Conjunto de artículos sobre temas variados de naturaleza política, social, económica, humorísticos, y filosóficos; publicados, o por publicarse en diferentes páginas web, o medios impresos; escritos por mi persona, o por otros autores; y que abarcan problemas relativos a Venezuela, América Latina, y el resto del mundo.
viernes, 27 de abril de 2012
ENRIQUE VILORIA VERA: RELIGIÓN BOLIVARIANA--02--SEPT--2011--
Religión bolivariana
Enrique Viloria Vera
En: www.Analitica.com
Viernes, 2 de septiembre de 2011
La religión bolivariana es sincrética: toma del cristianismo, del animismo, del Babalao, del marxismo, elementos prestados para crear un cuerpo de ritos, dogmas y creencias. El Padre está en La Habana y el Hijo Encarnado está más en La Habana que en Caracas
Toda revolución tiene sus símbolos, signos, eslóganes, líderes y, por supuesto, creencias metafísicas. Nuestra peculiar revolución no escapa a esa realidad, el rojo – rojito; el Patria, Socialismo o Muerte, ya demodé, se unen al culto al Líder único y absoluto, y a la construcción de una religiosidad que tiene de todo un poco sin llegar - como es su esencia – a ninguna parte.
La Religión Bolivariana es sincrética: toma del cristianismo, del animismo, del Babalao, del marxismo, elementos prestados para crear un cuerpo de ritos, dogmas y creencias. Ciertamente es una religión monoteísta que reconoce la existencia de un solo Dios en dos personas verdaderas: El Padre que está en La Habana y el Hijo Encarnado que está más en La Habana que en Caracas, sobre todo cuando de sanaciones se trata. Espíritu Santo no hay porque la Revolución es materialista y blasfema.
Muy probablemente en los ritos secretos como lo es todo en la Revolución, se mate y se degüelle un gallo negro, y se bañe con su sangre al Líder y a sus acólitos para demandar la vida eterna. Es probable que se beba mucho ron y miche para caer prontamente en trance y darle vivas a sus santos muertos. Marx, Lenin, Stalin y el Che.
La Revolución no cuenta con vírgenes, pero sí con muchos mártires internos y externos: los que saltan la talanquera y son permanentemente sometidos al escarnio público, y los otros, los feligreses que son diariamente baleados en las calles de la infortunada República.
Corte celestial, por el contrario, si tiene: grande en un principio, ahora frente a la sabida hecatombe menos numerosa. En ella militan los que tienen intereses que perder, los que se apropian de la limosna para construir villas y castillos allende y aquende.
La Religión Bolivariana está hecha de permanentes prédicas televisadas en las que el Pastor enseña a sus correligionarios la verdad revelada y los arenga para que sean hombres y mujeres hechas a su imagen y semejanza. Unos cuantos evangelistas de poca monta se encargan de registrar la vida del Señor desde que estaba en la cuna: le muestran al país sus escarpines y el primer pañal sin lavar cuando dio por primera vez del cuerpo.
Los escapularios bolivarianos llevan un mechón de su cabello y de su vello, los más devotos lo llevan permanente y no se lo quitan ni para bañarse en los más refinados spas del mundo. Ansían sus reliquias: una media sucia, un calzoncillo usado, un zapato hediondo, y, por encima de todo, la sudada franela roja con que visitó por 1ª vez al Dios Padre.
Su lema fundamental es:
“Odiaos los unos a los otros como yo os he odiado”
viloria.enrique@gmail.com
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