Caracas, 03-11-2010.
: ---(Modificación el domingo 08-02-2015)--
¡La propiedad es el robo!: Proudhon vs. Chávez
Víctor M. Gruber F.
Nota del autor: Una primera versión de este texto fue escrito el miércoles, 30 de agosto de 2006, su pertinencia es indiscutible para la época “chavista” que ha vivido Venezuela entre 1998 y el 2010; sobre todo con el contrabando "legislativo" del "Líder único" y su "paquetazo" de leyes habilitantes, en las cuales, entre otras medidas anticonstitucionales, se pone completamente entredicho a la propiedad privada, consagrada en la Actual Constitución Nacional, de la República Bolivariana de Venezuela ¡La más atropellada y violada de la Historia del país! Y sobre todo con la novísima “moda” actual de llamar “expropiación” a lo que en realidad son vulgares confiscaciones. Veamos el origen histórico e ideológico de esos feroces ataques a la propiedad privada
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Renace con fuerza, en forma bizarra, en esta llamada “V República”, la vieja y lapidaria consigna anarquista: “La propiedad es un robo”. Por tanto, se aplicará (de hecho) el antiguo refranero castellano: “ladrón que roba a ladrón tiene cien años de perdón”, como novísimo mandato “revolucionario”.
¿Posee usted algo? Luego usted es un ladrón: el “proceso-revolucionario-bolivariano” le expropiará mediante una invasión, debidamente planificada por funcionarios civiles y militares, para supuestamente “favorecer” a los desposeídos, pobres de solemnidad, de cuya pobreza usted, señor propietario, es absolutamente culpable.
El que trate de defenderse lo pagará con arresto preventivo, juicio sumario, y larga condena, dictada por los tribunales de la revolución; e incluso podría pagar con la vida, si se atreve a defender fieramente su propiedad, bajo la mirada complaciente de las autoridades revolucionarias.
A lo largo de estos diez largos y terribles años (1999-2010), la revolución “bonita”, “pacífica pero armada”, antes supuestamente “bolivariana”, ahora castro—chavista: socialista del siglo XXI; ha expropiado, invadido, o sometido, de grado o por fuerza, “latifundios” rurales y “urbanos”; fábricas, empresas, y cadenas comerciales; edificios y urbanizaciones; llevando el temor, la inseguridad, el terror, y la desolación, tanto al campo como a la ciudad, en la persona de propietarios, empleados, y obreros, que al compás del día a día nacional, se resisten a la estatización, dados los resultados catastróficos que se observan en las anteriores, y conocidas, experiencias supuestamente “expropiadoras” cuando en realidad son meras confiscaciones.
Parafraseando a Marx y Engels, en su famoso “Manifiesto Comunista”, podemos decir: “Un fantasma recorre a Venezuela: el fantasma del comunismo” –-(o más bien, el fantasma del anarquismo proudhonista, de los “Iluminados” de Sabaneta, con su lapidaria frase: ¡LA PROPIEDAD ES EL ROBO!—-(Por supuesto que este lema o postulado revolucionario, no es válido, ni es aplicable, a las propiedades del mandante, de su familia, y de sus allegados: ellas son sagradas e intocables)—-
Este primitivo concepto, contrario a la propiedad, proviene de la idea siguiente: en los tiempos más primitivos, de la comunidad humana, no existía la propiedad privada sobre la tierra, ni sobre las aguas, y la producción de los bienes materiales, para la subsistencia individual, y social, se hacia, y repartía, en forma colectiva ¡UNA ANTIGUA Y AÑORADA EDAD DE ORO!
En este punto es oportuno releer la famosa obra de Engels: “Origen de la familia, la propiedad privada, y el estado”. Allí el cofundador del “Socialismo Científico” explica, según su particular visión del proceso histórico, cómo los primitivos poseedores “colectivistas” fueron expropiados paulatinamente, mediante la fuerza, y las trampas “legales”, aplicadas en el seno de la virginal sociedad gentilicia, por los jefes de tribus, y sus matones, en función de esclavizar a parientes, y a extraños, para acumular poder y riquezas.
A partir de este proceso de desintegración de las comunidades primitivas, surge la división de la sociedad en clases antagónicas: amos y esclavos; y por tanto la explotación del hombre por el hombre; aparece también la necesidad de un poder coercitivo, dueño de las armas, de la legislación, de la ideología, y de la religión: El Estado esclavista; destinado a mantener contra viento y marea, la nueva situación política, económica, y social.
También aparecen, según esta teoría, la lucha de clases: “motor de la historia”; y la violencia como “partera” de la misma. Por ello, el papel a cumplir, por la clase obrera revolucionaria,y su Partido Comunista, en alianza con todos los explotados de la sociedad, es expropiar a los “antiguos expropiadores”, mediante la revolución socialista-- (y/o comunista)--, y volver a la añorada “EDAD DE ORO”, mediante la supuesta “PROPIEDAD DE TODO EL PUEBLO”, que se realizará a través de la propiedad estatal. Pero los “nuevos propietarios” no podrán disponer, ni disfrutar libremente de su “triunfo”, pues las leyes y la burocracia estatal se lo impedirán, al intentar que no se repita la vieja historia.
Esta es la “cartilla” económica, política, social, ideológica, y aún religiosa, aplicada cada vez con más fuerza por los “Iluminados” de Sabaneta, y sus seguidores, e incondicionales, resumida en la nueva consigna del famoso “socialismo del siglo XXI”: ¡TODO ES DE TODOS, NADA ES DE NADIE! –-(Pero ese “postulado” tampoco es aplicable a los iluminados de Sabaneta, ni a sus parientes, ni a sus compinches, civiles o militares, como hemos dicho más arriba)— Por cierto que olvidan—(o no lo han leído aún)--de la teoría marxista original, los temas de la transitoriedad de la “dictadura del proletariado”,y el de la "desaparición progresiva del Estado", y por tanto el surgimiento de una sociedad comunista, sin explotación ni violencia, próspera y feliz.
La dichosa “cartilla” que nos quieren imponer, de grado o por fuerza, explica la tenebrosa mezcla “criolla” de fascismo, nazismo, comunismo, y castrismo, que nos amenaza desde 1.999 a esta fecha; así como también las alianzas “estratégicas” con cuanto estado dictatorial, terrorista, y fundamentalista, o con movimientos y grupos afines, existentes en América, y en el resto del mundo actual.
A lo dicho más arriba, habrá que añadir otro "postulado" favorito del castro-chavismo: ¡SER RICO ES MALO!
Que presupone lógicamente: ¡SER POBRE ES BUENO!
De allí la feroz campaña ideológica, política, económica, y social, que hemos presenciado, y sufrido, entre 1999 y el 2010, contra la propiedad privada, contra los empresarios productores de riqueza, sus empleados, y trabajadores, tanto en el campo como en la ciudad; intento agonal de "IGUALAR" a los componentes de la sociedad venezolana pero hacia abajo, mientras más abajo mejor—(Pero este "modelo" tampoco será aplicable a la familia reinante en el país, ni a sus amigos, y cómplices, nacionales o extranjeros)—
Un pueblo hambriento y necesitado, no puede estar pensando en "política", solamente se desespera en cómo "resolver" el día: es el modelo cubano-castrista por excelencia y su famosa "cartilla" de racionamiento, que lanza a la gente a la calle, al latrocinio, a la trampa, y a la prostitución, para conseguir el pan de cada día. Esa es la médula del plan económico-social, castro-chavista, de los "iluminados" de Sabaneta;
amén de otras medidas coercitivas, como la militarización total de la sociedad, para regular las relaciones sociales dentro del esquema de un cuartel militar: “YO ORDENO, MANDO, Y USTED OBEDECE”;
igualmente el agrupamiento de todas las variables económicas, sociales, políticas, institucionales, e ideológicas, en un solo puño: el del mandón, aspirante a "vitalicio", de Miraflores
¡VADE RETRO SATANÁS!
Edición, transcripción, redacción, imágenes: Licenciado en Historia Víctor Manuel Gruber de
Figarelli, UCV Caracas, Venezuela, 1976
Notas ilustrativas adicionales a este artículo (en la Wikipedia):
ResponderEliminarPrimera nota:
Pierre-Joseph Proudhon (15 de enero de 1809 – 19 de enero de 1865), filósofo político y revolucionario francés, y, junto con Bakunin y Kropotkin uno de los padres del pensamiento anarquista y de su primera tendencia económica, el mutualismo.
Nació en Besanzón, en el seno de una familia de artesanos y campesinos. Su padre, Claude Proudhon, era tonelero y cervecero, y consideraba que la cerveza que fabricaba debía venderse por un valor que agregaba al precio de costo, tan solo el salario de su trabajo, ya que "hubiera creído robar si hubiese cobrado más al comprador".[1] Esta conducta paterna influenciará a Pierre-Joseph, en cuya obra se evidenciará esta búsqueda del justo precio como estricta remuneraciòn del trabajo, considerando toda "ganancia" como "ingreso no ganado".[2] Su madre era cocinera y sirvienta. Él mismo trabajó toda su vida manualmente: primero, como guardador de vacas y boyero hasta la edad de 12 años, y después como tonelero, junto a su padre; después, como mozo de labranza, luego, como tipógrafo.
Originario, como Charles Fourier, del Franco Condado, en el que, como dice G. Lefranc, "hasta la revolución de 1789, hubo siervos al servicio de las abadías, pero que desde la Edad Media iba orientándose hacia fórmulas cooperativas, mediante la constitución de fruterías", sus concepciones económicas y sociales tienen una primera y profunda raíz en las observaciones de su infancia sobre el trabajo, la propiedad, la venta, el valor.
Segunda nota:
Karl Heinrich Marx, conocido también en castellano como Carlos Marx (Tréveris, Alemania, 5 de mayo de 1818 – Londres, Reino Unido, 14 de marzo de 1883), fue un intelectual y militante comunista alemán de origen judío. En su vasta e influyente obra, incursionó en los campos de la filosofía, la historia, la sociología y la economía. Junto a Friedrich Engels, es el padre del socialismo científico. Sus escritos más conocidos son el Manifiesto del Partido Comunista (en coautoría con Engels) y el libro El Capital. Fue miembro fundador de la Liga de los Comunistas (1847-1850) y de la Primera Internacional (1864-1872).
Tercera nota:
Friedrich Engels, conocido en español como Federico Engels (Barmen-Elberfeld, actualmente Wuppertal, Renania, entonces parte de Prusia, 28 de noviembre de 1820 – Londres, 5 de agosto de 1895) fue un filósofo y revolucionario alemán.
Amigo y colaborador de Karl Marx, fue coautor con él de obras fundamentales para el nacimiento de los movimientos socialista, comunista y sindical, y dirigente político de la Primera Internacional y de la Segunda Internacional.