.S.)
LUIS ACUÑA CEDEÑO
Refrendado
El Ministro del Poder Popular para
el Trabajo y Seguridad Social
(L.S.)
ROBERTO MANUEL HERNANDEZ
Refrendado
El Encargado del Ministerio del Poder Popular para
la Infraestructura
(L.S.)
ISIDRO UBALDO RONDON TORRES
Refrendado
La Ministra del Poder Popular para
el Ambiente
(L.S.)
YUVIRI ORTEGA LOVERA
Refrendado
El Ministro del Poder Popular para
la Planificación y Desarrollo
(L.S.)
HAIMAN EL TROUDI
Refrendado
La Ministra del Poder Popular para
Ciencia y Tecnología
(L.S.)
NURIS ORIHUELA GUEVARA
Refrendado
El Ministro del Poder Popular para
la Comunicación y la Información
(L.S.)
ANDRES GUILLERMO IZARRA GARCIA
Refrendado
El Ministro del Poder Popular para
la Economía Comunal
(L.S.)
PEDRO MOREJON CARRILLO
Refrendado
El Ministro del Poder Popular para
la Alimentación
(L.S.)
FELIX RAMON OSORIO GUZMAN
Refrendado
El Ministro del Poder Popular para
la Cultura
(L.S.)
FRANCISCO DE ASIS SESTO NOVAS
Refrendado
La Ministra del Poder Popular para
la Vivienda y Hábitat
(L.S.)
EDITH BRUNELA GOMEZ
Refrendado
La Ministra del Poder Popular para
la Participación y Protección Social
(L.S.)
ERIKA DEL VALLE FARIAS PEÑA
Refrendado
La Ministra del Poder Popular para
el Deporte
(L.S.)
VICTORIA MERCEDES MATA GARCIA
Refrendado
La Ministra del Poder Popular para
las Telecomunicaciones y la Informática
(L.S.)
SOCORRO ELIZABETH HERNANDEZ
Refrendado
La Ministra del Poder Popular para
los Pueblos Indígenas
(L.S.)
NICIA MALDONADO MALDONADO
Refrendado
La Ministra de Estado para
Asuntos de la Mujer
(L.S.)
MARIA LEON
Economía Popular
Decreto N° 6.130, con Rango, Valor y Fuerza de Ley para el Fomento y Desarrollo de
la Economía Popular.- Véase N° 5.890 Extraordinario de la GACETA OFICIAL DE
LA REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA, 31 de julio de 2008
Advertencia: Este texto se ofrece con propósitos meramente informativos y podría
contener algunas discrepancias con la Gaceta Oficial, producto de errores de
transcripción o de escaneo/reconocimiento.
DECRETO CON RANGO, VALOR Y FUERZA DE
LEY PARA EL FOMENTO Y DESARROLLO
DE LA ECONOMIA POPULAR
EXPOSICION DE MOTIVOS
La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, permite las nuevas formas
de organizaciones socioproductivas que surgen en el seno de la comunidad. De ahí que
nace la necesidad de crear una normativa que regule la actividad de la economía
popular, donde prevalezcan los principios de corresponsabilidad, cooperación,
sustentabilidad, libertad, justicia social, solidaridad, equidad, transparencia, honestidad,
igualdad, eficiencia y eficacia, contraloría social, rendición de cuentas, asociación
abierta y voluntaria, gestión y participación democrática, formación y educación,
planificación, respeto y fomento de las tradiciones, la diversidad cultural, articulación
del trabajo en redes socioproductivas y cultura ecológica, dando a las venezolanas y
venezolanos herramientas de contenido social para el desarrollo económico de un
sistema incluyente, y con capacidad de fortalecer los proyectos socioproductivos de las
comunidades.
El modelo socioproductivo comunitario y sus formas de organización popular, están
basadas en relaciones de producción solidarias mediante la movilización conciente de
las potencialidades productivas de la comunidad, como herramientas que impulsarán el
desarrollo integral del país; por lo que se fomentará y desarrollará la economía popular,
sobre la base de los proyectos propios de las comunidades organizadas, en cualquiera de
sus formas y en el intercambio de saberes, bienes y servicios para la reinversión social
del excedente, dirigidas a satisfacer las necesidades sociales de las comunidades.
Es así como el presente Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley para el Fomento y
Desarrollo de la Economía Popular, crea las modalidades y formas asociativas que
potenciarán el control y próspero desenvolvimiento de las actividades de la economía
popular, y el establecimiento de un nuevo sistema de producción, cuyos patrones de
transformación, distribución e intercambio de saberes, bienes y servicios, serán
realizados por asociaciones de personas y comunidades organizadas, concientes de la
necesidad de plantear un sistema socialmente justo en las relaciones socioproductivas y
de intercambio solidario, con los fines de coadyuvar a la consolidación de las bases del
modelo socioproductivo de la Nación, en la búsqueda del desarrollo humano integral y
sustentable.
Decreto Nº 6.130 03 de junio de 2008
HUGO CHAVEZ FRIAS
Presidente de la República
En ejercicio de la atribución que le confiere el numeral 8 del artículo 236 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y de conformidad con lo
dispuesto en los numerales 1 y 4 del artículo 1 de la Ley que autoriza al Presidente de la
República para Dictar Decretos con Rango, Valor y Fuerza de Ley en las Materias que
se delegan, en Consejo de Ministros.
DICTA
El siguiente,
DECRETO CON RANGO, VALOR Y FUERZA DE
LEY PARA EL FOMENTO Y DESARROLLO
DE LA ECONOMIA POPULAR
CAPITULO I
DISPOSICIONES GENERALES
Objeto
Artículo 1º. El presente Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley tiene por objeto
establecer los principios, normas y procedimientos que rigen el modelo socioproductivo
comunitario, para el fomento y desarrollo de la economía popular, sobre la base de los
proyectos impulsados por las propias comunidades organizadas, en cualquiera de sus
formas y el intercambio de saberes, bienes y servicios para la reinversión social del
excedente, dirigidos a satisfacer las necesidades sociales de las comunidades.
Finalidades
Artículo 2º. El presente Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley tiene las siguientes
finalidades:
1. Incentivar en la comunidad, valores sociales basados en la igualdad, solidaridad,
corresponsabilidad y justicia social.
2. Promover las formas de organización comunal dirigidas a satisfacer las
necesidades sociales de la comunidad, respetando las características y
particularidades locales, mediante mecanismos financieros, económicos,
educativos, sociales y culturales.
3. Fomentar un modelo socioproductivo comunitario y sus formas de organización
comunal en todo el territorio nacional.
4. Aportar las herramientas necesarias para el fortalecimiento de las
potencialidades económicas de las comunidades.
5. Todas aquellas que coadyuven al fortalecimiento de las finalidades establecidas
en el presente Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley.
Ambito de aplicación
Artículo 3º. Las disposiciones del presente Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley,
son aplicables a las comunidades organizadas en cualquiera de sus formas
socioproductivas, en todo el territorio nacional.
Principios y valores
Artículo 4º. Son principios y valores del modelo socioproductivo comunitario y sus
formas de organización comunal, la corresponsabilidad, cooperación, sustentabilidad,
libertad, justicia social, solidaridad, equidad, transparencia, honestidad, igualdad,
eficiencia y eficacia, contraloría social, rendición de cuentas, asociación abierta y
voluntaria, gestión y participación democrática, formación y educación, respeto y
fomento de las tradiciones, la diversidad cultural, articulación del trabajo en redes
socioproductivas, cultura ecológica y la preponderancia de los intereses comunes sobre
los individuales, que garantice la satisfacción de las necesidades de la comunidad,
aportando la mayor suma de felicidad posible.
Definiciones
Artículo 5º. A los efectos del presente Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley, se
entiende por:
1. Modelo Socioproductivo Comunitario: Sistema de producción,
transformación, distribución e intercambio socialmente justo de saberes, bienes
y servicios de las distintas formas organizativas surgidas en el seno de la
comunidad.
2. Trabajo colectivo: Actividad organizada y desarrollada por los miembros de las
distintas formas organizativas, basada en relaciones de producción no alienada,
propia y auténtica, con una planificación participativa y protagónica.
3. Brigadas de producción, distribución y consumo: Grupo de personas que
desarrollan una actividad y que apoyan recíprocamente a otros semejantes,
garantizando el equilibrio justo de las actividades socioproductivas para el
desarrollo y fomento de la economía popular.
4. Prosumidoras o Prosumidores: Personas que producen, distribuyen y
consumen bienes o servicios, y participan voluntariamente en los sistemas
alternativos de intercambio solidario, con espíritu social, para satisfacer sus
necesidades y las de otras personas de su comunidad.
5. Trueque Comunitario Directo: Es la modalidad de intercambio directo de
saberes, bienes y servicios con valores mutuamente equivalentes, sin necesidad
de un sistema de compensación o mediación.
6. Trueque Comunitario Indirecto: Es la modalidad de intercambio de saberes,
bienes y servicios con valores distintos que no son mutuamente equivalentes y
que requieren de un sistema de compensación o de mediación, a fin de establecer
de manera explícita, relaciones de equivalencias entre dichos valores diferentes.
7. Mercados de Trueque Comunitario: Son espacios locales destinados
periódicamente al intercambio justo y solidario de saberes, bienes y servicios.
CAPITULO II
DEL ORGANO RECTOR
Organo rector
Artículo 6º. El Ejecutivo Nacional por órgano del Ministerio con competencia en
materia de economía comunal, es el órgano rector de las políticas públicas relacionadas
con la promoción, formación, acompañamiento integral y financiamiento de los
proyectos socioproductivos, originados del seno de la comunidad y del sistema de
intercambio solidario, conforme a los lineamientos de la planificación centralizada.
Competencias
Artículo 7º. Son competencias del órgano rector:
1. Dictar políticas en materia de proyectos socioproductivos, formación,
financiamiento y comercialización que impulsen el desarrollo comunitario.
2. Coadyuvar a la consolidación de las bases del modelo socioproductivo de la
Nación en busca del desarrollo humano integral y sustentable.
3. Contribuir a la consecución de la justa distribución de la riqueza mediante el
diseño, planificación y ejecución de planes, programas y proyectos relacionados
con el modelo socioproductivo comunitario.
4. Diseñar programas de formación en coordinación con los órganos y entes con
competencia en materia educativa.
5. Promover y estimular a las organizaciones socioproductivas comunitarias, a
través de alianzas estratégicas con instituciones públicas y privadas, con la
finalidad de lograr su complementariedad en el mercado.
6. Promocionar el desarrollo de las políticas, planes, proyectos y programas de las
organizaciones socioproductivas comunitarias.
7. Hacer seguimiento, evaluación y control de las organizaciones socioproductivas
comunitarias, con el fin de asegurar que las actividades de las mismas se
correspondan con los respectivos planes, proyectos y programas.
8. Formular y proponer políticas, planes, proyectos y programas que permitan la
educación, formación, investigación, transferencia de tecnología, apropiación
social del conocimiento, asistencia técnica, y acompañamiento a las personas
que intervienen en las organizaciones socioproductivas comunitarias.
9. Supervisar y controlar los grupos de intercambio solidario con la finalidad de
verificar el cumplimiento de las disposiciones contenidas en el presente Decreto
con Rango, Valor y Fuerza de Ley.
10. Cualquier otra que le atribuyan los reglamentos de este Decreto con Rango,
Valor y Fuerza de Ley.
CAPITULO III
DE LAS ORGANIZACIONES SOCIOPRODUCTIVAS COMUNITARIAS
Organizaciones socioproductivas
Artículo 8º. Son unidades comunitarias con autonomía e independencia en su gestión,
orientadas a la satisfacción de necesidades de sus miembros y de la comunidad en
general, mediante una economía basada en la producción, transformación, distribución e
intercambio de saberes, bienes y servicios, en las cuales el trabajo tiene significado
propio y auténtico; y en las que no existe discriminación social ni de ningún tipo de
labor, ni tampoco privilegios asociados a la posición jerárquica.
Formas
Artículo 9º. A los efectos del presente Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley son
formas de organizaciones socioproductivas:
1. Empresa de Propiedad Social Directa o Comunal: Unidad productiva ejercida
en un ámbito territorial demarcado en una o varias comunidades, a una o varias
comunas, que beneficie al colectivo, donde los medios de producción son
propiedad de la colectividad.
2. Empresa de Propiedad Social Indirecta: Unidad productiva cuya propiedad es
ejercida por el Estado a nombre de la comunidad. El Estado progresivamente
podrá transferir la propiedad a una o varias comunidades, a una o varias
comunas, en beneficio del colectivo.
3. Empresa de Producción Social: Unidad de trabajo colectivo destinada a la
producción de bienes o servicios para satisfacer necesidades sociales y
materiales a través de la reinversión social de sus excedentes, con igualdad
sustantiva entre sus integrantes.
4. Empresa de Distribución Social: Unidad de trabajo colectivo destinada a la
distribución de bienes o servicios para satisfacer necesidades sociales y
materiales a través de la reinversión social de sus excedentes, con igualdad
sustantiva entre sus integrantes.
5. Empresa de Autogestión: Unidad de trabajo colectivo que participan
directamente en la gestión de la empresa, con sus propios recursos, dirigidas a
satisfacer las necesidades básicas de sus miembros y de la comunidad.
6. Unidad Productiva Familiar: Es una organización integrada por miembros de
una familia que desarrollen proyectos socioproductivos dirigidos a satisfacer las
necesidades básicas de sus miembros y de la comunidad.
7. Grupos de Intercambio Solidario: Conjunto de prosumidoras y prosumidores
organizados de conformidad con lo previsto en el presente Decreto con Rango,
Valor y Fuerza de Ley, con la finalidad de participar en alguna de las
modalidades de los sistemas alternativos de intercambio solidario.
8. Grupos de Trueque Comunitario: Conjunto de prosumidoras y prosumidores
organizados, que utilizan las modalidades del sistema alternativo de intercambio
solidario.
Obligaciones
Artículo 10. Las organizaciones socioproductivas comunitarias deberán:
1. Diseñar y ejecutar planes, programas y proyectos socioproductivos dirigidos a
consolidar el desarrollo integral de la colectividad en general.
2. Promover y practicar la democracia participativa y protagónica en el desarrollo
de las actividades socioproductivas surgidas del seno de la comunidad, con la
inclusión de las Brigadas de producción, distribución y consumo, a través de las
diferentes organizaciones, empresas comunitarias y demás formas asociativas
guiadas por los valores de la mutua cooperación y la solidaridad.
3. Ejecutar actividades de producción, transformación, distribución e intercambio
de saberes, bienes y servicios en beneficio de las comunidades.
4. Fomentar, promover e implementar el desarrollo de actividades
socioeconómicas y políticas, culturales, ecológicas para la comunidad, con
preferencia en el ámbito local y respetando los principios y valores contenidos
en este Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley.
5. Ejercer la contraloría social.
6. Dar primacía a las personas y al trabajo sobre el capital en la distribución de sus
excedentes.
7. Participar conjuntamente con las demás formas organizativas, surgidas en el
seno de la comunidad que existan a nivel regional y local, en la planificación y
elaboración de planes, programas y proyectos socioproductivos.
8. Garantizar la igualdad de derechos y obligaciones para sus miembros.
9. Establecer redes socioproductivas de distribución y de adquisición de saberes,
bienes y servicios.
10. Incentivar la inserción socioproductiva como elemento fundamental del
desarrollo social, impulsando el espíritu emprendedor y la cultura del trabajo
colectivo.
11. Impulsar que las unidades de producción sean espacios de aprendizajes
permanentes.
12. Las demás que le sean exigidos por ley.
CAPITULO IV
SISTEMA ALTERNATIVO DE
INTERCAMBIO SOLIDARIO
Definición
Artículo 11. El Sistema Alternativo de Intercambio Solidario, es el conjunto de
actividades propias que realizan las prosumidoras y los prosumidores, dentro y fuera de
su comunidad, por un período determinado, antes, durante y después del intercambio,
con fines de satisfacer sus necesidades de saberes, bienes y servicios; sin el uso de
moneda de curso legal en el territorio nacional y con prohibición de prácticas de
carácter financiero, como el cobro de interés o comisiones.
Fundamentos
Artículo 12. El sistema alternativo de intercambio solidario, se basa, entre otros, en:
1. La buena fe como base de las operaciones de intercambio.
2. El respeto de las tradiciones sociales y culturales.
3. La responsabilidad en la elaboración de bienes y prestación de servicios.
4. La no discriminación.
5. La coordinación de negociación armónica para el intercambio.
Trueque comunitario
Artículo 13. El trueque comunitario como sistema de intercambio solidario será
desarrollado en aquellas comunidades debidamente organizadas y conformadas en
consejos comunales y en cualquier otra forma de organización socioproductiva
comunitaria, autorizadas conforme a lo establecido en el presente Decreto con Rango,
Valor y Fuerza de Ley.
Modalidades del sistema
Articulo 14. Son modalidades del sistema alternativo de intercambio solidario las
siguientes:
1. El trueque comunitario directo.
2. El trueque comunitario indirecto.
3. Los demás regulados por el reglamento del presente Decreto con Rango, Valor y
Fuerza de Ley, respetando los principios y valores aquí consagrados.
CAPITULO V
ESPACIOS DEL SISTEMA ALTERNATIVO DE INTERCAMBIO SOLIDARIO
Objetivo
Artículo 15. El sistema alternativo de intercambio solidario tiene como objetivo
primordial facilitar el encuentro de las prosumidoras y prosumidores de los grupos del
sistema alternativo de intercambio solidario, para desarrollar las actividades de forma
organizada, con la finalidad de asegurar la satisfacción de las necesidades y el
mejoramiento de la calidad de vida de la comunidad.
Espacios
Artículo 16. El sistema alternativo de intercambio solidario podrá ser desarrollado en:
1. Espacios destinados al intercambio solidario.
2. Mercados de trueque comunitario.
3. Centros de acopio, tiendas comunitarias y proveedurías.
4. Cualquier lugar que determinen las prosumidoras y prosumidores en el momento
requerido.
5. Todos aquellos que fije el Ejecutivo Nacional para tales fines.
CAPITULO VI
DERECHOS Y DEBERES DE
LAS PROSUMIDORAS Y PROSUMIDORES
Derechos
Artículo 17. Son derechos de las prosumidoras y prosumidores los siguientes:
1. Recibir de los Ministerios del Poder Popular con competencia en materia de
economía comunal y participación y protección social, información, formación y
acompañamiento integral para su efectiva participación en el sistema alternativo
de intercambio solidario.
2. Participar en la gestión y toma de decisiones del grupo de intercambio solidario.
3. Recibir del comité operativo información fehaciente sobre el grupo de
intercambio solidario en el que participan.
4. Elegir y ser elegidos para la conformación y vocería de los comités de trabajo de
su grupo de intercambio solidario.
5. Los demás que le sean previstos por el ordenamiento jurídico vigente.
Deberes
Artículo 18. Son deberes de las prosumidoras y prosumidores los siguientes:
1. Producir bienes o prestar servicios para su intercambio en los grupos de
intercambio solidario.
2. Inscribirse ante la unidad de verificación y registro del órgano rector.
3. Cumplir con las obligaciones y responsabilidades asumidas en su grupo de
trueque comunitario.
4. Cumplir y hacer cumplir las decisiones emanadas de las asambleas en su grupo
de trueque comunitario.
5. Pertenecer a un comité de trabajo y cumplir las tareas que le sean asignadas.
6. Los demás que le sean previstos por el ordenamiento jurídico vigente.
Directorio de prosumidoras y prosumidores
Artículo 19. El Ministerio con competencia en materia de economía comunal deberá
publicar el directorio de prosumidoras y prosumidores que estén registrados ante la
unidad de verificación y registro, en el cual estén debidamente identificados los grupos
del sistema alternativo de intercambio solidario, junto con sus ofertas de saberes, bienes
y servicios.
CAPITULO VII
DE LOS GRUPOS DE INTERCAMBIO SOLIDARIO
Ingreso
Artículo 20. Toda persona natural o jurídica podrá pertenecer a un determinado grupo
de intercambio solidario para ofrecer y recibir saberes, bienes y servicios, siempre y
cuando cumpla con los parámetros establecidos en este Decreto con Rango, Valor y
Fuerza de Ley. En ningún caso un grupo de intercambio solidario impondrá
condicionamientos de tipo ideológico, político, religioso, étnico, de género o que
apoyen valores que atenten contra los principios de pluralidad, soberanía nacional, no
discriminación y respeto a la diversidad.
Constitución
Artículo 21. El acuerdo para constituir un grupo de intercambio solidario, se llevará a
cabo a través de una asamblea constitutiva de prosumidoras y prosumidores, en la que
se propondrá el nombre del grupo, el de la moneda comunal que se utilizará, así como la
organización del sistema alternativo de intercambio solidario; previstos en el presente
Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley.
Funcionamiento y organización
Artículo 22. Las normas de funcionamiento de los grupos de intercambio solidario, se
regirán por el reglamento del presente Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley y las
resoluciones que dicte el órgano rector. Estas normas deberán adaptarse a los valores
culturales y a las necesidades locales, propiciando relaciones permanentes y colectivas
entre las mismas y demás expresiones populares.
Funciones
Artículo 23. Los grupos de intercambio solidario tienen como función primordial
facilitar las relaciones de intercambio entre las prosumidoras y prosumidores, para lo
cual:
1. Estimularán y fortalecerán el intercambio justo de saberes, bienes y servicios en
cualquiera de los espacios del intercambio solidario.
2. Promoverán la autogestión comunitaria, incentivando la creación y el
desenvolvimiento personal de las prosumidoras y prosumidores.
3. Fomentarán el desarrollo endógeno y sustentable.
4. Fortalecerán la identidad comunal y las relaciones comunitarias.
5. Estimularán relaciones con los órganos competentes para el desarrollo de la
producción de saberes, bienes y servicios como un medio para alcanzar la
soberanía alimentaría.
6. Ejecutarán todas aquellas actividades que determinen las prosumidoras y
prosumidores reunidos en asamblea.
Asamblea
Artículo 24. La asamblea de las prosumidoras y prosumidores, estará integrada por
todos los miembros que conforman el respectivo grupo de intercambio solidario y
tendrá, entre otras, las siguientes atribuciones:
1. Diseñar, denominar, valorar, administrar y en general, decidir sobre cualquier
aspecto relativo a la moneda comunal, con autorización del órgano rector
conforme a las resoluciones que dictare al efecto el Banco Central de Venezuela.
2. Coordinar las actividades de organización y funcionamiento de los diferentes
espacios del intercambio solidario.
3. Velar por el buen funcionamiento de la organización interna de la asamblea.
4. Conocer de cualquier otro asunto que sea sometido a su consideración.
Las modalidades de realización de la asamblea de prosumidoras y prosumidores, las
convocatorias, el quórum, la composición, la toma de decisiones, serán desarrolladas
con suficiente amplitud en el reglamento del presente Decreto con Rango, Valor y
Fuerza de Ley.
Responsabilidad Penal
Articulo 25. Toda conducta, acción u omisión que infrinja las disposiciones del
presente Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley y que constituyere falta o hecho
punible, será sancionada conforme a las disposiciones contenidas en el Código Penal y
el resto del ordenamiento jurídico aplicable.
CAPITULO VIII
DE LA MONEDA COMUNAL
Creación
Artículo 26. La moneda comunal es el instrumento que permite y facilita el intercambio
de saberes, bienes y servicios en los espacios del sistema de intercambio solidario.
Competencia del Banco Central de Venezuela
Artículo 27. El Banco Central de Venezuela regulará todo lo relativo a la moneda
comunal dentro del ámbito de su competencia.
Función
Artículo 28. Cada grupo de intercambio solidario escogerá el nombre de su Moneda
Comunal, que responderá a una característica ancestral, histórica, cultural, social,
patrimonial u otra, que resalte la memoria e identidad del pueblo. Será administrada y
sólo tendrá valor dentro del ámbito territorial de su localidad, por los grupos de
intercambio solidario debidamente registrados, y distribuida equitativamente entre las
prosumidoras o prosumidores, la cual no tiene curso legal, ni circulará en el territorio de
la República.
Valor
Artículo 29. El valor de la moneda comunal será determinado por equivalencia con la
moneda de curso legal en el territorio nacional, a través de la asamblea del grupo de
intercambio solidario, previa autorización del órgano rector, de conformidad con lo que
se dicte en el presente Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley y las resoluciones que
dicte el Banco Central de Venezuela, a tal efecto.
CAPITULO IX
DEL REGISTRO
Registro de las organizaciones
o grupos de intercambio solidario
Artículo 30. El Ministerio con competencia en materia de economía comunal contará
con una dependencia funcional de verificación, inscripción y registro con el fin de
mantener un seguimiento y control, de:
1. Las organizaciones socioproductivas comunitarias o grupos de intercambio
solidario, grupos de trueque comunitario y de los espacios de intercambio
solidario en el territorio nacional.
2. Los proyectos presentados por las organizaciones socioproductivas
comunitarias, considerados viables desde el punto de vista social, técnico,
ambiental y económico, presentados ante los entes de ejecución financieros.
Sanción
Articulo 31. Quien infrinja el normal funcionamiento de los grupos de intercambio
solidario, incumpla sus deberes o realice maniobras que alteren o perjudiquen el sistema
de intercambio solidario, en detrimento de los intereses de la comunidad, será
desincorporado del registro que mantiene el órgano rector y no podrá participar en otros
grupos de intercambio por el lapso de un (1) año, sin perjuicio de la responsabilidad
civil, penal y administrativa a que hubiere lugar.
DISPOSICIONES TRANSITORIAS
Primera. Los órganos y entes de la Administración Pública y demás organizaciones
socioproductivas comunitarias que conforman y participan en el área comunal de la
economía, deberán adaptarse a las disposiciones del presente Decreto con Rango, Valor
y Fuerza de Ley, en el término de seis (6) meses a partir de su promulgación.
Segunda. El Ejecutivo Nacional dictará dentro de los ciento ochenta (180) días
siguientes a la publicación de este Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley, su
Reglamento.
DISPOSICION FINAL
Unica. El presente Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley para el Fomento y
Desarrollo de la Economía Popular, entrará en vigencia a partir de la fecha de su
publicación en la Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela.
Dado en Caracas, a los tres del mes de junio de dos mil ocho. Años 198° de la
Independencia, 149° de la Federación y 10º de la Revolución Bolivariana.
Ejecútese,
(L.S.)
HUGO CHAVEZ FRIAS
Refrendado
El Vicepresidente Ejecutivo
(L.S.)
RAMON ALONZO CARRIZALEZ RENGIFO
Refrendado
El Ministro del Poder Popular del
Despacho de la Presidencia
(L.S.)
JESSE CHACON ESCAMILLO
Refrendado
El Ministro del Poder Popular para
Relaciones Interiores y Justicia
(L.S.)
RAMON EMILIO RODRIGUEZ CHACIN
Refrendado
El Ministro del Poder Popular para
las Finanzas
(L.S.)
RAFAEL EDUARDO ISEA ROMERO
Refrendado
El Ministro del Poder Popular para
la Defensa
(L.S.)
GUSTAVO REYES RANGEL BRICEÑO
Refrendado
El Ministro del Poder Popular para
las Industrias Ligeras y Comercio
(L.S.)
WILLIAN ANTONIO CONTRERAS
Refrendado
El Ministro del Poder Popular para
las Industrias Básicas y Minería
(L.S.)
RODOLFO EDUARDO SANZ
Refrendado
La Ministra del Poder Popular para
el Turismo
(L.S.)
OLGA CECILIA AZUAJE
Refrendado
El Ministro del Poder Popular para
la Educación Superior
(L.S.)
LUIS ACUÑA CEDEÑO
Refrendado
El Ministro del Poder Popular para
el Trabajo y Seguridad Social
(L.S.)
ROBERTO MANUEL HERNANDEZ
Refrendado
El Encargado del Ministerio del Poder Popular para
la Infraestructura
(L.S.)
ISIDRO UBALDO RONDON TORRES
Refrendado
La Ministra del Poder Popular para
el Ambiente
(L.S.)
YUVIRI ORTEGA LOVERA
Refrendado
El Ministro del Poder Popular para
la Planificación y Desarrollo
(L.S.)
HAIMAN EL TROUDI
Refrendado
La Ministra del Poder Popular para
Ciencia y Tecnología
(L.S.)
NURIS ORIHUELA GUEVARA
Refrendado
El Ministro del Poder Popular para
la Comunicación y la Información
(L.S.)
ANDRES GUILLERMO IZARRA GARCIA
Refrendado
El Ministro del Poder Popular para
la Economía Comunal
(L.S.)
PEDRO MOREJON CARRILLO
Refrendado
El Ministro del Poder Popular para
la Alimentación
(L.S.)
FELIX RAMON OSORIO GUZMAN
Refrendado
El Ministro del Poder Popular para
la Cultura
(L.S.)
FRANCISCO DE ASIS SESTO NOVAS
Refrendado
La Ministra del Poder Popular para
la Vivienda y Hábitat
(L.S.)
EDITH BRUNELA GOMEZ
Refrendado
La Ministra del Poder Popular para
la Participación y Protección Social
(L.S.)
ERIKA DEL VALLE FARIAS PEÑA
Refrendado
La Ministra del Poder Popular para
el Deporte
(L.S.)
VICTORIA MERCEDES MATA GARCIA
Refrendado
La Ministra del Poder Popular para
las Telecomunicaciones y la Informática
(L.S.)
SOCORRO ELIZABETH HERNANDEZ
Refrendado
La Ministra del Poder Popular para
los Pueblos Indígenas
(L.S.)
NICIA MALDONADO MALDONADO
Refrendado
La Ministra de Estado para
Asuntos de la Mujer
(L.S.)
MARIA LEON
EL TRUEQUE CASTRO-CHAVISTA--(VII)---
Introducción a la economía política castro-chavista.
El trueque
Víctor M. Gruber F
Lunes, 7 de agosto de 2006
--(En: www.analitica.com)--
(Leemos en: monografias.com):
“En la antigüedad, las transacciones económicas no se saldaban con dinero. Cuando alguien quería adquirir cierta cantidad de un bien tenía que pagarlo en especie con otro bien. Estas transacciones económicas se efectuaban en forma de trueque o intercambio de un bien por otro, siendo una forma de intercambio efectiva ya que se intercambiaban pocos productos monografias . Todos los miembros de la sociedad monografias.comeran prácticamente autosuficientes, de manera que raras veces necesitaban productos monografias.com, que no producían ellos mismos. Cuando la sociedad se transformó y sus miembros fueron cada vez más interdependientes, el número de bienes y servicios aumentó y el sistema de trueque comenzó a fallar”…
Comentario de VG: Entonces, en las sociedades primitivas, en el amanecer de la sociedad humana, no existía el “cochino” dinero, mucho menos los “diabólicos” petrodólares, tan del gusto del “caudillo máximo”, de sus parientes, y de sus colaboradores de todos los niveles. El comercio primitivo se hacía mediante el trueque: los agricultores cambiaban el trigo, u otro producto vegetal, a los criadores de ganado, por una o varias ovejas, o cualquier otro animal doméstico, según el caso; ambos hacían intercambios con los artesanos de las aldeas. Era el “mundo feliz” según los ideólogos del “socialismo del sigo XXI”, la “edad de oro” de la humanidad, a la cual debemos retornar de grado o por fuerza, según los nuevos teóricos de la Economía Política nacidos Sabaneta de Barinas, Venezuela, siglo XX, amén de otras muy numerosas localidades rurales, primitivas, atrasadas, y tradicionalistas, como Guasipati por dar otro ejemplo.
Dice el texto citado: …“Cuando la sociedad se transformó y sus miembros fueron cada vez más interdependientes, el número de bienes y servicios aumentó y el sistema de trueque comenzó a fallar”
Comentario de VG: Exactamente: ¡Comenzó a fallar el sistema! Y tuvo que ser substituido por otros sistemas más prácticos, más ágiles, modernos, y evolucionados, de acuerdo al desarrollo, y a la evolución de la sociedad misma. Barruntamos que la propuesta de volver, en forma generalizada, al muy “santo” y “casto” trueque, nos llevará al fracaso económico total, y tiene más olor a prejuicio cuasi-religioso, que a fórmula científico-económica.
En mis juveniles lecturas de Marx, o Engels, tampoco en el famoso “Manual de Economía Política”, editado en la URSS, mucho menos en el otro de “Materialismo Histórico”, no recuerdo haber encontrado la fórmula mágica del “trueque” como paradigma económico del socialismo, o del comunismo
¿En qué oscura caverna, del pie de monte andino; recibieron estos “iluminados” de Sabaneta, la ciencia infusa de su decálogo económico? ¿Será la misma donde convocaron a los espíritus de Bolívar, y Guaicaipuro, para ser ungidos como sumos sacerdotes de sus respectivos cultos? Tarea de investigación para los expertos en esoterismo, y otras ciencias ocultas.
Seguimos leyendo el texto, arriba enunciado: “En la realización del trueque se requería una coincidencia de eventos difícil de lograr, por ejemplo, si un individuo quería obtener un bien "A" a cambio de su bien "B" tenía que encontrar a otro que quisiera cambiar su bien "B" por el "A". Otro problema que presentaba el trueque era el de equivalencias entre los productos que se tenían y se querían intercambiar; para solucionar este problema en pueblos aledaños a los ríos Tigris y Eúfrates se creo una especie de banco , que funcionaba en los templos, allí las personas depositaban sus productos para recibir otros a cambio , de acuerdo a la cantidad dada, el producto requerido y la equivalencia entre ambos”…
Comentario de VG: Muy bien, entonces el ingenio humano, a través de las autoridades religiosas, o políticas, creó un espacio físico, templo, o plaza, al cual debían concurrir los agricultores, criadores, o artesanos, con sus respectivos productos, para intercambiarlos por los que ellos necesitaban. Y estos “mercados” o ferias, tenían un ritmo en el tiempo: semanal, mensual, anual; y podían coincidir con otro tipo de festividades, religiosas o seglares. Es probable presumir que un cierto producto, o mercancía, como el trigo, o la oveja, podía ser cambiable por cualquier otro; y el sistema de intercambios, en su evolución y desarrollo, generó algo, un objeto, fácilmente transportable, físicamente estable, valioso, y apreciado por todos, que dio origen al “dinero”, al “maldito” y “cochino” dinero, tan estigmatizado por los próceres sabanetosos o chavistas---( “de los dientes pa´fuera”)---, pero atesorados avariciosamente, en forma de haciendas, bienes muebles e inmuebles; bonos, y acciones; dólares, euros, u otras monedas fuertes; oro, plata, joyas, etc., etc., tanto en el país como en el extranjero.
gruberv@cantv.net
El trueque
Víctor M. Gruber F
Lunes, 7 de agosto de 2006
--(En: www.analitica.com)--
(Leemos en: monografias.com):
“En la antigüedad, las transacciones económicas no se saldaban con dinero. Cuando alguien quería adquirir cierta cantidad de un bien tenía que pagarlo en especie con otro bien. Estas transacciones económicas se efectuaban en forma de trueque o intercambio de un bien por otro, siendo una forma de intercambio efectiva ya que se intercambiaban pocos productos monografias . Todos los miembros de la sociedad monografias.comeran prácticamente autosuficientes, de manera que raras veces necesitaban productos monografias.com, que no producían ellos mismos. Cuando la sociedad se transformó y sus miembros fueron cada vez más interdependientes, el número de bienes y servicios aumentó y el sistema de trueque comenzó a fallar”…
Comentario de VG: Entonces, en las sociedades primitivas, en el amanecer de la sociedad humana, no existía el “cochino” dinero, mucho menos los “diabólicos” petrodólares, tan del gusto del “caudillo máximo”, de sus parientes, y de sus colaboradores de todos los niveles. El comercio primitivo se hacía mediante el trueque: los agricultores cambiaban el trigo, u otro producto vegetal, a los criadores de ganado, por una o varias ovejas, o cualquier otro animal doméstico, según el caso; ambos hacían intercambios con los artesanos de las aldeas. Era el “mundo feliz” según los ideólogos del “socialismo del sigo XXI”, la “edad de oro” de la humanidad, a la cual debemos retornar de grado o por fuerza, según los nuevos teóricos de la Economía Política nacidos Sabaneta de Barinas, Venezuela, siglo XX, amén de otras muy numerosas localidades rurales, primitivas, atrasadas, y tradicionalistas, como Guasipati por dar otro ejemplo.
Dice el texto citado: …“Cuando la sociedad se transformó y sus miembros fueron cada vez más interdependientes, el número de bienes y servicios aumentó y el sistema de trueque comenzó a fallar”
Comentario de VG: Exactamente: ¡Comenzó a fallar el sistema! Y tuvo que ser substituido por otros sistemas más prácticos, más ágiles, modernos, y evolucionados, de acuerdo al desarrollo, y a la evolución de la sociedad misma. Barruntamos que la propuesta de volver, en forma generalizada, al muy “santo” y “casto” trueque, nos llevará al fracaso económico total, y tiene más olor a prejuicio cuasi-religioso, que a fórmula científico-económica.
En mis juveniles lecturas de Marx, o Engels, tampoco en el famoso “Manual de Economía Política”, editado en la URSS, mucho menos en el otro de “Materialismo Histórico”, no recuerdo haber encontrado la fórmula mágica del “trueque” como paradigma económico del socialismo, o del comunismo
¿En qué oscura caverna, del pie de monte andino; recibieron estos “iluminados” de Sabaneta, la ciencia infusa de su decálogo económico? ¿Será la misma donde convocaron a los espíritus de Bolívar, y Guaicaipuro, para ser ungidos como sumos sacerdotes de sus respectivos cultos? Tarea de investigación para los expertos en esoterismo, y otras ciencias ocultas.
Seguimos leyendo el texto, arriba enunciado: “En la realización del trueque se requería una coincidencia de eventos difícil de lograr, por ejemplo, si un individuo quería obtener un bien "A" a cambio de su bien "B" tenía que encontrar a otro que quisiera cambiar su bien "B" por el "A". Otro problema que presentaba el trueque era el de equivalencias entre los productos que se tenían y se querían intercambiar; para solucionar este problema en pueblos aledaños a los ríos Tigris y Eúfrates se creo una especie de banco , que funcionaba en los templos, allí las personas depositaban sus productos para recibir otros a cambio , de acuerdo a la cantidad dada, el producto requerido y la equivalencia entre ambos”…
Comentario de VG: Muy bien, entonces el ingenio humano, a través de las autoridades religiosas, o políticas, creó un espacio físico, templo, o plaza, al cual debían concurrir los agricultores, criadores, o artesanos, con sus respectivos productos, para intercambiarlos por los que ellos necesitaban. Y estos “mercados” o ferias, tenían un ritmo en el tiempo: semanal, mensual, anual; y podían coincidir con otro tipo de festividades, religiosas o seglares. Es probable presumir que un cierto producto, o mercancía, como el trigo, o la oveja, podía ser cambiable por cualquier otro; y el sistema de intercambios, en su evolución y desarrollo, generó algo, un objeto, fácilmente transportable, físicamente estable, valioso, y apreciado por todos, que dio origen al “dinero”, al “maldito” y “cochino” dinero, tan estigmatizado por los próceres sabanetosos o chavistas---( “de los dientes pa´fuera”)---, pero atesorados avariciosamente, en forma de haciendas, bienes muebles e inmuebles; bonos, y acciones; dólares, euros, u otras monedas fuertes; oro, plata, joyas, etc., etc., tanto en el país como en el extranjero.
gruberv@cantv.net
EL TRUEQUE CASTRO-CHAVISTA--(VI)---
El trueque de Chávez
Mario H. Concha Vergara*
Martes, 16 de enero de 2007
--(En: www.analitica.com)--
“Con mis gallinitas no te metas” – El Che
El presidente venezolano nos lleva de sorpresa en sorpresa. Como él es contrario al imperialismo, al capitalismo, (el salvaje y el otro (¿) - ), se opone a la globalización y cree que Chile es un país vendido porque ya ha firmado 48 tratados de libre comercio (éste, por cierto, es un récord para el Libro de Records de Guinness) ha retomado la economía del comunismo primitivo, ese que existía cuando el hombre recién se levantaba en sus dos extremidades inferiores y decía “gruññññññañaca- ñaca - ñaca” y “Uh, Ah Chávez si se va”, cuando quería algo, lo cual por cierto es lo más parecido a los discursos y peroratas chavistas en las cadenas de radio y TV.
El presidente venezolano ha comenzado por decirle a sus compatriotas (quienes miran atónitos y horrorizados cuando están escuchando al Mesías del “socialismo del siglo XXI), que hay que comenzar a usar el trueque. Si, créanmelo el T R U E Q U E. Yo lo escuche al igual que miles de personas. Yo lo vi y yo vi también la cara de estupefactos que tenían sus seguidores, muchos de los cuales, son profesionales.
Chávez, en su mejor jerigonza revolucionaria dijo: “por ejemplo, ustedes agarran unos topochos (bananas pequeñas) y los cambian por una gallina”. Obviamente este ejemplo es tramposo, pues dos o tres topochos jamás se comparan al valor de tan digna y apetitosa ave... “ko ko co co kroooooo”, comenzaron a protestar las gallináceas amigas. “¿Cómo es posible que nos quieran cambiar por unos viles topochos que aparecen en cualquier parte y ni siquiera se las comen las aves de paso?” Dijeron las gallinas. Las cuales de inmediato, y siguiendo las enseñanzas revolucionarias de la “robolución” bolivariana decidieron crear una cooperativa de gallinas unidas – COAGUN – para defender sus intereses monetarios y plumíferos.
Alguien le dijo a Chávez, y no puede ser otro que su ministro de planificación y miembro del PCV, Jorge Giordani, que muerto Milton Friedman se acababa el neoliberalismo y que había que volver al comunismo primitivo. Chávez, quien no aguanta una pedida, dijo de inmediato, “tienes razón Jorgito”. Milton tenía razón, el dinero creaba inflación así que hay que eliminarlo de ipso-facto (palabra que aprendió en su cautiverio de Yare y que le fue enseñada por José Vicente Rangel, quien es el único ministro, perdón Vicepresidente, fino que tiene el gabinete. Hasta su esposa es fina. Su hijo alcalde es finísimo. Pero paremos aquí, no nos vaya a caer la Ley de Comunicaciones encima.
El problema que vieron las gallinas es que cuántas de ellas serían necesarias, por ejemplo, para cambiar uno de los relojes de oro del Primer Mandatario. Se dice que el presidente tiene unas dos docenas de esos relojes, lo cual quiere decir, dijeron las gallinas, alarmadísimas, que nos borraran de la faz de la tierra. Si dijo, la gallina Jacinta, la más sabia y vieja. Ahora imagínense ustedes si le da por cambiarnos por sus camisas blindadas que cuestan tanto como sus relojes y de las cuales tiene como doscientas.
Las gallinas comenzaron a llorar. Una dijo, “antes de aceptar el trueque yo prefiero morir con el pico en alto. Que me lleve el Gavilán Pollero o el Gavilán Pío-pío y, por último, acepto que me lleve el Gavilán Tao Tao, pero que me truequen, eso no, eso jamás, yo tengo dignidad”.
El gallo, que como todos los gallos de la revolución era puro “kiri-kiri” y un petulante, temblaba de miedo ante la posibilidad del trueque. El patoruco, sin saber de dónde, sacó fuerzas y gritó a todo pulmón. “Pollitos unidos jamás serán vencidos, pollitos unidos, jamás serán vencidos”.
Moraleja, el trueque y el comunismo primitivo y salvaje hacen a las gallinas más sabias y a los gallos más cobardes pues su tarea se la dejan a los chiquitines.
Y si Rosales no gana el tres de diciembre, este cuento no se acaba, pío, pío...
conchamh@cantv.net
Mario H. Concha Vergara*
Martes, 16 de enero de 2007
--(En: www.analitica.com)--
“Con mis gallinitas no te metas” – El Che
El presidente venezolano nos lleva de sorpresa en sorpresa. Como él es contrario al imperialismo, al capitalismo, (el salvaje y el otro (¿) - ), se opone a la globalización y cree que Chile es un país vendido porque ya ha firmado 48 tratados de libre comercio (éste, por cierto, es un récord para el Libro de Records de Guinness) ha retomado la economía del comunismo primitivo, ese que existía cuando el hombre recién se levantaba en sus dos extremidades inferiores y decía “gruññññññañaca- ñaca - ñaca” y “Uh, Ah Chávez si se va”, cuando quería algo, lo cual por cierto es lo más parecido a los discursos y peroratas chavistas en las cadenas de radio y TV.
El presidente venezolano ha comenzado por decirle a sus compatriotas (quienes miran atónitos y horrorizados cuando están escuchando al Mesías del “socialismo del siglo XXI), que hay que comenzar a usar el trueque. Si, créanmelo el T R U E Q U E. Yo lo escuche al igual que miles de personas. Yo lo vi y yo vi también la cara de estupefactos que tenían sus seguidores, muchos de los cuales, son profesionales.
Chávez, en su mejor jerigonza revolucionaria dijo: “por ejemplo, ustedes agarran unos topochos (bananas pequeñas) y los cambian por una gallina”. Obviamente este ejemplo es tramposo, pues dos o tres topochos jamás se comparan al valor de tan digna y apetitosa ave... “ko ko co co kroooooo”, comenzaron a protestar las gallináceas amigas. “¿Cómo es posible que nos quieran cambiar por unos viles topochos que aparecen en cualquier parte y ni siquiera se las comen las aves de paso?” Dijeron las gallinas. Las cuales de inmediato, y siguiendo las enseñanzas revolucionarias de la “robolución” bolivariana decidieron crear una cooperativa de gallinas unidas – COAGUN – para defender sus intereses monetarios y plumíferos.
Alguien le dijo a Chávez, y no puede ser otro que su ministro de planificación y miembro del PCV, Jorge Giordani, que muerto Milton Friedman se acababa el neoliberalismo y que había que volver al comunismo primitivo. Chávez, quien no aguanta una pedida, dijo de inmediato, “tienes razón Jorgito”. Milton tenía razón, el dinero creaba inflación así que hay que eliminarlo de ipso-facto (palabra que aprendió en su cautiverio de Yare y que le fue enseñada por José Vicente Rangel, quien es el único ministro, perdón Vicepresidente, fino que tiene el gabinete. Hasta su esposa es fina. Su hijo alcalde es finísimo. Pero paremos aquí, no nos vaya a caer la Ley de Comunicaciones encima.
El problema que vieron las gallinas es que cuántas de ellas serían necesarias, por ejemplo, para cambiar uno de los relojes de oro del Primer Mandatario. Se dice que el presidente tiene unas dos docenas de esos relojes, lo cual quiere decir, dijeron las gallinas, alarmadísimas, que nos borraran de la faz de la tierra. Si dijo, la gallina Jacinta, la más sabia y vieja. Ahora imagínense ustedes si le da por cambiarnos por sus camisas blindadas que cuestan tanto como sus relojes y de las cuales tiene como doscientas.
Las gallinas comenzaron a llorar. Una dijo, “antes de aceptar el trueque yo prefiero morir con el pico en alto. Que me lleve el Gavilán Pollero o el Gavilán Pío-pío y, por último, acepto que me lleve el Gavilán Tao Tao, pero que me truequen, eso no, eso jamás, yo tengo dignidad”.
El gallo, que como todos los gallos de la revolución era puro “kiri-kiri” y un petulante, temblaba de miedo ante la posibilidad del trueque. El patoruco, sin saber de dónde, sacó fuerzas y gritó a todo pulmón. “Pollitos unidos jamás serán vencidos, pollitos unidos, jamás serán vencidos”.
Moraleja, el trueque y el comunismo primitivo y salvaje hacen a las gallinas más sabias y a los gallos más cobardes pues su tarea se la dejan a los chiquitines.
Y si Rosales no gana el tres de diciembre, este cuento no se acaba, pío, pío...
conchamh@cantv.net
EL TRUEQUE CASTRO-CHAVISTA--(V)---
Humor/ Susurros plañideros
El trueque II
Alex Vallenilla
--(En: www.analitica.com)--
Viernes, 1 de diciembre de 2006
La primera vez que el “Único” habló de llevarnos a la época de la colonia, con eso del trueque más de uno pensó que se trataba de una mamadera de gallo de ese señor, pero como siempre en este país la gente anda creyendo en extravagancias como esa de calarse al “Unico” unos seis añitos más a ver si se compone.
La explicación fue muy sencilla, si alguien tiene un racimo de plátanos en su casa, lo puede ir a cambiar por medio kilo de queso, por allí salieron publicadas algunas listas de equivalencias, porque las chicas de los servicios sexuales no hayan con qué equiparar el costo del servicio que prestan, puesto que unos borrachitos de Santa Rosalía, simpatizantes del socialismo y del trueque, pretendían recibir atención de las nobles mujeres a cambio de unos bonos de deuda garantizados por el gobierno con un vencimiento de 15 años.
Esos muchachos se basan en que el indicador económico que tendrá el trueque, es el intercambio que tiene Venezuela con Cuba, el cambio de petróleo por médicos, sin contar que la balanza de pagos se inclina a favor de la isla, puesto que todo el petróleo que se ha enviado no alcanza para pagar y al contrario se le debe todavía al pueblo de Fidel.
Así que para no salir perdiendo en ese intercambio comercial, lo primero debe hacerse es ponerse una gorrita roja, pues ya lleva implícita la garantía que el portador del color representativo de la revolución, pueda cambiar 20 sacos de yuca por un BMW nuevecito.
Sin embargo hay que hacer unas críticas a esta nueva política económica, porque el “Único” dentro de la magnánima e indiscutible sabiduría en la materia –deben recordar que en Barinas el muchacho hacía trueque de empanadas que vendía en la calle, por algunas melcochas- está establecido el uso de monedas locales, es decir que los comerciantes, vendedores y demás especies, usarán una moneda que será válida únicamente dentro de su territorio y que apenas tendrá la duración de un año, esto puede ser un inconveniente, porque entonces los maracuchos tendrían que hacer trueque de plátanos por plátanos, los orientales de casabe por casabe, en los andes solamente podrán cambiar pastelitos por pastelitos y en el llano bagre por chigüire. Sin embargo debe exaltarse el sentido de igualdad que lleva la propuesta socialista, porque así nadie va a salir ganando como en el diabólico capitalismo. Por lo del tiempo de vigencia del boleto no hay inconveniente, pues un plátano a los 15 días ya está maduro y casi podrido.
Una vez hecha la propuesta, las denuncias –mientras se pueden hacer- comienzan a salir, y es que dicen que un señor iba a una bodeguita cerca de su casa, en ella pudo ver cualquier cantidad de afiches alusivos a los colores de la revolución y con la cara de el “Único”, y se alegró mucho, porque detrás de su casa había una mata de mangos y llevaba unos para hacer un trueque.
-Epa Hermógenes, tú que eres un hombre de ideales socialistas, con convicción y defensor pleno de la revolución bolivariana me imagino que ya sabes de la noticia. Le dijo al bodeguero, un hombre de unos 60 años.
-¿Cuál noticia chico?. Le respondió el hombre de la bodega.
-Bueno la del trueque, mi comandante así lo ha dicho, por eso traje esta bolsita de mangos a ver si me los cambias por unos paqueticos de harina, claro están verdes pero tú los dejas unos días y ellos se ponen maduros, son dulcitos.
-Mira yo te voy a decir una vaina, yo si soy chavista, pero no tanto.
alcivall@yahoo.es
El trueque II
Alex Vallenilla
--(En: www.analitica.com)--
Viernes, 1 de diciembre de 2006
La primera vez que el “Único” habló de llevarnos a la época de la colonia, con eso del trueque más de uno pensó que se trataba de una mamadera de gallo de ese señor, pero como siempre en este país la gente anda creyendo en extravagancias como esa de calarse al “Unico” unos seis añitos más a ver si se compone.
La explicación fue muy sencilla, si alguien tiene un racimo de plátanos en su casa, lo puede ir a cambiar por medio kilo de queso, por allí salieron publicadas algunas listas de equivalencias, porque las chicas de los servicios sexuales no hayan con qué equiparar el costo del servicio que prestan, puesto que unos borrachitos de Santa Rosalía, simpatizantes del socialismo y del trueque, pretendían recibir atención de las nobles mujeres a cambio de unos bonos de deuda garantizados por el gobierno con un vencimiento de 15 años.
Esos muchachos se basan en que el indicador económico que tendrá el trueque, es el intercambio que tiene Venezuela con Cuba, el cambio de petróleo por médicos, sin contar que la balanza de pagos se inclina a favor de la isla, puesto que todo el petróleo que se ha enviado no alcanza para pagar y al contrario se le debe todavía al pueblo de Fidel.
Así que para no salir perdiendo en ese intercambio comercial, lo primero debe hacerse es ponerse una gorrita roja, pues ya lleva implícita la garantía que el portador del color representativo de la revolución, pueda cambiar 20 sacos de yuca por un BMW nuevecito.
Sin embargo hay que hacer unas críticas a esta nueva política económica, porque el “Único” dentro de la magnánima e indiscutible sabiduría en la materia –deben recordar que en Barinas el muchacho hacía trueque de empanadas que vendía en la calle, por algunas melcochas- está establecido el uso de monedas locales, es decir que los comerciantes, vendedores y demás especies, usarán una moneda que será válida únicamente dentro de su territorio y que apenas tendrá la duración de un año, esto puede ser un inconveniente, porque entonces los maracuchos tendrían que hacer trueque de plátanos por plátanos, los orientales de casabe por casabe, en los andes solamente podrán cambiar pastelitos por pastelitos y en el llano bagre por chigüire. Sin embargo debe exaltarse el sentido de igualdad que lleva la propuesta socialista, porque así nadie va a salir ganando como en el diabólico capitalismo. Por lo del tiempo de vigencia del boleto no hay inconveniente, pues un plátano a los 15 días ya está maduro y casi podrido.
Una vez hecha la propuesta, las denuncias –mientras se pueden hacer- comienzan a salir, y es que dicen que un señor iba a una bodeguita cerca de su casa, en ella pudo ver cualquier cantidad de afiches alusivos a los colores de la revolución y con la cara de el “Único”, y se alegró mucho, porque detrás de su casa había una mata de mangos y llevaba unos para hacer un trueque.
-Epa Hermógenes, tú que eres un hombre de ideales socialistas, con convicción y defensor pleno de la revolución bolivariana me imagino que ya sabes de la noticia. Le dijo al bodeguero, un hombre de unos 60 años.
-¿Cuál noticia chico?. Le respondió el hombre de la bodega.
-Bueno la del trueque, mi comandante así lo ha dicho, por eso traje esta bolsita de mangos a ver si me los cambias por unos paqueticos de harina, claro están verdes pero tú los dejas unos días y ellos se ponen maduros, son dulcitos.
-Mira yo te voy a decir una vaina, yo si soy chavista, pero no tanto.
alcivall@yahoo.es
EL TRUEQUE CASTRO-CHAVISTA--(IV)---
El confuso socialismo del siglo XXI1
(Versión preliminar)
José Guerra (*)
--(En PDF: www.analitica.com. Diciembre 26, 2006)--
Aunque sin mucha claridad conceptual de su parte, ya el presidente Hugo Chávez ha puesto en la agenda política de Venezuela su propuesta del socialismo del siglo XXI. Desafortunadamente no existe un basamento teórico claro acerca del cual discutir toda vez que desde las filas del gobierno no se ha elaborado un planteamiento con cierto grado de coherencia que sustituya las prédicas que esbozan el proyecto socialista como un desarrollo de la Constitución Nacional o aquellas que lo equipara a las transferencias monetarias y a los beneficios de las misiones que ha ejecutado la administración pública. Más recientemente, el 5 de diciembre de 2006, en su discurso de toma de posesión para su segundo mandato, Hugo Chávez afirmó que el socialismo a la venezolana significa “en lo político más democracia y en lo económico más desarrollo colectivo, pero para satisfacer las necesidades de los pueblos y no para que una minoría se enriquezca en detrimento de la vida de las mayorías empobrecidas y miserables”.
El campo de quienes opinan informalmente acerca del tema se ha ampliado considerablemente antes y después del triunfo electoral de Hugo Chávez, el 3 de diciembre de 2006. Sin embargo, existe margen para la insatisfacción con relación a las visiones que sobre el modelo de socialismo anunciado manifiestan tanto académicos como los distintos voceros oficiosos del gobierno. Intentando dilucidar de qué trata la propuesta socialista, en un reportaje especial de su edición aniversario del 26 de abril de 2006, el diario Tal Cual abordó el tema del socialismo del siglo XXI, con una dirigente del MVR, Aurora Morales y un intelectual igualmente partidario del régimen, Rigoberto Lanz. Ante la pregunta del periodista “¿Qué entienden ustedes por socialismo del siglo XXI? Las respuestas fueron asombrosamente vagas. Según Morales: “Para nosotros, el
1 Este trabajo se basa en una parte de mi libro ¿Qué es el socialismo del siglo XXI?, Editorial Librorum, segunda edición ampliada, 2006. Una primera versión fue publicada en Analítica Premium, el 15 de diciembre de 2006. Se agradecen los comentarios de Luis Carlos Palacios, sin que ello lo comprometa en lo que aquí se afirma o en las omisiones.
(*) Profesor de la Escuela de Economía, Universidad Central de Venezuela. joguerra@gmail.com 1
socialismo del siglo XXI nace de una necesidad concreta. En modelo unipolar, la gran concentración del capital transnacional, la voracidad con que el imperio actúa a escala mundial nos ha llevado a tomar esta postura”. Así, por ejemplo, las políticas de Francia y Suecia, que también están en contra del dominio de un país erigido en imperio y del dominio del capital transnacional, principalmente estadounidense, podían perfectamente ser fuente inspiración para el socialismo del siglo XXI, de acuerdo con Morales. Seguidamente expone que “Nosotros no hablamos de un solo socialismo, porque son varios los socialismos”. Son varios, pero no adelanta una conceptualización del cual sería el específico en Venezuela, lo que el gobierno ha llamado el socialismo del siglo XXI.
Conocedor del tema, a la misma interrogante, Rigoberto Lanz en su argumento distingue perfectamente entre lo que es el antiimperialismo respecto de una posición anticapitalista: “Sería interesante preguntarse cómo fue posible, históricamente, que muchos movimientos antiimperialistas no fueran anticapitalistas. (…). Para mí es mucho más radical la definición contra el capitalismo y ese si es un problema severo”. Como se aprecia, Lanz, no asoma comentarios sobre el socialismo del siglo XXI. A otra pregunta, asevera que: “La postura más radical en la agenda proviene de la ecología política. Va al corazón de la naturaleza del capitalismo y de sus cimientos”. Luego argumenta: “Yo lucho todos los días contra ese capitalismo de Estado aberrante”.
Como es claramente perceptible no hay asomos o vestigios de un intento por entender o racionalizar el significado del socialismo del siglo XXI. Esa deuda conceptual insoluta del gobierno es lo está llevando a pensar que el financiamiento de cooperativas y de empresas capitalistas, pero de propiedad estatal, constituyen el germen del nuevo socialismo.
En una entrevista concedida al diario El Nacional, 3 de diciembre de 2006, el profesor Ernesto Laclau, afirma que “Actualmente para definir el socialismo hay que entender que necesariamente la economía va ser mixta en su carácter, pero que va a tener una regulación estatal mucho más alta que la que se dio en las experiencias neoliberales”. “Lo que distingue el socialismo actual del socialismo del pasado es que en el pasado se creía 2
que la socialización de los medios de producción y la regulación estatal iban a superar a los mecanismos de mercado. Hoy estamos más allá de eso”. Según esta aproximación del profesor Laclau, en realidad no hay nada nuevo en el aporte del socialismo actual al pensamiento contemporáneo, porque el concepto de economía mixta se ha venido aplicando en la mayoría de las economías capitalistas tanto de Europa como de América, como inspiración tanto de la socialdemocracia como del socialcristianismo.
Un amplio reportaje del 10 de diciembre de 2006, publicado por El Nacional, abordó el tema con Haiman El Troudi, vocero del oficialista Centro Internacional Miranda, quien sugiere que la tesis del socialismo del siglo XXI no está del todo clarificada al afirmar que “Solo sabemos lo que no debe ser el socialismo del siglo XXI. No será una economía basada en el capitalismo de Estado, ni un sistema totalitario cerrado. No queremos parecernos a Cuba”. Más adelante sugiere que “El socialismo del siglo XXI es democracia sin fin, nunca todo está hecho, está en franca construcción. Las empresas de producción social ofrecen un aporte rumbo al socialismo…”. Para agregar nuevos elementos a la confusión existente, en el mismo reportaje, el vicecanciller Rodolfo Sanz lanza esta primicia: “El socialismo del siglo XXI es el que vamos a construir en este siglo y nada tiene que ver con los del siglo XIX y XX. Es totalmente nuevo…”. Habría que preguntar ¿en dónde reside la novedad?
El 14 de diciembre de 2006, en un artículo de El Nacional titulado “¿Qué es el socialismo del siglo XXI?”, Mary Pili Hernández, confirma lo que se presuponía: el concepto del socialismo del siglo XXI es vago, gaseoso e impreciso: “La primera cosa que hay que decir es que el socialismo del siglo XXI no tiene una definición acabada”. Sin embargo, invita a nutrirse de una fuente de conocimiento, una especie de piedra filosofal, para clarificarse: “No obstante, se hace fundamental leer los discursos de Chávez, para comprender con mayor detalle hacia donde se orienta este proceso (del socialismo)…”. A mayor detalle, en una especie de ejercicio de historiografía, Mary Pili Hernández enfatiza nada más y nada menos que el socialismo nació en Latinoamérica, específicamente en el Brasil antiguo y que además el supuesto origen europeo del socialismo proviene del hecho de que se confunde el socialismo con el marxismo porque
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el socialismo marxista “es el más famoso”. Esto es insólito y evidencia una ignorancia supina acerca del tema. La visión socialista de Marx no solamente es la más conocida sino también la más elaborada teóricamente hablando. Que sea “El más famoso” es otro asunto. Sigue adelante Mary Pili Hernández, tejiendo su conocimiento del socialismo según las referencias de su maestro: “Ciertamente, tal y como concluyó Chávez, en ese discurso, Bolívar era un socialista”. Es obvio que no se ha leído la biografía Bolívar y Ponte, escrita por Carlos Marx y si lo hizo no la entendió. Donde reside su aporte al debate es cuando afirma: “En esta definición no puede faltar el hecho de que el socialismo del siglo XXI mira hacia el futuro”.
Como es evidente, está presente un desconcierto en las ideas. Sin embargo, se puede extraer un elemento común de las distintas posiciones: sin que se sepa todavía de qué se trata, el socialismo del siglo XXI sería diferente de los experimentos socialistas del pasado, en obvia referencia a los episodios soviéticos, cubano y los de Europa Oriental. Sobre el particular conviene referir que ya a finales del siglo XIX se asomó un cuestionamiento a lo que era la concepción clásica sobre el socialismo marxista y que a comienzo de la próxima centuria adquiriría la forma de socialismo democrático.
En efecto, en marzo de 1895, cinco meses antes de morir, en su Introducción2 a la obra de Carlos Marx, Las luchas de clases en Francia de 1848 a 1850, Federico Engels comenzó a cuestionarse sobre el concepto de revolución como un hecho de “minorías consientes a la cabeza de masas inconcientes”, que asaltarían el poder político. Decía Engels: “Pero la historia nos dio a nosotros un mentís y reveló como una ilusión nuestro punto de vista de entonces. (…) El método de lucha de 1848 está hoy anticuado en todos los aspectos…”. “La ironía de la historia universal lo pone todo patas arriba. Nosotros, los ‘revolucionarios’, los ‘elementos subversivos’ prosperamos mucho más con los medios legales que con los medios ilegales y la subversión”.
2 Este escrito es lo que se ha denominado el testamento político de Engels y según se cree, éste tenía plena confianza en Eduard Bernstein, quien era su mejor intérprete. Al respecto ver, Lucio Colleti; Ideología y Sociedad, UCV, 1974. 4
Ello se relaciona con la gestación de las condiciones objetivas para el socialismo, de ahí que Engels afirmara “… por aquel entonces (1848) el estado de desarrollo económico en el continente distaba mucho de estar maduro para poder eliminar la producción capitalista…”. Es decir, se retomaba una de las tesis centrales de Marx según la cual el transito hacia el socialismo debía realizarse en aquellos países que hubiesen alcanzado un elevado desarrollo de sus fuerzas productivas, porque como éste aseveró “Ninguna formación social desaparece antes de que se desarrollen todas las fuerzas productivas que caben dentro de ella y jamás aparecerán nuevas y más altas relaciones de producción antes de que las condiciones materiales para su existencia hayan madurado en seno de la propia sociedad antigua”3
Por tanto, proclamaba Engels el uso del sufragio universal por parte del parido socialista alemán (socialdemócrata), en contraposición a la vía insurreccional ensayada hasta entonces: “Gracias a la inteligencia con que los obreros alemanes supieron utilizar el sufragio universal implantado en 1866, el crecimiento asombroso del partido aparece en cifras indiscutibles a los ojos del mundo entero”. Es decir, Engels admitía que producto de las disputas obreras y del desarrollo institucional de los países capitalistas de Europa y en particular Inglaterra y Alemania, se requería una nueva política basada en el uso del parlamento como instrumento de lucha.
A partir de ahí, Eduard Bernstein, quien como teórico del partido socialista alemán había estado en estrecho contacto con Engels en Londres a partir de 1888, y se consideraba su discípulo, comienza a revisar y cuestionar, en primer lugar la vía violenta hacia el socialismo y posteriormente las premisas sobre las que se había fundado Marx para analizar la economía capitalista.
En carta a Víctor Adler en febrero de 1899, Bernstein afirmaba que “el marxismo no es para mi lo suficientemente realista, se ha quedado atrás, por decirlo así, del desarrollo práctico del movimiento”. En 1898, en carta a Augusto Bebel, le recuerda: “No te
3 Carlos Marx: Prologo a la contribución a la crítica de la economía política, en Marx y Engels Obras Escogidas, Editorial Progreso, 1975
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olvides de que El Capital a pesar de todo su cientificismo era un escrito de tendencia y que quedó inconcluso, a mi parecer precisamente porque el conflicto entre cientificismo y tendencia hizo que la tarea de Marx fuera más y más difícil”.
Los cuestionamientos y revisión que Bernstein4 hizo de Marx son las siguientes. En primer término, disputó la teoría de la plusvalía la cual consideraba inútil para explicar la explotación, por cuanto se trataba de una construcción abstracta que no podía comprobarse en la vida diaria. En segundo lugar, Bernstein cuestionó la hipótesis de Marx según la cual el capitalismo registraba una tendencia hacia la concentración del capital y de la propiedad, toda vez que lo que observaba en Alemania era la proliferación de nuevos propietarios en cada vez más negocios. El tercer aspecto de su crítica fue el relativo a la supuesta depauperación de la clase obrera al visualizar, con base en las estadísticas, el aumento de los ingresos de los trabajadores y el fortalecimiento de la clase media, contrario a lo pronosticado por Marx. Finalmente, argumentó que en su desarrollo el capitalismo creaba mecanismos que lo fortalecían de las crisis periódicas del pasado.
Por tanto, en lugar de aceptar la tesis de Marx de que la revolución surgiría a partir de la crisis del capitalismo, producto de sus contradicciones inmanentes, en virtud de la caída de la tasa de ganancia, Benrstein plantea un enfoque más gradual al considerar que en Alemania e Inglaterra, en vista de su elevado desarrollo económico, el camino hacia el socialismo consistía en ir ganando espacios democráticos en la sociedad capitalista y que los trabajadores fuesen alcanzando reivindicaciones cada vez más avanzadas, lo que eventualmente se expresaría en la conquista del poder por vías democráticas, mediante una mayoría parlamentaria. De acuerdo con Cole, la noción que Bernstein sostenía era que “el socialismo vendría, no como un sistema construido por los socialistas al día siguiente de haber conquistado el poder, sino como una acumulación de pequeños cambios que serían producidos por la acción social dentro de los límites establecidos por las necesidades mismas del desarrollo económico”.
4 Para una análisis detallado de las tesis de Bernstein, debe consultarse: G.D.H Cole: Historia del pensamiento socialista: La II Internacional, Volumen. III, FCE, 1959 y Eduard Bernstein: The Preconditions of Socialism, Edited and translated by Henry Tudor, Cambridge University Press, 2002
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Desde el punto de vista político, Bernstein atacó duramente el concepto de dictadura del proletariado esgrimido por Marx por ser contradictoria con el principio democrático de justicia igual para todos los ciudadanos, independientemente de la clase social. En su criterio, el hecho de que el proletariado fuese la clase social mayoritaria ello no le confiere el derecho a la injusticia con el resto de los estratos sociales. Su concepto de democracia es realmente llamativo, la define como la ausencia de un gobierno de clase. Es decir, una forma de gobierno y de desarrollo social en el cual ninguna clase social tiene privilegios políticos sobre el resto de la sociedad. En la medida en que prevalezcan los principios democráticos y ellos conformen la opinión pública, habrá más libertad para los ciudadanos. De esta manera, la democracia no se distingue por la inexistencia de leyes, sino más bien por la abolición de aquellas que limitan la universalidad de los derechos del hombre. Por ello, cuando una sociedad es más democrática mayor respeto y consideración existirán por los derechos políticos de las minorías. De esta manera, Bernstein valoraba las instituciones políticas creadas por el liberalismo como un paso fundamental de la humanidad y que el socialismo en el poder debía mejorarlas en lugar de destruirlas, como planteaba Marx.
Para Bernstein la democracia es un medio y un fin al mismo tiempo. Un medio para la lucha por el socialismo mientras que es la forma de gobierno en que debe realizarse el socialismo. Por consiguiente, la creación de organizaciones democráticas tanto en lo político como en lo social es una condición para la materialización del socialismo. De acuerdo con Bernstein, la socialdemocracia debería tener la defensa de la libertad civil como su principal postulado sobre cualquier otro principio económico.
Por tanto, para Bernstein en el fondo se trataba de combinar y armonizar las ventajas de una economía capitalista con la elevada expansión de las fuerzas productivas que ella genera, con dos elementos. Primero, la necesaria regulación estatal del mercado y la economía. Segundo, la existencia de un régimen político democrático, basado en el sistema parlamentario y en el voto universal, directo y secreto. Son evidentes entonces las diferencias con Marx, para quien, por una parte, el Estado es un instrumento de la clase 7
social en el poder5, al argumentar que las formas de gobierno se resumen en “dictadura de la burguesía” y “dictadura del proletariado” y por la otra, el objetivo final del socialismo y el comunismo debería ser la eliminación de la propiedad privada sobre los medios de producción.
En la medida en que el partido socialdemócrata alemán fue progresando electoralmente a finales del siglo XIX y comienzo del XX, tuvo que abandonar sus posiciones clasistas para poder ganarse al centro político y de esa forma seguir creciendo. El camino trazado por Bernstein condujo posteriormente a proponer un programa político basado en el respeto a la propiedad y en diseño de una política impositiva para financiar una amplia red de programas sociales encaminados a mejorar la distribución del ingreso nacional. En el programa político del partido socialdemócrata alemán de 1921 aprobado en la ciudad de Görlitz prevalecieron las tesis de Bernstein y posteriormente en 1959, en el Programa de Godesberg, el partido abandonó oficialmente el concepto de lucha de clases y se alejó definitivamente del marxismo.
Este desarrollo histórico del socialismo democrático fue significando una ruptura con el comunismo y el leninismo. Tras la revolución rusa de 1917, se produjo una escisión en el movimiento socialista internacional que dio origen, por una parte, a los partidos comunistas seguidores de Lenin y posteriormente de Stalin, agrupados en la III Internacional Comunista y por la otra la socialdemocracia, con fuerte presencia en Europa. En el primer caso, ello se concretó en la instauración del modelo soviético de socialismo que consistió en un control estatal absoluto de la economía con su correlato en la dictadura del proletariado, cuya expresión era el partido único y la supresión de la libertad política, cultural y religiosa. Por su parte la socialdemocracia, se orientó a la conquista del estado de bienestar, basado en la propiedad privada, regulación estatal del mercado y un amplio sector público de la economía, en conjunción con un régimen político fundamentado en una democracia pluralista.
5 Para una discusión sobre las formas de gobierno, véase Norberto Bobbio: La teoría de las formas de gobierno en la historia del pensamiento político, FCE, 2001 8
El socialismo en su versión marxista, que es la que Venezuela debería seguir según Heinz Dieterich6, se caracteriza por la abolición de la propiedad privada sobre los medios de producción fundamentales de la economía. En la voz autorizada de Paul Sweezy7: “El cambio fundamental consistiría en la abolición de la propiedad privada sobre los medios producción. Nótese que ni Marx ni ningún otro socialista moderno de importancia ha planteado la abolición de la propiedad privada sobre los bienes de consumo”. Por ello, con la derogación de la propiedad privada sobre los medios de producción deviene la propiedad estatal, lo que necesariamente llevaría a la planificación centralizada de la economía, con el objeto de enmarcar toda la producción de los bienes y la provisión de los servicios conforme a un plan, como sustituto de las fuerzas del mercado. De ahí que según Huberman8: “Una economía socialista debe ser planificada y si la planificación es imposible también lo será el socialismo”. Este fue el lineamiento que denotó los experimentos socialistas del siglo XX, los cuales, como está contundentemente documentado, acabaron en un trágico final, con el derrumbe de la URSS en 1991 y la transición, gradual pero sostenida, de China hacia una economía de mercado.
Vistas así las cosas, desde los ángulos del socialismo democrático y del marxista, la proposición del socialismo del siglo XXI en Venezuela se presenta como una tesis difusa, confusa e ininteligible, salvo en algunas afirmaciones que por conveniencia política asientan el respeto de la propiedad privada aunque con fuerte regulación estatal, la preservación de la democracia política con importantes condicionantes y su diferenciación con las experiencias socialistas del pasado. Si de ello se tratase, entonces ese socialismo del siglo XXI tiene al menos cien años de desfase por cuanto el mismo sería una versión incompleta, deformada y desmejorada de la propuesta cimera de Bernstein, anteriormente comentada. No hay algo nuevo que merezca destacarse.
6 Heinz Dieterich: Hugo Chávez y el socialismo del siglo XXI, Instituto Municipal de Publicaciones, Alcaldía de Caracas, 2005.
7 Paul Sweezy: Marxiam Socialism, en Leo Huberman y Paul Sweezy: Introduction to socialism, Modern Reader Paperbacks, 1968.
8 Leo Huberman: The ABC of socialism, en Leo Huberman y Paul Sweezy: Introduction to socialism, Modern Reader Paperbacks, 1968.
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Sin embargo, en virtud de la importancia del debate sobre el socialismo, en este artículo se enfatizan dos puntos fundamentales. En primer lugar, lo que hasta el momento se conoce como “socialismo del siglo XXI” en su versión más trabajada, es el intento hecho por Heinz Dieterich; el cual se diferencia de la tesis socialdemócrata toda vez que la misma persigue la eliminación de la economía de mercado, la propiedad privada y el sistema de precios, lo que podría implicar retornar al trueque o la implantación de un Estado omnímodo. En segundo término, a pesar de que el gobierno parece compartir al menos partes de estas ideas, en el mercado internacional del petróleo se comporta como un defensor de “precios monopolísticos”, hecho en si mismo contrario al ideal socialista.
Conviene insistir en que la organización social que brota de esta propuesta socialista en boga se basa en una cierta versión de la teoría marxista del valor trabajo, absolutamente incapaz de explicar el proceso de generación del valor de las mercancías y mucho menos la formación de sus precios en el mercado. El capitalismo actual es lo suficientemente complejo como para analizarlo con el rasero del capítulo I del primer tomo de El Capital, en su vertiente del intercambio de equivalentes como sugiere Heinz Dieterich, quien funge como ideólogo del socialismo del siglo XXI. Tampoco es apta esta teoría para explorar singularidades de mercados que no se rigen por la libre concurrencia, como la analizada por Marx cuando comenzó sus estudios de economía que arrojaron en 1859 la Contribución a la crítica de la economía política y posteriormente su trabajo magno, El Capital, en 1867, cuando su vida se extinguía.
El rol de la economía mundial, el intercambio desigual, la presencia de estructuras de precios con imperfecciones y asimetría de información, el auge de los mercados de capital, el papel de los bancos centrales para mitigar las oscilaciones continuas de la economía, el significativo aumento de la productividad, los cambios tecnológicos, los avances de las comunicaciones que se ha traducido en disminuciones espectaculares de los costos de producción, la sustitución del trabajo no calificado por el calificado a escala planetaria, entre otros elementos; hacen insuficiente a la teoría marxista como herramienta de análisis de la economía actual. Si a ello se añaden las fallas de predicción de Marx sobre el derrumbe del capitalismo debido a la tendencia decreciente que tendría
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la tasa de ganancia, que acabaría de liquidarlo como sistema9 y las limitaciones de Marx para elaborar en detalle sobre la futura sociedad socialista, se completa un cuadro pesimista sobre el marxismo como fuente de inspiración para la construcción del socialismo del siglo XXI.
No debe confundirse las voluminosas erogaciones monetarias que se realizan en Venezuela para el financiamiento de unidades de producción supuestamente socialistas, en buena medida soportadas por la “renta petrolera”, con su viabilidad como sistema económico. Los recursos financieros pueden ser una condición para mantener estas unidades, pero jamás serán la condición necesaria y suficiente para instaurar un régimen socialista. Si una propuesta socialista, de cualquier tipo, no está calzada con el concepto de la productividad tiene sus días contados y ese es el caso de Venezuela.
Heinz Dieterich, inspirador del socialismo del siglo XXI, anunció en junio de 2006 que el presidente Chávez le había solicitado que se acelerara el proceso de transformación de la economía venezolana en una de tipo socialista. En vista de la anemia intelectual en las filas del chavismo venezolano, Dieterich se permitió recomendarle al presidente dos medidas fundamentales para instaurar definitivamente un sistema socialista, entre otra que “La contabilidad y operación de la economía se realice mediante el valor, no sobre el precio de mercado” y que “El intercambio de los productos se realice mediante valores iguales”. Todo esto se concreta en su postulado básico: “Una transición socialista en el mundo actual solo será exitosa si logra sustituir la institución “burguesa” del precio”. Por seguir a Dieterich es que Hugo Chávez ha planteado reiteradamente que las empresas de producción social, las cooperativas y los productores intercambien directamente, reemplazando al mercado y a los precios siguiendo la llamada teoría del valor.
Según Marx, lo que determina el valor de una mercancía es la cantidad de “sustancia creadora de valor”, es decir, de trabajo que encierra. Y, a su vez, la cantidad de trabajo que encierra “se mide por el tiempo de su duración y el tiempo de trabajo tiene,
9 Sobre una discusión de estos aspectos de la inminencia del colapso del capitalismo, véase Lucio Coletti: “El marxismo y el ’derrumbe’ del capitalismo”. Siglo XXI Editores, 1978.
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finalmente, su unidad de medida en las distintas fracciones de tiempo…”. De ahí que “lo que determina la magnitud de valor de un objeto no es más que la cantidad de trabajo socialmente necesario, o sea el tiempo de trabajo socialmente necesario para su producción”10.
La teoría marxista del valor trabajo confronta problemas difíciles para explicar el intercambio entre las mercancías. En primer lugar, requiere valorar “el tiempo de trabajo socialmente necesario” incorporado en las distintas mercancías en términos de “trabajo simple abstracto”, lo cual a su vez implica reducir los trabajos específicos y complejos incorporados en las mercancías a unidades de trabajo simple. Justamente, una operación que implica la existencia del mercado para que ella pueda realizarse. Esto remite a un problema que Marx no pudo resolver satisfactoriamente: la transformación de los valores en precios. Se percató de que en el mercado los bienes se expresan en unidades monetarias, pero no pudo lograr en forma apropiada expresar los valores en su forma de precios. Esto es de fundamental importancia porque allí subyace la propuesta más reciente de Dieterich de valorar los bienes en unidades de tiempo, lo que implica un regreso al trueque.
Por otra parte, la comprensión que tuvo Marx del dinero o la economía monetaria fue, en alguna forma, bastante limitada. Pensó que la función del dinero era básicamente la de servir de forma o manifestación del valor de las mercancías, sin ponderar adecuadamente que las oscilaciones de la cantidad de dinero puede afectar el salario real y con ello la disposición de los trabajadores a ofrecer su fuerza de trabajo para generar valores de cambio.
Si la teoría del valor de Marx no puede dilucidar apropiadamente la conformación de los precios de las mercancías en el capitalismo, menos entonces se habría de esperar que pueda ser usada como basamento para explicar el intercambio de equivalentes y del propósito de fundamentar una nueva estructura de la economía. Al verse atrapado en una contradicción, Dieterich propone una salida todavía peor para solucionar la antinomia
10 Carlos Marx: El Capital, Tomo I, capítulo 1. FCE, séptima reimpresión, 1975.
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entre valor y precios: retornar al trueque. Por ello sugiera que: “La contabilidad y operación de la economía se realiza mediante el valor (los insumos de tiempo), no sobre el precio de mercado. 2. El intercambio de los productos se realiza mediante valores iguales”.
Como consecuencia de la utilización del valor en lugar de los precios, se procura construir una institucionalidad socialista que funcione no según los preceptos del mercado: “Intentos de trascender la economía de mercado que no alcancen esta institucionalidad socialista, revertirán tarde o temprano al capitalismo pleno, por más que se declare el socialismo o comunismo como intención o realidad por parte de los gobiernos”. De allí se deriva su propuesta fundamental para el socialismo del siglo XXI: “El paso decisivo en la transformación de la economía de mercado hacia la economía socialista reside en la sustitución del precio por el valor”. De esta manera en la economía socialista los bienes se expresarían de la siguiente manera: “Al conocerse el valor y el precio, la mercancía de la empresa socialista se pone a la venta con las dos unidades de medición. El empaque de un litro de leche, por ejemplo, llevaría la siguiente denominación: Precio: 2.000 bolívares; Valor: 10 minutos. Al comprar diversos productos, el comprador se dará cuenta que la relación entre valor y precio varía. Por ejemplo, que en un producto 10 minutos de trabajo se expresan en 2.000 bolívares y que en otro producto valen 10.000 bolívares”.
Por tanto, al sustituirse el dinero los bienes se intercambiarían con base en el tiempo de trabajo empleado en producirlos. Estas ideas fueron recogidas por el presidente Hugo Chávez en una exposición el 15 de junio de 2006: “La producción de cachama no debe convertirse sólo en mercancía, que esa es una de las perversiones del capitalismo. Una parte la pueden vender, pero una parte de esa producción oriéntela al trueque”.
Es evidente que una propuesta de esta naturaleza entraña dificultades manifiestas, como por ejemplo, las de imputar el tiempo de trabajo a los servicios, en particular en economías como la venezolana donde su incidencia es significativa. Similarmente, canjear con base en el tiempo de trabajo llevaría a que los productos de los trabajadores
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más ineficientes son los que tengan más valor porque consumirían mayor tiempo en ser producidos. La propuesta de Dieterich es la prescripción para, al eliminar el mercado, remplazarlo por un control que sólo puede ejercer el Estado o un retorno a trueque; con el agregado de que se colocan fuertes incentivos adversos a la eficiencia y productividad.
Una consideración más de fondo tiene que ver con la esencia económica del principal producto que produce Venezuela: el petróleo. ¿Se remplazaría el precio del petróleo por las horas de trabajo necesarias para producir un barril de crudo, cuando es la productividad natural del suelo, su escasez y las condiciones del mercado internacional las determinan los elevados precios y no el esfuerzo de los trabajadores ? De aceptarse la tesis de Dieterich, ¿cómo se realizaría el intercambio del petróleo venezolano en el mercado mundial? ¿Se valoraría según su costo de producción de US$/b 8,00 o se transaría a los precios del mercado, los cuales actualmente están en más de US$/b 50 para el crudo venezolano? ¿Se intercambiaría tomando en cuenta las horas de trabajo para producir el petróleo y las horas de trabajo de los productos que se importan? Esta sería una alternativa “coherente” con la tesis de Dieterich acerca del socialismo del siglo XXI.
Sin embargo, en el ámbito petrolero internacional, el gobierno es celoso defensor de precios elevados: un “halcón” que constantemente propugna dentro de la OPEP rebajar la producción (que implica reducir las horas trabajadas para producir petróleo) para elevar o mantener los precios del petróleo elevados, típicamente el comportamiento de los que tienen poder de mercado o son oligopolístas. La razón es obvia: si Venezuela intercambiase el petróleo que produce tomando como base las horas trabajadas, su ingreso bajaría en forma drástica.
Así se tiene un doble rasero. A lo interno, experimentos “socialistas” supuestamente novedosos, aparentemente orientados por un pensamiento que propugna remplazar el mercado y los precios. En el mercado internacional, no sólo se está de acuerdo con la existencia de precios para el intercambio de mercancías, sino que se propicia lo que Marx llamó (tomo tercero de El Capital) “precios monopolísticos” ligados a la renta territorial, propios de los casos donde existen condiciones naturales y de mercado
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especiales. Es decir, una de las aberraciones más graves que generan en los mercados imperfectos. ¿A esto se reducirá el llamado socialismo del siglo XXI, a un conjunto de ideas y experimentos mal concebidos, sin base de sustentación productiva, financiados por una elevada renta petrolera? La vaguedad de las propuestas del gobierno permite cualquier consideración.
26 de diciembre de 2006
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(Versión preliminar)
José Guerra (*)
--(En PDF: www.analitica.com. Diciembre 26, 2006)--
Aunque sin mucha claridad conceptual de su parte, ya el presidente Hugo Chávez ha puesto en la agenda política de Venezuela su propuesta del socialismo del siglo XXI. Desafortunadamente no existe un basamento teórico claro acerca del cual discutir toda vez que desde las filas del gobierno no se ha elaborado un planteamiento con cierto grado de coherencia que sustituya las prédicas que esbozan el proyecto socialista como un desarrollo de la Constitución Nacional o aquellas que lo equipara a las transferencias monetarias y a los beneficios de las misiones que ha ejecutado la administración pública. Más recientemente, el 5 de diciembre de 2006, en su discurso de toma de posesión para su segundo mandato, Hugo Chávez afirmó que el socialismo a la venezolana significa “en lo político más democracia y en lo económico más desarrollo colectivo, pero para satisfacer las necesidades de los pueblos y no para que una minoría se enriquezca en detrimento de la vida de las mayorías empobrecidas y miserables”.
El campo de quienes opinan informalmente acerca del tema se ha ampliado considerablemente antes y después del triunfo electoral de Hugo Chávez, el 3 de diciembre de 2006. Sin embargo, existe margen para la insatisfacción con relación a las visiones que sobre el modelo de socialismo anunciado manifiestan tanto académicos como los distintos voceros oficiosos del gobierno. Intentando dilucidar de qué trata la propuesta socialista, en un reportaje especial de su edición aniversario del 26 de abril de 2006, el diario Tal Cual abordó el tema del socialismo del siglo XXI, con una dirigente del MVR, Aurora Morales y un intelectual igualmente partidario del régimen, Rigoberto Lanz. Ante la pregunta del periodista “¿Qué entienden ustedes por socialismo del siglo XXI? Las respuestas fueron asombrosamente vagas. Según Morales: “Para nosotros, el
1 Este trabajo se basa en una parte de mi libro ¿Qué es el socialismo del siglo XXI?, Editorial Librorum, segunda edición ampliada, 2006. Una primera versión fue publicada en Analítica Premium, el 15 de diciembre de 2006. Se agradecen los comentarios de Luis Carlos Palacios, sin que ello lo comprometa en lo que aquí se afirma o en las omisiones.
(*) Profesor de la Escuela de Economía, Universidad Central de Venezuela. joguerra@gmail.com 1
socialismo del siglo XXI nace de una necesidad concreta. En modelo unipolar, la gran concentración del capital transnacional, la voracidad con que el imperio actúa a escala mundial nos ha llevado a tomar esta postura”. Así, por ejemplo, las políticas de Francia y Suecia, que también están en contra del dominio de un país erigido en imperio y del dominio del capital transnacional, principalmente estadounidense, podían perfectamente ser fuente inspiración para el socialismo del siglo XXI, de acuerdo con Morales. Seguidamente expone que “Nosotros no hablamos de un solo socialismo, porque son varios los socialismos”. Son varios, pero no adelanta una conceptualización del cual sería el específico en Venezuela, lo que el gobierno ha llamado el socialismo del siglo XXI.
Conocedor del tema, a la misma interrogante, Rigoberto Lanz en su argumento distingue perfectamente entre lo que es el antiimperialismo respecto de una posición anticapitalista: “Sería interesante preguntarse cómo fue posible, históricamente, que muchos movimientos antiimperialistas no fueran anticapitalistas. (…). Para mí es mucho más radical la definición contra el capitalismo y ese si es un problema severo”. Como se aprecia, Lanz, no asoma comentarios sobre el socialismo del siglo XXI. A otra pregunta, asevera que: “La postura más radical en la agenda proviene de la ecología política. Va al corazón de la naturaleza del capitalismo y de sus cimientos”. Luego argumenta: “Yo lucho todos los días contra ese capitalismo de Estado aberrante”.
Como es claramente perceptible no hay asomos o vestigios de un intento por entender o racionalizar el significado del socialismo del siglo XXI. Esa deuda conceptual insoluta del gobierno es lo está llevando a pensar que el financiamiento de cooperativas y de empresas capitalistas, pero de propiedad estatal, constituyen el germen del nuevo socialismo.
En una entrevista concedida al diario El Nacional, 3 de diciembre de 2006, el profesor Ernesto Laclau, afirma que “Actualmente para definir el socialismo hay que entender que necesariamente la economía va ser mixta en su carácter, pero que va a tener una regulación estatal mucho más alta que la que se dio en las experiencias neoliberales”. “Lo que distingue el socialismo actual del socialismo del pasado es que en el pasado se creía 2
que la socialización de los medios de producción y la regulación estatal iban a superar a los mecanismos de mercado. Hoy estamos más allá de eso”. Según esta aproximación del profesor Laclau, en realidad no hay nada nuevo en el aporte del socialismo actual al pensamiento contemporáneo, porque el concepto de economía mixta se ha venido aplicando en la mayoría de las economías capitalistas tanto de Europa como de América, como inspiración tanto de la socialdemocracia como del socialcristianismo.
Un amplio reportaje del 10 de diciembre de 2006, publicado por El Nacional, abordó el tema con Haiman El Troudi, vocero del oficialista Centro Internacional Miranda, quien sugiere que la tesis del socialismo del siglo XXI no está del todo clarificada al afirmar que “Solo sabemos lo que no debe ser el socialismo del siglo XXI. No será una economía basada en el capitalismo de Estado, ni un sistema totalitario cerrado. No queremos parecernos a Cuba”. Más adelante sugiere que “El socialismo del siglo XXI es democracia sin fin, nunca todo está hecho, está en franca construcción. Las empresas de producción social ofrecen un aporte rumbo al socialismo…”. Para agregar nuevos elementos a la confusión existente, en el mismo reportaje, el vicecanciller Rodolfo Sanz lanza esta primicia: “El socialismo del siglo XXI es el que vamos a construir en este siglo y nada tiene que ver con los del siglo XIX y XX. Es totalmente nuevo…”. Habría que preguntar ¿en dónde reside la novedad?
El 14 de diciembre de 2006, en un artículo de El Nacional titulado “¿Qué es el socialismo del siglo XXI?”, Mary Pili Hernández, confirma lo que se presuponía: el concepto del socialismo del siglo XXI es vago, gaseoso e impreciso: “La primera cosa que hay que decir es que el socialismo del siglo XXI no tiene una definición acabada”. Sin embargo, invita a nutrirse de una fuente de conocimiento, una especie de piedra filosofal, para clarificarse: “No obstante, se hace fundamental leer los discursos de Chávez, para comprender con mayor detalle hacia donde se orienta este proceso (del socialismo)…”. A mayor detalle, en una especie de ejercicio de historiografía, Mary Pili Hernández enfatiza nada más y nada menos que el socialismo nació en Latinoamérica, específicamente en el Brasil antiguo y que además el supuesto origen europeo del socialismo proviene del hecho de que se confunde el socialismo con el marxismo porque
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el socialismo marxista “es el más famoso”. Esto es insólito y evidencia una ignorancia supina acerca del tema. La visión socialista de Marx no solamente es la más conocida sino también la más elaborada teóricamente hablando. Que sea “El más famoso” es otro asunto. Sigue adelante Mary Pili Hernández, tejiendo su conocimiento del socialismo según las referencias de su maestro: “Ciertamente, tal y como concluyó Chávez, en ese discurso, Bolívar era un socialista”. Es obvio que no se ha leído la biografía Bolívar y Ponte, escrita por Carlos Marx y si lo hizo no la entendió. Donde reside su aporte al debate es cuando afirma: “En esta definición no puede faltar el hecho de que el socialismo del siglo XXI mira hacia el futuro”.
Como es evidente, está presente un desconcierto en las ideas. Sin embargo, se puede extraer un elemento común de las distintas posiciones: sin que se sepa todavía de qué se trata, el socialismo del siglo XXI sería diferente de los experimentos socialistas del pasado, en obvia referencia a los episodios soviéticos, cubano y los de Europa Oriental. Sobre el particular conviene referir que ya a finales del siglo XIX se asomó un cuestionamiento a lo que era la concepción clásica sobre el socialismo marxista y que a comienzo de la próxima centuria adquiriría la forma de socialismo democrático.
En efecto, en marzo de 1895, cinco meses antes de morir, en su Introducción2 a la obra de Carlos Marx, Las luchas de clases en Francia de 1848 a 1850, Federico Engels comenzó a cuestionarse sobre el concepto de revolución como un hecho de “minorías consientes a la cabeza de masas inconcientes”, que asaltarían el poder político. Decía Engels: “Pero la historia nos dio a nosotros un mentís y reveló como una ilusión nuestro punto de vista de entonces. (…) El método de lucha de 1848 está hoy anticuado en todos los aspectos…”. “La ironía de la historia universal lo pone todo patas arriba. Nosotros, los ‘revolucionarios’, los ‘elementos subversivos’ prosperamos mucho más con los medios legales que con los medios ilegales y la subversión”.
2 Este escrito es lo que se ha denominado el testamento político de Engels y según se cree, éste tenía plena confianza en Eduard Bernstein, quien era su mejor intérprete. Al respecto ver, Lucio Colleti; Ideología y Sociedad, UCV, 1974. 4
Ello se relaciona con la gestación de las condiciones objetivas para el socialismo, de ahí que Engels afirmara “… por aquel entonces (1848) el estado de desarrollo económico en el continente distaba mucho de estar maduro para poder eliminar la producción capitalista…”. Es decir, se retomaba una de las tesis centrales de Marx según la cual el transito hacia el socialismo debía realizarse en aquellos países que hubiesen alcanzado un elevado desarrollo de sus fuerzas productivas, porque como éste aseveró “Ninguna formación social desaparece antes de que se desarrollen todas las fuerzas productivas que caben dentro de ella y jamás aparecerán nuevas y más altas relaciones de producción antes de que las condiciones materiales para su existencia hayan madurado en seno de la propia sociedad antigua”3
Por tanto, proclamaba Engels el uso del sufragio universal por parte del parido socialista alemán (socialdemócrata), en contraposición a la vía insurreccional ensayada hasta entonces: “Gracias a la inteligencia con que los obreros alemanes supieron utilizar el sufragio universal implantado en 1866, el crecimiento asombroso del partido aparece en cifras indiscutibles a los ojos del mundo entero”. Es decir, Engels admitía que producto de las disputas obreras y del desarrollo institucional de los países capitalistas de Europa y en particular Inglaterra y Alemania, se requería una nueva política basada en el uso del parlamento como instrumento de lucha.
A partir de ahí, Eduard Bernstein, quien como teórico del partido socialista alemán había estado en estrecho contacto con Engels en Londres a partir de 1888, y se consideraba su discípulo, comienza a revisar y cuestionar, en primer lugar la vía violenta hacia el socialismo y posteriormente las premisas sobre las que se había fundado Marx para analizar la economía capitalista.
En carta a Víctor Adler en febrero de 1899, Bernstein afirmaba que “el marxismo no es para mi lo suficientemente realista, se ha quedado atrás, por decirlo así, del desarrollo práctico del movimiento”. En 1898, en carta a Augusto Bebel, le recuerda: “No te
3 Carlos Marx: Prologo a la contribución a la crítica de la economía política, en Marx y Engels Obras Escogidas, Editorial Progreso, 1975
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olvides de que El Capital a pesar de todo su cientificismo era un escrito de tendencia y que quedó inconcluso, a mi parecer precisamente porque el conflicto entre cientificismo y tendencia hizo que la tarea de Marx fuera más y más difícil”.
Los cuestionamientos y revisión que Bernstein4 hizo de Marx son las siguientes. En primer término, disputó la teoría de la plusvalía la cual consideraba inútil para explicar la explotación, por cuanto se trataba de una construcción abstracta que no podía comprobarse en la vida diaria. En segundo lugar, Bernstein cuestionó la hipótesis de Marx según la cual el capitalismo registraba una tendencia hacia la concentración del capital y de la propiedad, toda vez que lo que observaba en Alemania era la proliferación de nuevos propietarios en cada vez más negocios. El tercer aspecto de su crítica fue el relativo a la supuesta depauperación de la clase obrera al visualizar, con base en las estadísticas, el aumento de los ingresos de los trabajadores y el fortalecimiento de la clase media, contrario a lo pronosticado por Marx. Finalmente, argumentó que en su desarrollo el capitalismo creaba mecanismos que lo fortalecían de las crisis periódicas del pasado.
Por tanto, en lugar de aceptar la tesis de Marx de que la revolución surgiría a partir de la crisis del capitalismo, producto de sus contradicciones inmanentes, en virtud de la caída de la tasa de ganancia, Benrstein plantea un enfoque más gradual al considerar que en Alemania e Inglaterra, en vista de su elevado desarrollo económico, el camino hacia el socialismo consistía en ir ganando espacios democráticos en la sociedad capitalista y que los trabajadores fuesen alcanzando reivindicaciones cada vez más avanzadas, lo que eventualmente se expresaría en la conquista del poder por vías democráticas, mediante una mayoría parlamentaria. De acuerdo con Cole, la noción que Bernstein sostenía era que “el socialismo vendría, no como un sistema construido por los socialistas al día siguiente de haber conquistado el poder, sino como una acumulación de pequeños cambios que serían producidos por la acción social dentro de los límites establecidos por las necesidades mismas del desarrollo económico”.
4 Para una análisis detallado de las tesis de Bernstein, debe consultarse: G.D.H Cole: Historia del pensamiento socialista: La II Internacional, Volumen. III, FCE, 1959 y Eduard Bernstein: The Preconditions of Socialism, Edited and translated by Henry Tudor, Cambridge University Press, 2002
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Desde el punto de vista político, Bernstein atacó duramente el concepto de dictadura del proletariado esgrimido por Marx por ser contradictoria con el principio democrático de justicia igual para todos los ciudadanos, independientemente de la clase social. En su criterio, el hecho de que el proletariado fuese la clase social mayoritaria ello no le confiere el derecho a la injusticia con el resto de los estratos sociales. Su concepto de democracia es realmente llamativo, la define como la ausencia de un gobierno de clase. Es decir, una forma de gobierno y de desarrollo social en el cual ninguna clase social tiene privilegios políticos sobre el resto de la sociedad. En la medida en que prevalezcan los principios democráticos y ellos conformen la opinión pública, habrá más libertad para los ciudadanos. De esta manera, la democracia no se distingue por la inexistencia de leyes, sino más bien por la abolición de aquellas que limitan la universalidad de los derechos del hombre. Por ello, cuando una sociedad es más democrática mayor respeto y consideración existirán por los derechos políticos de las minorías. De esta manera, Bernstein valoraba las instituciones políticas creadas por el liberalismo como un paso fundamental de la humanidad y que el socialismo en el poder debía mejorarlas en lugar de destruirlas, como planteaba Marx.
Para Bernstein la democracia es un medio y un fin al mismo tiempo. Un medio para la lucha por el socialismo mientras que es la forma de gobierno en que debe realizarse el socialismo. Por consiguiente, la creación de organizaciones democráticas tanto en lo político como en lo social es una condición para la materialización del socialismo. De acuerdo con Bernstein, la socialdemocracia debería tener la defensa de la libertad civil como su principal postulado sobre cualquier otro principio económico.
Por tanto, para Bernstein en el fondo se trataba de combinar y armonizar las ventajas de una economía capitalista con la elevada expansión de las fuerzas productivas que ella genera, con dos elementos. Primero, la necesaria regulación estatal del mercado y la economía. Segundo, la existencia de un régimen político democrático, basado en el sistema parlamentario y en el voto universal, directo y secreto. Son evidentes entonces las diferencias con Marx, para quien, por una parte, el Estado es un instrumento de la clase 7
social en el poder5, al argumentar que las formas de gobierno se resumen en “dictadura de la burguesía” y “dictadura del proletariado” y por la otra, el objetivo final del socialismo y el comunismo debería ser la eliminación de la propiedad privada sobre los medios de producción.
En la medida en que el partido socialdemócrata alemán fue progresando electoralmente a finales del siglo XIX y comienzo del XX, tuvo que abandonar sus posiciones clasistas para poder ganarse al centro político y de esa forma seguir creciendo. El camino trazado por Bernstein condujo posteriormente a proponer un programa político basado en el respeto a la propiedad y en diseño de una política impositiva para financiar una amplia red de programas sociales encaminados a mejorar la distribución del ingreso nacional. En el programa político del partido socialdemócrata alemán de 1921 aprobado en la ciudad de Görlitz prevalecieron las tesis de Bernstein y posteriormente en 1959, en el Programa de Godesberg, el partido abandonó oficialmente el concepto de lucha de clases y se alejó definitivamente del marxismo.
Este desarrollo histórico del socialismo democrático fue significando una ruptura con el comunismo y el leninismo. Tras la revolución rusa de 1917, se produjo una escisión en el movimiento socialista internacional que dio origen, por una parte, a los partidos comunistas seguidores de Lenin y posteriormente de Stalin, agrupados en la III Internacional Comunista y por la otra la socialdemocracia, con fuerte presencia en Europa. En el primer caso, ello se concretó en la instauración del modelo soviético de socialismo que consistió en un control estatal absoluto de la economía con su correlato en la dictadura del proletariado, cuya expresión era el partido único y la supresión de la libertad política, cultural y religiosa. Por su parte la socialdemocracia, se orientó a la conquista del estado de bienestar, basado en la propiedad privada, regulación estatal del mercado y un amplio sector público de la economía, en conjunción con un régimen político fundamentado en una democracia pluralista.
5 Para una discusión sobre las formas de gobierno, véase Norberto Bobbio: La teoría de las formas de gobierno en la historia del pensamiento político, FCE, 2001 8
El socialismo en su versión marxista, que es la que Venezuela debería seguir según Heinz Dieterich6, se caracteriza por la abolición de la propiedad privada sobre los medios de producción fundamentales de la economía. En la voz autorizada de Paul Sweezy7: “El cambio fundamental consistiría en la abolición de la propiedad privada sobre los medios producción. Nótese que ni Marx ni ningún otro socialista moderno de importancia ha planteado la abolición de la propiedad privada sobre los bienes de consumo”. Por ello, con la derogación de la propiedad privada sobre los medios de producción deviene la propiedad estatal, lo que necesariamente llevaría a la planificación centralizada de la economía, con el objeto de enmarcar toda la producción de los bienes y la provisión de los servicios conforme a un plan, como sustituto de las fuerzas del mercado. De ahí que según Huberman8: “Una economía socialista debe ser planificada y si la planificación es imposible también lo será el socialismo”. Este fue el lineamiento que denotó los experimentos socialistas del siglo XX, los cuales, como está contundentemente documentado, acabaron en un trágico final, con el derrumbe de la URSS en 1991 y la transición, gradual pero sostenida, de China hacia una economía de mercado.
Vistas así las cosas, desde los ángulos del socialismo democrático y del marxista, la proposición del socialismo del siglo XXI en Venezuela se presenta como una tesis difusa, confusa e ininteligible, salvo en algunas afirmaciones que por conveniencia política asientan el respeto de la propiedad privada aunque con fuerte regulación estatal, la preservación de la democracia política con importantes condicionantes y su diferenciación con las experiencias socialistas del pasado. Si de ello se tratase, entonces ese socialismo del siglo XXI tiene al menos cien años de desfase por cuanto el mismo sería una versión incompleta, deformada y desmejorada de la propuesta cimera de Bernstein, anteriormente comentada. No hay algo nuevo que merezca destacarse.
6 Heinz Dieterich: Hugo Chávez y el socialismo del siglo XXI, Instituto Municipal de Publicaciones, Alcaldía de Caracas, 2005.
7 Paul Sweezy: Marxiam Socialism, en Leo Huberman y Paul Sweezy: Introduction to socialism, Modern Reader Paperbacks, 1968.
8 Leo Huberman: The ABC of socialism, en Leo Huberman y Paul Sweezy: Introduction to socialism, Modern Reader Paperbacks, 1968.
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Sin embargo, en virtud de la importancia del debate sobre el socialismo, en este artículo se enfatizan dos puntos fundamentales. En primer lugar, lo que hasta el momento se conoce como “socialismo del siglo XXI” en su versión más trabajada, es el intento hecho por Heinz Dieterich; el cual se diferencia de la tesis socialdemócrata toda vez que la misma persigue la eliminación de la economía de mercado, la propiedad privada y el sistema de precios, lo que podría implicar retornar al trueque o la implantación de un Estado omnímodo. En segundo término, a pesar de que el gobierno parece compartir al menos partes de estas ideas, en el mercado internacional del petróleo se comporta como un defensor de “precios monopolísticos”, hecho en si mismo contrario al ideal socialista.
Conviene insistir en que la organización social que brota de esta propuesta socialista en boga se basa en una cierta versión de la teoría marxista del valor trabajo, absolutamente incapaz de explicar el proceso de generación del valor de las mercancías y mucho menos la formación de sus precios en el mercado. El capitalismo actual es lo suficientemente complejo como para analizarlo con el rasero del capítulo I del primer tomo de El Capital, en su vertiente del intercambio de equivalentes como sugiere Heinz Dieterich, quien funge como ideólogo del socialismo del siglo XXI. Tampoco es apta esta teoría para explorar singularidades de mercados que no se rigen por la libre concurrencia, como la analizada por Marx cuando comenzó sus estudios de economía que arrojaron en 1859 la Contribución a la crítica de la economía política y posteriormente su trabajo magno, El Capital, en 1867, cuando su vida se extinguía.
El rol de la economía mundial, el intercambio desigual, la presencia de estructuras de precios con imperfecciones y asimetría de información, el auge de los mercados de capital, el papel de los bancos centrales para mitigar las oscilaciones continuas de la economía, el significativo aumento de la productividad, los cambios tecnológicos, los avances de las comunicaciones que se ha traducido en disminuciones espectaculares de los costos de producción, la sustitución del trabajo no calificado por el calificado a escala planetaria, entre otros elementos; hacen insuficiente a la teoría marxista como herramienta de análisis de la economía actual. Si a ello se añaden las fallas de predicción de Marx sobre el derrumbe del capitalismo debido a la tendencia decreciente que tendría
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la tasa de ganancia, que acabaría de liquidarlo como sistema9 y las limitaciones de Marx para elaborar en detalle sobre la futura sociedad socialista, se completa un cuadro pesimista sobre el marxismo como fuente de inspiración para la construcción del socialismo del siglo XXI.
No debe confundirse las voluminosas erogaciones monetarias que se realizan en Venezuela para el financiamiento de unidades de producción supuestamente socialistas, en buena medida soportadas por la “renta petrolera”, con su viabilidad como sistema económico. Los recursos financieros pueden ser una condición para mantener estas unidades, pero jamás serán la condición necesaria y suficiente para instaurar un régimen socialista. Si una propuesta socialista, de cualquier tipo, no está calzada con el concepto de la productividad tiene sus días contados y ese es el caso de Venezuela.
Heinz Dieterich, inspirador del socialismo del siglo XXI, anunció en junio de 2006 que el presidente Chávez le había solicitado que se acelerara el proceso de transformación de la economía venezolana en una de tipo socialista. En vista de la anemia intelectual en las filas del chavismo venezolano, Dieterich se permitió recomendarle al presidente dos medidas fundamentales para instaurar definitivamente un sistema socialista, entre otra que “La contabilidad y operación de la economía se realice mediante el valor, no sobre el precio de mercado” y que “El intercambio de los productos se realice mediante valores iguales”. Todo esto se concreta en su postulado básico: “Una transición socialista en el mundo actual solo será exitosa si logra sustituir la institución “burguesa” del precio”. Por seguir a Dieterich es que Hugo Chávez ha planteado reiteradamente que las empresas de producción social, las cooperativas y los productores intercambien directamente, reemplazando al mercado y a los precios siguiendo la llamada teoría del valor.
Según Marx, lo que determina el valor de una mercancía es la cantidad de “sustancia creadora de valor”, es decir, de trabajo que encierra. Y, a su vez, la cantidad de trabajo que encierra “se mide por el tiempo de su duración y el tiempo de trabajo tiene,
9 Sobre una discusión de estos aspectos de la inminencia del colapso del capitalismo, véase Lucio Coletti: “El marxismo y el ’derrumbe’ del capitalismo”. Siglo XXI Editores, 1978.
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finalmente, su unidad de medida en las distintas fracciones de tiempo…”. De ahí que “lo que determina la magnitud de valor de un objeto no es más que la cantidad de trabajo socialmente necesario, o sea el tiempo de trabajo socialmente necesario para su producción”10.
La teoría marxista del valor trabajo confronta problemas difíciles para explicar el intercambio entre las mercancías. En primer lugar, requiere valorar “el tiempo de trabajo socialmente necesario” incorporado en las distintas mercancías en términos de “trabajo simple abstracto”, lo cual a su vez implica reducir los trabajos específicos y complejos incorporados en las mercancías a unidades de trabajo simple. Justamente, una operación que implica la existencia del mercado para que ella pueda realizarse. Esto remite a un problema que Marx no pudo resolver satisfactoriamente: la transformación de los valores en precios. Se percató de que en el mercado los bienes se expresan en unidades monetarias, pero no pudo lograr en forma apropiada expresar los valores en su forma de precios. Esto es de fundamental importancia porque allí subyace la propuesta más reciente de Dieterich de valorar los bienes en unidades de tiempo, lo que implica un regreso al trueque.
Por otra parte, la comprensión que tuvo Marx del dinero o la economía monetaria fue, en alguna forma, bastante limitada. Pensó que la función del dinero era básicamente la de servir de forma o manifestación del valor de las mercancías, sin ponderar adecuadamente que las oscilaciones de la cantidad de dinero puede afectar el salario real y con ello la disposición de los trabajadores a ofrecer su fuerza de trabajo para generar valores de cambio.
Si la teoría del valor de Marx no puede dilucidar apropiadamente la conformación de los precios de las mercancías en el capitalismo, menos entonces se habría de esperar que pueda ser usada como basamento para explicar el intercambio de equivalentes y del propósito de fundamentar una nueva estructura de la economía. Al verse atrapado en una contradicción, Dieterich propone una salida todavía peor para solucionar la antinomia
10 Carlos Marx: El Capital, Tomo I, capítulo 1. FCE, séptima reimpresión, 1975.
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entre valor y precios: retornar al trueque. Por ello sugiera que: “La contabilidad y operación de la economía se realiza mediante el valor (los insumos de tiempo), no sobre el precio de mercado. 2. El intercambio de los productos se realiza mediante valores iguales”.
Como consecuencia de la utilización del valor en lugar de los precios, se procura construir una institucionalidad socialista que funcione no según los preceptos del mercado: “Intentos de trascender la economía de mercado que no alcancen esta institucionalidad socialista, revertirán tarde o temprano al capitalismo pleno, por más que se declare el socialismo o comunismo como intención o realidad por parte de los gobiernos”. De allí se deriva su propuesta fundamental para el socialismo del siglo XXI: “El paso decisivo en la transformación de la economía de mercado hacia la economía socialista reside en la sustitución del precio por el valor”. De esta manera en la economía socialista los bienes se expresarían de la siguiente manera: “Al conocerse el valor y el precio, la mercancía de la empresa socialista se pone a la venta con las dos unidades de medición. El empaque de un litro de leche, por ejemplo, llevaría la siguiente denominación: Precio: 2.000 bolívares; Valor: 10 minutos. Al comprar diversos productos, el comprador se dará cuenta que la relación entre valor y precio varía. Por ejemplo, que en un producto 10 minutos de trabajo se expresan en 2.000 bolívares y que en otro producto valen 10.000 bolívares”.
Por tanto, al sustituirse el dinero los bienes se intercambiarían con base en el tiempo de trabajo empleado en producirlos. Estas ideas fueron recogidas por el presidente Hugo Chávez en una exposición el 15 de junio de 2006: “La producción de cachama no debe convertirse sólo en mercancía, que esa es una de las perversiones del capitalismo. Una parte la pueden vender, pero una parte de esa producción oriéntela al trueque”.
Es evidente que una propuesta de esta naturaleza entraña dificultades manifiestas, como por ejemplo, las de imputar el tiempo de trabajo a los servicios, en particular en economías como la venezolana donde su incidencia es significativa. Similarmente, canjear con base en el tiempo de trabajo llevaría a que los productos de los trabajadores
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más ineficientes son los que tengan más valor porque consumirían mayor tiempo en ser producidos. La propuesta de Dieterich es la prescripción para, al eliminar el mercado, remplazarlo por un control que sólo puede ejercer el Estado o un retorno a trueque; con el agregado de que se colocan fuertes incentivos adversos a la eficiencia y productividad.
Una consideración más de fondo tiene que ver con la esencia económica del principal producto que produce Venezuela: el petróleo. ¿Se remplazaría el precio del petróleo por las horas de trabajo necesarias para producir un barril de crudo, cuando es la productividad natural del suelo, su escasez y las condiciones del mercado internacional las determinan los elevados precios y no el esfuerzo de los trabajadores ? De aceptarse la tesis de Dieterich, ¿cómo se realizaría el intercambio del petróleo venezolano en el mercado mundial? ¿Se valoraría según su costo de producción de US$/b 8,00 o se transaría a los precios del mercado, los cuales actualmente están en más de US$/b 50 para el crudo venezolano? ¿Se intercambiaría tomando en cuenta las horas de trabajo para producir el petróleo y las horas de trabajo de los productos que se importan? Esta sería una alternativa “coherente” con la tesis de Dieterich acerca del socialismo del siglo XXI.
Sin embargo, en el ámbito petrolero internacional, el gobierno es celoso defensor de precios elevados: un “halcón” que constantemente propugna dentro de la OPEP rebajar la producción (que implica reducir las horas trabajadas para producir petróleo) para elevar o mantener los precios del petróleo elevados, típicamente el comportamiento de los que tienen poder de mercado o son oligopolístas. La razón es obvia: si Venezuela intercambiase el petróleo que produce tomando como base las horas trabajadas, su ingreso bajaría en forma drástica.
Así se tiene un doble rasero. A lo interno, experimentos “socialistas” supuestamente novedosos, aparentemente orientados por un pensamiento que propugna remplazar el mercado y los precios. En el mercado internacional, no sólo se está de acuerdo con la existencia de precios para el intercambio de mercancías, sino que se propicia lo que Marx llamó (tomo tercero de El Capital) “precios monopolísticos” ligados a la renta territorial, propios de los casos donde existen condiciones naturales y de mercado
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especiales. Es decir, una de las aberraciones más graves que generan en los mercados imperfectos. ¿A esto se reducirá el llamado socialismo del siglo XXI, a un conjunto de ideas y experimentos mal concebidos, sin base de sustentación productiva, financiados por una elevada renta petrolera? La vaguedad de las propuestas del gobierno permite cualquier consideración.
26 de diciembre de 2006
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ELTRUEQUE CASTRO-CHAVISTA--(IV)--
"Ventajas" del trueque
Domingo Fontiveros
--(En: www.analitica.com)--
Domingo, 17 de diciembre de 2006
Ya el gobierno lo practica con frecuencia en el comercio internacional, cambiando petróleo por azúcar, carne, servicios de asistencia médica, entre otros. Y ahora lanza la idea matriz del trueque como principio reordenador en lo interno de la economía socialista que quiere imponer, donde vaya desapareciendo el dinero como medio de pago.
Obviamente, cuando el dinero desaparece como medio de pago ya no es dinero. Pueden existir monedas y billetes, pero más bien como curiosidades de la vieja economía capitalista, y serán sin duda objeto de coleccionistas, después que el Banco Central los recoja en su mayoría de la circulación. A partir de ese momento, los escasos ejemplares realengos, pueden convertirse en instrumento de reserva de valor, dependiendo de las veleidades del mercado numismático y de la opinión de especialistas.
Las atrocidades que un gobierno, socialista o no, puede hacer con el dinero son infinitas. En la Alemania pre-nazi, las estampillas de correo llegaron a costar millones de marcos; más valioso llegó a ser el valor del papel de los billetes que el valor nominal de los mismos billetes.
La miseria que acompañó a este fenómeno de hiperinflación es casi inimaginable. Más recientemente, en Zimbabwe (antigua Rodesia), la moneda que circula es el dólar zimbabwense en denominaciones que por lo que he visto llegan hasta los Z$ 50.000, con tipo de cambio oficial de 250 de aquéllos por uno del US, porque como allí también existe su propia versión de control de cambios (uno de los poquísimos países como tal extravaganza, como Venezuela), en el mercado negro la cotización es varias veces más alta. Curiosamente, estos billetes del régimen autocrático de Mugabe vienen con fecha de vencimiento (alrededor de un año a partir de la emisión), después de la cual obviamente pierden su valor liberatorio. No puede sorprender que la inflación en ese país supere al 1000% al año, y la tasa overnight de interés (todavía con presencia) esté por encima del 500%. Tampoco sorprendería encontrar que allí se practique el trueque en alguna escala importante, aunque lo mismo no me conste.
Esta gran idea propuesta para Venezuela con toda la seriedad del caso, puede parecer una broma no digna de considerarse. Cualquiera está en su derecho de tomar como chiste que las autoridades revolucionarias pongan a la gente a cambiar metras por cambures o loros por ladrillos. Pero en esta Venezuela donde la realidad abunda en tonos irreales de "nunca visto", las visiones oficialistas no pueden ser despachadas con una carcajada, por mucho que la provoquen.
La idea central del trueque, a todos los fines prácticos concebibles dentro de su excentricidad, no es efectivamente aplicarla en su acepción literal. Lo mismo sería impráctico y generaría un absoluto rechazo. Lo que sí es factible imponer, aunque sea poco a poco, es instrumentar un sistema de tickets o bonos denominados en mercancías o servicios para su obligatoria aceptación por parte del comercio. Es decir, un bono para comprar, por ejemplo, 2 litros de leche, o 2 kilos de papa, o 20 ladrillos. Para que oficialmente este tipo de "trueque" llegue a tener alguna entidad como política de Estado, es necesario que los salarios se paguen en forma parcial o total con estos bonos y hacer mandatoria su aceptación comercial. Así, digamos, a Ud. le pagan la mitad de su sueldo con tickets de diversos colores; unos, para comprar mantequilla, otros harina, otros para ir al cine, y así sucesivamente. Lo que reciba, aparte de los bonos, en dinero, lo puede gastar como quiera, mientras perdure el sistema mixto de pago salarial.
Los efectos económicos y sociales de un sistema como éste son considerables. Baste decir por el momento que el mismo es perfectamente coherente con algunas ideas del régimen sobre el dinero. Que ser rico es malo, que el dinero es pecaminoso, que sin dinero se termina la inflación, que cobrar interés es injusto, y cosas por el estilo. También es interesante considerar que en ausencia de dinero los bancos ya no son necesarios, excepto como cámaras de compensación de tickets-salario, que la bolsa de valores deja de tener alguna función, y que los esquemas de ahorro pasan a ser, en esencia, supérfluos. Ésta parece ser una parte esencial del socialismo 21, como el régimen lo llama.
dfontiveros@cantv.net
Domingo Fontiveros
--(En: www.analitica.com)--
Domingo, 17 de diciembre de 2006
Ya el gobierno lo practica con frecuencia en el comercio internacional, cambiando petróleo por azúcar, carne, servicios de asistencia médica, entre otros. Y ahora lanza la idea matriz del trueque como principio reordenador en lo interno de la economía socialista que quiere imponer, donde vaya desapareciendo el dinero como medio de pago.
Obviamente, cuando el dinero desaparece como medio de pago ya no es dinero. Pueden existir monedas y billetes, pero más bien como curiosidades de la vieja economía capitalista, y serán sin duda objeto de coleccionistas, después que el Banco Central los recoja en su mayoría de la circulación. A partir de ese momento, los escasos ejemplares realengos, pueden convertirse en instrumento de reserva de valor, dependiendo de las veleidades del mercado numismático y de la opinión de especialistas.
Las atrocidades que un gobierno, socialista o no, puede hacer con el dinero son infinitas. En la Alemania pre-nazi, las estampillas de correo llegaron a costar millones de marcos; más valioso llegó a ser el valor del papel de los billetes que el valor nominal de los mismos billetes.
La miseria que acompañó a este fenómeno de hiperinflación es casi inimaginable. Más recientemente, en Zimbabwe (antigua Rodesia), la moneda que circula es el dólar zimbabwense en denominaciones que por lo que he visto llegan hasta los Z$ 50.000, con tipo de cambio oficial de 250 de aquéllos por uno del US, porque como allí también existe su propia versión de control de cambios (uno de los poquísimos países como tal extravaganza, como Venezuela), en el mercado negro la cotización es varias veces más alta. Curiosamente, estos billetes del régimen autocrático de Mugabe vienen con fecha de vencimiento (alrededor de un año a partir de la emisión), después de la cual obviamente pierden su valor liberatorio. No puede sorprender que la inflación en ese país supere al 1000% al año, y la tasa overnight de interés (todavía con presencia) esté por encima del 500%. Tampoco sorprendería encontrar que allí se practique el trueque en alguna escala importante, aunque lo mismo no me conste.
Esta gran idea propuesta para Venezuela con toda la seriedad del caso, puede parecer una broma no digna de considerarse. Cualquiera está en su derecho de tomar como chiste que las autoridades revolucionarias pongan a la gente a cambiar metras por cambures o loros por ladrillos. Pero en esta Venezuela donde la realidad abunda en tonos irreales de "nunca visto", las visiones oficialistas no pueden ser despachadas con una carcajada, por mucho que la provoquen.
La idea central del trueque, a todos los fines prácticos concebibles dentro de su excentricidad, no es efectivamente aplicarla en su acepción literal. Lo mismo sería impráctico y generaría un absoluto rechazo. Lo que sí es factible imponer, aunque sea poco a poco, es instrumentar un sistema de tickets o bonos denominados en mercancías o servicios para su obligatoria aceptación por parte del comercio. Es decir, un bono para comprar, por ejemplo, 2 litros de leche, o 2 kilos de papa, o 20 ladrillos. Para que oficialmente este tipo de "trueque" llegue a tener alguna entidad como política de Estado, es necesario que los salarios se paguen en forma parcial o total con estos bonos y hacer mandatoria su aceptación comercial. Así, digamos, a Ud. le pagan la mitad de su sueldo con tickets de diversos colores; unos, para comprar mantequilla, otros harina, otros para ir al cine, y así sucesivamente. Lo que reciba, aparte de los bonos, en dinero, lo puede gastar como quiera, mientras perdure el sistema mixto de pago salarial.
Los efectos económicos y sociales de un sistema como éste son considerables. Baste decir por el momento que el mismo es perfectamente coherente con algunas ideas del régimen sobre el dinero. Que ser rico es malo, que el dinero es pecaminoso, que sin dinero se termina la inflación, que cobrar interés es injusto, y cosas por el estilo. También es interesante considerar que en ausencia de dinero los bancos ya no son necesarios, excepto como cámaras de compensación de tickets-salario, que la bolsa de valores deja de tener alguna función, y que los esquemas de ahorro pasan a ser, en esencia, supérfluos. Ésta parece ser una parte esencial del socialismo 21, como el régimen lo llama.
dfontiveros@cantv.net
EL TRUEQUE CASTRO-CHAVISTA--(III)--
Chávez y el trueque
José Guerra
--(En:www.analitica.com)--
Miércoles, 26 de marzo de 2008
En su programa Aló Presidente del domingo 16 de marzo de 2007, el presidente Hugo Chávez volvió a insistir en la necesidad de crear las llamadas monedas comunitarias y relanzar el trueque como medio de intercambio. Se trata de una vieja idea que ha venido acariciando el presidente al menos desde junio 2006, cuando planteó en una alocución que un agricultor de Barlovento en el estado Miranda podría intercambiar plátanos por cachamas con un pescador del estado Bolívar, sin que tenga que recurrir al dinero para facilitar esa transacción. De nuevo reitera Chávez, esta vez con la idea de crear piezas monetarias llamados zambos que sustituirían o complementarían a las especies monetarias actualmente en circulación, en determinadas comunidades. De esta manera en Venezuela se vería una proliferación de monedas locales, a niveles de estados o municipios circulando conjuntamente con el bolívar fuerte. Según lo expuesto, con ello se ayudaría a bajar la inflación y terminar de liquidar al sistema capitalista.
Cuando se reflexiona seriamente acerca de ésta o alguna otra ocurrencia del Presidente de la República, la conclusión que se extrae es que pareciera que en determinados temas el presidente tiene una ignorancia supina o sencillamente no piensa con detenimiento algunas de las ideas que expone. Implantar un sistema de monedas comunitarias para facilitar el trueque equivale a regresar a una especie de economía cavernícola, donde los hombres primitivos asistían a su primer acto transaccional al mercadear un bien por otro. En el caso de Venezuela sería lo mismo que retornar a la etapa precolombina donde nuestras tribus transaban bienes ante la inexistencia de un medio eficiente de intercambio. Además, esto que el presidente Chávez denomina el zambo como pieza monetaria de circulación restringida a ciertas áreas, era el mismo sistema que en la época colonial e inclusive a comienzos de la República de Venezuela, existió en las haciendas, donde circulaban las fichas, con las cuales se les pagaba a los jornaleros y éstos podían adquirir exclusivamente los bienes producidos o vendidos en esas haciendas. ¿Esa es la visión de país que tiene Hugo Chávez en mente para Venezuela?. ¿Es esa la utopía socialista del siglo XXI?
Esta propuesta de las monedas comunitarias y el zambo se ha reactivado en momento en que el BCV está aplicando una reconversión monetaria con objetivos confusos pero que ya está implantada en todo el país. La puesta en circulación del zambo con el bolívar fuerte puede generar una confusión extraordinaria que termine complicando el intercambio en lugar de facilitarlo. Tal vez los conceptos medievales en asuntos económicos de los asesores del gobierno permitan la materialización del disparate que una nación en pleno siglo XXI, en la edad del Internet y las comunicaciones, opte por regresar a la edad de piedra. No obstante, quedarían sin resolver varios asuntos. En primer lugar, el emisor de la nueva moneda (el zambo), toda vez que la Constitución y la Ley del BCV le confiere al banco central el poder monetario en Venezuela. Habrá en entonces que producir un cambio en el Texto Constitucional para facultar al gobierno para emitir dinero y ello sería un verdadero peligro para la estabilidad monetaria de Venezuela. En segundo término, quedaría pendiente el respaldo de esa moneda, por cuanto en tiempos modernos ya el dinero no tiene el valor intrínseco de antaño, sino más bien su capacidad de compra se fundamenta en la confianza en el ente emisor, que a su vez depende, entre otros aspectos, en la fortaleza de la economía. En tercer lugar, el zambo sería un medio ineficiente para valorar los productos en tanto exista otra moneda. ¿Cuánto costaría, por ejemplo, un kilo de café? ¿Dos zambos o tres bolívares fuertes?
El trueque es un sistema de intercambio absolutamente inviable y costoso para la sociedad debido a que la realización de los actos transaccionales debe hacer coincidir el deseo de quien produce, digamos, una camisa pero no tiene carne con el de quien teniendo la carne no tiene la camisa. Cuando esto se generaliza a una economía se incurren en elevadísimos costos de transacción de un bien por otro. Estas dificultades las resolvió el dinero al actuar como medio de intercambio, que permite que el agricultor de los Andes no tenga que trasladarse al oriente con su carga de papas para adquirir pescado, toda vez que con el dinero él puede comprar cualquier bien que desee o necesite. Detrás de estas proposiciones sin sentido aparente no se esconde otra cosa que el fracaso de la política económica para controlar la inflación en la creencia de que hay que atacar el síntoma y no la causa del problema.
joguerra@gmail.com
José Guerra
--(En:www.analitica.com)--
Miércoles, 26 de marzo de 2008
En su programa Aló Presidente del domingo 16 de marzo de 2007, el presidente Hugo Chávez volvió a insistir en la necesidad de crear las llamadas monedas comunitarias y relanzar el trueque como medio de intercambio. Se trata de una vieja idea que ha venido acariciando el presidente al menos desde junio 2006, cuando planteó en una alocución que un agricultor de Barlovento en el estado Miranda podría intercambiar plátanos por cachamas con un pescador del estado Bolívar, sin que tenga que recurrir al dinero para facilitar esa transacción. De nuevo reitera Chávez, esta vez con la idea de crear piezas monetarias llamados zambos que sustituirían o complementarían a las especies monetarias actualmente en circulación, en determinadas comunidades. De esta manera en Venezuela se vería una proliferación de monedas locales, a niveles de estados o municipios circulando conjuntamente con el bolívar fuerte. Según lo expuesto, con ello se ayudaría a bajar la inflación y terminar de liquidar al sistema capitalista.
Cuando se reflexiona seriamente acerca de ésta o alguna otra ocurrencia del Presidente de la República, la conclusión que se extrae es que pareciera que en determinados temas el presidente tiene una ignorancia supina o sencillamente no piensa con detenimiento algunas de las ideas que expone. Implantar un sistema de monedas comunitarias para facilitar el trueque equivale a regresar a una especie de economía cavernícola, donde los hombres primitivos asistían a su primer acto transaccional al mercadear un bien por otro. En el caso de Venezuela sería lo mismo que retornar a la etapa precolombina donde nuestras tribus transaban bienes ante la inexistencia de un medio eficiente de intercambio. Además, esto que el presidente Chávez denomina el zambo como pieza monetaria de circulación restringida a ciertas áreas, era el mismo sistema que en la época colonial e inclusive a comienzos de la República de Venezuela, existió en las haciendas, donde circulaban las fichas, con las cuales se les pagaba a los jornaleros y éstos podían adquirir exclusivamente los bienes producidos o vendidos en esas haciendas. ¿Esa es la visión de país que tiene Hugo Chávez en mente para Venezuela?. ¿Es esa la utopía socialista del siglo XXI?
Esta propuesta de las monedas comunitarias y el zambo se ha reactivado en momento en que el BCV está aplicando una reconversión monetaria con objetivos confusos pero que ya está implantada en todo el país. La puesta en circulación del zambo con el bolívar fuerte puede generar una confusión extraordinaria que termine complicando el intercambio en lugar de facilitarlo. Tal vez los conceptos medievales en asuntos económicos de los asesores del gobierno permitan la materialización del disparate que una nación en pleno siglo XXI, en la edad del Internet y las comunicaciones, opte por regresar a la edad de piedra. No obstante, quedarían sin resolver varios asuntos. En primer lugar, el emisor de la nueva moneda (el zambo), toda vez que la Constitución y la Ley del BCV le confiere al banco central el poder monetario en Venezuela. Habrá en entonces que producir un cambio en el Texto Constitucional para facultar al gobierno para emitir dinero y ello sería un verdadero peligro para la estabilidad monetaria de Venezuela. En segundo término, quedaría pendiente el respaldo de esa moneda, por cuanto en tiempos modernos ya el dinero no tiene el valor intrínseco de antaño, sino más bien su capacidad de compra se fundamenta en la confianza en el ente emisor, que a su vez depende, entre otros aspectos, en la fortaleza de la economía. En tercer lugar, el zambo sería un medio ineficiente para valorar los productos en tanto exista otra moneda. ¿Cuánto costaría, por ejemplo, un kilo de café? ¿Dos zambos o tres bolívares fuertes?
El trueque es un sistema de intercambio absolutamente inviable y costoso para la sociedad debido a que la realización de los actos transaccionales debe hacer coincidir el deseo de quien produce, digamos, una camisa pero no tiene carne con el de quien teniendo la carne no tiene la camisa. Cuando esto se generaliza a una economía se incurren en elevadísimos costos de transacción de un bien por otro. Estas dificultades las resolvió el dinero al actuar como medio de intercambio, que permite que el agricultor de los Andes no tenga que trasladarse al oriente con su carga de papas para adquirir pescado, toda vez que con el dinero él puede comprar cualquier bien que desee o necesite. Detrás de estas proposiciones sin sentido aparente no se esconde otra cosa que el fracaso de la política económica para controlar la inflación en la creencia de que hay que atacar el síntoma y no la causa del problema.
joguerra@gmail.com
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