Roberto Giusti // La noche de las cavernas
--(El Universal, Caracas,27-10-09)--
La crisis energética es consecuencia de la irresponsabilidad de Chávez
El pasado nos alcanza, volvemos al siglo XIX y casi no nos damos cuenta de ese veloz viaje a través del tiempo en que nos ha embarcado el decimonónico mortal que nos mandonea, obsesionado por llevarnos a la edad de piedra y convertirnos, como ya lo es él, en hombres de las cavernas. Así, en pleno tercer milenio un país rico en recursos naturales y fuentes de energía se dispone a sufrir un racionamiento crónico de energía y de agua corriente por la supresión parcial de dos servicios básicos que recibía la gran mayoría de los venezolanos como derechos irrenunciables e irreversibles.
La culpa como siempre es de los ricos, de los dueños de los centros comerciales, de los tecnócratas y de los derrochadores consumidores porque, según el Presidente y su nuevo acólito, el flamante ministro de (falta de) Energía, existe una "conspiración energética", una "suerte de paramilitarismo energético" que demanda la aprobación de una ley que "impida "la transferencia de información. Como si el "secreto informativo" o el fárrago legislativo de los diputados más sumisos del mundo fuese la causa de los apagones y de las tuberías secas.
Lo que si se preocupan por ocultar estos militantes de la ignorancia y de la idiotez llevada al poder es que la crisis energética venezolana tiene su origen en la irresponsabilidad, la imprevisión y la incapacidad de un equipo de gobierno, vale decir del Presidente, que luego de casi once años de gobierno no se ocupó de desarrollar los planes de incremento de la oferta energética y el desarrollo de nuevas fuentes hidroeléctricas o termoeléctricas que fueran a la par con el aumento de demanda.
Durante los años de la malhadada democracia representativa y a partir del gobierno de Rómulo Betancourt se inició la construcción de la represa del Guri y 25 años después de continuidad en el proyecto, se culminaba la última etapa de la obra, que preveía un crecimiento anual de la demanda eléctrica en ocho por ciento, según informa del exministro del Ambiente, Arnoldo José Gabaldón. De allí en adelante ya estaba prevista la construcción de otros desarrollos en el río Caroní.
A partir de 1998 y hasta el 2009 el gobierno de Chávez incrementó la oferta de electricidad en un seis por ciento, es decir, menos del uno por ciento anual, siete puntos menos que en cualquier año de la democracia representativa. En otras palabras, no hicieron prácticamente nada a pesar de que a diferencia del ocho por ciento de la demanda (lo cual indica crecimiento económico) que se mantuvo desde los años sesenta hasta los noventa, durante la era Chávez el consumo sólo creció a un promedio del 4%, más de tres puntos en relación con la oferta. Esa, entonces es la verdadera causa de una crisis energética que no tiene solución a corto plazo. Los resultados están ahí y no podemos decir que a la vista porque lo que viene es una larga y tenebrosa noche oscura y sin agua.
rgiusti@eluniversal.com
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