[15/12 13:01] Víctor Gruber: LA ESTRELLA DE BELEN
[15/12 13:01] Víctor Gruber: *Bajo la estrella de Belén*
Simón García
“…y lo acostó en un pesebre…” Lucas, 2,7.
Cada diciembre, cristianos y no cristianos, disfrutan una fiesta de alegría y esperanza. La gente, en familia y en comunidades, recuerda y reflexiona sobre el sentido mismo de la vida.
Durante algunos siglos, la presencia en el mundo de Dios como ser humano se celebró el 6 de enero. En el año 354 el papa Liborio oficializó el 25 de diciembre como nueva fecha para sobreponer el nacimiento de Jesús sobre las costumbres paganas que ese día celebraban el solsticio de invierno.
San Francisco fue el primero en representar ese acontecimiento en 1223, cuando recreó en Italia, con personas y animales vivos, el nacimiento de Jesús como una forma de evangelización de los aldeanos de Greccio.
En 1564 los franciscanos, que fundan su Convento en Valencia, se ocuparon de cristianizar a sus pobladores y muy probablemente incluyeron en la difusión de la religión que venía del viejo mundo la tradición de los pesebres que ellos practicaban.
Diciembre siempre ha sido en Carabobo un mes de parrandas y nacimientos, días donde la principal preocupación de los niños es ser felices.
En San Joaquín, desde hace más de 100 años, Los Pastores visitan el 24 de diciembre, los Nacimientos del pueblo, cantando Villanos que se diferencian por sus temas jocosos de los villancicos religiosos.
Uno de los primeros y muy recordado Nacimiento en Guacara fue el de Panchita de Lugo. También el del pintor guacareño de temas religiosos José Mohamed cuyo Nacimiento y su colección de Niños Jesús eran muy admirados.
En Central Tacarigua es una tradición el Nacimiento de Milagros Pérez en su casa de la calle El Progreso.
En Canoabo, el pueblo más antiguo del occidente de Carabobo, descolló un nacimiento espectacular, hecho detalle a detalle, por la laboriosidad de Eva Lara de Conde. Y desde la década del 70 se añadió, visitado incluso por gente de afuera, el nacimiento que hacia el maestro Bibiano Vargas, con la Sagrada Familia, ángeles, pastores, los Reyes magos, casas y animales elaborados en madera por los tallistas del caserío Canoabito. Esta tradición se consolidó bajo la conducción de Bañez, quien en un terreno al lado de su casa levanta un monumental nacimiento que suscita la admiración de todos los que lo ven.
En Valencia proliferaban los Nacimientos. En la Parroquia La Pastora la visita podía incluir a los de más prestigio como el de las hermanas Gómez frente a la Iglesia, el de los Correa, los Alvarado, los Barreto y los Del Prete. En San José, en el Asilo de las hermanitas de los pobres se aglomeraban los visitantes. En Naguanagua, en el callejón Bolívar del casco central, la Sra. Guayana de Sánchez mostraba, desde los años 70, su hermoso pesebre. En San Blas, más recientemente, se convirtió en una atracción el Nacimiento del Sr Rocco Viapiana en su barbería de la Av Ricaurte. En Lomas del Este, se recuerda el Nacimiento Viviente del Jardín de Infantes Magdalena Abadie. Y uno de muy vieja data, objeto de visitas de personas y parrandas es el de la casa de Pedro Paiva, uno de los fundadores de la Verde Clarita, en El Palotal.
A mediados del siglo pasado una verdadera innovación lo constituyó el Nacimiento de la Escuela Agronómica de los Salecianos., en Guaparo. Especialmente los domingos se llenaba de algarabía infantil al momento de la salida del sol, de la aparición de la luna y sus luceros o una hilandera con su rueca, el agricultor con su arado de bueyes o niños pescando en un río. También los feligreses acudían a expresar su devoción ante los nacimientos en las Iglesias de San Blas, La Candelaria, La Purísima o la Catedral cuyo pesebre lo armó, durante años, el señor Edenson Asenso.
Otro Nacimiento con antigüedad, lustre y popularidad es el de la familia Marrero. Icono de la navidad valenciana que surgió en una casa de la calle Colombia por la pasión del joven Simón Marrero. Después continuó su hijo homónimo, en la calle Rondón con Constitución, uno y otro Simón apoyados por sus respectivas esposas las Señoras Rosalía Wadskier y Carlota Arcay.
El Nacimiento de los Marrero tiene dos peculiaridades. Una es su profunda vinculación con la religiosa espiritualidad de sus creadores. La otra es su condición de cultivada obra de arte donde se integran, en un formato de espectáculo, la narración oral, la melodía musical, el canto y la coreografía. Los impulsores de estas innovaciones fueron la mezzosoprano Margarita Marrero y su esposo, ya fallecido, el tenor París Molonas.
Por último y no menos importante está la natividad prodigiosa que cada año surgía de la mano creativa de Luis Eduardo Chávez, un olvidado hombre de arte y civismo quien además mostraba una colección de 20 niños Jesús, como para testimoniar la centralidad de esa figura dentro de toda la narrativa navideña.
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[15/12 13:04] Víctor Gruber: https://es.m.wikipedia.org/wiki/Estrella_de_Bel%C3%A9n
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