La milicia educativa
SANTIAGO QUINTERO | EL UNIVERSAL
lunes 11 de abril de 2011 04:27 PM
--(www.eluniversal.com. Caracas, Venezuela)--
Venezuela no quiere ser Cuba ni Corea del Norte. Venezuela no quiere ser Libia. Venezuela no quiere ser la Alemania nazi ni la Italia de Mussolini. Venezuela no quiere Führer ni Duce. En síntesis, Venezuela no quiere milicias en sus escuelas. Pero tampoco las quiere en la Fuerza Armada. Venezuela no quiere milicias en ninguna parte.
Justamente, porque la violencia como valor es lo que siembra una milicia. El miliciano es un soldado mal formado, un individuo de instrucción bizarra que no respeta la civilidad ni sus derechos, para el cual no hay otra ley que la de la obediencia. Cualquier orden demencial puede tener cabida en la acción de una milicia.
La milicia es el orden paramilitar. Y el peor castigo para un cuerpo militar es sentir el oprobio de verse subordinado a un orden paramilitar. El que privilegia el orden paramilitar dentro de una fuerza armada, está subvirtiendo los valores sobre los que se construye su institucionalidad. Luego, no tenemos a un militar en ejercicio de su ética como cuerpo. Tenemos a un paramilitar que usó el hasta ese momento digno uniforme de su componente para mancillarlo.
Pero la milicia tiene sus límites. El miliciano no puede volar aviones ni conducir barcos. En la medida en que el ejercicio de mayor conocimiento y grado de preparación se ejecuta, el soldado va aumentando su independencia y disminuyendo su subordinación irracional. Y eso es ley en cualquier institución humana. Para "milicianizar" a la fuerza aérea o al componente naval, entonces hay que comenzar a contratar mercenarios para que hagan las funciones que los soldados de un país no están dispuestos a transigir en la medida en que su conocimiento aumenta. Porque al aumentar su conocimiento crece su compromiso con la civilización y se aleja de la barbarie.
La resolución 0172621 emanada del Ministerio de la Defensa es propia de un orden paramilitar caudillesco, que pretende hacer de cada habitante de este pais un soldado miliciano, bajo el lema fascista, nazi, de una ciudadanía militarizada. La herramienta para ello es profundizar mediante la educación premilitar la disciplina, el amor a la patria y la obediencia, la hermosa ofrenda del Caballo de Troya a Bolívar y los Dioses de la Nacionalidad, pero introyectando en ella el reglamento de castigos disciplinarios Nº 6 para contagiar a los civiles con el AH1N1 de la segregación cuartelaria fuera de los cuarteles, en particular de su artículo 46 en donde la orden debe ser cumplida sin duda ni "murmuración". Y eso es contrario a la educación crítica, donde el conocimiento parte de la Duda y la Reflexión para la cual no hay verdad absoluta.
Venezuela es una nación de libertades, así tenga un Estado amante del totalitarismo. Esta nación no va a permitir que sus civiles sean militarizados, todo lo contrario, va a civilizar a sus militares. La Patria fue primero que su ejército y sigue siéndolo. No cambiará a un docente por un miliciano para darles clases a sus niños y jóvenes. Bajo las banderas de la Libertad construimos la Patria que tenemos, la misma que el pensamiento y práctica miliciana pretenden destruir. Y no llamamos a nuestros próceres comandantes, caudillos ni caciques. Los llamamos libertadores, los que sirven a la Sociedad Civil y la liberan de la bota miliciana. No juraremos jamás desde la escuela lealtad a las armas, juraremos por la Paz, el respeto al ciudadano y su desarrollo.
santiagoquintero@gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Escribe tus comentarios aquí