Informado, desde mediados de los años 80, mantuve
una buena amistad con Simón Díaz, destacado compositor y humorista, jugábamos bolas criollas en
el patio del Club Campestre Los Cortijos de Caracas, con cierta frecuencia y muchas veces me
invitó a su finca en San Sebastián de Los Reyes, estado Aragua, y yo lo invité varias veces a casa de
mi madre en El Paraíso, Caracas, y a Tinaco, estado Cojedes, donde compartimos partidas de bolas
con muchos cojedeños. Le comenté en varias oportunidades a Simón, que estaba escribiendo un
sencillo libro sobre el mundo de las bolas criollas y me decía que le pasara copia del libro cuando lo
terminara, así lo hice. Simón posteriormente me entregó un escrito, de puño y letra, que usé como
prólogo del libro titulado Un Mundo de las Bolas Criollas, Tomo I, publicado en agosto del 2000.
Te anexo el escrito de Simón.
“Conozco a mi gran amigo Félix Sosa desde hace bastante tiempo. Como compañero de bolas
criollas es un excelente jugador. Ha sido un magnífico invitado a mis fiestas de bolas criollas en San
Sebastián de los Reyes y un estupendo invitador a las suyas en Tinaco. He disfrutado muchísimo
con sus amigos y sus hermanos en esas tremendas partidas que hemos jugado. Lo que no conocía de
él, era esa sabrosa pluma como escritor, su condición de hurgador de cosas para concretar su bello
trabajo. Confieso que me ha sorprendido con este precioso y simpático libro que se refiere al más
popular de los juegos de nosotros los venezolanos.
Desde hace tiempo, me llamaba aparte mientras jugábamos para comentarme lo que estaba
haciendo y yo lo escuchaba con la atención debida, porque se trataba del juego que a mí más me
interesa y me conviene, porque además de reunirme, alternar y jugar con mis amigos, me sirve
también de remanso, alivio y descanso de mis diarias labores como compositor y artista de radio y
televisión. En ocasiones me pidió como para prologar, simpatizar y completar más su trabajo y yo le
contestaba que contara con eso, que trajera el borrador del libro y con mucho gusto lo haría. Lo que
yo no sabía ni me lo imaginaba, era el serio, jocoso y criollo trabajo que me presentó. Nunca había
leído algo relacionado con el juego de bolas criollas, ni tampoco tan minucioso, humorístico,
gracioso, riguroso en lo cierto, bien rebuscado en lo más escondido, cosas inimaginables,
divulgador, leccionario, lleno de cuentos y realidades descritas con sabor único.
Repito que Félix Sosa me ha dado un gran placer al leer este libro por su hermoso contenido y
que además me permite conocer y querer más al juego que tanto me complace en mi vida. Dejo
estas cortas coplas que me nacen de mi más simpático sentimiento como jugador.
Coplas de Bolas.
De los juegos populares
Me encantan las bolas criollas
Parecen a tus cantares
Me comentó Félix Sosa.
Si quieren jugar conmigo
Verme por una rendija
En el Club de Los Cortijos
Los martes soy una fija.
Cuando en Valencia me espera
Una partida sabrosa
Además de sus arepas
En el Hípico es la cosa.
Y si en Tinaco quieren
Mirarme en una parida
A los Sosa que se lleven
A Tilo y Ton Maravilla.
No puedo dejar de olvido
Al bello San Sebastián
Donde los peones conmigo
Se jugaban hasta el pan.
A mi cumpleaños divino
Llegaron cien jugadores
Entre boches y licores
Me marcaron el camino.
Recuerdo esa tarde noche
Con Hernán Pérez al lao
Dimos como treinta boches
Todos quedaron clavaos.
Y en esa preciosa casa
De la familia cortijera
Palo le doy al que pase
Como perra callejera.
Pero no olviden señores
Jugadores cortijeros
Cazadores, pescadores,
Todos somos embusteros.
Simón Díaz.
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